Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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miércoles, 1 de julio de 2020

CIEGOS POR LA OSCURIDAD MATERIAL DE LA ECONOMÍA

Mateo 8,28-34 – al encuentro de Jesús - Roguemos al Señor
En muchos momentos de nuestra vida la oscuridad nos envuelve y nos ciega para no dejarnos ver la vida que nos ilumina con la Luz de la Verdad y la Vida Eterna. Reconocemos nuestra debilidad que, siendo lo más importante la vida, quizás, sin darnos cuenta, anteponemos el interés material y nuestras satisfacciones que a la propia vida. Vida que es un don de Dios y que significa la oportunidad de alcanzar, por su Misericordia Infinita, esa Vida Eterna que Jesús, nuestro Señor ha venido a anunciarnos.

Ese es el precio de nuestra libertad. Una libertad que, si no andamos con cuidado y en la Luz puede esclavizarnos y dar como resultados todo lo contrario a lo que significa y debe ser. Porque, hemos sido creados libres para poder elegir, por iniciativa propia, el bien, la verdad y la justicia, y alcanzar esa Vida Eterna que está impresa dentro de nosotros.

Mira, si hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, y Dios es Eterno, lo lógico y de sentido común es que también nosotros estemos llamados a ser eternos. Y esa es nuestra máxima aspiración y algo a lo que no podemos renunciar porque está sellado dentro de nuestro corazón. Por tanto, la vida es ese espacio que nos da la oportunidad de ganarnos la Vida con mayúscula, la Eterna. Y, ¿cómo lo podemos lograr?

De eso se trata, tratando de acercarnos al Señor y esforzándonos en seguirle poniéndole en el centro de nuestra vida. Eso quiere decir que Él es lo primero y luego lo demás. Por eso, reconociendo que somos débiles y heridos por el pecado, aprovechamos está humilde reflexión del rincón de oración para, todos juntos, pedirles sabiduría, fortaleza, paciencia, paz y voluntad para, limpiar nuestros corazones de las impurezas demoniacas y materiales y entregarnos a su Palabra obedientemente y con fe. 

Aumentanos, Señor, la fe y danos una actitud perseverante para, a pesar de nuestras limitaciones y pasiones que nos arrastran y quieren precipitarnos al abismo, encontrar en Ti la fortaleza y la firmeza de sostenernos alejado del Maligno. Amén.

jueves, 1 de agosto de 2019

QUIERO, SEÑOR, ELEGIR TU REINO

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Todos buscamos un reino. Un reino que colme todas nuestras apetencias, nuestros proyectos y nos satisfaga de gozo y felicidad. Es la tendencia humana y a la que no podemos resistirnos, pues todo ser humano busca ser feliz, pero también eterno. Y es esa eternidad la que no consigue, dentro de la felicidad, prolongar eternamente. Ese es el dilema que tiene el hombre planteado y al que no quiere enfrentarse porque ya de antemano se ha rendido al mundo y resignado a la muerte.

¿Acaso dentro de nuestro corazón se ha apagado ese deseo de eternidad? ¿No los sentimos, aunque sea algo lejano, dentro de nosotros? ¿No mantenemos, a pesar de nuestra resignación, la esperanza de encontrarlo? Claro que sí. Todos anhelamos vivir eternamente y felizmente, pero no acabamos de creérnoslo. Y es ahí donde empiezan todas nuestras dificultades y problemas. Porque, el gozo y la alegría la podemos encontrar, pero la eternidad no. Todo en esta vida es caduco y hasta lo bueno tiene su momento final.

Pero, esa fatalidad nos hace levantar la mirada y buscar a Aquel que nos promete esa Vida Eterna en gozo y plenitud de felicidad. Es Jesús que con su Palabra nos llena de esperanza y de alegría al ofrecernos con toda garantía Vida Eterna en plenitud. Nos descubre el momento final y de como aquellos que permanezcamos en su Palabra seremos apartados de los malos y llevados a la Gloria Eterna para gozar de su presencia en plenitud de felicidad.

Y no se trata de algo que puede ser posible y de lo que tengamos esperanza. Se trata de algo real y garantizado por la Palabra de Dios, que, enviando a su Hijo ha pagado por nuestro rescate y con su Muerte y Resurrección nos garantiza, también a todos los que en Él creamos, la Vida Eterna. Hay garantía absoluta porque el Señor Jesús ha vencido a la muerte. Te damos gracias, Señor, y te pedimos que nos des la fortaleza, paz y sabiduría de sostenernos en tu Palabra y de permanecer fieles en tu seguimiento. Amén.

jueves, 6 de septiembre de 2018

¿SABES TU CAMINO?

