Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 10 de enero de 2016

COMPROMISO BAUTISMAL



Es verdad que muchos de nosotros, por no decir casi todos, hemos sido bautizados de pequeños. Quizás, no somos responsables de lo que otros hicieron, y, al parecer, resulta que podemos declinar lo que otros han decidido por mí. Sin embargo, podemos pensar que nuestros padres lo hicieron con la mejor intención, aún ignorando lo que hacían.

El Bautismo es el mayor regalo que nos podían dar. Así como a ellos se lo dieron sus padres. En realidad no damos nada, porque el Bautismo es un regalo que nos ofrece Dios. Él nos abre los brazos y nos hace verdaderos hijos suyos, y herederos de su Gloria en su Hijo Jesús. El Bautismo es la puerta que nos lleva a la Gloria Eterna, y nos provee de la Gracia Santificante que nos limpia de todo pecado.

Te doy gracias, Señor, por el inmenso regalo del Bautismo. Porque por él me haces hijo y heredero de tu Gloria, y me limpias mis pecados. Es decir, olvidas mis ofensas, mi indiferencia y mis rechazos. Es verdad que, si me he bautizado de pequeño, por obra de mis padres, mi herencia era una herencia de pecado, y en el Bautismo he quedado limpio gracias al Amor y Misericordia del Señor.

Te pido, Señor, que me des la gracia y la sabiduría de responder a ese compromiso de mi Bautismo. Porque en y por él soy sacerdote, profeta y rey, y llamado a dar testimonio de tu Amor y Misericordia con mi vida y mi palabra. Y no estoy sólo, porque sólo no podría. El Espíritu Santo fortalece mi vida y me provee de todo lo necesario para responder a mi vocación bautismal.

Pero soy limitado, débil e inclinado a desfallecer y pecar. Mi humanidad pecadora me arrastra al abandono y a la indiferencia. A instalarme en la pereza y las pasiones. Y el diablo anda vigilante para tentarme y hacerme caer. Dame, Señor, la luz que me llene de valor y voluntad para, en tu Espíritu, y por tu Gracia, vencer las tinieblas a las que me quiere arrastrar el Maligno. Amén.

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