Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 9 de julio de 2021

UN RECORRIDO POR UN CAMPO DE MINAS

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 
 
No nos será fácil nuestro recorrido por este mundo. Nos traerá muchas dificultades si decidimos seguir a Jesús. Él, que nos señala el Camino, la Verdad y la Vida nos sirve de muestra, de modelo y ejemplo. Y su Vida fue un constante asedio de aquellos que pretendían acabar con Él hasta el punto de condenarle a muerte y crucificarle. Y eso es lo que nos espera a nosotros también si decidimos seguirle. Nunca podremos decir que no hemos sido avisados.

De cualquier modo, nuestro seguimiento a Jesús conlleva disponibilidad, voluntariedad y entrega sin límite hasta dar tu propia vida. Eso nos exigirá una fuerza y voluntad superior a nuestras propias fuerzas. No la tenemos y, por nuestra cuenta, no podremos seguirle. Necesitamos su Gracia, su Presencia y su Fortaleza para poder enfrentarnos a todas esas dificultades que trataran de impedirnos seguirle.

Y consientes de esa debilidad, te suplicamos, Señor, que nos fortalezca en nuestra voluntad, nos des la Gracia de sostenernos firmes, seguros y disponibles siempre a hacer tu Voluntad por encima de todo. Danos la perseverancia de permanecer siempre a tu lado y nunca dejar de llamarte, de hablar contigo y recurrir a ti para salir victorioso de nuestras luchas contra el mal. Amén.

martes, 4 de mayo de 2021

UNA PAZ PLENA E INTEGRA

 

La paz que buscamos, Señor, no la encontramos en este mundo. Porque, aquí abajo solo podemos encontrar satisfacciones y apetencias que, satisfechas, vuelven a desesperarnos, a inquietarnos y a exigirnos volver a satisfacernos. Nada de este mundo llena plenamente nuestro corazón. Éxitos, fama, poder, riqueza, placeres...etc., ya lo dijo San Agustín: Nos has creado para Ti, Señor, y no descansaremos ni estaremos en paz hasta llegar a T.

Y lo experimentamos en cada instante de nuestra vida. Por mucha felicidad y plenitud que nos parezca lo que anhelamos en este mundo, en poco tiempo experimentamos la insatisfacción y el cansancio. Solo, Tú, Señor, nos llena plenamente y nos embarga de esa Paz que tanto anhelamos y buscamos. Es verdad, sabemos, y Tú nos lo dices, que mientras caminamos por este mundo nuestro corazón estará inquieto y deseoso de llegar a Ti. Es el camino de cruz que nos toca vivir y recorrer a cada uno.

Pero, ¡Señor!, nos alegra, nos llena de esperanza, de inmensa paz y tranquilidad el saber que Tú nos esperas, nos vendrás a buscar y  nos prepara una instancia en la Casa del Padre. Eso ya nos invade de paz mientras caminamos - a veces - por la oscuridad  y dificultades de este mundo. Gracias, Señor.

viernes, 11 de octubre de 2019

LÍMPIANOS, SEÑOR, DE TODO MAL

Imagen relacionadaHOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


No estamos en un mundo bueno ni tampoco creyente. Hay muchas dudas y buscamos milagros que nos convenzan, que siempre, dicho sea de paso, no nos dejaran convencido del todo. La fe será siempre la cabalgadura que nos lleve por el camino que nos señala el Señor. Nada nos convencerá ni nos hará ver claro, pues eso desplazaría la necesidad de la fe. Y la fe es necesaria hasta que llegue la hora de estar en la presencia del Señor. Entonces sólo quedará la caridad - 1ª Co 13 - el amor, porque tanto la fe como la esperanza habrán llegado al final de su camino.

El pecado habita en este mundo y  nos ha contagiado. Pero, por la Gracia y Misericordia de Dios hemos sido purificados y lavados por el Espíritu Santo en la hora de nuestro bautismo. Sin embargo, en nuestra andadura por este mundo experimentamos las amenazas y peligros de volver a quedarnos manchados. Nuestra debilidad es grande y el Maligno, sabedor de ello, nos tienta y nos seduce aprovechando nuestras debilidades, pasiones y apetencias.

Te damos gracias, Señor, por habernos dejado la puerta del bautismo, por el que somos auxiliados y asistidos por el Espíritu Santo, pero, sobre todo, Señor, por ese Sacramento de la reconciliación que, por tu Gracia, recibimos la Infinita Misericordia que nos devuelve a la Vida de la Gracia y nos descontamina de todo pecado que infecta nuestra vida y la pierde.

Gracias, Señor, por ese hermoso regalo, y aprovecho para pedirte que nos auxilies y pongas en mi camino la ocasión y el medio para que, por la Gracia del Espíritu Santo y el poder conferido por Ti, Señor, limpie mi alma de todo pecado. En esa esperanza nos apoyamos, Señor, confiado en tu Palabra y en tu Amor Misericordioso. Danos también la paciencia necesaria para sostenernos firmes sobre la Roca de tu Palabra y de tu Amor, y aumenta y sostén nuestra fe firme y confiada en tu presencia con nuestra firme y segura respuesta a tu Palabra. Amén.

jueves, 27 de junio de 2019

¿DESCANSAMOS EN LA ROCA FUERTE QUE NO SE REQUEBRAJA?