Resultado de imagen de Lc 5,1-11
Muchos de nosotros sabemos el camino que nos espera. Hemos visto como nuestros abuelos y padres se hacían viejos y como les llegaba la hora de su muerte. También lo hemos observado en amigos y compañeros de nuestra edad. Todos sabemos ya que nos espera al final de nuestra vida. ¿Y todo esa experiencia no te dice nada? ¿Te resigna simplemente a que llega la tuya sin más? ¿Acaso te conformas con la vida de estos años que te han tocado? ¿No quieres más?

Supongo que tu respuesta dirá que quieres vivir eternamente, pero que eso no es posible. Siento decirte con gran alegría que te equivocas. Alguien nos ha prometido la Vida Eterna, y no sólo lo ha dicho sino que lo ha cumplido con su propia Vida. Ha Resucitado y nos promete que nosotros también resucitaremos. De eso es lo que quiero que te des cuenta, que nuestra barca está llena de vida, pero vida Eterna. Y Él nos la llena de esa Gracia que nos da la gloria y el gozo de vivir plenamente para la eternidad.

Simplemente, sólo tienes que pedírselo y confiar en Él. Ha venido a decírnoslo, pero vive entre nosotros y nos acompaña para llevarnos, en su segunda venida, a ese lugar prometido donde la Vida sera para siempre. Él, como ocurrió con Simón, te hará pescador de hombres. No tengas miedo, Él sabe lo que tú puedes y cómo has de hacerlo. Solamente tienes que seguirle. Amén.

miércoles, 28 de marzo de 2018

DESEAR SÓLO LO NECESARIO

Resultado de imagen de Mt 26, 14-25
Esta mañana, quizás sea una casualidad, todavía no había mirado el Evangelio del día, observé como algunas personas se amontonaban en la ventanilla de un vendedor de loterías y boletos de la once. Y mientras caminaba pensaba como la gente persigue el dinero poniendo en él la felicidad. De alguna manera el ser humano busca la felicidad, pero el gran error, y no aprende, es que lo busca en el dinero, porque da poder y consigue muchas cosas.

Y es verdad. El dinero da poder y consigue muchas cosas, pero, ¿qué cosas? Bienes, comodidades, salud,  placeres, joyas,  coches, objetos y cosas que te dan felicidad. Pero, ¿qué clase de felicidad? Una felicidad efímera, caduca. Una felicidad efímera no es verdadera felicidad, porque todo lo que termina al final no vale de mucho. Por lo tanto, las cosas que buscas en este mundo no dan la felicidad y el dinero no puede sino dar cosas de este mundo.

Por eso, apoyar nuestra vida en el dinero no es buena idea. Sabemos que es necesario, pero para eso, para las cosas necesarias que necesitamos para vivir de forma digna y humana. Pero, a partir de ahí empieza a ser peligroso, porque nos divide, nos diferencia y nos separa. Tratemos de poner al dinero y a la ambición en su lugar y no dejarnos tentar por algo que sabemos que detrás no hay sino vaciedad y muerte.

Porque, el dinero no nos libra de la muerte. Puede, quizás, en el mejor de los casos alargarla algo, pero nada más. Todo se queda ahí. Y nosotros, el ser humano está llamado a la vida. Para el cristiano no existe la muerte, sino la vida. Una vida que, tras pasar su periodo de prueba por este mundo, continúa en el otro, al que estamos llamados. Porque esa es la buena Noticia, la que nos reveló Jesús.

Vivamos esa esperanza en esta Semana Santa, que termina con la Victoria de la Vida sobre la muerte, la Resurrección de nuestro Señor Jesús. Vivamos y pidamos que nuestra fe sea cada día más madura, más coherente y más confiada en la esperanza de alcanzar esa felicidad que todos buscamos. Amén.

viernes, 27 de octubre de 2017

EL TIEMPO DE AQUÍ Y EL TIEMPO DE ALLÁ

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


Me gusta pensar en dos tiempo. Un tiempo de aquí, el que piso en este mundo todos los días, y en el que me levanto y me acuesto y lucho cada día por seguir viviendo. Pero un tiempo del cual veo el horizonte final. Quizás no lo pueda percibir con realidad, pero si lo puedo imaginar. Y, aunque el horizonte no me permita verlo, sé que está ahí y que un día terminará para mí. Lo experimento en todo lo que observo a mi derredor cuando veo que otros acaban su recorrido y su tiempo.

