Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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miércoles, 25 de agosto de 2021

DAME, SEÑOR, LIMPIEZA DE CORAZÓN

 

Sometidos a nuestra condición humana, nuestra naturaleza está tentada a esconderse en las apariencias e hipocresías. Se trata de una lucha constante y sin cuartel. Una lucha irreversible de resistirnos a mostrarnos tal y como somos y tratar de aparentar escondiendo nuestras debilidades y pecados. Tratemos de presentarnos tal y como somos y como Dios nos ha creado. No como nosotros queremos ser, pero si esforzándonos en ser como Dios quiere que seamos.

Ese es el camino a seguir, camino de irnos perfeccionando cada día con y por la acción del Espíritu Santo hacia lo que Jesús, el Hijo de Dios vivo, nos propone en el Evangelio. Hoy nos invita a no esconder nuestras apetencias, nuestras malas intenciones y, mostrándonos lo que no somos, aparentar ser otros. Es decir, escondiéndonos en la hipocresía. Pidamos al Señor que, abriéndonos a la acción del Espíritu Santo, podamos ir limpiando toda esa basura interior que nos corroe y nos impide ser santos.

Danos, Señor, un corazón limpio para que seamos capaces de despojarnos de todos esos apegos y apetitos concupiscentes que nos condicionan y nos someten inclinándonos a la hipocresía y llenándonos de apariencias y de lo que  verdaderamente no somos. Danos, Señor, la fortaleza y la sabiduría de aceptarnos tal y como Tú nos has creado y reconocernos pobres y pecadores para, limpiando nuestras hipocresías, encontrarnos contigo, Señor y vomitar toda esa basura que nos corroe por dentro. 

Danos, Señor, tu Gracia para superar todas esas tentaciones de aparentar lo que no somos. Reconocemos, Señor, nuestra pobreza y nuestra condición pecadora y te pedimos que nos liberes de nuestras inclinaciones de apariencia. Amén.

domingo, 16 de febrero de 2020

PONGO, SEÑOR, MI CORAZÓN EN TUS MANOS

Resultado de imagen de Mt 5,17-37
Experimento, Señor, que hay muchas intenciones en mi corazón que no deseo y que brotan del mismo contra mi voluntad. Reconozco que a mi naturaleza humana le apetece, pero mi conciencia se resiste a aceptarla y mi voluntad a ejecutarla. Son las frecuentes tentaciones que me vienen sin poder hacer nada para impedirlo, pero desde mi voluntad y mi corazón yo las rechazos.

Por eso, Señor, pongo mi corazón en tus Manos para que Tú lo purifiques y lo fortalezca a fin de que todas sus impurezas sean limpias y sus malos pensamientos destruidos. Quiero, Señor, tener un corazón puro, bien intencionado para ver a los demás como los ves Tú, Señor, y poder apreciar la bondad de todos ellos. Sé, también, que, siendo un pecador, no puedo librarme de mis pecados sin tu Gracia, y, por eso, Dios mío, recurro a Ti.

Porque, la cuestión no se concreta en simplemente respetar la ley impresa en un papel, sino la ley sellada en lo más profundo de nuestros corazones. No se trata de respetar la vida y no matar, sino también erradicar el odio y la venganza que anida y se instala en nuestros corazones. No se trata de respetar simplemente a la mujer de tu prójimo, sino también el no desearla y apartarla de tus pensamientos. Como podemos observar, la interpretación de la ley es mucho más profunda y va más allá de lo simple escrito. 

Vive en el corazón del hombre y de él salen los verdaderos pecados que pueden manchar e incumplir la ley. Pidamos al Señor que seamos realmente limpios y que nos dé un corazón puro capaz de erradicar todo aquello que nos contamina y nos hace pecar. Amén.

martes, 10 de julio de 2018

UNA ACTITUD COMPASIVA

Resultado de imagen de Mt 9,32-38
Todos experimentamos compasión, hasta los mayores criminales y mal intencionados. La compasión es algo común a todos los hombres. Digamos que sus corazones tienen un espacio compasivo que, quizás en algunos, yace dormido y necesita despertar. La vida, de forma general, está llena de compasión. Nadie discute que el corazón humano tiene mucho de compasivo.

Sin embargo, también sabemos que en muchos momentos nuestra actitud compasiva se vuelve huraña, egoísta, rencorosa y agresiva. Es el pecado que la hiere e infecta de odio, venganza y mal nuestro maltrecho corazón. Y nos vuelve soberbios y malos. Es el demonio que aprovecha nuestras debilidades y limitaciones para sembrar el mal, lo incompasivo en nuestros corazones y hacer el mal.