Resultado de imagen de Mt 7,21-29
Todo dependerá de la roca que elegimos para descansar y apoyarte. Si elijes el poder, la riqueza y todo el bienestar que el mundo te ofrece elijes mal. Y elijes mal porque, si al principio puede parecerte bien, pronto empezarás a darte cuenta que estás encima de un iceberg que, aparentemente fuerte, su deshielo y su fortaleza está amenazada en resquebrajarse y deshacerse. 

Hay muchos espejismo que nos llevan a confundirnos. Nos presenta una realidad distorsionada que nos auto traiciona y nos confunde. Todo está montada en una presentación maravillosa, pero que se apoya en tierra movediza y, sin darnos cuenta, nos engulle y nos destruye. Ayer nos hablaba el Señor Jesús de la puerta ancha y la estrecha y nos advertía de no elegir la ancha, porque su camino no nos lleva al deseo que mora en nuestro corazón, sino que nos engaña. Es la estrecha la que, aunque no parece la mejor, es la mejor elección, porque esa sí nos lleva al camino que todos deseamos.

Y hoy nos invita y advierte de que construyamos nuestra casa en roca firme, no en arena movediza que al menor contratiempo se desploma y nos traga. Nuestro mundo está lleno de amenazas y peligros que nos invitan a no confiar en el Señor. Nuestras apetencias e instintos son contrarios a lo que nuestro Padre Dios nos propone, pero, afortunadamente, podemos sobreponernos y luchar. Para eso somos libres y tenemos una voluntad que nos ayuda a oponernos a la ley de nuestros instintos y egoísmos.

Jesús nos invita a construir sobre roca firme que nos sostenga en los momentos de tempestades, de adversidades y de cruces que nos hagan dudar y zozobrar en el camino de nuestra vida. Él es el verdadero Camino, y también la verdadera Vida. Señor, queremos seguir tus pasos y entregarnos a Ti para que transformes nuestra necias vidas y orientes nuestros torpes pasos por el camino de la Verdad. Nosotros somos consciente que no sabemos, incluso ni lo que nos conviene. Nos equivocamos, así que nos ponemos en tus Manos y queremos hacerte caso para, no sólo cumplir sino hacer tu Voluntad. Amén.

miércoles, 5 de junio de 2019

UN MUNDO DESORIENTADO

Resultado de imagen de Jn 17,11b-19
Si observamos con serenidad y sinceridad, ¿qué vemos? Podemos hacernos varias preguntas, ejemplo: ¿Es el mundo feliz? ¿Dónde busca el mundo la felicidad? ¿Alguien o algunos la han alcanzado siguiendo las indicaciones del mundo? Vemos personas que se enfrentan unas a otros por dinero, por poder, por bienes...etc. Vemos personas enfrentadas por envidias, odios, venganzas, pasiones...etc. Vemos acoso, explotaciones, injusticias, abusos y muertes. Vemos un mundo frustrado y lleno de violencia. Y vemos personas que tras luchar por conseguir la felicidad según las ofertas y seducciones del mundo terminan frustradas y perdidas.

Por eso, es cuestión muy importante buscar la felicidad, no donde nos indica el mundo, sino donde nos señala Jesús. Él es el Camino, la Verdad y la Vida, y sólo por dónde Él nos señala encontramos la verdadera felicidad. Esa felicidad que coincide con la que interiormente todos buscamos. Porque, la felicidad no se encuentra en el dinero, los bienes, las pasiones, las comodidades, el poder, la fuerza y otros, sino en el verdadero amor, que consiste en buscar el bien del otro a cambio de nada. Ese nada te dará el gozo y la verdadera felicidad.

¡¿Verdad que parece un constaste o un contra sentido? Sin embargo, es así. Por eso se necesita la fe. La fe de creer que tras el compromiso de amar buscando la verdad y el bien se esconde la felicidad. Buscando la alegría de Jesús. Una alegría diferente y distinta del mundo, porque no es del mundo. Una alegría que está por encima del mundo y aunque no nos exima de las dificultades, de los peligros y dolores del mundo, si nos llena del gozo y de la esperanza de recorrer el mismo camino de Jesús que terminará en la Casa del Padre junto a Él, desde donde pide al Padre por todos nosotros.

Confiemos en la Palabra de Jesús, que sentado a la derecha del Padre intercede por nosotros para que, estando en el mundo, no nos dejemos influir por él y podamos superar todas sus tentaciones  y seducciones con las que trata de separarnos del camino del Señor. Amén.

domingo, 26 de mayo de 2019

INMERSOS EN EL MUNDO, PERO NO DEL MUNDO

Resultado de imagen de Jn 14,23-29
La realidad que vivimos y que vamos descubriendo nos descubre que nuestro camino está plagado de dificultades y peligros. El mundo no guarda ni está abierto a la Palabra de Dios. Es más, le rechaza y no quiere conocerle. Es decir, no le ama, por lo tanto no guarda su Palabra. De esa manera, para nosotros, que sin ser del mundo vivimos en él nos será difiícil y duro guardar la Palabra revelada y proclamada por Jesús.

