Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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lunes, 13 de diciembre de 2021

ABRE, SEÑOR, NUESTROS OJOS A LA VERDAD

 

Conocemos y sabemos que la tarea no es fácil, ni tampoco suave. Es difícil, dura y molesta a todos aquellos que, queriendo revestir la verdad del interés que a ellos le conviene, la disfrazan de la mentira que en cada momento ven oportuno hacerlo. Lo importante – para ellos – es conseguir imponer sus ideas y revertir todo a sus intereses. Eso pasó en tiempo de Jesús y continúa pasando hoy. Revierten la verdad de la historia en la mentira que a ellos le convienen borrando lo que realmente ha sucedido y revistiéndola de lo que ellos quieren que haya sucedido. Tratan de ordenar el mundo, en su mundo, como si de ellos hubiese salido. 

Una locura disparatada que no les deja ver la realidad ni de la que son capaces de entender, pero, como si de una fuerza maligna se tratara, son arrastrados a la perdición. Y mientras esa resistencia a la Verdad no se destruya limpiando sus corazones, la verdad no podrá iluminar sus corazones. Es necesario aceptar y reconocer que el amor es el arma que puede vencer al mal y al egoísmo y que el camino para encontrarlo es ese bautismo de conversión que inicia Juan el Bautista y que prepara para cuando llegue Jesús con el Bautismo de Espíritu Santo y fuego. Un bautismo que nos salva y libera nuestro corazón de la mancha del pecado.

Pidamos al Señor que nos dé la luz y la Gracia de entender y reconocer nuestra propia miseria y pequeñez, y que, abriendo nuestros corazones, seamos capaces de ponernos en manos del Espíritu Santo para que nos dirija por el verdadero Camino que nos lleva a la Verdad y al Vida Eterna. Amén.

jueves, 24 de junio de 2021

¿ESTOY TAMBIÉN YO LLAMADO A SER PRECURSOR?

 

Desde la hora de tu bautismo, el Espíritu Santo ha descendido sobre ti para que, asistido y auxiliado por Él, te constituyas en signo, palabra, vida y anuncio de la Gloria de Dios y del anuncio de su venida a este mundo para, con su Pasión y muerte en la Cruz, dando la vida por todos nosotros, rescatarnos de la esclavitud del pecado y ganar - gratuitamente - para nosotros la Vida Eterna.

No hay mayor gloria, aunque, su recorrido y vivencia cuesta dolor y sangre, pero - y lo sabemos - el resultado final es la Resurrección y gloria en gozo y plenitud eterno. Realmente, cuesta dolor y sangre, pero vale la pena, porque es lo que todos buscamos desesperadamente. Y ese recorrido se convierte en nuestro anhelado desierto. Para Juan fue uno especial de acuerdo con su tiempo y su momento. Para nosotros, será donde Dios nos haya colocado, llámese parroquia, familia, trabajo, ambiente social, misiones, pueblo rural, ciudad urbana, o cualquier otro sitio que haga presente la cruz de tu vida.

Posiblemente haya muchas clases de desiertos y, la pregunta será descubrir cuál es el tuyo propio. Corresponderá a cada uno descubrirlo. Cada cual es precursor de su tiempo y de su situación. Lo verdaderamente importante es ser precursor del anuncio de la venida de Jesús, el Hijo de Dios. Y es que el mundo urbano, donde posiblemente tu vida tenga su camino y desarrollo, también necesita de precursores que anuncien que Jesús, el Hijo de Dios, ha venido a este mundo a anunciarnos y descubrirnos el Amor de su Padre y la salvación Eterna.

Pidamos con verdaderos deseos anunciar y preparar el camino a muchas personas desorientadas que no conocen a Jesús y que, incluso bautizadas, no dejan que el Espíritu Santo les dirija y asista en el conocimiento del Señor. Amén.

domingo, 30 de mayo de 2021

¡SACAME, SEÑOR, DE LA OSCURIDAD A LA QUE ME SOMETE ESTE MUNDO!

 

Queramos o no, el mundo nos aplasta y nos esclaviza. Nuestro corazón está herido por el pecado y nuestras pasiones nos atraen y nos debilitan esclavizándonos y sometiéndonos a los caprichos y seducciones del mundo. Un mundo sometido por quien es su príncipe, el demonio, y que lo maneja a su antojo amenazándonos y sometiéndonos, sobre todo si prescindimos del Espíritu Santo.

Sin la asistencia y el auxilio del Espíritu Santo quedamos a merced del poder del demonio. Eso significa que quedaremos sumidos en el vacío y la perdición eterna. Por eso, Señor, hoy aprovechamos este rincón de oración para pedirte la Gracia de poder resistirnos, fortalecernos y superar todas las amenazas y tentaciones que tratan de alejarnos de Ti.

