Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 5 de noviembre de 2021

¿BUSCAS LA FELICIDAD? ¿DÓNDE?

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 

En el recorrido de nuestra vida vamos experimentando por experiencia propia que lo que deseamos no se consiguen así como así. Incluso, llegamos a darnos cuenta  de que nos va a ser imposible conseguirla. O mejor, que no están en este mundo. Queremos y buscamos ser felices y, tras experimentar muchas cosas que, en apariencias, nos prometían esa felicidad, experimentamos y observamos que, pronto, se desvanecen de forma efímera y fugaz.

Evidentemente, la felicidad no está en este mundo, pero, tras tropiezo y tropiezo, seguimos, erre que erre, ensoberbecidos buscando donde no hay ninguna posibilidad de encontrarla. ¿Qué nos ocurre? ¿Acaso no tenemos esa capacidad de discernir y preguntarnos a dónde vamos y qué nos espera? ¿Es que somos tan idiotas que no empleamos nuestra astucia para lo que verdaderamente importa?

Porque, lo que este mundo nos ofrece es finito, caduco y efímero. ¿Y después qué? Esa fue la pregunta que se hizo aquel administrador infiel. ¿Y nosotros? ¿No nos hacemos ninguna pregunta? ¿No pensamos que el tiempo de nuestra vida se nos acaba? El tiempo es oro.

Sí, Señor, hoy queremos, no preguntarte, sino pedirte que nos despierte esa capacidad de discernir y de preguntarnos por qué camino andamos. Pedirte que nos des la sabiduría para darnos cuenta del empecinamiento que tenemos en conseguir las cosas de este mundo, efímeras y caducas, que no nos dan lo que buscamos. Pedirte, Señor, que usemos toda la astucia que Tú, mi Señor, nos has dado para buscar lo más valioso que es encontrarnos contigo. Amén.

martes, 31 de agosto de 2021

DANOS, SEÑOR, LA GRACIA DE CONTAR SIEMPRE CONTIGO

 

La realidad Señor, es que muchos siguen empeñados en buscar la felicidad en las cosas que este mundo les ofrece. Se llenan de sus propias pasiones, concupiscencias y egos de éxito, famas y todo lo que pueda satisfacerle hasta el punto que, una vez hartos, experimentan que quieren más. No terminan de llenarse, de encontrarse en paz y felices. Porque, precisamente, la felicidad es llegar a un estado donde te encuentras en paz y realizado. Y eso, en este mundo y en lo que él te ofrece no se encuentra porque no está.

Solo el amor de Dios puede darnos esa felicidad que buscamos, porque, somos parte de ese Amor que ha salido de Él y volveremos, quieras o no, a Él. Y ese volver nos ha sido dado libremente. Es decir, que dependerá de ti de que vuelvas o no. El Camino, la Verdad y la Vida están señalados precisamente por Él. Ha venido a anunciarnos que su Padre nos ha creado y nos quiere, y nos ofrece la oportunidad de volver a casa, a pesar de que, como aquel hijo pródigo - Lc 15, 11-32 - nos vayamos de su lado. Siempre, mientras estemos en el camino de nuestra vida, tendremos esa oportunidad.

El camino es imposible si queremos recorrerlo contando con nuestras propias fuerzas. Seremos víctima del demonio, pero, injertados en el Señor, seremos invencibles. Cristo y yo mayoría aplastante. Es verdad que hemos recibidos unos talentos y tendremos que ponerlos a trabajar, pero, asistidos en el Espíritu Santo nuestra victoria siempre estará, de una u otra manera, asegurada.

Queremos y te pedimos, Señor, la capacidad, sabiduría y fortaleza para resistirnos y nunca desistir de estar y permanecer a tu lado. Contigo venceremos siempre, aunque nos cueste lucha y esfuerzo el enfrentarnos contra las amenazas y tentaciones del demonio. Contigo encontraremos paz y voluntad para resistir a nuestro propio egoísmo que nos invita a rechazar tu Palabra y tu Camino, Verdad y Vida.

Danos, Señor, la clarividencia de saber quién eres, abrirnos a tu Palabra y dejarnos conducir y llevar por la acción de tu Espíritu. Amén.

sábado, 20 de febrero de 2021

POSIBLEMENTE, A MÍ TAMBIÉN ME HAYAS LLAMADO, PERO, ¿ME HE DADO CUENTA?