Pero, unido a esto, percibo otro tiempo de allá. Un tiempo que va unido a este y que dependerá mucho de este de aquí. Porque, según recorras el tiempo de aquí abajo, será tu tiempo de allá arriba. Y es que el tiempo de allá arriba es el importante y el verdadero. Porque ese tiempo será para siempre y no tendrá horizonte ni final. Por lo tanto, será un tiempo a tener muy en cuenta.

Y lo tendré en cuenta en la medida que utilice esté de aquí abajo. Hay una moneda que servirá para comprarlo, por decirlo de alguna manera que podamos entenderlo. Con esa moneda podemos entrar y ganar el tiempo eterno. Un tiempo de gozo, de gloria y de plenitud en el amor. Precisamente, esa es la moneda, el amor. Comprando amor y guardándolo en el corazón de los demás podemos atesorar un Tesoro hermoso para el tiempo de allá y, cuando nos llegue el tiempo, valga la redundancia, gozar de ese tiempo de allá para siempre.

Por todo ello debemos discernir mucho sobre el verdadero tiempo, pero, al mismo tiempo, pedir mucho al Señor que nos dé esa sabiduría del Cielo para saber interpretar, además del tiempo de aquí abajo, el verdadero tiempo de allá arriba. Porque ese es el tiempo que nos debe interesar, pues es el que no se acaba y el que buscamos todos. Vivir inmensamente felices y gozosos en paz y para siempre es lo que todos buscamos en el tiempo. Pero, en el tiempo de aquí abajo no se halla. Está en el tiempo de allá, ese tiempo a donde el Señor ha ido a prepararnos una mansión también para nosotros.

Pidamos esa Gracia y pongamos también nosotros todo el esfuerzo de nuestra parte para saber discernir el tiempo de allá. El tiempo al que todos queremos llegar. Amén.

domingo, 6 de noviembre de 2016

NACIDOS PARA VIVIR

No se entiende ser creado para cuatro días. Porque, primero somos criaturas creadas por amor; segundo, semejantes al Creador. Y tercero cuando se ama, se ama para siempre. Y ese amor nos da la Vida Eterna. No se entendería, pues, nacer para morir. Incluso lo disparatado que resulta morir antes de ver la luz del sol. Y me refiero a aquellos, seres humanos vivos, que mueren dentro del seno de sus propias madres.

No se entiende tanto amor por la vida para luego quitarla un poco más tarde. Nuestra razón nos habla y nos dice otra cosa, porque admitir eso sería admitir lo absurdo y disparatado. El sentido común nos descubre que la vida ha sido creada para la eternidad. Sin embargo, lo que ocurre es que tiene primero que recorrer un camino no exento de sacrificio y renuncias que le preparan para alcanzar esa vida eterna. Un camino donde el amor es la clave. Un amor que exige morir a las coOracisas engañosas y falsas de este mundo, para darse en servicio, por amor, a todos los hombres.

Dependerá de nosotros que esa vida futura sea vida plena de gozo y felicidad. Es una decisión que nos toca decidir a cada uno de nosotros. Somos libres y en base a esa libertad elegiremos un camino u otro. Se trata de poner nuestra voluntad al servicio del amor y de, en ese esfuerzo, ganarnos la Vida Eterna. La decisión es, pues tuya o mía. Cada cual decidirá. 

Para eso hemos sido creados libre y podemos poner nuestra voluntad en esto o en lo otro. Se trata de elegir este u otro camino. Y de esto se trata, de avivar nuestra astucia y pedirle al Señor que nos abra los ojos, destupa los oídos y prenda nuestro corazón de verdadero amor para fortalecida nuestra voluntad ponerla al servicio de su Palabra y Voluntad.