Por todo ello, consciente de esas dificultades te pedimos, Señor, que nos ayude a sostenernos en tu Palabra, porque queremos guardarla y hacerla vida en nuestra vida. Para ello, nos abrimos a la acción del Espíritu Santo y nos ponemos en sus Manos. Queremos que Él nos dirija y nos guíe contra corriente por este duro y peligroso camino. Queremos que nos dé fortaleza y sabiduría para luchar y superar todas esas dificultades que el mundo nos va presentado y con las que nos quiere seducir. Confiamos en Él y esperamos que nos vaya revelando y enseñando todo aquello que no entendemos así como lo que hemos olvidado por las distracciones a las que nos somete el mundo.

No encontramos la paz en el mundo. Ni el poder, ni las riquezas, ni la fama ni toda la gloria y el éxito que el mundo puede ofrecerte te dará la paz. Porque, todo eso es caduco y al final te deja vacío y sediento. La sed de triunfo, de poder y de vanagloria no te sacia ni te da la paz. 

Jesús, el Señor, habla de otra paz. De una paz que no se encuentra en el éxito, ni en el poder ni las riquezas. Una paz que sale del corazón y no se altera con lo exterior. Una paz que se mantiene incluso en los momentos de angustia, de dificultades y circunstancias adversas. Y es esa paz, Señor, la que te pedimos y la que queremos mantener en nuestra vida. Porque, es esa paz la que viene de Ti y la que nos enseña el camino que conduce a la Casa de Tu Padre. Amén.

martes, 4 de diciembre de 2018

TE DOY GRACIAS PADRE

Resultado de imagen de Lc 10,21-24
Yo también quiero dar gracias hoy a ese Padre del Cielo que el Señor Jesús me ha revelado a través de su Palabra y por medio de la santa Iglesia. Quiero agradecer las enseñanzas y la predicación de muchas personas a lo largo de toda mi vida en el seno de la Iglesia y el recibir los sacramentos de la iniciación cristiana así como el del matrimonio y santa unción, que recibí una vez.

Quiero agradecerte Padre el don de la fe que tengo. Y te pido que la sigas aumentando más, pues experimento que desde pequeño y hasta ahora ha aumentado. Quiero pedirte que no se pare y que siga aumentando hasta entregarte toda mi vida  y seguir tus pasos de forma plena. Quiero experimentar mi pobreza y pequeñez y la necesidad que tengo de Ti. Quiero, en este mundo hedonista, que vive de espalda a Ti, en el que tu Iglesia se considera un estorbo para el hombre, expresar y manifestar mi adhesión a tu Palabra y al cumplimiento de tu Voluntad.

Te pido por todos los hombres que, quizás no conociéndote lo suficiente, te rechazan o no te siguen. Te pido por la familia y por los excluidos y marginados considerados como seres inútiles y que la sociedad excluye porque le estorba. Te pido por el mundo de los sabios, los inteligentes, los poderosos y los que gobiernan los pueblos, para que, iluminados por tu Palabra, transformen sus corazones en unos corazones generosos, bien intencionados y justos.

Padre, danos un corazón humilde y sencillo para poder ser agradecidos y corresponder de forma agradecida a todo lo que de Ti y de tu Mano generosa hemos y seguimos recibiendo. Gracias, Señor, por todo lo que tenemos y sólo nos atrevemos a pedirte aquello que pueda ayudarnos a ser mejores y a seguirte con más intensidad, entrega y disponibilidad para ser fiel a tu Palabra. Amén.

sábado, 1 de diciembre de 2018

ORAR Y PERSEVERAR

Resultado de imagen de Lc 21,34-36
El mundo nos seduce, pero también nos atraen nuestros deseos de éxito, poder, riqueza...etc. Vivimos en un mundo de afanes constantes por superarnos y conseguir más poder, riquezas y todo lo que nos haga más feliz, pues pensamos que en esas cosas encontraremos la felicidad. Cuanto más tengamos seremos más felices, pensamos de forma errónea, porque el tiempo nos desengaña y la experiencia nos dice todo lo contrario. 

Y nos lo demuestra el devenir de muchos poderosos y famosos que han tenido éxito en la vida. Y que, a pesar de sus éxitos no son más felices. Si cabe, más infelices. Pero, a pesar de la cercanía y las pruebas que vemos en la vida nos cuesta convencernos. Nuestra naturaleza humana se siente atraída por las cosas de este mundo y se resiste a dejarlas. Nos cuesta salir de esa espiral en la que el mundo nos envuelve. No nos resulta fácil y, para ello necesitamos mucha oración y esfuerzos de perseverancia.

O lo que es lo mismo, estar vigilantes y atentos a tu presencia Señor. Y es eso lo que derrama nuestro corazón hoy, junto a los hermanos que pasan por nuestra casa y con todos los que quieran unirse, en súplica para que nos mantengamos firmes y perseverantes en tu Palabra y presencia entre nosotros.