Supongo que muchos querrán justificarse con este alegato: Yo nunca he sentido esa llamada, y, por consiguiente, tan poco he sentido necesidad de médico ni de búsqueda. Pero, esa justificación es un autoengaño. En lo más profundo de sus corazones hay una llama, por muy profunda y ahogada que esté, siempre encendida y en activa búsqueda de felicidad. ¿Acaso no has querido buscar la felicidad? ¿Y has pensado que estaba en el mundo? ¿No has pensado que el mundo no tiene la solución de vida eterna? ¿O es que quieres morir?

Otra cosa es que te hayas resignado - eso no te justifica - y no hayas creído que la muerte podía ser vencida. Otra cosa es que no te hayas detenido y hayas pensado que Quién haya Creado el mundo tenga también la solución a esa muerte que te aterra y asusta. Y, otra cosa es que hayas cerrado tus ojos, tus oídos y tu corazón a esa llamada que, inevitablemente has oído en lo más profundo de tu corazón - valga la redundancia.

Posiblemente, esa llamada no haya sido directa, pero, sí, a través de algún amigo, un libro, un consejo y, sobre todo, el Anuncio de la Buena Noticia que proclama la Iglesia. Un Iglesia que se abre a tu corazón, que te ofrece y te da la Palabra de Dios y que, a través del bautismo, y por la Gracia de Dios, te llena de Espíritu Santo para que en Él te encuentres con Jesús, le conozcas y le sigas.

Pidamos la Gracia de ese encuentro, tal como experimentó Leví - Mateo - y abramos al mismo tiempo nuestros corazones para que podamos recibir y vivir la hermosa experiencia de encontrarnos con Jesús. Amén.

domingo, 7 de febrero de 2021

NO TE CONFUNDAS, LA FELICIDAD NO ESTÁ EN LAS COSAS DEL MUNDO, ESTÁ EN DIOS.

 

Afanosamente buscamos la felicidad con el trabajo. O dicho de otra forma, buscamos a través del trabajo conseguir riquezas que nos den la felicidad, pero, ni de una u otra forma conseguimos ser felices. Porque, la felicidad no la está en las cosas de este mundo ni tampoco es cuestión de buscarla o pedirla.

Mira, no le pidas a Dios felicidad, vive en su amor y serás feliz. Es ese el secreto que te da eso que todos, unos de una manera y otros de otra, buscamos. Porque, puedes recibir hoy, por la oración de muchos, el milagro de tu curación, pero, sabes que volverá la enfermedad y la hora de la muerte. Y la curación y sanación de tu enfermedad es pasajera y no te dará felicidad permanente. Sí, te alegras en el momento y, quizás, por un tiempo, pero volverá a llegar de nuevo la enfermedad.

Por tanto, la felicidad está en vivir en la presencia del Señor y permanecer siempre a su lado. En, con y por Él todo será vencido y, a pesar de que llegue la enfermedad y la muerte, seremos sanados por su Gracia y para gozar en Él eternamente. Por eso, nuestra misión en este mundo es buscar espacios de paz, serenidad y oración para estar con el Señor, y también para llevarle - estando con Él - a los demás.

Para eso, consciente de que es difícil para y por nuestra naturaleza pecadora, te pedimos, eso sí, Señor, tu fortaleza para sostenernos fieles, firmes y perseverantes en permanecer contigo, abiertos a tu Palabra y disponible para derramar todas tus enseñanzas a los demás. Que te conozcan es nuestra meta y misión, y, para ello, Señor, contamos con tu Gracia y Misericordia. Amén.

lunes, 14 de septiembre de 2020

EL PESO DE LA CRUZ

Pin en Dios es mi guía!
Pensamos que la felicidad equivale a la buena vida. Vivir bien es gozar de los placeres que la vida nos ofrece y el disfrute de todo aquello que alegra y da gozo a nuestros sentidos. Y nada de esto es malo, pues, nuestro Padre Dios no nos ha creado para sufrir, sino todo lo contrario, para disfrutar y ser felices. Y la causa de la felicidad es el gozo. Cuando disfrutamos experimentamos la felicidad.