Señor, sabemos y conocemos nuestras debilidades y nos confesamos frágiles a esas tentaciones y seducciones mundanas. Por eso, acudimos a Ti en la confianza de ser escuchado y atendido. Eres nuestro Padre y en Ti confiamos. Gracias, Señor, por quedarte a nuestro lado y por el Espíritu Santo que recibido en nuestro bautismo, nos fortalece y auxilia en nuestra lucha de cada día contra las tentaciones del demonio. Amén.

domingo, 23 de mayo de 2021

INUNDA NUESTROS CORAZONES DE TU ESPÍRITU, SEÑOR.

 

Desde la hora de mi bautismo he recibido la visita del Espíritu Santo. Un Espíritu Santo que ha descendido sobre mí para quedarse conmigo y acompañarme en el recorrido de mi andadura por este mundo. 

Porque, como ya nos ha dicho Jesús, desde el momento de nuestro bautismo, no pertenecemos a este mundo, aunque vivimos en él y es el medio para, por y con amor, llegar al otro, al que nos tiene guardado nuestro Padre Dios.

Por tanto, la importancia del bautismo es vital, porque, a partir de ese momento entra el Espíritu Santo en nuestros corazones para, con nuestro permiso, acompañarnos, orientarnos, auxiliarnos y guiarnos hacia el Señor, que será para nosotros Camino, Verdad y Vida.

Por eso, hoy desde este humilde rincón de oración, le pedimos al Espíritu Santo que nos auxilie, que nos asista y nos lleve siempre por el Camino, Verdad y Vida que nos marca el Señor Jesús. Es una gran alegría, como experimentaron los apóstoles al encontrarse con Jesús, el recibir el Espíritu Santo. En Él, con Él y por Él superaremos todas las dificultades y tentaciones que nos sale al paso y perseveraremos en la presencia del Señor hasta llegar, al fin de los tiempos, a esas moradas que nos ha preparado. Amén.

lunes, 12 de abril de 2021

DE UN CORAZÓN ENDURECIDO A UN CORAZÓN SUAVE, PACIENTE Y BONDADOSO

 

Convertirse significa transformar mi corazón de endurecido y egoísta a un corazón suave, paciente, humilde y bueno. Se trata de darle la vuelta y cambiarlo. Es decir, nacer de nuevo. Y eso es totalmente imposible para cualquier persona. En su tiempo, Nicodemo, que era un jefe judío y maestro de la ley, no lo entendió, y, nosotros lo entendemos porque se nos ha explicado. Y, por consiguiente, se nos ha bautizado.

Es eso, lo referente al bautismo, lo que Jesús le explica y le dice a Nicodemo. Necesitamos bautizarnos para recibir el Espíritu Santo y esa agua que nos purifica y nos limpia de pecados. Solo así podemos iniciar una vida nueva desde ese nacimiento nuevo de agua y Espíritu Santo. Y, por eso, nos atrevemos a pedir desde este humilde rincón de oración, la Gracia de ser fiel a nuestro compromiso bautismal y abrir nuestro corazón al Espíritu que hemos recibido para, desde nuestra humilde aportación y libertad, gracias también del Espíritu Santo, dejarnos conducir fieles a su Voluntad.

¡Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Espíritu de tu Amor! ¡Envíanos, Señor, tu Espíritu y nuestros corazones serán de nuevo creados! Amén.

viernes, 4 de septiembre de 2020

¡ SEÑOR, ALIMENTA MI ESPERA!

Pin en FRASES BIBLICAS
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

En Ti, Señor, están puestas todas mis esperanzas. 
He tenido la dicha de tenerte siempre conmigo desde la maravillosa hora en que mis padres de este mundo accedieron a llevarme ante Ti en mi bautismo. ¡Qué hermoso y gran regalo! ¡Nada se puede comparar! Gracias, Señor porque tu  Mano ha estado siempre guiandome y yo, por tu Gracia, he abierto mi corazón a tu Palabra.

Desde esa hermosa y maravillosa hora, mi vida ha quedado adherida a Ti de forma especial. Tú, desde la hora de mi primer banquete - mi primera comunión -  has sido mi alimento y fortaleza y, sobre todo, mi esperanza. Gracias, Señor, por estar presente en cada momento de mi vida y por darme las fuerzas para celebrar la fraternidad nacida del compartir el Banquete del Amor Misericordioso ofrecido para todos los hombres.