Sí, Señor, creemos en la Resurrección y que tu Hijo Jesús nos prepara una mansión para que a su vuelta nos conduzca a vivir en ella. No sabemos cómo será ni lo que encontraremos, pero, eso sí, será lo mejor que podamos encontrar y la plena felicidad eterna. Porque Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna. Amén.

jueves, 10 de abril de 2014

TÚ, SEÑOR, HAS EXISTIDO SIEMPRE



No puede ser de otra forma, porque si prometes la vida eterna: «En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás», Tú tendrás que haber existido siempre. Simple lógica y sentido común. Siempre hay motivos para la duda y para la demagogia, porque se cree más en lo que se ve y en lo que se tiene delante, pero se niega la verdad que se guarda y habita en lo más profundo del corazón de cada hombre.

Porque nadie puede negar que dentro de su corazón yace el indestructible deseo de ser eterno. No se puede desear aquello que no se conoce ni que se puede alcanzar, y, sin embargo, el hombre lo desea, lo quiere y lucha por ser eterno. ¿Quién lo ha sembrado dentro de nuestro corazón?  Es de sentido común pensar que si Jesús nos lo promete, es porque sabe que es nuestro mayor deseo y que Él nos lo puede dar. Es más, ha venido para darnos vida en abundancia.

Vida gozosa y eterna en plenitud junto al Padre Dios que nos espera y nos ama. Es la promesa de Jesús para todos aquellos que crean en Él. Pidámosle la fe para creer en Él y seguirle haciendo vida de su Palabra en nuestras vidas

miércoles, 11 de septiembre de 2013

LLÉNAME DE TU POBREZA



Sí, porque de que me vale tener y poseer si pierdo lo que más deseo. Ocurre que lo importante es saber qué deseo, porque mientras no lo sepa puedo estar entretenido en cosas aparentemente importantes, pero luego están vacías y huecas por dentro. La importancia de las cosas son directamente proporcional a su duración y gozo, y la experiencia que tenemos es que las cosas del mundo duran y dan poco gozo.

Por lo tanto quiero alcanzar esa dicha eterna de gozo y felicidad. Y lo inmediato es saber quien la vende, y la sorpresa es que no se vende sino se regala. Sorprende, pero no por ser regalada va a ser fácil comprarla. Me costará sudor, sangre y esfuerzo. Y el primer paso empieza por hacerme pobre, que no significa ser pobre materialmente hablando, sino vivir en la pobreza de la humildad y de la justicia.

Vivir desprendido y compartiendo mis riquezas, pero también mis sufrimientos, mis alegrías y dolores, en la esperanza de vivir un día en la eternidad del amor gozoso y feliz. El esfuerzo es tremendo, ¡y tanto!, que solo no podré conseguirlo. Por eso, Padre del Cielo, Tú que lo has propuesto, por amor, en tu Hijo Jesús, dame la Gracia de dejarme conducir en el Espíritu Santo para en sus asistencia y fortaleza poder alcanzarlo.

lunes, 20 de mayo de 2013

NOS SENTIMOS DÉBILES



Sí, esa es la realidad, nos sentimos débiles e incapaces de cumplir la voluntad del Padre. Los peligros que nos acechan amenazan nuestra salvación, y necesitamos encontrar el camino, la verdad y la vida que nos fortalezcan y nos transmitan el espíritu de salvación al que estamos llamados.

No hemos sido creados para la muerte sino nacidos a la vida, esperamos alcanzar la Vida Eterna a la que estamos destinados. Dios, nuestro Padre, nos ha creados para vivir eternamente y gozar de su presencia para siempre. Quedarnos sin esa presencia de Dios significaría la muerte, y eso solo nos puede ocurrir si rechazamos su presencia y mensaje de salvación.

Por ello, necesitamos la oración constantemente para no desfallecer y estar siempre alertas y atentos a la acción del Espíritu. El Espíritu que nos asiste, que nos alerta y nos prepara para la lucha diaria contra los enemigos que nos perturban y nos tientan. La oración y la Eucaristía fortalecida en la Penitencia, serán nuestro diario alimento que nos hará fuertes e invencibles, para lograr alcanzar el camino de salvación.