Es de sentido común que cualquier padre desee y busque que sus hijos sean felices. Y esa felicidad pasa por satisfacer tanto lo corporal como lo espiritual. Ahora, hay un matiz que da sentido a todo esto, ¿cómo puedes ser feliz tú cuando ves que otros sufren y lo pasan muy mal? ¿No experimentas y sientes deseos de solidaridad con ellos?

Eso explica y da sentido a tu cruz. Sientes deseos de ayudarle y te sientes, valga la redundancia, solidario con sus sufrimientos y sacrificios hasta el punto de querer compartirlo, ayudándoles, con ellos. Fue eso lo que hizo Jesús a su paso por este mundo. Y lo hizo por amor incondicional, por libre y voluntaria solidaridad entregando su Vida en la Cruz para aliviar y salvar la nuestra.

Por tanto, no es cuestión de renuncias a los placeres de este mundo, sino de solidaridad con los demás compartiendo, en actitud de servicio y voluntariamente, por amor. Pidamos, pues, al Señor esa Gracia para que, fortalecidos en la mirada a su Cruz, podamos ser capaces de seguirles, en el esfuerzo de cada día, cumpliendo su Voluntad. Amén.

lunes, 8 de junio de 2020

NUESTRO CAMINO ES EQUIVOCADO

Mt 5, 1-12 Bienaventuranzas | Dibujos de jesús, Dibujos, Biblia ...
Cuando digo que mi camino es equivocado es porque, aunque de manera instintiva, tú como yo buscamos la felicidad pensando en la seguridad de nuestra propia vida, en la riqueza y hasta en el poder, pero, quieras o no, tendrás que darte cuenta que la felicidad no la hallarás por esos caminos. Y no la hallarás porque ahí no se encuentra. La felicidad no está en esta vida, sino, que esta vida nos sirve para que, recorriéndola según nos la ha marcado y señalad nuestro Señor Jesús, encontrarla.

Y, para eso, es condición indispensable tomar tu cruz y cargar con ella siguiendo las actitudes y disposiciones que te señala el Señor en las bienaventuranzas. Y, la pregunta que viene es esclarecedora: ¿Puedes tú cargar con tu cruz? Posiblemente convergeremos en que no. La cruz, nuestra cruz nos viene grande, porque a cada uno le pesará lo suficiente como para que realmente sea una cruz. Una cruz, de ahí su nombre, significa dolor, carga pesada, sufrimiento y muchas cosas más que hacen la vida dura, insoportable y difícil de soportar. 

Y la prueba del algodón de nuestro amor es soportarla, y soportarla con amor. Y en ese camino nos ayuda y mucho las bienaventuranzas, porque, en la medida que tú comportas tu dolor y el dolor de otros, tu fe se fortalece y tu voluntad también. Y experimentarás que, el camino, aunque duro, se puede soportar. Descubrirás que subyace un cierto gozo en lo más profundo de tu corazón que te dará fuerzas para seguir avanzando hasta llegar al gozo pleno y eterno.

Pidamos a nuestro Padre Dios que nos dé ese estilo, fuerza y capacidad de amar para, caminando por el verdadero camino hacia la felicidad, compartamos ese espíritu bienaventurado de vivir al estilo que nos marca nuestro Señor Jesús viviéndolo según su Voluntad. Amén.

sábado, 30 de mayo de 2020

MUY POR DEBAJO DE MIS POSIBILIDADES

Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que ...
Soy un privilegiado, pero, quizás, mi mayor problema es que no me ha dado cuenta. Y no sólo eso, sino que tampoco sé dónde está mi privilegio. Porque, si pienso que está en el mundo me equivoco. El mundo me ofrece caducidad en todo lo que me puede dar, y mentiras y espejismos que, igual que aparecen desaparecen y queda el vacío, la desolación y la infelicidad.

Puedo pensar también que mi privilegio está en mis conocimientos, mi formación y preparación. También en el poder o la riqueza, o en la buena vida, las comodidades y los placeres. Pues bien, tanto en unos como en otros, vuelvo a equivocarme. La realidad me lo demuestra porque, en el mejor de los casos y pensando que todo vaya bien, lo que nos espera es la vejez y la enfermedad. Y, por mucho que tarde, son unos cuantos años que se van tan deprisa como que ya tenemos x años y no nos hemos dado cuenta como han pasado.