Te pedimos, Señor, la sabiduría, no la de este mundo sino la que viene de ti, para que nos ilumine, abra los ojos de nuestros corazones y nos haga ver la Verdad. La Verdad de tu Palabra, que nos libera de las ataduras y esclavitudes de este mundo y nos llena de verdadera paz, gozo y felicidad eterna. En Ti, Señor confiamos y, abandonados en tu Palabra esperamos tu segunda venida con contenida esperanza llenos de paz y confiados en tu Eterna Misericordia. Amén.

jueves, 10 de mayo de 2018

UN MUNDO DISTRAÍDO Y SEDUCTOR

Resultado de imagen de Jn 16,16-20, según Fano
Vivimos en medio de una selva. Una selva donde el peligro nos acecha en cada esquina, una selva donde las disputas, los enfrentamientos y las guerras amenazan con romper la convivencia y sembrar la discordia y la muerte. Hay muchos lugares donde la vida es una quimera y camina pendiente de un hilo, y otros, aunque en apariencia reina la paz, se vive en la injusticia, en la mentira y en el poder.

Hay también un mundo donde los inocentes son condenados sin previo aviso y sin defensa propia. No se les deja ni nacer ni levantar la mano para protestar. Un mundo donde el rey es el egoísmo y el placer. Un mundo donde, a los ya avanzados de edad, se les presenta la jubilación del cuerpo y se les condena a la muerte por inutilidad. Un mundo absurdo donde el amor ha sido cambiado por la productividad y los intereses económicos.

Y dentro de este mundo estamos también nosotros, Señor. Nosotros que queremos vivir como Tú nos has enseñado y donde el amor es lo primero. ¿Cómo permanecer en este mundo sin Ti, Señor? Si Tú te vas nos quedamos desorientados y vencidos. Te necesitamos, Señor. Y en esa esperanza de volverte haber dentro de poco nos atrevemos a continuar la lucha sin cuartel que nos impone este mundo destrozado por el afán de poder, de riqueza y de placer.

Danos, Señor, la fuerza y sabiduría para sostenernos en tu Amor; danos, Señor, la perseverancia para resistir los embates de la concupiscencia que este mundo nos presenta como su mejor regalo; danos, Señor, la esperanza de sabernos acompañado por Ti y en espera de tu regreso y de confiar en que al final toda esta lucha, tristeza y sufrimientos se convertirán en gozo y plenitud eterna. 

Con estos sentimientos y fundadas esperanzas, confiados en tu Palabra, Señor, que siempre ha tenido fiel cumplimiento, y apoyados en la comunidad, donde compartimos nuestra fe y nuestros ánimos para continuar el camino, te damos gracias, Señor, por tu presencia y por tu Amor. Amén.

lunes, 23 de abril de 2018

NO PODRÁS, SIN LA LUZ ADECUADA, ENCONTRAR EL CAMINO VERDADERO

Resultado de imagen de Jn 10,1-10, por Fano
Muchos se empeñan en vivir de acuerdo con sus principio y sus propios métodos. No se trata de ser mejor que ellos, pero, por la Gracia de Dios, uno percibe y experimenta la ceguera en la que andan envueltos. Ver caer a muchos contemporáneos y de otras generaciones más viejas, como también más jóvenes, y no despiertan ni reaccionan. Tienen delante la experiencia de que todo lo que consiguen aquí abajo no vale para nada, y siguen empeñados y hacer de eso su objetivo y su meta.

No oyen ni escuchan, es verdad. Están adorando a ídolos -Salmo 135, 15-17- de barro, de madera, de piedra, que, teniendo ojos y boca, ni ven ni hablan. Venden su gran tesoro, que tienen enterrado dentro de sus corazones, por basuras llamadas a la caducidad y a la nada. Y, ante esta perspectiva, tú descubres que hay muchos ciegos en el mundo que se la echan de inteligentes y de sabios, e incluso de poderosos. Son ovejas descarriadas que se encaminan al precipicio de la perdición y la desdicha.

Señor, gracias, muchas gracias, porque ante esta realidad, me siento pobre, miserable y pecador, porque yo no soy mejor y, sin embargo, Tú me has dado la Gracia de verte y de descubrirte en la profundidad de mi corazón. Me has revelado tu Voz y yo quiero obedecerte, y me llamas y me guía hacia buenos pastos que me alimentan hasta llegar a tu Redil. Ese Redil donde yo quiero permanecer y pastar según Tú me lo permitas y me acojas.

Señor, no encuentro ningún pastor que sea capaz de acogerme, de cuidarme, de salvarme y dar su vida por mí. Sólo Tú, de forma incondicional , desinteresada, amorosa y entregada me ofreces darte hasta el extremo de dar tu Vida por la mía. Una vida miserable, pecadora y que no vale un real. ¿Cómo agradecertelo? Jamás podré hacerlo. Sólo pedirte y pedirte, dándote siempre las gracias por tanto Amor y Misericordia. Aumenta, Señor, mi fe y mi capacidad de perseverar, de ser paciente y de amar. Amar pareciéndome a Ti, para, de esa manera, seguir tus pasos y escuchar tu Voz con y por la cual acudir a Ti. Amén.

jueves, 8 de marzo de 2018

LIMPIA MI MIRADA, SEÑOR

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Quiero sostener mi mirada limpia. Son conscientes de los peligros que me acechan en cada momento de mi vida. El demonio está atento a mis dudas, a mis debilidades y pecados y actúa para acrecentar mis dudas y ponerme en contra del Señor. Es muy listo y tiene poder, pero nada puede hacer contra el Espíritu Santo, y a Él quiero yo agarrarme e injertarme para evitar que me separe de Ti.