Sí, necesitamos elevar nuestra mirada y pedir al Señor que transforme nuestro corazón en un corazón compasivo, transparente y coherente con nuestra fe. Un corazón solidario, generoso, fraterno con todos los que sufren y carecen de lo imprescindible para vivir con dignidad. Un corazón capaz de compartir y de compadecerse, no sólo desde el propio corazón, sino también con obras que den testimonio de esa fe proclamada.

Pero, sobre todo, un corazón confiado, firme y abandonado en los brazos del Señor. Un corazón apoyado en la fe en nuestro Señor Jesucristo, que cree, voluntariamente y libremente, en su Palabra y se fía de sus obras. Gracias, Señor, por alentar mi pobre espíritu y sostenerme en tu presencia. Amén.

jueves, 11 de enero de 2018

DUREZA DE CORAZÓN

Nunca dejaremos de insistir, ni de insistírnos a nosotros mismos, que la oración es vital. Vital para no alejarnos del Señor y sostenernos en su presencia, porque de eso dependerá nuestra firmeza y nuestra fe. Y, también, la suavidad de nuestro corazón. Porque, lejos del Señor se nos endurece el corazón y rechazamos su Palabra. Por lo tanto, pidamos tener un corazón suave y dispuesto a oír la Palabra del Señor.

Y oír no es lo mismo que escuchar. Podemos oír ruido, pero no saber que significa ni de dónde viene. Tendremos que atender y escuchar. Es decir, entender que se nos dice y abrirnos a eso que se nos dice. Ser dócil y obediente en hacer vida esa escucha de la Palabra en nuestro corazón. Posiblemente, esa sea nuestra más grave lepra, la lepra de escucharnos a nosotros mismos y de actuar según nuestros intereses y proyectos.

Se trata de silenciar nuestro interior y apartarlo de posibles distracciones que el mundo nos propone para, en silencio poder escuchar con serenidad y paz la Palabra del Señor. Escucharla para obedecerla y llevarla a la vivencia de nuestra vida. Y no es fácil, pues los golpes de la vida y nuestros propios fracasos se encargar de hacernos dudar de la Palabra de Dios y sembrar nuestro corazón de dudas y desconfianza. El camino se hace cuesta arriba y la adversidad hace presencia.

Son esos momentos que la cruz se hace pesada y nos amenaza con derrumbarnos y sentir deseos de abandonar. Se nos endurece el corazón y apenas nos hemos dado cuenta. Recemos para no perder en esos momentos la presencia del Señor. Él está con nosotros y en esos momentos está aún más cerca. Necesitamos pedirle, como el leproso del Evangelio, que nos cure, que nos dé fuerza y nos limpie nuestro contaminado corazón. Limpia, Señor, mi cuerpo de la lepra de la duda y el desánimo, y sosténme firme y dispuesto a seguirte con mi cruz.

Yo, como aquel leproso, proclamaré que Tú eres el Hijo de Dios y que has venido para, no sólo curar al hombre de sus enfermedades, sino a salvarlo definitivamente de la muerte eterna. Sí, Señor, nuestra esperanza y nuestra fe es Resucitar contigo y vivir a tu lado para Siempre. Amén.

sábado, 25 de febrero de 2017

DANOS, SEÑOR, UN CORAZÓN LIMPIO

Pedirte, Señor, un corazón limpio es pedirte un corazón de niño. Porque los niños son puros y limpios. Sus actos no están cargados de malas intenciones. Llevan la inocencia de la limpieza y pureza. No han tenido todavía tiempo para contaminarse con el aire viciado del camino del mundo. Un corazón limpio como el de un niño es el corazon que yo, humildemente, quiero pedirte. Tal y como Tú nos lo propones hoy en el Evangelio.

Desde este rincón de oración-reflexiva y meditada, quiero, Señor, unido a todos los que se detengan en este lugar a hacer una parada en sus vidas, postrarme ante Ti y suplicarte con todas mis fuerzas ese corazón puro y limpio que Tú hoy nos propones. Un corazón de niño que se acerca a Ti sin defensas ni segundas intenciones, abierto a recibir tu Gracia.

Transforma, Señor, nuestros corazones en corazones que sepa recoger la verdad y desechar la mentira. Corazones que sepan cribar lo bueno de lo malo y que derramen bondad, verdad y justicia. Corazones revestidos y cargados de misericordia en el esfuerzo de imitar al Padre misericordioso. Corazones dispuestos a perdonar y a saber amar.