No, nada de eso. El mundo no me puede ofrecer esa felicidad eterna que busco, ni tampoco esa plenitud de gozo que tanto ansío. No, definitivamente, No. Así sí que puedo decir con toda garantía que no es no, porque mi privilegio es ser hijo de Dios y de tener la oportunidad de poder seguirle en el esfuerzo de hacer y cumplir su Voluntad, porque, sí, en eso consiste la plena felicidad eterna, en estar junto a Él y conocerle. 

Por eso, mi mayor privilegio es descubrir los talentos que me han sido regalados y, siguiendo a Jesús, ponerlos en acción de forma de colaborar al bien y la verdad. Ese es el gran privilegio que tengo que descubrir, que tampoco voy solo, porque solo estaría perdido al quedar a merced del príncipe de este mundo - demonio - sino que me acompaña el Espíritu Santo, enviado por el Padre, para alumbrarme el camino que, Jesús, me ha dejado señalado.

Te pido, Padre, que me des la sabiduría de saber ponerme en brazos del Espíritu Santo para que, dirigido por Él supere todos los obstáculos y peligros que el mundo me presenta. Gracias Señor.

martes, 21 de enero de 2020

AYÚDAME, SEÑOR, A SER LIBRE PARA AMAR


Resultado de imagen de Mc 2,23-28
El hombre ha sido creado para amar. En el corazón del hombre está sellado a fuego la impronta del amor. Es semejante a su Creador que es Amor y cada instante de la vida del hombre y la mujer que amen están reflejando a su Creador. Y, por antonomasia,  cuando el hombre ama cumple la Voluntad de Dios, se parece a Él y es feliz. 

Por lo tanto, amar es la posibilidad más grande que tiene el hombre y la mujer de ser feliz. Amar tal y como nos ama Dios. De modo que interesa conocer como nos ama Dios. Y experimentamos y conocemos por nuestro Señor Jesús que Dios nos ama en libertad, voluntariamente y misericordiosamente. Y sin condiciones, de modo que aunque nosotros le rechacemos, Dios, nuestro Padre y Creador, estará siempre con los brazos abiertos misericordiosamente y esperándonos. Claro, habrá un tiempo, porque nuestra vida tiene un plazo y un recorrido que, algún día, terminará.

El amor te hace libre y te lleva a la Verdad y a la justicia. Gracias, Señor, por darme esa capacidad e inquietud de poder elegir amar. Ayúdame a tener la fuerza y la voluntad para amar libremente y vencer todas las ataduras que me aprisionan y me someten. Gracias, Señor, por darme paciencia y deseo de perseverar a pesar de las oscuridades, de las dudas y de las ataduras que la vida me va imponiendo. Gracias, Señor, por tu confianza y por ayudarme a mí a confiar en tu Palabra, en tu Amor y Misericordia. Amén.

miércoles, 5 de junio de 2019

UN MUNDO DESORIENTADO

Resultado de imagen de Jn 17,11b-19
Si observamos con serenidad y sinceridad, ¿qué vemos? Podemos hacernos varias preguntas, ejemplo: ¿Es el mundo feliz? ¿Dónde busca el mundo la felicidad? ¿Alguien o algunos la han alcanzado siguiendo las indicaciones del mundo? Vemos personas que se enfrentan unas a otros por dinero, por poder, por bienes...etc. Vemos personas enfrentadas por envidias, odios, venganzas, pasiones...etc. Vemos acoso, explotaciones, injusticias, abusos y muertes. Vemos un mundo frustrado y lleno de violencia. Y vemos personas que tras luchar por conseguir la felicidad según las ofertas y seducciones del mundo terminan frustradas y perdidas.

Por eso, es cuestión muy importante buscar la felicidad, no donde nos indica el mundo, sino donde nos señala Jesús. Él es el Camino, la Verdad y la Vida, y sólo por dónde Él nos señala encontramos la verdadera felicidad. Esa felicidad que coincide con la que interiormente todos buscamos. Porque, la felicidad no se encuentra en el dinero, los bienes, las pasiones, las comodidades, el poder, la fuerza y otros, sino en el verdadero amor, que consiste en buscar el bien del otro a cambio de nada. Ese nada te dará el gozo y la verdadera felicidad.