El mundo, demonio y carne, son tres obstáculos difíciles de superar y con los que el demonio juega para seducirnos. Jesús también fue tentado en el desierto y nosotros también lo seremos en el camino de nuestro propio desierto. Necesitamos prepararnos y sostenernos sobrios, equilibrados y limpios. Este tiempo de cuaresma nos ayuda, pero no debemos tomárnoslo como un tiempo de sacrificio sino que debemos habituarnos a llevar una vida limpia y equilibrada que nos fortalezca para luchar contra estas tentaciones todo los días de nuestra vida.

Porque, todos los días del año son días de conversión. Y cada día empieza de nuevo. La conversión que logramos ayer y con la que crecimos, terminó ayer. Hoy empieza una nueva. Nuestra fuerza es el Señor y junto a Él iremos superando los obstáculos que nos impiden crecer y avanzar en conversión. No nos vale de mucho hacer durante este tiempo cuaresmal grandes sacrificios, si, después de terminar la cuaresma, nos relajamos y nos quedamos instalados en la comodidad.

Nuestro camino debe ser siempre moderado, pero junto al Señor y tratando de limpiar nuestra mirada hacia el mundo, demonio y carne. Sólo con el Señor, injertado en su Espíritu, iremos fortaleciéndonos y superando todas esas murallas que se levantan en nuestro camino impidiéndonos permanecer limpios y junto al Señor.

Pidamos esa Gracia y ayudémonos de la comunidad o grupos donde estemos injertados para que, el mundo, demonio y carne, no puedan arrebatarnos y separarnos de nuestro camino hacia la Casa del Padre. Amén.

viernes, 17 de noviembre de 2017

UNA VIDA, OCASIÓN PARA APROVECHARLA EN TU SALVACIÓN



HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


Se nos ha regalado esta vida para aprovecharla. Sería un disparate perderla, porque eso significa que ya no hay remedio, será para siempre. Y es que contamos con todo a nuestro favor porque el Señor está con nosotros. Y, en y con É,l la victoria esta asegurada. Ahora, no por eso es fácil, pues tenemos que entablar una lucha contra nosotros mismos y contra el demonio, que tiene mucho poder y nos, si nos apartamos de dios, puede vencer fácilmente.

Así está el mundo, muchos hombres sólo se cuidan de comer, beber, tomar mujeres y pasarlo bien. Todo en sus vidas se reduce al placer, y ello supone ser fuertes y poderosos para permitirse esos caprichos y disfrutar de la vida. Sin embargo, están embobados, sordos y ciegos, pues no se dan cuenta lo que dice el Señor: Jesús dijo a sus discípulos: «Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre. Comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca; vino el diluvio y los hizo perecer a todos. Lo mismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían; pero el día que salió Lot de Sodoma, Dios hizo llover fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos. Lo mismo sucederá el Día en que el Hijo del hombre se manifieste.»

Y Jesús, el Señor, nos ha prometido venir por segunda vez. Una venida ya definitiva, para llevarnos con Él a todos los que en Él han creído. Y su Palabra tiene verdadero cumplimiento. En este mundo estamos de paso, y nuestra misión es luchar por construir un mundo mejor. Sobre todo, para los pobres y marginados; para los débiles y excluidos; para los pequeños e inocentes. Un mundo donde el amor sea la fuerza que nos une a todos y nos permite vivir en justicia, amor y paz.

Por eso, Jesús nos dice que quien pierde su vida por vivir en su Palabra y luchar por un mundo mejor, la ganará. Y quien la gane, buscándose a sí mismo y tratando de vivir sin mirar por los pobres, la perderá. Por eso, Señor, te pedimos que nos ayudes a descubrir que esta vida, que Tú nos regalas hoy, sea nuestro gran tesoro para aprovecharla y ganarlo la verdadera Vida que Tú nos trae. La real y verdadera Vida Eterna. Amén.

domingo, 15 de octubre de 2017

COMPLICANDO MI VIDA

Estamos tan cegados por el pecado que no vemos sino por los ojos del mundo. Nos asombramos cuando, elevados un poco por encima de él, observamos la pequeñez y la basura que preferimos ante la grandeza y majestuosidad del Reino de Dios. No podemos comprender como optamos por la mediocridad, por unos vasos de alcohol y un poco de pasión carnal ante la grandeza de la verdadera felicidad del amor y de la plena eternidad. Verdaderamente no se comprende.