Por todo ello, te pido, Señor, la Gracia de saber percibir tu presencia y discernir el verdadero ayuno de experimentar tu compañia.y fortalecer el ausentar mi boca de palabras hirientes y transmitir frases de cariño y buenas intenciones. Ayunar de descontento y llenar de gratitud; ayunar de enojos y ser más paciente; ayunar de pesimismo y llenar de esperanza; ayunar de preocupaciones y confiar más en Dios; ayunar de quejarme y mejor asombrarme de las cosas sencillas de la vida;  ayunar de las presiones, llenar de oración; ayunar de juzgar a otros y descubrir al Jesús que vive en ellos; ayunar de tristezas y amarguras para alegrar el corazón; ayunar de egoísmos y tener compasión por los demás; ayunar de falta de perdón y reconciliarme; ayunar de palabras para llenar de silencio y escuchar a los otros. 

Dame, Señor, esa Gracia de ir configurando mi vida y despojándola de todo aquello que la contamina, la intoxica y la pierde desoriéntandola y alejándola de tu presencia. Amén.

lunes, 13 de enero de 2020

ANUNCIAR LA BUENA NOTICIA

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Desde la hora de mi bautismo, Señor, me he comprometido a anunciar la Noticia de que, por el Amor de tu Padre y los méritos, también por Amor, de tu Pasión y Muerte, hemos sido rescatados de la muerte y la esclavitud de nuestros pecado. Pero, al mismo tiempo me doy cuenta de mi pobreza y de mi imposibilidad de corresponder a ese compromiso bautismal sin la asistencia del Espíritu Santo, que precisamente he recibido en el bautismo para poder cumplirla.

Por eso, Señor, queriendo seguirte y responder a ese compromiso bautismal que he recibido de niño y que ahora, adulto, quiero cumplir, te pido, siguiendo tu promesa de que pidamos, la Gracia que me ayude a proclamar y anunciar la Buena Noticia de Salvación. Y cuando digo esto, Señor, quiero referirme a que, no sólo me des la sabiduría de poder proclamarla, sino también la fortaleza de dar ejemplo con mi obras, con mi renuncia a todo aquello que sea buscarme y pensar en mis intereses.

Quiero, Señor, vivir a tu estilo y buscar siempre el bien de los demás, incluso cuando me vaya en ello perder o renunciar a mí mismo. Y te lo pido, Señor, porque sé que yo no podré hacerlo por mí mismo sino con la ayuda de tu Espíritu. Y ahí, Señor, ponto toda mi confianza y esperanza y seguiré esforzándome en perseverar y entregarme a tu Amor confiado en que de Ti recibiré la Gracia de sostenerme en tu presencia y vencer las dificultades que el mundo me presenta. Amén.

jueves, 2 de enero de 2020

PREPARARNOS PARA EL MOMENTO DE LA VERDAD

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Juan el Bautista dedicó su vida a anunciarnos el momento de la llegada del Reino de Dios. Nos puso en guardia ante la presencia inminente del que tenía que llegar, pues estaba profetizado en las Escrituras. Y él nos advertía de que ya estaba entre nosotros. ¿Hay Noticia más importante?

Porque, todas las demás son noticias efímeras, caducas y que pasan por nuestra vida como el viento. Van y vienen y siempre nos dejan igual. Esta Noticia es única, diferente porque nos habla de Vida, de Vida Eterna y de Felicidad Plena.

«Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros está uno a quien no conocéis, que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle la correa de su sandalia». Juan nos habla de Alguien a quien no conocemos y nos prepara para conocerle. Por tanto, urge conocerle, pero, ¿y cómo? Juan nos lo señala y nos dice que viene detrás de él y a quien, él, nos es digno de desatarle la correa de su sandalia. Por tanto, no se trata de un cualquiera sino de Alguien grande, el más Grande, que tiene poder para bautizarnos con Espíritu Santo y con fuego y perdonarnos todos los pecados - Mt 3, 11 -.

Necesitamos estar preparados y eso nos exige, no prepararnos para un momento puntual o determinado, sino para toda nuestra vida, para que cuando llegue el momento clave de nuestra existencia estar debidamente preparado y abiertos a la Misericordia de Dios. Por eso, Señor, te pedimos que nos des la fortaleza y la perseverancia necesaria para estar todo el tiempo de nuestra vida con la lámpara encendida y suficiente aceite - Mt 25, 1-13 - en nuestra alcuza para estar vigilantes y preparados para tu venida. Amén.

martes, 17 de diciembre de 2019

INCORPORADOS A TU PUEBLO, SEÑOR, POR EL BAUTISMO

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También yo, Señor, y tú, que quizás leas esta humilde reflexión, estamos incorporados a Cristo Jesús por medio del sacramente del Bautismo. Por tanto, de alguna forma podemos decir que formamos parte de esa genealogía de Jesús al quedar incorporados a él por el sacramento Bautismal.