¡¿Verdad que parece un constaste o un contra sentido? Sin embargo, es así. Por eso se necesita la fe. La fe de creer que tras el compromiso de amar buscando la verdad y el bien se esconde la felicidad. Buscando la alegría de Jesús. Una alegría diferente y distinta del mundo, porque no es del mundo. Una alegría que está por encima del mundo y aunque no nos exima de las dificultades, de los peligros y dolores del mundo, si nos llena del gozo y de la esperanza de recorrer el mismo camino de Jesús que terminará en la Casa del Padre junto a Él, desde donde pide al Padre por todos nosotros.

Confiemos en la Palabra de Jesús, que sentado a la derecha del Padre intercede por nosotros para que, estando en el mundo, no nos dejemos influir por él y podamos superar todas sus tentaciones  y seducciones con las que trata de separarnos del camino del Señor. Amén.

sábado, 1 de diciembre de 2018

ORAR Y PERSEVERAR

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El mundo nos seduce, pero también nos atraen nuestros deseos de éxito, poder, riqueza...etc. Vivimos en un mundo de afanes constantes por superarnos y conseguir más poder, riquezas y todo lo que nos haga más feliz, pues pensamos que en esas cosas encontraremos la felicidad. Cuanto más tengamos seremos más felices, pensamos de forma errónea, porque el tiempo nos desengaña y la experiencia nos dice todo lo contrario. 

Y nos lo demuestra el devenir de muchos poderosos y famosos que han tenido éxito en la vida. Y que, a pesar de sus éxitos no son más felices. Si cabe, más infelices. Pero, a pesar de la cercanía y las pruebas que vemos en la vida nos cuesta convencernos. Nuestra naturaleza humana se siente atraída por las cosas de este mundo y se resiste a dejarlas. Nos cuesta salir de esa espiral en la que el mundo nos envuelve. No nos resulta fácil y, para ello necesitamos mucha oración y esfuerzos de perseverancia.

O lo que es lo mismo, estar vigilantes y atentos a tu presencia Señor. Y es eso lo que derrama nuestro corazón hoy, junto a los hermanos que pasan por nuestra casa y con todos los que quieran unirse, en súplica para que nos mantengamos firmes y perseverantes en tu Palabra y presencia entre nosotros.

Te pedimos, Señor, la sabiduría, no la de este mundo sino la que viene de ti, para que nos ilumine, abra los ojos de nuestros corazones y nos haga ver la Verdad. La Verdad de tu Palabra, que nos libera de las ataduras y esclavitudes de este mundo y nos llena de verdadera paz, gozo y felicidad eterna. En Ti, Señor confiamos y, abandonados en tu Palabra esperamos tu segunda venida con contenida esperanza llenos de paz y confiados en tu Eterna Misericordia. Amén.

miércoles, 22 de agosto de 2018

¿SABES QUÉ BUSCAS?

Imagen relacionadaRealmente, ¿te has parado a pensar que buscas realmente? Porque, tu tiempo, tampoco el mío, se detiene y, aunque a veces con pausa y muy lentamente, sigue siempre avanzando sin parar ni siquiera un instante. Y, mientras caminas, ¿no observas a tu derredor que ocurre? No ves que tus padres se hacen viejo; no ves que tus abuelos ya se han ido, y quizás muchos de los amigos de tus padres están marchándose. ¿Qué piensas al respecto? 

¿Crees que tú te vas a quedar, o estás resignados a irte como ellos sin encontrar lo que buscas? ¿Piensas que ellos encontraron lo que buscaban? Supongo que tú, igual que yo, buscas la felicidad. Y eso significa experimentar deseos de paz, de sosiego, de sentirte gozoso y feliz hasta el punto de no desear nada más. Algo así como decir, con esto tengo y me basta y ya no necesito seguir buscando. ¡Soy tan feliz que me planto!

Esto, en el tiempo que llevas caminando, ¿crees que lo puedes encontrar en las cosas que este mundo te ofrece? ¿Piensas que el dinero, el poder, el éxito, la riqueza, la fama, el placer, el sexo y todo los que quieras buscar te pueden hacer feliz? ¿Crees que la muerte, lo más cierto que sabes, la puedes borrar con ese disfrute en el que tú piensas? ¿Y qué compensa vivir así para luego morir? 

¿Crees que todas esas cosas, en el supuesto que las puedas conseguir, te darán sólo felicidad, o que también te harán sufrir y padecer? ¿Qué experiencia tienes a todo el tiempo que llevas vivido? ¿No te parece interesante y hasta merecedor de vivir esa experiencia aceptando esa buena invitación a trabajar en la Viña del Señor? ¿No crees que experimentarás otra forma de ver la vida y una gran esperanza de encontrar lo que realmente buscas?

