Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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sábado, 24 de marzo de 2018

ABIERTOS A TU GRACIA, SEÑOR

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El proceso de la fe es un camino que nunca termina mientras peregrinamos en este mundo. Siempre debe estar en marcha y creciendo, porque de pararse se muere. La fe es fe cuando está activa y crece, porque siempre está presenta la llama de la duda. El camino está lleno de trampas, de seducciones y tentaciones, y, quizás, una de las trampas mayores es pensar que con un ratito de plegarias, que en muchos casos nos salen de forma preceptiva, rutinaria y hasta medias forzadas, nos creemos santos y mejores que otros.

Todo se reduce a considerar que hemos cumplido y transformamos nuestra fe en un rosario de normas y cumplimientos. Y nada más lejos de la realidad, porque el Mensaje que nos trae el Señor no es una doctrina, ni unas leyes, ni unos mandatos. Es simplemente una buena Noticia, que nos da la Vida Eterna. Es algo que el hombre ya de por sí busca y por lo que lucha en su vida. Vivir en plenitud eternamente.

Por otro lado, hablamos, leemos o reflexiónamos tanto que no tenemos tiempo para escuchar. Sin darnos cuenta, empezando por este que escribe, convertimos nuestra fe en una tarea y en una serie de prácticas y trabajos que, terminados, hasta nos olvidamos de lo que somos y a donde vamos. El mundo tiene poder y nos desvía con facilidad.  Y, menos aún, le dejamos hablar. Todo lo hacemos nosotros y pedimos nosotros. ¿Es qué no nos hemos dado cuenta que no sabemos pedir?  Nuestras oraciones son monólogos, individuales y personales. Cada cuál pide según sus intereses, y apenas nos importa quienes están a nuestro lado.

¿Cómo puedo mirar a Dios si no me importas tú? ¿Acaso pienso  y creo que Dios me quiere y me pide que actúe así? ¿Para qué, entonces nos mandó amarnos? ¿Significa eso  algo importante para mí? Estar y orar con el Señor es algo muy serio. Lo más serio de nuestra vida y debe de ser ese el centro de ella. Mi relación con Jesús debe ser y coger toda mi vida. Él debe ser la referencia, el motor y la llama que enciende mi corazón y quema toda mi vida de verdadero y auténtico amor.

Pero, al mismo tiempo, debe ser la brújula que lo orienta y lo dirige. Y eso exige mucho tiempo en comunión con Él. Mucho tiempo de silencio y de escucha. Danos, Señor, ese tiempo importante, necesario y suficiente para, entregado a tu contemplación y adoración, saber escucharte, entenderte y llevar a cabo lo que quieres decirme y que haga. Amén.

viernes, 27 de octubre de 2017

EL TIEMPO DE AQUÍ Y EL TIEMPO DE ALLÁ

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


Me gusta pensar en dos tiempo. Un tiempo de aquí, el que piso en este mundo todos los días, y en el que me levanto y me acuesto y lucho cada día por seguir viviendo. Pero un tiempo del cual veo el horizonte final. Quizás no lo pueda percibir con realidad, pero si lo puedo imaginar. Y, aunque el horizonte no me permita verlo, sé que está ahí y que un día terminará para mí. Lo experimento en todo lo que observo a mi derredor cuando veo que otros acaban su recorrido y su tiempo.

Pero, unido a esto, percibo otro tiempo de allá. Un tiempo que va unido a este y que dependerá mucho de este de aquí. Porque, según recorras el tiempo de aquí abajo, será tu tiempo de allá arriba. Y es que el tiempo de allá arriba es el importante y el verdadero. Porque ese tiempo será para siempre y no tendrá horizonte ni final. Por lo tanto, será un tiempo a tener muy en cuenta.

Y lo tendré en cuenta en la medida que utilice esté de aquí abajo. Hay una moneda que servirá para comprarlo, por decirlo de alguna manera que podamos entenderlo. Con esa moneda podemos entrar y ganar el tiempo eterno. Un tiempo de gozo, de gloria y de plenitud en el amor. Precisamente, esa es la moneda, el amor. Comprando amor y guardándolo en el corazón de los demás podemos atesorar un Tesoro hermoso para el tiempo de allá y, cuando nos llegue el tiempo, valga la redundancia, gozar de ese tiempo de allá para siempre.