Gracias, Señor, por este Infinita Gracia que no merecemos y, reconociéndonos indignos de recibirla te pedimos que nos des la fortaleza para cumplirla y darle respuesta en el recorrido de nuestra vida. Danos, te lo pedimos, Señor, el don de la fe para perseverar con esperanza en tu Palabra dando respuesta a ella en y con mi vida.

Haz, Señor, que mi pobre vida, sometida por el pecado, sea liberada por tu Gracia y coherente con mi vida, de tal forma que mi palabra se corresponda con ella. ¡Señor, en ti confío y en tus Manos abandono toda mi vida. Amén.

lunes, 21 de octubre de 2019

Oración propuesta por el Papa Francisco, para el Mes Misionero Extraordinario

Estamos en el mes misionero, y todos nosotros, bautizados, hemos recibido el don del Espíritu Santo para, a través de nuestra vida proclamar que Jesús, el Hijo de Dios, Vive y nos ha traido la Buena Noticia de Salvación.Y lo haces en la medida que tratas de vivir tu compromiso bautismal, que te hace partícipe del sacerdocio de Cristo, de don de ser profeta para hablar de Él y del don de ser Rey, para servir como Él nos ha servido.

"DAR LA PAZ ESTÁ EN EL CENTRO DE LA MISIÓN DE LOS DISCÍPULOS DE CRISTO" Papa Francisco




PADRE NUESTRO


Tu Hijo Unigénito Jesucristo
resucitado de entre los muertos
encomendó a sus discípulos el mandato de
“id y haced discípulos a todas las gentes”;

Tú nos recuerdas que a través de nuestro
Bautismo somos partícipes de la misión de la Iglesia.

Por los dones de tu Santo Espíritu, concédenos la
Gracia de ser testigos del Evangelio,
valientes y tenaces,
para que la misión encomendada a la
Iglesia, que aún está lejos de ser completada,
pueda encontrar manifestaciones nuevas y
eficaces que traigan vida y luz al mundo.
Ayúdanos a hacer que todos los
pueblos puedan experimentar el
amor salvífico y la misericordia de Jesucristo,
Él que es Dios y vive y reina contigo,
en la unidad del Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.

Amén

viernes, 11 de octubre de 2019

LÍMPIANOS, SEÑOR, DE TODO MAL

Imagen relacionadaHOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


No estamos en un mundo bueno ni tampoco creyente. Hay muchas dudas y buscamos milagros que nos convenzan, que siempre, dicho sea de paso, no nos dejaran convencido del todo. La fe será siempre la cabalgadura que nos lleve por el camino que nos señala el Señor. Nada nos convencerá ni nos hará ver claro, pues eso desplazaría la necesidad de la fe. Y la fe es necesaria hasta que llegue la hora de estar en la presencia del Señor. Entonces sólo quedará la caridad - 1ª Co 13 - el amor, porque tanto la fe como la esperanza habrán llegado al final de su camino.

El pecado habita en este mundo y  nos ha contagiado. Pero, por la Gracia y Misericordia de Dios hemos sido purificados y lavados por el Espíritu Santo en la hora de nuestro bautismo. Sin embargo, en nuestra andadura por este mundo experimentamos las amenazas y peligros de volver a quedarnos manchados. Nuestra debilidad es grande y el Maligno, sabedor de ello, nos tienta y nos seduce aprovechando nuestras debilidades, pasiones y apetencias.

Te damos gracias, Señor, por habernos dejado la puerta del bautismo, por el que somos auxiliados y asistidos por el Espíritu Santo, pero, sobre todo, Señor, por ese Sacramento de la reconciliación que, por tu Gracia, recibimos la Infinita Misericordia que nos devuelve a la Vida de la Gracia y nos descontamina de todo pecado que infecta nuestra vida y la pierde.

Gracias, Señor, por ese hermoso regalo, y aprovecho para pedirte que nos auxilies y pongas en mi camino la ocasión y el medio para que, por la Gracia del Espíritu Santo y el poder conferido por Ti, Señor, limpie mi alma de todo pecado. En esa esperanza nos apoyamos, Señor, confiado en tu Palabra y en tu Amor Misericordioso. Danos también la paciencia necesaria para sostenernos firmes sobre la Roca de tu Palabra y de tu Amor, y aumenta y sostén nuestra fe firme y confiada en tu presencia con nuestra firme y segura respuesta a tu Palabra. Amén.

jueves, 10 de enero de 2019

CAMINANDO EN Y CON EL ESPÍRITU SANTO

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No se puede ir sin el Espíritu Santo. Él es el paráclito que nos defiende, que nos asesora, que nos auxilia y nos fortalece. Por eso, lo recibimos en nuestro bautismo y desde ese momento camina con nosotros. Claro, hay una condición, no se impone ni se exige. Es una decisión libre que tú y yo tenemos que desear y querer y abrirles las puertas de nuestros corazones.