Posiblemente estés sometido y esclavizado por las cosas que ves y que piensas que pueden darte una vida mejor, pero, el tiempo pasa y no se ven esos efectos que tú buscas. Abre tus ojos y prueba a ver lo que ocurre en esa Viña donde te invitan a participar y trabajar. Quizás esos frutos te darán la clave de lo que buscas. Oremos para que así suceda. Amén.

miércoles, 28 de marzo de 2018

DESEAR SÓLO LO NECESARIO

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Esta mañana, quizás sea una casualidad, todavía no había mirado el Evangelio del día, observé como algunas personas se amontonaban en la ventanilla de un vendedor de loterías y boletos de la once. Y mientras caminaba pensaba como la gente persigue el dinero poniendo en él la felicidad. De alguna manera el ser humano busca la felicidad, pero el gran error, y no aprende, es que lo busca en el dinero, porque da poder y consigue muchas cosas.

Y es verdad. El dinero da poder y consigue muchas cosas, pero, ¿qué cosas? Bienes, comodidades, salud,  placeres, joyas,  coches, objetos y cosas que te dan felicidad. Pero, ¿qué clase de felicidad? Una felicidad efímera, caduca. Una felicidad efímera no es verdadera felicidad, porque todo lo que termina al final no vale de mucho. Por lo tanto, las cosas que buscas en este mundo no dan la felicidad y el dinero no puede sino dar cosas de este mundo.

Por eso, apoyar nuestra vida en el dinero no es buena idea. Sabemos que es necesario, pero para eso, para las cosas necesarias que necesitamos para vivir de forma digna y humana. Pero, a partir de ahí empieza a ser peligroso, porque nos divide, nos diferencia y nos separa. Tratemos de poner al dinero y a la ambición en su lugar y no dejarnos tentar por algo que sabemos que detrás no hay sino vaciedad y muerte.

Porque, el dinero no nos libra de la muerte. Puede, quizás, en el mejor de los casos alargarla algo, pero nada más. Todo se queda ahí. Y nosotros, el ser humano está llamado a la vida. Para el cristiano no existe la muerte, sino la vida. Una vida que, tras pasar su periodo de prueba por este mundo, continúa en el otro, al que estamos llamados. Porque esa es la buena Noticia, la que nos reveló Jesús.

Vivamos esa esperanza en esta Semana Santa, que termina con la Victoria de la Vida sobre la muerte, la Resurrección de nuestro Señor Jesús. Vivamos y pidamos que nuestra fe sea cada día más madura, más coherente y más confiada en la esperanza de alcanzar esa felicidad que todos buscamos. Amén.

lunes, 23 de octubre de 2017

CAMINAMOS EN LA CONFUSIÓN

Sucede que caminamos confundidos, y lo hacemos cuando ponemos toda nuestra felicidad en las riquezas y los bienes. La experiencia nos dice que en ellas no se encuentra esa felicidad que buscamos. Es verdad que, aparentemente, parece que sí, pero luego no es así. Conocemos muchas riquezas cuyos dueños terminan mal, tristes y enfrentados. Porque la ambición rompe el saco.

Y si la felicidad no está en las riquezas, ¿dónde está? También lo hemos experimentado, pero quizás nos dejamos deslumbrar por los espejismo de la riqueza y del poder y no nos lo deja ver. ¿No tienes tú experiencia de sentirte en paz y en gozo? Y cuando lo has experimentado, ¿por qué te ha ocurrido? ¿Acaso no te has dado cuenta que ha ocurrido cuando has obrado rectamente y desinteresadamente? Es decir, ¿cuando has amado?

Ahí está el secreto. Cuando eres un hombre bueno y te comportas con honradez y justicia, experimentas esa bondad que te hace sentirte bien y en paz. Es en Dios donde encontramos esa bondad y esa paz que nos hace experimentarnos felices. Y eso es así porque Dios es Bueno y es Paz. Recordemos que Jesús, el Señor, en sus repetidas apariciones siempre saludaba con la paz.

