Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 24 de marzo de 2018

ABIERTOS A TU GRACIA, SEÑOR

Resultado de imagen de Jn 11,45-56
El proceso de la fe es un camino que nunca termina mientras peregrinamos en este mundo. Siempre debe estar en marcha y creciendo, porque de pararse se muere. La fe es fe cuando está activa y crece, porque siempre está presenta la llama de la duda. El camino está lleno de trampas, de seducciones y tentaciones, y, quizás, una de las trampas mayores es pensar que con un ratito de plegarias, que en muchos casos nos salen de forma preceptiva, rutinaria y hasta medias forzadas, nos creemos santos y mejores que otros.

Todo se reduce a considerar que hemos cumplido y transformamos nuestra fe en un rosario de normas y cumplimientos. Y nada más lejos de la realidad, porque el Mensaje que nos trae el Señor no es una doctrina, ni unas leyes, ni unos mandatos. Es simplemente una buena Noticia, que nos da la Vida Eterna. Es algo que el hombre ya de por sí busca y por lo que lucha en su vida. Vivir en plenitud eternamente.

Por otro lado, hablamos, leemos o reflexiónamos tanto que no tenemos tiempo para escuchar. Sin darnos cuenta, empezando por este que escribe, convertimos nuestra fe en una tarea y en una serie de prácticas y trabajos que, terminados, hasta nos olvidamos de lo que somos y a donde vamos. El mundo tiene poder y nos desvía con facilidad.  Y, menos aún, le dejamos hablar. Todo lo hacemos nosotros y pedimos nosotros. ¿Es qué no nos hemos dado cuenta que no sabemos pedir?  Nuestras oraciones son monólogos, individuales y personales. Cada cuál pide según sus intereses, y apenas nos importa quienes están a nuestro lado.

¿Cómo puedo mirar a Dios si no me importas tú? ¿Acaso pienso  y creo que Dios me quiere y me pide que actúe así? ¿Para qué, entonces nos mandó amarnos? ¿Significa eso  algo importante para mí? Estar y orar con el Señor es algo muy serio. Lo más serio de nuestra vida y debe de ser ese el centro de ella. Mi relación con Jesús debe ser y coger toda mi vida. Él debe ser la referencia, el motor y la llama que enciende mi corazón y quema toda mi vida de verdadero y auténtico amor.

Pero, al mismo tiempo, debe ser la brújula que lo orienta y lo dirige. Y eso exige mucho tiempo en comunión con Él. Mucho tiempo de silencio y de escucha. Danos, Señor, ese tiempo importante, necesario y suficiente para, entregado a tu contemplación y adoración, saber escucharte, entenderte y llevar a cabo lo que quieres decirme y que haga. Amén.

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