Y me incluyo yo en este tinglado, porque no soy mejor que nadie y también he besado este mundo y sus caducas ofertas, vacías y falsas. Todo, a parte de ser mediocre, es temporal y, por supuesto, caduco. Posiblemente estemos ciegos y atolondrados por nuestra débil naturaleza humana. Estamos heridos por el pecado, pero podemos levantarnos y reponernos. Para eso está el Espíritu Santo, que hemos recibido en el Bautismo.

Es verdad que hemos rechazado el Banquete del Señor. No le hacemos caso e incluso despreciamos a sus enviados y hasta los matamos. Muchos cristianos son perseguidos y aniquilados porque con sus vidas nos invitan al Banquete Eterno. Realmente, no estamos bien vestidos ni llevamos el traje del arrepentimiento y de la Vida de la Gracia. Indudablemente, seremos expulsados al las tinieblas y allí será el llanto y rechinar de dientes.

Pidamos luz y sabiduría para entender y aceptar esa invitación que nuestro Padre Dios nos hace para asistir al Banquete de Salvación. La Eucaristía es el manjar del Cuerpo y la Sangre del Señor, que nos alimenta espiritualmente y nos fortalece contra las amenzas y acechanzas del demonio y del pecado. Revistámonos del vestido de los Sacramentos para, bien presentados, seamos aceptados por el Amor del Padre, que nos quiere, nos invita y busca nuestra salvación. Amén.

lunes, 31 de julio de 2017

GANAR EL REINO DE LOS CIELOS

¿De qué me vale ganar este mundo si pierdo el verdadero y eterno. Estas palabras están escrita en la Sagrada Escritura -Mc 8, 35-36-,  pero también dentro de tu corazón. Y es que todos los hombres buscan esa felicidad eterna. Porque, la felicidad que conseguimos en este mundo, a parte de no llenarnos de una manera plena, es una felicidad pasajera y efímera. El hombre busca un gozo y felicidad pleno y eterno.

Y, dentro de su corazón, está escrito esa Ley que le anuncia y le descubre el Reino de los Cielos. Jesús lo descubre, en parábolas, en el Evangelio de hoy: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas».

Colma todas nuestras aspiraciones, y eso se descubre en la simbología metafórica con la llegada de las aves del cielo a anidar en sus ramas. Porque, quien se establece y anida es porque está feliz. Y, porque en las alturas está nuestro destino, altura de miras, que buscan la santidad como meta de santificación y semejanza con el Primogénito, enviado por el Padre Dios, nuestro Señor Jesucristo.

Mirar hacia abajo significa resignación, sometimiento y esclavitud. Levantar la mirada significa dignidad, acogida y reconocimiento de gozo y alegría por descubrir la alta dignidad de ser hijo de Dios. Y esa es nuestra meta, que, pasando por la Cruz, y compartiéndola con el Señor, aspirramos a la más alta dignidad de la naturaleza humana, la de ser hijo adoptivo de Dios y coheredero de su Gloria -Rm 8, 14-17- por los méritos de nuestro Señor Jesucristo. 

Danos, Padre, la Gracia de alcanzar la meta para la que hemos sido creados, renunciando, para ello, a todo aquello que se interponga en nuestro camino apartándome del Reino de los Cielos. Amén.

domingo, 23 de julio de 2017

UN MUNDO SALVAJE LLENO DE PELIGROS

Estamos acostumbrados a ver documentales del mundo libre animal. Un mundo salvaje donde cada día la lucha por la subsistencia es una batalla a vida o muerte. Y donde cada día nacen, subsisten y mueren muchos animales. Unos devorados por otros. Es el equilibrio natural de la vida. Es la ley del más fuerte.

Y eso nos parece que sucede sólo en el mundo animal libre. Al que llamamos mundo salvaje. Pero, ¿acaso nuestro mundo es mejor? ¿Somos nosotros un mundo libre ordenado y respetado? ¿Se respetan los derechos de los más débiles? Si miramos las estadísticas, observamos que cada día mueren mucha gente en accidentes de tráfico, por ejemplo. Y sus consecuencias son distracciones, incumplimientos de las normas de tráfico o no tener el debido transporte en perfectas condiciones. Descuidos y más descuidos.

Pero, todo no se queda en eso. Hay también muchas muertes por enfrentamientos, robos, atentados, guerras, sexo, abortos...etc. ¿No es eso una selva? En la selva se mata para comer, pero aquí, en nuestro mundo se hace por envidia, por vanidad, por soberbia, por egoísmos, por ideologías y hasta por maldad. Al lado de la semilla buena crece también la cizaña. Y nada se puede hacer. Hay que esperar al final cuando los segadores enviados por el Señor corten la cizaña y la separen del trigo. Entonces todo se verá mejor.

Lo importante es tratar de mantenernos como trigo y no confundirnos, ni alinearnos con la cizaña. Lo importante es no convertirnos en cizaña, sino sostenernos firmemente en ser buena semilla que dé frutos buenos, aunque eso ocasione nuestra muerte a este mundo. Porque, entonces, dando nuestra vida la ganaremos para la eternidad.

