Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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miércoles, 24 de marzo de 2021

NO SE TRATA DE CONOCER LA VERDAD, SINO DE VIVIRLA

 

Nos pregunta si realmente creemos en Dios. Y mucha gente afirma que si, pero, ¿nos preguntamos quien es ese Dios en el que decimos creer? Porque, suele suceder que muchos creen, pero no se nota esa fe ni se ve traducida en obras en la realidad de la vida de cada día. Es una fe de palabra que no se corresponde con la realidad. Algo así sucede en el Evangelio de hoy, dicen ser hijos de Abrahan, pero luego hacen según sus tradiciones mostrándose indiferentes a la Palabra que proclama Jesús, el Hijo de Dios.

Y es también lo que sucede en los tiempos que vivimos. Hablamos de fe, de creencias, de libertad y de todo lo que se nos interpela, pero, ¿realmente nuestra vida es coherente con eso que decimos? No se nota, y la prueba es que hay muchas leyes que se aprueban contrarias a la verdad. El aborto y la eutanasia, ¿dónde están los cristianos, que han dado ese poder legislativo a esos que ahora las aprueban?  Porque, cuando has dejado de emitir tu voto, o se los has dado a esos partidos que aprueban esas leyes, nos hacemos cómplice de sus actos.

Pidamos perdón y abrámonos a la misericordia de Dios reconociendo nuestros pecados y nuestras esclavitudes. Porque, el pecado nos esclaviza y nos quita nuestra libertad de decidir en verdad y justicia. Jesús es nuestro Camino, también nuestra Verdad y nuestra Vida. Creamos en su Palabra y sigamos sus pasos en la escucha y acción - asistidos por el Espíritu Santo -  Señor y dador de Vida.

sábado, 22 de julio de 2017

RENDIDOS A TU PALABRA

Tú, Señor, eres nuestra esperanza y nuestra vida. Sin Ti, Señor, ¿a dónde vamos? Sin Ti, la vida no es vida, porque Tú nos has enseñado a vivir en la verdad y el amor. Y, es ahí, en el amor donde se esconde esa felicidad y gozo que buscamos. Tú, Señor, no puedes morir, porque con tu muerte se acabaría mi vida y mis esperanzas.

En Ti, Señor, deposito toda mi confianza y espero, según tu Palabra, la Vida Eterna. Una vida que se me devolverá en la resurrección, tal y como Tú, mi Señor, has Resucitado. Y como, María Magdalena, a anunciado a los apóstoles. Ella fue la primera en experimentar y ver tu Resurrección, y la primera en anunciarla a los apóstoles. Y en ese anuncio descubrimos esa Verdad escondida dentro  y en lo más profundo de nuestros corazones.

Gracias, Señor, porque has ofrecido voluntariamente tu Vida, para que la mía también fuera salvada, eterna y dichosa. Gracias, Señor, porque has dejado tu huella en los labios de María Magdalena, para que anunciando tu Resurrección a los apóstoles, nos la dio a conocer a nosotros también. 

Danos, Señor, también a nosotros, la sabiduría y la fe de proclamarla con la misma convicción y entrega. Ayúdanos, Señor, a dejarnos de tantas ataduras que nos impiden verte y adorarte, y, sobre todo, anunciarte con nuestro testimonio de vida y de palabra. Aumenta nuestra fe y nuestra experiencia de tu presencia, y fortalece nuestra voluntad y convicción para, con nuestro testimonio, derramar el anuncio de tu Resurrección, roca y fundamento de nuestra fe. Amén.

domingo, 6 de noviembre de 2016

NACIDOS PARA VIVIR

No se entiende ser creado para cuatro días. Porque, primero somos criaturas creadas por amor; segundo, semejantes al Creador. Y tercero cuando se ama, se ama para siempre. Y ese amor nos da la Vida Eterna. No se entendería, pues, nacer para morir. Incluso lo disparatado que resulta morir antes de ver la luz del sol. Y me refiero a aquellos, seres humanos vivos, que mueren dentro del seno de sus propias madres.

No se entiende tanto amor por la vida para luego quitarla un poco más tarde. Nuestra razón nos habla y nos dice otra cosa, porque admitir eso sería admitir lo absurdo y disparatado. El sentido común nos descubre que la vida ha sido creada para la eternidad. Sin embargo, lo que ocurre es que tiene primero que recorrer un camino no exento de sacrificio y renuncias que le preparan para alcanzar esa vida eterna. Un camino donde el amor es la clave. Un amor que exige morir a las coOracisas engañosas y falsas de este mundo, para darse en servicio, por amor, a todos los hombres.