Por todo ello debemos discernir mucho sobre el verdadero tiempo, pero, al mismo tiempo, pedir mucho al Señor que nos dé esa sabiduría del Cielo para saber interpretar, además del tiempo de aquí abajo, el verdadero tiempo de allá arriba. Porque ese es el tiempo que nos debe interesar, pues es el que no se acaba y el que buscamos todos. Vivir inmensamente felices y gozosos en paz y para siempre es lo que todos buscamos en el tiempo. Pero, en el tiempo de aquí abajo no se halla. Está en el tiempo de allá, ese tiempo a donde el Señor ha ido a prepararnos una mansión también para nosotros.

Pidamos esa Gracia y pongamos también nosotros todo el esfuerzo de nuestra parte para saber discernir el tiempo de allá. El tiempo al que todos queremos llegar. Amén.

miércoles, 11 de enero de 2017

LO PRIMERO, ORAR, PARA LUEGO...

El alimento es necesario porque sin él no podríamos realizar nuestras labores de cada día. De igual forma, el alimento espiritual nos es necesario, para poder realizar nuestras labores espirituales. Y dentro de ellas, la más importante es la oración. La oración que nos relaciona con el Señor y nos prepara para todo lo demás. Sin oración no podríamos conocer a Dios, y sin conocerle, ¿cómo llegaríamos a permanecer en Él y a alimentarnos de su Cuerpo y Sangre?

Jesús, con su vida y sus obras, nos enseña a buscar tiempo para todo. El día da para, según nuestras capacidades, encontrar lugar para realizar nuestras responsabilidades y, entre ellas, la de estar con el Señor. Puedes orar, apartándote de todos y, reflexionando, entablar diálogo con Él; puedes orar teniendo presenta al Señor en el trabajo, en la calle, con los amigos y en todo momento. No se trata de estar rezando, pero sí tomar conciencia de que todos mis actos deben estar aprobados por y en la presencia del Señor. Y eso es rezar.

Se trata de que cuando hago algo concreto debo de tomar conciencia que estoy con el Señor, y hacerlo como si estuviese con Él; cómo si Él me mirara o lo hiciera conmigo. Es decir, hacerlo siempre lo mejor que pueda y responsablemente. Se trata de vivir en su Palabra y de conformar mi vida según sus enseñanzas. Y para eso necesito orar, orar mucho, tanto con la vida como con la Palabra.

Pidamos al Señor esa virtud. La virtud de saber distribuir nuestro tiempo y de permanecer en el Señor todas las horas del día, ya sea trabajando, descansando u orando. Porque todo lo que hagamos si lo hacemos en y para el Señor, lo convertimos en oración. A pesar de que no nos acordemos; a pesar de que se nos vaya el santo al cielo; a pesar de que nos distraigamos...etc. El Señor sabe nuestra intención y convierte todos nuestros actos en verdadera oración.

Pidamos al Señor que nos dé fortaleza para perseverar siempre en la oración y, así, cumplir también con todas nuestras obligaciones de orden temporal. Amén.

domingo, 25 de septiembre de 2016

AYÚDAME, SEÑOR, A DESCUBRIR MIS RIQUEZAS



Igual, al hablar de riquezas, todo se centra en el dinero. Ser rico es tener mucho dinero. Y aunque eso signifique que se es rico, no es la mejor de las riquezas. Al menos la única, porque hay muchas más riquezas, y más peligrosas que el dinero. 

Hay mucha gente que dispone de tiempo, pero lo emplea para el disfrute personal y pasarlo bien. ¿No es eso lo que hacía el rico epulón? Aunque él lo empleaba para banquetearse, otros lo emplean para jugar, pasear, leer o ver películas. Sólo piensa en darse buena vida sin importarle que ocurre a su derredor. Ese fue el pecado del rico epulón.

El próximo miércoles hay programada una reunión en mi parroquia para todos aquellos que den catequesis. Pues, ojala me equivoque, irán los mismos de siempre. ¿Dónde están los que siguen a Jesús y disponen de tiempo para colaborar con la catequesis? Hacen falta obreros. Y igual que la catequesis, es sólo un ejemplo, digo de otros ministerios o pastorales. Hace falta gente, y gente comprometida y enamorada del Señor y de su Mensaje. 