Tremendo error los que lo ignoran, bien sea por desconocimiento o ignorancia. De ahí la necesidad de acercarnos y formarnos. Y la mejor formación es la escucha de la Palabra cada día. Bien, leyéndola o escuchándola en las homilías de las Eucaristías. La reflexión diaria es sumamente necesaria para formarnos y guiarnos orientándonos en el camino a seguir. Pero, no porque la escuchemos o leamos de alguien en particular, bien o medianamente formado, sino porque lo hacemos desde la confianza, la petición y la fe en el Espíritu Santo. A Él nos encomendamos y en sus Manos nos ponemos.

Cada mañana, es vital llamarlo y abrirnos a su acción. Nos lo ha recomendado el mismo Jesús cuando en su Ascensión dijo a los apóstoles: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré - Jn 16, 7 -.

El Consolador al que Jesús se refiere es el Espíritu Santo, que nos consuela, defiende y nos va señalando el camino y todo lo que nos conviene y nos falta por saber. El Espíritu Santo nos da la sabiduría para decir lo que tenemos que decir en los momentos oportunos aunque nosotros no lo percibamos o no nos demos cuenta. 

Es ahora, después de mucho tiempo y haber sucedido muchas cosas en mi vida cuando te das cuenta que en lo ocurrido en aquel momento estaba el Espíritu Santo. Ahora tomas conciencia de que en muchos momentos sucedió aquello porque el Espíritu Santo actuó. El Espíritu de Dios está entre nosotros y será el que nos llevará a la presencia del Padre si nosotros nos ponemos en sus Manos. Pidamos que siempre estemos dispuestos y abiertos a su acción. Amén.

domingo, 21 de enero de 2018

UNA CONVERSIÓN DE CADA DÍA

La conversión no es un estatus, ni tampoco una meta, que alcanzada quedas liberado. Es una actitud constante de perfección al estilo de Jesús. Convertirse no termina nunca, porque siempre tendremos algo que mejorar y perfeccionar. Convertirse es llegar a la plenitud del amor, y eso no lo alcanzamos en este mundo. Sólo, en el otro, en la presencia del Señor podemos descansar en la plenitud del Amor.

Por eso, mientras caminamos por este mundo, necesitamos la compañía y la acción del Espíritu Santo, que nos asiste, nos alumbra, nos fortalece y revela todo lo que necesitamos ir conociendo y amando. Sin Él el camino se nos oscurece y nos perdemos. Necesitamos su luz para orientarnos y seguir la buena dirección, alejándonos de los peligros y tentaciones.

Y en Él encontraremos las fuerzas necesarias para mantener viva y ascendente nuestra conversión, que no debe parar nunca de crecer. Y, reconociendo nuestras dificultades y debilidades, te pedimos, Señor, la sabiduría, la paz y la fortaleza necesarias para soportar las adversidades y dificultades que nos salen al paso en el largo camino de nuestra vida. En este sentido, la Iglesia, representa nuestro cobijo, nuestra casa y nuestra fortaleza, donde podemos vernos, reunirnos y animarnos todos los cristianos que seguimos al Señor.

La fe se fortalece compartiéndola y en el esfuerzo de darla a los demás. Y eso se consigue en la comunidad y en el compartir de cada día. Por nuestro Bautismo estamos llamados a compartir nuestra fe y a fortalecerla en la correspondencia del amor mutuo. En nuestro Bautismo quedamos configurados como sacerdotes, profetas y reyes, y comprometidos a dar razón y testimonio de nuestra fe. Ante ese reto, Padre del Cielo, te pedimos que nos llene de tu Paz, de tu Amor y Fortaleza, para que nuestras fuerzas no decaigan ni se desanimen. Al contrario, sean siempre perseverantes y fieles a tu Palabra.

Confiados, Señor, en tu Palabra y tu presencia, queremos seguir el camino y compromiso apostólico que hemos recibido en nuestro Bautismo conscientes que Tú nos acompaña y caminas con nosotros. Amén.

sábado, 5 de agosto de 2017

NECESITADOS DE TI, SEÑOR

En muchas ocasiones pensamos la forma de organizar nuestra vida sin concurso de nadie. Somos nosotros los que iniciamos y dirigimos nuestro propio camino, nuestra vida y la forma de limpiarla y enfocarla. Y, de alguna forma, nos experimentamos independiente y auto suficiente. Capaces de proyectar nuestras ideas y pensamientos. 