Dependerá de nosotros que esa vida futura sea vida plena de gozo y felicidad. Es una decisión que nos toca decidir a cada uno de nosotros. Somos libres y en base a esa libertad elegiremos un camino u otro. Se trata de poner nuestra voluntad al servicio del amor y de, en ese esfuerzo, ganarnos la Vida Eterna. La decisión es, pues tuya o mía. Cada cual decidirá. 

Para eso hemos sido creados libre y podemos poner nuestra voluntad en esto o en lo otro. Se trata de elegir este u otro camino. Y de esto se trata, de avivar nuestra astucia y pedirle al Señor que nos abra los ojos, destupa los oídos y prenda nuestro corazón de verdadero amor para fortalecida nuestra voluntad ponerla al servicio de su Palabra y Voluntad.

Sí, Señor, creemos en la Resurrección y que tu Hijo Jesús nos prepara una mansión para que a su vuelta nos conduzca a vivir en ella. No sabemos cómo será ni lo que encontraremos, pero, eso sí, será lo mejor que podamos encontrar y la plena felicidad eterna. Porque Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna. Amén.

martes, 27 de septiembre de 2016

SEÑOR, LO QUE TÚ DIGAS



Lo inmediato es protestar, o buscar defectos y fallos. Lo inmediato es rebelarnos y contradecir tus planes, Señor. Sobre todo si no son de nuestros gustos y nos incomodan. Aquellos samaritanos no te acogieron porque ibas camino de Jerusalén, y, quizás, nosotros dejamos también de acogerte porque nos resulta difícil seguirte y aceptar a los que caminan juntos a mí.

Danos, Señor, la docilidad de obedecerte y de confiar en lo que Tú digas. Dame, Señor, la humildad, como tu Madre María, para guardar las cosas que no entiendo y esperar con paciencia a que Tú las alumbre con tu Espíritu. Danos, Señor, la paciencia de saber esperar y aguardar a que llegue nuestra hora sin dejar de estar ni un momento en tu presencia.

Danos, Señor, la sabiduría de abrir las puertas de nuestros corazones y dejar que Tú entres en ellos y los transformes en corazones de carne, suaves y tierno a la misericordia y al perdón. Límpianos, Señor, de toda venganza y deseos de imponer nuestras voluntades por la fuerza. Y, enséñanos a comprender, perdonar y a amar con misericordia.

Danos las fuerzas de subir contigo a Jerusalén, a esa Jerusalén que es nuestra propia vida y compartirla contigo, ofreciéndotela y poniéndola en tus Manos para que Tú la fortalezca y la impulses a morir por amor y servicio a los demás. Danos, Señor, la luz y la voluntad que necesitamos para cumplir y vivir en tus mandatos sin desesperar ni apurarnos por nuestros fracasos y limitaciones. Que siempre los veamos como ocasiones y oportunidades que nos sirvan para crecer y preparar el momento de nuestra hora.

Te pedimos, Señor, que nos alumbre en los momentos difíciles y oscuros de nuestra propia subida, para que sepamos, como Tú, continuar la marcha sin titubeos y con firmeza, a pesar de que no encontremos la acogida que necesitamos y esperamos. Amén.

jueves, 21 de julio de 2016

LA SUERTE DE CONOCER TU PALABRA



No es para menos el tomar conciencia de la gran suerte y la dicha de sabernos nacidos en el tiempo donde se ha dado a conocer los misterios del Reino de los cielos. Sí, porque los anteriores a Jesús no pudieron ni ver ni oír su Palabra y sus obras. Sin embargo, a nosotros se nos ha dado esa oportunidad.

Te damos gracias, Señor, por esta suerte, pero te pedimos que no tengamos nuestros oídos cerrados, ni nuestros ojos vendados. Que los abramos y estemos atentos a tu Palabra y a tus signos. Porque Tú nos dice que: "a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará". Y es que está claro, porque quienes no escuchan tu Palabra, perderán todo lo que tienen en este mundo y la vida para la eternidad. Sin embargo, los que la escuchan y la conservan, no sólo conservaran la vida que tienen, sino que la tendrán para toda la eternidad en tu presencia.

Queremos, Señor, vivir en tu Palabra, y te suplicamos que nos des la sabiduría de permanecer en ella, acogerla y vivirla, para que transforme nuestras vidas y aumente nuestra fe. Sostennos despiertos y atentos a la acción del Espíritu Santo, para ser dócil a su Palabra y nos dejemos llevar por sus impulsos, y buscar siempre gustad siempre del bien y gozar con tu consuelo.