Porque, tampoco todo consiste en dar, sino la forma en que se da. Con entusiasmo, con testimonio y viviéndolo y con amor. Es este un buen momento para pedírselo al Señor y dar un paso al frente y abrir nuestro corazón. Ponerlo a sus pies para que disponga de él y lo convierta en un corazón disponible, solidario, generoso y amoroso.

Danos, Señor, el don de dar todo lo que hemos recibido de tu Mano generosa. Darlo y compartirlo con aquellos que no tienen y lo necesitan. Pero, también, Señor, enséñanos a compartir, a dar todo lo que podemos y debemos dar, porque en eso consiste el amor y por él estamos salvados, pues Tú, Señor, nos ama incondicionalmente sin merecerlo. Amén.

miércoles, 13 de enero de 2016

ORACIÓN Y ACCIÓN



Ni sólo oración, ni tampoco acción. Ambas cosas, no sólo se complementan, sino que son necesarias. Si falta una de ellas, mentimos en relación al amor a Dios, porque no puedes amar a Dios, si no amas a los hombres. Y el amor a Dios contiene el amor a los hombres.

Todo lo hace el Espíritu de Dios, y necesitamos hablar con Él para, luego, saber cómo actuar y qué hacer. La luz y sabiduría nos viene del Espíritu Santo, que nos asiste y nos acompaña en nuestro obrar. De tal forma que, en nada podemos vanagloriarnos, porque la Gloria es y corresponde al Señor.

Sin el contacto con el Señor, la oración, nuestra acción queda a merced de nuestras debilidades, egoísmos y pecados. Y aquel, a quien le interesa nuestro fracaso y abandono, intentará desanimarnos, equivocarnos, confundirnos y alejarnos. Por lo tanto, consciente de nuestra humanidad débil y pecadora, actuemos siempre en sintonía con el Espíritu Santo, enviado a asistirnos y guiarnos, y en estrecha relación orante y personal, pero también comunitaria.

Jesús nos enseña a tener muy definidos estos tiempos de oración y trabajo. El uno nos conforta y nos da las fuerzas necesarias, también iluminándonos, para llevar a cabo los obras y trabajos con los que hablamos al Señor de nuestro amor prometido en la oración. Porque si no hay obras, la oración es falsa, hueca, sin verdad.

Pidamos al Espíritu de Dios que nos infunda la paciencia, la paz y la esperanza de permanecer en el Señor sin desesperar, pero perseverante en la oración y en las obras que nos tiene encomendadas. Pidamos esa luz y sabiduría de saber donde debemos estar y derramar toda la fuerza de nuestro amor. Porque se trata, no de estar donde yo quiero y me gusta, sino donde la Voz del Señor me indica y me quiere. Y para eso necesitamos estar en constante y pleno contacto con Él.

miércoles, 28 de octubre de 2015

APROVECHA EL TIEMPO




No es cuestión de perder la oportunidad de la cual te vas a arrepentir, no ahora, sino toda la eternidad. El tiempo hay que aprovecharlo, porque sólo tenemos esta vida para hacerlo. Y la vida se va enseguida, casi sin darnos cuenta.

Seguir a Jesús exige oración. Sin oración se nos haría imposible descubrirle y seguirle. La oración es el vehículo que Él nos ha dejado para estar constantemente en contacto. Sin la oración nada bueno se haría, porque todo lo bueno procede y viene de Dios.

Oramos para discernir y reflexionar sobre nuestras acciones. Elegir el camino y caminar por él se nos hace difícil y oscuro. Sin la Luz del Espíritu nos sería imposible avanzar con rectitud. Necesitamos pedirle que nos acompañe, para, guiados por su Mano, evitar errores o soportarlos pacientemente, sacando provecho de su experiencia.

Te pedimos, Señor, sabiduría para tomar las oportunas decisiones con buenas intenciones y mirando el bien de todos. Te pedimos, Señor, que nuestro diario actuar sea un esfuerzo de amor en procurar siempre que el prójimo sea bien tratado como me gustaría que me trataran a mí. Porque ese es el sentido de la misión que Tú nos has mandado:  "Amar como Tú nos amas".