He oído, algunas veces, a personas hablar sobre sus planes y proyectos para adecuar su vida mejor y más limpia. Y yo mismo, también, lo he hecho muchas veces. Sin embargo, dificilmente podemos, por nosotros mismos, vencer al pecado. Diría, no ya difícil, sino imposible. Podríamos soportar un tiempo, pero, a la larga, seríamos vencidos.

Necesitamos la Gracia de Dios para salir victorioso. Porque, sólo nada podemos. Nacemos heridos por el pecado original y sólo lo podemos borrar por el Bautismo, que, precisamente, proclamaba Juan, anticipándose y preparándonos para la venida del Señor, autor del verdadero y único Bautismo nacido del Espíritu. En ´Él y por su Gracia somos limpios de todo pecado y fortalecidos para la lucha de cada día con el poder del príncipe de este mundo.

Las tentaciones, que son muchas, nos asedian y seducen. Caen sobre nuestra naturaleza humana, debilitada y herida por el pecado, y sujeta a la tentación y seducción del mal. Sin la fuerza y el poder del Espíritu Santo poco podemos hacer. De ahí la necesidad de permanecer unidos a Él con la oración y los sacramentos. Sobre todos la Penitencia y la Eucaristía, donde recibiremos el alimento espiritual que nos dará la fuerza y la sabiduría para perseverar y sostenernos. La unidad y la oración hará que nuestro camino se vea fortalecido y firme.

Danos, Señor, la fortaleza y la sabiduría de, unidos y acompañados también por tu Madre, también nuestra querida Madre, la Virgen, permanecer a tu lado. Amén.

lunes, 24 de abril de 2017

NACER DEL ESPÍRITU

Es difícil encontrar la Luz cuando vives y te mueves en la oscuridad. Porque, dentro de la oscuridad nunca llegas a vislumbrar la Luz y te pierdes por el camino. Se necesita morir a esa oscuridad y volver a nacer desde el Espíritu Santo. En Él podemos nacer a una Vida Nueva liberados de las ataduras de las tinieblas y del pecado.

Pero eso exige un cambio en la ruta y una disponibilidad para la conversión y para el Bautismo. Sólo en él nacemos a una vida nueva y tendremos la fortaleza de morir a la vida vieja de la carne y el pecado. Pero no depende de nosotros, aunque tengamos parte en la tarea, pues somos libres, pero esa libertad tendremos que perderla voluntariamente y ponerla en Manos del Espíritu Santo, para que sea Él quien la oriente, la dirija y la haga fructificar.

Pidamos esa Gracia, para que nuestro compromiso Bautismal dé los frutos que de él se espera, Pero, para ello, pongámonos en Manos del Espíritu Santo, que hemos recibido en día de nuestro Bautismo y, asistidos por Él, perseveremos en el Camino, en la Verdad y en la Vida que marca nuestra ruta en el horizonte del nacimiento a una Vida Nueva.

Ven Espíritu Santo y llena los corazones de tus fieles y enciende en nosotros la llama del Amor. Envía, Señor, tu Espíritu, y nuestro corazones serán creados de nuevo, transformados de nuevo y nacidos a una Vida Nueva según tu Voluntad. Amén.

jueves, 2 de febrero de 2017

EN LA HORA DE MI BAUTISMO

Mis padres decidieron bautizarme. Doy gracias al Espíritu Santo que así fuese, pues mis padres, siendo católicos, como casi todos los de aquella época, no eran practicantes. Se era católico por cultura y también por imposición. Eso no quiere decir que muchos lo fuesen por convicción y voluntariamente. Pero se calló en el error de casi imponerlo. Lo legislado era pasar por la Iglesia para el Bautismo.

Todos pasábamos por el bautismo. Luego primera comunión y confirmación. En mi caso he sido sensible a esa fe que me fue dada en el Bautismo. Y doy gracias a Dios por ese precioso regalo al que yo también quiero abrirme y abrazo con todas mis fuerzas. Sin embargo, hoy me pregunto, ¿qué ha sido de mi Bautismo? La Gracia que he recibido del Espíritu Santo, ¿la dejo actuar en mí? ¿Soy consciente de que tengo al Espíritu Santo y en Él puedo y debo crecer en sabiduría y fortaleza acompañado de la Gracia de Dios?