Gracias, Señor, por conocerte y por tu Iglesia, que nos ayuda a perseverar y a recordarnos el camino de salvación para que, distraídos por las tareas y tentaciones de este mundo, no perdamos el rumbo ni el norte de tu Palabra y tu Misericordia. Ayúdanos a esforzarnos en ser perfectos, a perdonar, a atesorar valores para el Reino de los cielos, a no juzgar y a buscar y desear el bien, que deseo para mí, también para todos los demás. Amén.

domingo, 28 de junio de 2015

SIN LUGAR A DUDA

¿Qué puedes decir ante este hecho?


Se trata de creer o no. No me cansaré de repetirlo, porque la resurrección de la hija de Jairo y la curación de la mujer con flujos de sangre son hechos históricos y no pamplinas. Y ante estas evidencias decidimos creer las que nos interesa y desechar las que no. Es cuestión de creer o no. Eso no significa que respetemos las creencias de todos.

Pensamos que muchos nos autoengañamos y hacemos demagogia de la verdad. Con esto no queremos hacer proselitismo, porque Jesús no lo hizo ni propuso hacerlo. Jesús propone, y nosotros en Él, también proponemos su Mensaje. Ocurre que todo hombre de buena voluntad y buen gusto busca su felicidad, pero quizás la busca por caminos equivocados. La riqueza, el poder, la fama, el placer, la buena vida egoísta y otras son caminos que ya el hombre ha experimentado y continua experimentando.

En base a esa experiencia nos atrevemos a compartir que esos caminos son caminos equivocados. Porque sus resultados no son satisfactorios sino todo lo contrario. Dejan una estela de vacío, de insatisfecho, de remordimientos y perdición. El hombre descubre que cuando más feliz se ha sentido es cuando se ha dado gratuitamente al bien del otro.

Cuando se deja la piel, olvidándose de sí mismo por aliviar al otro, experimenta un gozo inexplicable que perdura y le hace feliz. Entonces descubre que es en el amor donde se encuentra la verdadera y eterna felicidad. Pero un amor de entrega, de renuncia, de olvidarme de mí para darme y entregarme por amor en servicio a los demás.

Se necesita ser humilde, porque ante este hecho no hay palabras. ¿Qué dirías de estar tu presente, o afuera esperando ver salir a la niña por sus propios pies? ¿Hubieses creído en Jesús? Pues piensa que quienes allí estuvieron te lo han transmitido.

Pidamos la Gracia de la fe. La fe que tuvo aquel jefe de la sinagoga, Jairo, y la mujer que padecía flujos de sangre, para que, admirados y postrados ante el Señor, tengamos la fuerza y la confianza de vivir y proclamar su Voluntad. Amén.

martes, 16 de septiembre de 2014

¡GRACIAS SEÑOR POR LA VIDA!



Posiblemente no valoramos la vida sino cuando la tenemos en peligro. Posiblemente la exigimos como un derecho que nos pertenece, sin pensar que la hemos recibido de Dios, y que la perderemos, al menos en este mundo, para, compartiéndola con Xto. Jesús, ganarla para la eternidad.

Todos nuestros esfuerzos van dirigidos a prolongar la vida. Y no hay mayor susto y disgusto que cuando nuestra vida está en peligro, ya sea por enfermedad, por circunstancias de riesgos o enfrentamientos. Siempre hay esperanzas, acostumbramos a decir, menos para la muerte. Y es que perdida la muerte se acaba todo.

Sin embargo, para el creyente la vida de este mundo no tiene la última palabra. Sin escatimarla ni despreciarla, ni tampoco serle indiferente, la vida terrenal es un camino para alcanzar la Vida Eterna. La Vida gozosa y feliz vivida en plenitud. Teniendo esa perspectiva y esa promesa, no de un cualquiera, sino por Aquel que tiene autoridad y poder para cumplirlo, los creyentes en Jesús de Nazaret, Señor de la Vida y la Muerte, caminamos esperanzado llenos de gozo y felicidad.

Y hoy es uno de esos días que la Palabra del Señor nos habla de la Resurrección. Jesús nos manifiesta su Poder sobre la muerte, y en ese hijo único de la viuda de Naín, compadecido de su dolor y llanto, nos revela el horizonte que nos espera a aquellos que le siguen y creen en su Palabra. 

Gracias Señor Jesús, el Hijo de Dios Vivo, que has venido al mundo a salvarnos del pecado y a darnos Vida Eterna, Vida abundante bañada en gozo y felicidad. Gracias por tu Cruz, Señor, en la que has dado tu Vida para devolvernos la nuestra muerta por el pecado. 


lunes, 11 de agosto de 2014

TAMBIÉN HOY LO HACES CONMIGO, SEÑOR



No es historia ni vivencias ya acontecidas, son hechos y vivencias que hoy se pueden repetir si pones y abres tu corazón a la Voz del Señor. Él, Jesús, pasea con nosotros hoy también, y nos habla y nos cuenta lo que sufrió por cada uno de nosotros. Y se interesa por nuestras necesidades y se preocupa cuando los problemas nos acucian y nos ponen entre la espada y la pared. Prefiere predicar con el ejemplo cumpliendo antes de dar escándalo.