Por lo tanto, no te esfuerces en acumular bienes y tesoros en este mundo, ¿nos suena eso, verdad? -Mt 6,19-20- y trata de vivir en la bondad y la paz. Y eso pasa por ser generosos y misericordiosos, y repartir tus bienes materiales y espirituales en beneficios de los demás. Porque, en la medida que des, también recibirás, y en esa medida serás recompensado.

Y no en la eternidad, sino ya, porque ya es eternidad. La muerte es sólo un viaje placentero hacia la Casa del Padre, donde nos espera esa maravillosa Mansión que el Señor, nos lo ha dicho -Jn 14, 2-, nos está preparando. Tengamos plena confianza en su Palabra. Amén.

domingo, 27 de julio de 2014

SÓLO VALE LO QUE ES ETERNO EN PLENITUD DE GOZO Y FELICIDAD



Si hay algo seguro es que todos buscamos la felicidad. Y la buscamos porque ser feliz colma todo nuestro gozo y nos llena plenamente. De modo que si no soy feliz estaré triste, amargado y seré infeliz. Pero, ¿dónde está la felicidad? Esa ha sido y será la pregunta que todos los seres humanos nos hacemos a lo largo de toda nuestra vida.

¿Es ese, pues, nuestro tesoro? Sin lugar a duda, ese es nuestro tesoro: "La felicidad eterna". Pero, ¿dónde la buscamos?  Sabemos, por la experiencia de nuestra vida, que la gente busca esa felicidad en el mundo, en las cosas que ofrece este mundo. ¿Y cuáles son? El dinero, el poder, el placer y muchas cosas más que nos satisfacen, nos divierten, pero que nunca nos llenan definitivamente y, siempre, al final nos defraudan y nos dejan vacíos e insatisfechos. Cosas que buscamos fuera de nosotros, lejos de nuestro corazón.

Sin embargo, descubrimos que la verdadera y única felicidad está dentro de nosotros, en nuestro corazón. Y lo hacemos cuando vivimos los impulsos que nuestro corazón libera y derrama por y con amor. Entonces nos volvemos limpios, sencillos, humildes y sinceros, y nos damos con libertad y gratuitamente. Es entonces cuando experimentamos que amamos y que el amor nos hace plenamente feliz.

Y cuando tomamos conciencia de ese Tesoro que llevamos impreso dentro de nosotros mismos, es cuando descubrimos su verdadero valor y nos disponemos a dejarlo todo por seguir sus impulsos y vivirlos de forma intensa y total. Lo inmediato es seguirlo y acercarnos a Él, porque sólo ese Amor nos hará plenamente feliz. Encontrar al Señor que nos revela el Amor del Padre es el Tesoro por el que vale la pena dejarlo todo para no perderlo jamás.

Pero antes tendremos que conocerlo, tomar conciencia de su Amor y descubrir que no hay nada más grande que puede llenarme plenamente y para toda la vida. Pidamos esa Gracia de descubrirlo, pues está muy dentro de nosotros mismos. Amén.

jueves, 19 de diciembre de 2013

EL RUIDO DEL MUNDO ME DISTRAE



No es fácil escapar al ruido del mundo: sus luces, sus maravillas, sus tesoros, sus placeres... encantan a los hombres y los atrae. Aquel muchacho que en su casa lo tenía todo, la dejó para aventurarse a vivir las emociones y maravillas de ese mundo, que luego, humildemente, caducadas en el tiempo abandonó para regresar de dónde nunca debía haber salido.

Es verdad que el mundo nos tienta y no es fácil resistirse, pero darnos cuenta que sus maravillas son como espejismos que prometen mucha felicidad, pero que caducan y desaparecen muy temprano sin darnos ni tiempo a disfrutar plenamente, nos ayudará a saber mantenernos, renunciar y entender sabiamente que la verdadera alegría y felicidad no está ahí.

Sólo en Dios podemos encontrarla, porque, encontrada, esa felicidad no terminará nunca. Será eterna y plenamente gozosa para toda la vida. La alegría de vivir no se encuentra en este mundo, sino en el Reino de Dios, que, dentro de unos días, nace para seguirte alimentando en la esperanza de que en Él está la vida, la alegría y la única y verdadera felicidad.

Pidamos con confianza, fe y alegría que descubramos siempre esa Estrella que nos conduce al lugar donde nuestra vida será siempre eternamente feliz.

La única alegría plena y valiosa de vivir es la alegría que nace en el portal de Belén.