Pidamos al Espíritu de Dios que seamos capaces de crecer en sabiduría y santidad, y que por la Gracia, recibida en nuestro Bautismo, respondamos a ese compromiso sacerdotal, del cual hemos sido revestido. Tenemos la promesa del Señor que nos dice que quienes se bauticen y crean en Él se salvarán.  Y es eso lo que te pedimos, Señor en este momento de oración.

Momento de Gracia que vivo en este momento que hago esta oración-reflexión. Pues lo hago en la Iglesia de San Bernardo (Ermita de San Telmo) en Las Palmas, mientras espero a que de comienzo la celebración de la santa Eucaristía. Y doy gracias personalmente porque mi revisión  médica rutinaria ha salido bien. Pero el mejor regalo estar ahora aquí delante de Ti, Señor esperando participar en tu banquete Eucarístico para alimentarnos espiritualmente de tu Cuerpo y Sangre. Gracias, Señor, porque hemos dispuesto de este hermoso tiempo para poder estar.

Gracias, Señor, porque esta es la mejor medicina, tu Cuerpo y tu Sangre. El alimento espiritual que nos sostiene y nos da vida. Amén.

lunes, 2 de enero de 2017

¿RESPONDEMOS AL ANUNCIO DE SALVACIÓN DEL SEÑOR?

Primero nos lo anuncia Juan el Bautista, pero nos dice que él es un simple anunciador del que realmente viene detrás de él, a quien no es digno de desatarle la correa de su sandalia. Es Jesús el anunciado el que nos bautizará con Espíritu y fuego. Un Bautismo que nos hace sacerdotes, profetas y reyes. Un Bautismo que nos compromete a dar testimonio de nuestra fe.

Y esa es la pregunta, ¿respondemos nosotros a ese Bautismo? ¿Respondemos nosotros a esa llamada a proclamar, viviendo primero, lo que Jesús nos enseña, no sólo de palabra sino también con la vida. Hoy damos comienzo a un año nuevo. Un año nuevo siempre invita a hacer las cosas bien, pero, pronto, al pasar de los días, esas buenas intenciones e impulsos empiezan a decaer. El trajín de cada día y la rutina nos van lastrando nuestras esperanzas y, debilitados, empezamos a dejarnos cosas en el camino.

Pero es que nuestra respuesta no debemos hacerla solo. Tenemos y debemos ir acompañados. Ese es el propósito de este humilde rincón, como también "de dodim a agapé", el de acompañar sobre todo a los que por falta de tiempo no pueden integrarse en una comunidad, o visitar con frecuencia al Señor Eucarístico. Tenemos que ir juntos, marcando el ritmo del paso de nuestras oraciones. El agua que riega nuestra vida es la oración. Sin ella no crecemos.

Pero una oración humilde, paciente, esperanzada, alegre, obediente, escuchada, atenta, perseverante, constante, alejada de ruidos, silenciosa, firme, confiada y llena de fe. Una oración que nos enciende el corazón cada día, que nos alimenta del Pan Eucarístico, que nos fortalece en las desesperanzas e inconstancias, y que nos sostiene firmes en el camino.

Si, amigos y hermanos en la fe. Necesitamos orar. Esa es la respuesta que el Señor espera de nosotros, porque lo demás nos será dado por añadiduras (Mt 6, 33). Tengamos confianza y no dejemos de orar, hablar con Dios, y recibirlo Eucarísticamente, alimento espiritual, para caminar estos nuevos trescientos sesenta y cinco días esperanzado en las promesas del Señor. Un Señor que siempre cumple su Palabra. Amén.

lunes, 12 de diciembre de 2016

TÚ, SEÑOR, TIENES PALABRA DE VIDA ETERNA

Tú, Señor, eres el Camino, la Verdad y la Vida. Tu Palabra es transmitida con Autoridad. Una Autoridad que te viene dada desde lo alto, y que da Vida Eterna. Por eso, Señor, te pedimos fuerza, sabiduría y humildad para ser capaces de doblegarnos y abajarnos y recibir, abiertos a tu Palabra todas tus enseñanzas.

Limpia nuestros corazones de toda las alimañas del desierto de nuestra vida y hazlos fértil a la siembra de tu Palabra regada por la Gracia de tu Espíritu. Te pedimos paciencia y perseverancia. Paciencia, para, como tu Madre, María, saber esperar y confiar en tu Palabra, y mantenernos firmes y fieles a tus enseñanzas y mandatos. Y perseverancia, para no desfallecer y, a pesar de las tormentas, las tempestades de arenas que nos cierren nuestros ojos, mantengamos abiertos los ojos de nuestro corazón y sostengámonos erguidos y firmes en tu presencia.