Puede ocurrir que le dejemos hablar solo y no pongamos atención a lo que Él nos dice. Así los problemas podrán con nosotros, porque sin Él todo será imposible de superar. También nos recuerda y actualiza su Pasión y la quiere compartir con nosotros. Nuestra vida, nuestros problemas, nuestras angustias, nuestras persecuciones, nuestros sufrimientos y muertes, nuestros rechazos por confesarle son nuestras pequeñas cruces que ponemos en sus Manos y compartimos con Él.

Pero todo se llena de esperanza porque sabemos, como Él nos lo dijo y lo cumplió, que resucitaremos en Él para su Gloria y por su Misericordia y Amor. Todo se viste de hermosura, de esperanza y de alegría porque esta vida no es sino un puente que nos lleva a la otra, a la que Jesús nos prepara junto a su Padre Bueno del Cielo. Por eso, Señor, queremos estar contigo, pasear contigo, hablar contigo y compartir contigo toda nuestra vida.

Cada día renovaremos la esperanza de vivir los acontecimientos de nuestra vida junto a Ti, y en Ti, y gozaremos de tu presencia en la celebración Eucarística donde Tú te haces presente y compartes con nosotros nuestra vida. Amén.

martes, 13 de mayo de 2014

¿SOY YO LO SUFICIENTEMENTE HUMILDE PARA DEJAR ENTRAR LA FE EN MI CORAZÓN?



En muchos momentos de nuestra vida debemos preguntarnos qué pasa con nuestra fe, porque confesamos tener fe, y lo hacemos los domingos en la celebración Eucarística, pero luego nuestra vida no refleja, al menos claramente, ese testimonio y coherencia de vida en nuestro vivir diario. Porque una fe que no se note deja muchas dudas de ser fe.

La fe demanda obras porque son las obras las que hablan de nuestra fe. Una fe sin obras es una fe muerta, y sólo las obras dan testimonio de que nuestra fe está viva y actúa. La palabra al confesar la fe necesita que las obras la descubran. Por eso no se entiende que se hable en la propia Iglesia de más de diez millones de católicos que asisten a misa los domingos; 292.000 personas son bautizados cada año; reciben la primera comunión cerca de 251.000; son confirmados más de 109.000; contraen matrimonio canónico más de 67.000 parejas y se da el culto de exequias a 386.000 fallecidos.

Pero, ¿y cómo se aprueba el aborto? ¿Dónde están el voto de esos más de 10.000.000 millones de católicos? En estos casos las obras no parecen reflejar que la fe sea realmente fe sino que se queda en palabras pero no abaja a los hechos.

Te pedimos Señor que seamos coherente con nuestra fe y que vivamos según tu Palabra, obedientes a la acción del Espíritu que nos asiste, nos fortalece, nos aconseja, nos enciende nuestra inteligencia y nos capacita para dar testimonio de la fe que tenemos en Jesús, el Hijo de Dios Vivo.


martes, 22 de abril de 2014

CONFIESO QUE CREO, PERO ES DÉBIL MI FE



Señor, a pesar de confesar mi fe y creer en Ti, mi fe se tambalea y se confunde entre lo real y lo imaginario. No sé exactamente distinguir la fe de la realidad. Hay titubeos e incertidumbre en mi fe, y experimento que sólo Tú, Señor, puedes infundirla en mi corazón y aumentarla. 

Sí estoy seguro que hubiese ido al sepulcro a verte, movido por mi curiosidad y mi fe en Ti de que algo tendría que ocurrir. No me imagino verte vencido por la muerte. Tú, que habías multiplicado los panes y los peces; Tú que habías resucitado al hijo de la viuda de Naín, al hijo de Jairo y a tu amigo Lázaro. Tú, Señor, que abriste los ojos del ciego Bartomeo y sanaste a enfermos y paralíticos. 

Sí, Señor, hubiese ido porque esperaba, aunque no te entendiera, algo de Ti. Eso me dice mi corazón hoy a tantos años de distancia, y eso afirma mi fe y me fortalece. Sí, Señor, a pesar de mis dudas y de mis pecados, creo en Ti Señor y espero cada día tu Resurrección en mi corazón.

Muéveme Señor a crecer en fe en Ti y a esforzarme cada día en vivir tu estilo de vida. Dame fuerza y valentía para que mis palabras tengan eco en mi vida y den testimonio de Ti. Amén.