Danos paciencia, fortaleza y capacidad de discernimiento para soportar todo aquello que no sea capaz de entender, y de aguardar, confiado en la Sabiduría de tu Espíritu, que me sea revelado según su Voluntad y si es para mi bien. Porque sólo Tú sabes que es bueno y que nos conviene. Y protégenos, Señor, de todos los males que nos acechan y buscan nuestra perdición. Amén.

jueves, 9 de enero de 2014

DESPIERTA SEÑOR EN MÍ LA NECESIDAD DE LA ORACIÓN



Sabemos que tenemos que orar, entre otras cosas porque solos no podemos hacer nada y necesitamos la acción del Espíritu Santo, pero nos cuesta descubrir esa necesidad de forma periódica y diaria. Porque sólo nos acordamos cuando truena santa Barbara. Esa es la experiencia de muchos de nosotros.

Por eso, hoy te quiero ,Señor, que siembre en mí corazón esa necesidad de hablar contigo, de vivir mi vida en constante sintonía contigo y tener espacios serenos y tranquilos para hablar, escucharte y contarte todas las necesidades que se presentan en mi vida.

No me es fácil, porque la vida me acelera y me tienta con sus prisas y obligaciones. Se hace necesario imponer un criterio claro de espacio inviolable y sagrado, donde nada, salvo el amor y la vida, puedan romper ese tiempo de oración y contacto contigo Señor.

Por eso, te suplico Señor, no permitas que este mundo me engulla y me pierda y sólo guarde para Ti momentos más de cumplimientos que de sereno y sosegado espacio de permanecer en tu presencia.

Y es que sólo, cuando la vida se lleva a la oración, la oración se hace vida. Dame esa Gracia, Señor.

viernes, 25 de octubre de 2013

DAME SABIDURÍA PARA DESCUBRIR EL CAMINO



Alardeamos de conocer el tiempo y de barruntar que va a llover o hacer viento. Presagiamos cuando la tormenta va a hacer acto de presencia, pero no somos capaces de interpretar los tiempos en que vivimos. Quizás no ponemos el empeño necesario para tratar de corregirlos o modificarlos.

No movemos un dedo en esforzarnos y preocuparnos por buscar salidas o encontrar soluciones que ayuden a resolver el problema importante y verdadero, tal es la meta de la vida. Porque poco importa que llueva o el viento sople mientras andamos por el camino. Lo verdaderamente importante es que al final del camino, en el atardecer de nuestra vida, lo que reluzca y brille sea el amor.

Ese es el tiempo que hoy nos debe de preocupar. ¿Dónde lo gastamos? ¿Y cómo lo gastamos? Esa debe de se nuestra prioridad.

Pidamos al Padre que nos de la sabiduría de interpretar el tiempo de nuestra vida. Hoy, cuando caminamos hacia ella, que sepamos discernir y buscar cómo conservarla para siempre.

domingo, 14 de abril de 2013

NO QUIERO PASAR EL TIEMPO...



Lo que importa no es el tiempo vivido, sino la intensidad con el que se vive, sobre todo injertado en Xto. Jesús. Nada importa, sino la entrega amorosa en correspondencia a tu Amor y por tu Amor, a los demás. Por lo tanto, hay prisa por vivir intensamente tu Amor, es lo prioritario, es nuestra carrera y nuestra máxima aspiración.

No importa la pesca en cuanto a la cantidad, sino la dedicación intensa a esa pesca y al trabajo de atraer ese pescado para su buen fin: "dar el alimento necesario para que el hombre viva en el gozo y la felicidad eterna en la presencia del Padre Dios".

Te entrego mi vida Señor para que la transformes y la hagas útil para tu singular pesca, tal es la de llevar a todos los hombres el Mensaje de Salvación: "La oferta amorosa de tu Padre Dios a todos los hombres del mundo de que sean felices y eternos en su Casa".

Danos la capacidad de que tu Amor sea el motor de nuestras vidas y la fuerza para que, cada día, tenga la vitalidad de empezar un nuevo amanecer renovado en tu Espíritu y en la disponibilidad de entregarme al servicio y amor a los demás. Amén.