Corazones que entiendan que el amor no se esconde en una sonrisa, afecto o sentimientos, sino que es consecuencia de un compromiso en buscar y hacer el bien. Por todo ello, te pedimos, Señor, que regeneres nuestro corazones contaminados por el camino y el aire viciado de este mundo, transformándolos en corazones limpios, puros, inocentes y llenos de buenas intenciones como son los de los niños. Amén.

martes, 22 de noviembre de 2016

SÓLO EN EL SEÑOR NUESTRO CORAZÓN SERÁ GENEROSO

Será absurdo pretender ser generoso por mis propios méritos. Nuestro corazón está contaminado por el virus del egoísmo. Es un corazón humano contagiado por el pecado y sometido a la debilidad humana. No podemos desprendernos de nosotros mismos sin el concurso de Dios. Necesitamos de su Gracia para amar como Él nos ama. Y no hay otro camino. Sería absurdo intentarlo sin contar con Él.

Por eso, Señor, te pedimos esa Gracia de transformar nuestro corazón endurecido por un corazón suave, tierno, humilde, comprensivo y bueno. Un corazón lleno de bondad y generosidad. Pero eso no se hará sin nuestro concurso. Esa es la razón de habernos creados libre. Necesitamos tu Gracia para convertirnos y para, con nuestro humilde esfuerzo, dejarnos transformar por tu Amor.

Porque esa es la aspiración y la meta, amar como Tú nos ama. Y esa es también la imposibilidad de aspirar a algo inalcanzable por nuestras propias fuerzas. Necesitamos tu concurso, tu asistencia y tu amor. Por eso, está claro, nos ha enviado el Espíritu Santo, para que en, con y por Él podamos transformar ese nuestro corazón de piedra por un corazón capaz de amar y de darnos como es viuda pobre.

Te pedimos, unidos en oración, que nos transformes, Señor, nuestro insensible corazón en un corazón capaz de reaccionar a la más mínima sensibilidad de necesidad de nuestros hermanos. Danos también la sabiduría de saber qué y cómo actuar, y de emplear la astucia y la habilidad para que nuestra ayuda sea eficaz y útil. 

Todo, poniendo nuestro inútil esfuerzo, lo dejamos en tus Manos, Señor, y confiamos en que iremos, poco a poco y con paciencia, dando sentido a nuestras vidas, que no tienen otra razón sino la de cumplir tu Voluntad. Amén.

miércoles, 24 de agosto de 2016

LLAMADOS A VER COSAS MAYORES



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Es promesa de Jesús, y su Palabra siempre tiene cumplimiento. De modo que, veremos cosas mayores. Y, de hecho, las estamos viendo, porque, ¿no es un milagro nuestra comunidad bloguera? ¿No es un milagro que nuestra fe se sostenga día tras día? ¿Y no es un milagro que la Iglesia siga firme y presente en el mundo pese a las persecuciones de todos los tiempos y de los actuales?

Lo que debe importarnos es responder a esa llamada de Jesús como lo hizo Natanael. ¿Somos nosotros personas sin dobleces, sin segundas intenciones? ¿Somos personas de las que se puede fiar otro? ¿Somos personas sinceras, transparentes y cargadas de buenas intenciones y limpio corazón? Porque para responder al Señor necesitamos tener un corazón de esa magnitud.

Por eso, y por muchas más cosas, Señor, te pedimos que nos transformes y nos des un corazón como el de Natanael, cargado de buenas intenciones y de honradez. Un corazón capaz de abrirse a la verdad y rendirse ante lo justo y verdadero. Un corazón capaz de descubrirse y proclamar: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Danos, Señor, la Gracia de poder proclamar tu Palabra y confesarte como el Hijo de Dios a todos los hombres que caminan en nuestra vida. Abre mi vida a la verdad y justicia, para que transmita verdad y justicia y transparente tu Palabra, Señor, para que todos los hombres te conozcan como el Hijo de Dios Vivo. Amén.

sábado, 21 de mayo de 2016

MANTENER UN CORAZÓN JOVEN COMO SI DE UN NIÑO SE TRATARA




Nuestra vida tiene un recorrido, y como todo recorrido empieza, es decir, tiene un inicio y una meta, que no es el final, sino el comienzo de la Verdadera Vida, que nunca termina. Y en ese inicio, su corazón es tierno, diríamos casi, porque el pecado original nos lo impide, inmaculado y puro.