Envía Señor tu Espíritu y llena nuestros corazones de tu Luz para que seamos fieles a tu Espíritu y nuestros corazones sean renovados de nuevo.

viernes, 11 de enero de 2013

ASPIRAMOS A LA VIDA ETERNA

Recuerda que la eternidad 
está en juego


Hoy  despréndete de todo lo que te ata impidiéndote alzar el vuelo del pensamiento, del latido del corazón…remontando las alturas…descubriendo la Bondad de ese Corazón que late desenfrenadamente por sus criaturas, por la enchura de sus manos, por sus hijos que son sus delicias….por ese Padre que  te mira con tanta ternura y esperanza de verte sumergido en su Amor…
Hoy desea intensamente vivir el Cielo en la tierra… hoy, nada mas por hoy, compórtate como si vivieras ya en el Cielo, amándole, abrazándole, viviéndoles en TODO y en TODOS… dale, hoy, ese gusto al Dios que te ha creado para la felicidad eterna.

La santa virtud de amar con derroche de amor… de mirarlo todo lo que te rodea en este mundo como lo que es, efímero,  que se escapa de la eternidad… porque nada tiene el brillo y el esplendor eterno… Ama y déjate amar por Él… ama y déjate conquistar por Él… ama y muere a TODO lo de este mundo para vivir la libertad de los que aman en espíritu y en verdad.


Recuerda que TU ETERNIDAD hoy está en juego…lo que escribas, hoy, en el libro de tu vida, mañana se leerá en la eternidad. Mañana será publico… mañana sentirás morir de vergüenza o estallar de alegría y jubilo…mañana huiras del Dios que te creo con tanto Amor, o correrás a sus brazos como un niño corre a los brazos de su adorado padre…
La vida es corta muy corta… la eternidad es nuestra patria… nuestra verdadera patria… ¿perderla por negligencia?... ¿perderla por pereza?... ¿perderla por gusto?... ¿vale la pena?


¿Es necesario apartarte de la meta? Mirad que el tiempo corre… y la eternidad está al alcance de la mano… ¿Qué tal si hoy te arrodillas ante ese amoroso Corazón Divino y le pide con toda el alma te conceda la gracia de la santidad?
Las almas que desean alcanzar la felicidad eterna, acostumbran pedir con toda el alma que Dios le regale la santidad… costumbre que transmiten a sus hijos…porque para estas almas Dios vale la pena.


Desde la Soledad del Sagrario.

lunes, 10 de diciembre de 2012

PAN PARA HOY...


y hambre para mañana. Es el refrán que expresa claramente que lo importante no es salir ahora del paso sino quedar sanado para siempre. Y eso es lo que quiero y entiendo que es lo importante Señor. Sáname para toda la vida, porque para eso he sido llamado, para vivir en tu presencia eternamente.

Por eso, Padre, te doy las gracias por darme la sabiduría en el Espíritu Santo para entender estas cosas, y aceptar primero el perdón de mis pecados que me ofreces. Porque me siento pecador y necesitado de tu perdón y de tu amor.

Pero, también sé, que no me vas a dejar enfermo del cuerpo. Al mismo tiempo que me curas mi alma perdida y arrepentida por tu Amor, también te preocupas por mi cuerpo y me sanas de toda dolencia y enfermedad. Porque no se entiende un cuerpo enfermo en un alma llena de tu Gracia y tu Paz.

Te doy gracias, Dios y Padre mío, Dios mío, por enviarnos a tu Hijo, hecho Hombre por tu Amor, para redimirnos y enseñarnos el camino que lleva a Ti. Amén.

viernes, 2 de noviembre de 2012

GRACIAS, DIOS MÍO POR LA ESPERANZA...

 San Juan 14,1-6. "No se inquieten. Crean en Dios y crean también en

de vivir para la vida eterna. Eso cambia todo el sentido de toda mi vida, porque una cosa es vivir sin esperanza y temiendo la muerte, y otra muy distinta es, a pesar de no poder evitar el miedo y el sufrimiento, vivir con la esperanza de morir con Xto. Jesús para resucitar para siempre.

Mirado así, la muerte es el momento más importante y glorioso de nuestra vida, porque representa el fin de los sufrimientos, las penas, tristezas y los trabajos de este mundo, para empezar el gozo interminable de vivir la dicha junto al Señor.

Indudablemente que no podemos imaginar cómo será eso, pero nos fiamos de la Palabra del Señor que nos tiene un lugar preparado para cada uno de nosotros.

Señor, creemos en tu Palabra y nos fiamos de Ti. Y experimentamos que, ya aquí en la tierra, tu Palabra nos hace felices y nos da gozo en las tribulaciones y sufrimientos a pesar de no ser un gozo pleno, que esperamos alcanzar cuando hayamos compartido nuestra muerte contigo. Amén.