El camino de nuestras vidas se hace desierto, y el horizonte se desdibuja. Y, al acercarse, desaparece llevándose nuestras esperanzas. Ciegos y sin horizontes tratan de confundirnos y seducirnos con los espejismos que el mismo desierto nos presenta y buscan que sucumbamos y nos sometamos a sus caprichos y vicios. Una felicidad engañosa, aparente que, como espejismos, desaparece.

No, Señor, no queremos alejarnos de Ti, a pesar de las dificultades y las tempestades del desierto. Queremos permanecer en tu Palabra y ser dócil a ella. Danos esa fortaleza y firmeza para sostenernos en ella y permanecer abiertos a tus enseñanzas. Vigoriza y fortalece a tu Iglesia con el Papa a la cabeza y darle la luz para que ilumine el camino de todos, y perseverando junto a María, vayamos unidos y fortalecidos en la fe. Amén.

miércoles, 31 de agosto de 2016

Y YO TAMBIÉN, SEÑOR



Por nuestro Bautismo quedamos consagrados como sacerdote, profeta y rey, y comprometidos a dar testimonio de mi fe. Es decir, debo transmitir mi fe, no sólo de palabra sino también con mi vida y mi obrar de cada día. Así que tú y yo tenemos también muchos lugares donde proclamar la Palabra.

Y es que, desde nuestro nacimiento somos personas en relación. Nacemos inmersos en una familia y  pasamos mucho tiempo en ella. El tiempo necesario para formarnos y prepararnos para valernos por nosotros mismos. Es en ese lugar donde recibimos y desarrollamos nuestra personalidad y donde aprendemos a dar nuestros primeros pasos. De ahí la gran importancia de la familia.

Pero, luego, salimos al mundo. A nuestro propio mundo y nos relacionamos en el cole, con los amigos en los juegos y los actos sociales. Y en la medida que crecemos, crece también nuestra formación y responsabilidad. Y son en esos lugares donde tenemos y debemos dar testimonio de nuestro compromiso de Bautismo. Por eso, Señor, te pedimos paz, sabiduría y fortaleza para derramar toda nuestra vida en esos lugares que la misma nos lleva.

Quizás, el mundo de la política, de la proclamación catequética, de la parroquia y sus ministerios, de las misiones, del mundo del trabajo...etc. Donde quiera que estemos, allí estás Tú, Señor, con nosotros. Y son en esos lugares donde debemos dar testimonio de nuestra fe.

Danos, Señor, esa fortaleza para, llenos del Espíritu Santo, seamos luz y testimonio para todos aquellos que intervienen en nuestra vida. Amén.

domingo, 10 de enero de 2016

COMPROMISO BAUTISMAL



Es verdad que muchos de nosotros, por no decir casi todos, hemos sido bautizados de pequeños. Quizás, no somos responsables de lo que otros hicieron, y, al parecer, resulta que podemos declinar lo que otros han decidido por mí. Sin embargo, podemos pensar que nuestros padres lo hicieron con la mejor intención, aún ignorando lo que hacían.

El Bautismo es el mayor regalo que nos podían dar. Así como a ellos se lo dieron sus padres. En realidad no damos nada, porque el Bautismo es un regalo que nos ofrece Dios. Él nos abre los brazos y nos hace verdaderos hijos suyos, y herederos de su Gloria en su Hijo Jesús. El Bautismo es la puerta que nos lleva a la Gloria Eterna, y nos provee de la Gracia Santificante que nos limpia de todo pecado.

Te doy gracias, Señor, por el inmenso regalo del Bautismo. Porque por él me haces hijo y heredero de tu Gloria, y me limpias mis pecados. Es decir, olvidas mis ofensas, mi indiferencia y mis rechazos. Es verdad que, si me he bautizado de pequeño, por obra de mis padres, mi herencia era una herencia de pecado, y en el Bautismo he quedado limpio gracias al Amor y Misericordia del Señor.

Te pido, Señor, que me des la gracia y la sabiduría de responder a ese compromiso de mi Bautismo. Porque en y por él soy sacerdote, profeta y rey, y llamado a dar testimonio de tu Amor y Misericordia con mi vida y mi palabra. Y no estoy sólo, porque sólo no podría. El Espíritu Santo fortalece mi vida y me provee de todo lo necesario para responder a mi vocación bautismal.

Pero soy limitado, débil e inclinado a desfallecer y pecar. Mi humanidad pecadora me arrastra al abandono y a la indiferencia. A instalarme en la pereza y las pasiones. Y el diablo anda vigilante para tentarme y hacerme caer. Dame, Señor, la luz que me llene de valor y voluntad para, en tu Espíritu, y por tu Gracia, vencer las tinieblas a las que me quiere arrastrar el Maligno. Amén.