Pidamos al Señor esa Gracia. La de ser buena semilla que persevere pacientemente en la lucha de cada día hasta la hora de los segadores enviados por el Señor. Entonces presentaremos nuestros buenos frutos para ser recogidos y para gozar de la Gloria Eterna. Amén.

viernes, 14 de julio de 2017

ESTAMOS EN OTRO MUNDO

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDA


No estamos en el mundo al que aspiramos. Este, si es verdad que en él vivimos, es el paso para llegar al otro. Sería una desilusión y una catástrofe pertenecer a este mundo, y más grave, quedarnos en él para siempre. Nuestro corazón nos dice que somos de otro mundo. De un mundo donde reina el amor y el perdón; de un mundo donde la fraternidad y la justicia dan origen a la paz.

Y no podemos conformarnos con este mundo lleno de lobos que originan enfrentamientos, luchas y guerras por el poder y el tener. La ambición está metida dentro de todos ellos. No hemos sido creados para el odio y la guerra, sino para el amor y la paz. Por eso, Señor, Padre Bueno, te pedimos que nos saques de este mundo perverso y contaminado por el odio y la ambición; por el desenfreno y el egoísmo; por el placer, la orgía y el sensualismo degenerado.

Un mundo gobernado por el príncipe del mal, y que pone toda su seducción para engañarnos y perdernos. Un mundo cómodo, instalado, placentero y lleno de ofertas y atracciones que nos tienta a dejarnos llevar y a abandonarnos en sus manos. Un mundo que nos conduce al precipicio y que llegado a él sólo nos queda el vacío y el sin sentido. Es decir, la muerte.

Danos, Señor, la fuerza y la voluntad de oponernos a todas estas tentaciones y de conducirnos por tu Palabra. Ayúdanos a encontrar caminos y respuestas que nos alejen de esos ambientes mal intencionados e instalados en el ocio y la diversión como centro de sus vidas, y a buscar la disponibilidad, la entrega y el espacio para derramar amor y servicio a los demás, tal y como Tú haces con nosotros.

Porque, Señor, es en el amor entregado y servido donde se encuentra el verdadero gozo y la felicidad que el hombre, ciego y sometido por el Maligno, busca en otro lugar. Sálvanos, Señor y aléjanos del peligro. Amén.

domingo, 11 de diciembre de 2016

SÁCAME, SEÑOR, DE ESTE DESIERTO MUNDANO

El mundo nos somete y se nos hace difícil escapar de sus garras. Sus ofertas y tentaciones nos pueden y nos someten. Y todas sus trampas son una amenaza constante que tenemos, cada día, que sortear y que nos ponen a prueba. Y, como un río, sus olas nos atrapan y empujan. Vamos contra corriente y nuestra resistencia se ve imposibilitada de resistir, valga la redundancia.

Nuestra esperanza está en Ti, Señor. Sácanos de este desierto de nuestra vida. Abre nuestros oídos tapados por los ruidos y tentaciones de este mundo. Dale luz a nuestro ojos para que vean la verdadera luz de tu Gracia y Verdad que, tapada por las olas de este mundo, nos impiden verte. Fortalece, Señor, nuestra voluntad y danos la firmeza de ser fieles a tu Palabra a pesar de las dificultades y la oposición de muchos hombres.

Danos la fortaleza de Juan el Bautista y la firme voluntad de seguirte y salvar esas oleadas de entusiasmos falsos y caducos que los hombres de este mundo nos presentan. Haznos saber contemplarte en el dolor y sufrimiento, y también en la austeridad y abnegación. Enséñanos a aprender de tu Madre. Ella que supo ver en el dolor, en la pobreza y en la miseria la Gracia de tu Verdad. La manifestación de tu Gloria, el Hijo de Dios Vivo.

Ella que supo darse cuenta y descubrir el Reino de Dios en ese Niño que le fue confiado y encarnado en su propio vientre. Ella, Fuente de Gracia y de Humildad. Que sepamos, como María, bendita entre todas las mujeres, a vencer la ingente arena y las gigantes olas que los hombres de este mundo nos ponen en nuestro camino para advertir que la hierba crece, que el desierto florece y que la Vida vuelve a nacer nueva porque, Tú, Señor, naces y vives entre nosotros. Amén.

jueves, 7 de abril de 2016

LAS COSAS DE LA TIERRA LAS TENEMOS DELANTE DE LOS OJOS




Ese es el problema, que vivimos aquí abajo. La cuestión será darnos cuenta que, aunque vivamos en este mundo, no pertenecemos a él. Pero eso no es fácil, porque chocamos con nuestra humanidad, débil y sometida al pecado. Las ofertas del mundo nos seducen y nos tientan. Jesús las vivió en el desierto y nos señala el camino para no caer en tentación.

El mayor peligro no son las propias tentaciones, sino pensar que nosotros solos podemos. Nuestra propia autosuficiencia es la mayor de las tentaciones, que nos hace pensar que no necesitamos de la Gracia del Espíritu Santo y que nos bastamos por nosotros mismos. Y de eso se aprovecha el demonio y, como a Jesús en el desierto, nos tienta.

Necesitamos el concurso y la asistencia del Espíritu Santo, y la constante oración. Estas humildes reflexiones persiguen ese objetivo, mantenernos despiertos y levantar nuestra mirada hacia arriba, porque las cosas de arriba son las que realmente valen y de las que nos habla Jesús con su Palabra (Mt 6, 19-21). Sólo el Señor nos puede dar la salvación porque Él viene de arriba y sabe lo que hay arriba y ha ido a prepararnos un lugar en el cielo (Jn 14, 1-4).

Pedimos al Señor que nos llene de su Sabiduría y nos aumente nuestra fe, para que fieles a su Palabra creamos en Él, y, creyendo en Él, certifiquemos que es veraz: Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque da el Espíritu sin medida (Jn 3, 33-34).

El Señor nos provee y nos da todo lo que necesitemos para encontrar el camino y las fuerzas de levantar nuestra mirada y vencer la tentación de este mundo en el que vivimos. El Espíritu nos llena plenamente y nos fortalece en nuestra batalla de cada día para vencer las fuerzas del mal que nos asedia. Tengamos la confianza y la fe y la esperanza de esperar la segunda venida del Señor para llevarnos al lugar que nos ha prometido. Un lugar donde reina la Paz y la felicidad Eterna. Amén.

jueves, 16 de abril de 2015

¿QUÉ ME OFRECE EL MUNDO?



Sabido es que el mundo es el lugar donde vives. Has llegado a él y no sabes muy bien por qué. Quizás ese sea tu primer interrogante. ¿De dónde vengo? Pero en la medida que transitas por él, vives experiencias que van determinando y modelando tus ideas y tus criterios. Es decir, tu fe.

Porque creer hay que creer. Crees cada día que te levantas y empiezas una nuevo tiempo de tu vida; crees cuando el día anterior te has dormido pensando en hacer nuevas cosas al día siguiente, porque crees que despertarás; crees cuando entras en un café y tomas algo que no te van a envenenar; crees durante todo el tiempo que vives, porque, una pregunta es clara y evidente, tienes que creer. Es más, diría, es obligatorio creer.

Ahora, la pregunta que viene es más trascendente y más vital. Porque de ella dependerá toda tu felicidad y tu vida. Es el tesoro que llevas dentro de ti mismo y que tratas, muchas veces sin advertirlo, de buscar ardientemente toda tu vida. ¿En qué creo? Porque el mundo por el que empiezo a moverme, también, a lo largo de mi vida, empieza a cansarme. Sus respuestas son siempre más de lo mismo, y sus espacios y encuentros de felicidades llegan hasta producir el efecto contrario. Incluso, cuanto más tengo experimento que menos disfruto.

¿Y la muerte? Porque advierto que muchos me han dejado, y experimento que a mí también me tocará un día. Y sin darme cuenta, se acerca ese día. Luego, ¿cómo voy a pasar este tiempo de mi vida? Una conclusión es clara: "Aquí en este mundo no está ni la felicidad ni la verdad" Hay que buscarla en otra parte.

¿Por qué no probar en otra parte? ¡Si existe otra parte! Una propuesta: Jesús, a quien yo llamo el Señor, mi Señor, nos habla de una propuesta. Quizás esa te puede clarificar que haces en este mundo y cuál debe ser tu camino. 

Si tienes un rato, escúchale: Juan 3, 31-36 (de la Biblia). Escucharle es también una manera de orar.

#fe

jueves, 20 de noviembre de 2014

SÓLO TÚ, SEÑOR, ALIVIAS MI AHOGO



Tenía sólo 26 o 27 años cuando escribí una reflexión sobre los acontecimientos del mundo de aquellos momentos. En mis comienzos en la Blogosfera fue uno de mis primeras reflexiones, que transcribí tal cual la había publicado (Me ahogo). Han pasado 42 años y la situación sigue igual o peor. El mundo no encuentra la paz. Y no la encuentra porque, la paz, no está en el mundo.

Sólo la podemos encontrar en el Señor. Él es el Camino, la Verdad y la Vida, y sólo en Él la podemos encontrar. Jerusalén, que dio la espalda al Señor, sigue padeciendo esa búsqueda inútil de buscar donde no se encuentra. Fuera del Señor no existe paz, porque el hombre, instrumento de paz, está tocado por el pecado y sometido a la esclavitud de las apetencias, malas inclinaciones, egoísmos, envidias, ambiciones de poder...etc.

Sólo en el Señor podemos limpiarnos y liberarnos de esas inmundicias que nos esclavizan y nos enfrentan a una lucha fratricida y de muerte. Pidamos al Señor que nos dé la sabiduría de saber encontrar la paz en el regreso a Él, porque sólo volviendo nuestro corazón al Señor podemos liberarnos de los egoísmos que nos esclavizan y nos enfrentan a muerte.

Danos, Señor, la luz de sabernos instrumentos de paz y de que en la medida que cada hombre encienda la luz de la paz en lo más profundo de su corazón, se hace la paz en el mundo. Porque no depende la paz sólo de ti o de mí, sino que la paz es asunto de todos. 

Por eso, sólo en el amor fraternal encontraremos la solución a sembrar la paz en el mundo. Una paz que en nuestro Padre Dios se hace posible, y fuera de Él no existe. Amén.