Un corazón sin malas intenciones y lleno de inocencia y abierto al amor. Ese es el corazón con el que todos hemos empezado y que, por nuestra naturaleza humana pecadora, vamos manchando. Pidamos, pues, conservarlo y mantenerlo tierno, suave, de carne y misericordioso por la Gracia de Dios. Un corazón de niño disponible y dispuesto a darse amar y a dar amor.

Padre, sabemos que en nuestra vida el corazón se nos endurece y se nos mancha. Se nos llena de miserias, de impurezas, y pierde su color blanco por un negro de oscuridad, de perdición. El hollín que suelta el mundo lo contamina, lo vicia y lo desorienta perdiendo el rumbo de su propia vida. Y, endurecidos por el pecado nos cerramos a tu Gracia.

Danos, pues, ese corazón de niño que nos permita perseverar y mantenernos fieles y abiertos a tu Gracia, Señor, para que, sostenidos en el Espíritu Santo conservemos la pureza de los hijos de Dios y, despojados de toda maldad intencionada podamos trabajar por construir un mundo donde la concordia, la verdad y justicia y la paz prevalezcan por encima de todo. Amén.

viernes, 29 de abril de 2016

DE NADA NOS VALDRÍA SENTIRNOS SUFICIENTES

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS





Sería un grave error pensar que no necesitamos que nadie nos enseñe y sentirnos demasiado llenos de nosotros mismos. Ser suficientes y prepotentes nos lleva a no dejarnos enseñar por nadie. Esa suficiencia  y presunción nos ciega y no deja espacio a Dios. Siempre han existido, y actualmente también, hombres que cierran las puertas de su corazón al Señor.

Y lo malo, no es que sé condenan ellos, sino que también arrastran a muchos más que cegados por sus luces falsas y espejismos artificiales se dejan conducir ciegamente. En ese sentido tenemos la gran responsabilidad de ser sal y luz, como nos decían estos días pasados, para alumbrar el verdadero camino a todos aquellos que realmente desean encontrarlo.

Por lo tanto, te doy gracias, Señor, por darme la sabiduría de saberme pequeño, sencillo y limitado. Y si algo de luz doy para otros y para mí es por tu Gracia y la acción del Espíritu que nos alumbra, tanto a los que se acercan a este rincón como a mí que vivo en él. Y eso te pido, Señor, sabiduría y capacidad de saber discernir el bien del mal, y de vivir ese discernimiento con sencillez y humildad desde tu Palabra y tu Gracia.

Danos un corazón sencillo y humilde, consciente siempre que toda sabiduría y obra buena viene de ti, y que al compartirla nunca pensemos ni creamos que es mérito nuestro y que sepamos asumir, a pesar de las gracias y reconocimientos de los compañeros, que siempre nos gustan, la acción de tu Espíritu que es quien nos auxilia y nos guía y a quien debemos dar gracias.

Y, ahora, Señor, te pedimos que seamos perseverantes y que, a pesar de nuestras caídas, nuestros fallos y pecados, permanezcamos siempre pegados e injertados en Ti. Y que no busquemos el alivio y el consuelo en las cosas del mundo, sino que acudamos a Ti donde únicamente encontraremos descanso y paz. Amén.

domingo, 26 de enero de 2014

DESCUBREN SU LIMPIA HUMANIDAD



Son sencillos, de miradas limpias, humildes e incapaces de mentir. No buscan hacer daño, sino hacer el bien. Son honrados y justos aunque pecadores. Porque nadie escapa a las limitaciones de nuestra humanidad, pero una humanidad limpia, transparente y abierta a ser transformada.

El Señor busca la honestidad, la limpieza de corazón y ahí dirige su Mirada. No cabe duda que son hombres pecadores, llenos de limitaciones y defectos y capacidad limitada, pero con eso cuenta el Señor, porque es el Amor del Padre y su Gracia la que actúa en el corazón de cada uno por los méritos de su Hijo en la Cruz.

Y es que cuando se tiene un corazón regado de buenas intenciones, los pecados del hombre son bañados por el agua del Bautismo y purificados. El Señor sabe de nuestras impurezas e imperfecciones y nos deja el camino de la Penitencia donde, por su Gracia, somos limpios y vueltos a la Vida de la Gracia para, por la acción del Espíritu Santo, ser transmisores de su Mensaje.

Pidamos al Señor que nos infunda un corazón de carne, limpio y abierto a la acción del Espíritu, para que podamos responderles tal y como hicieron sus apóstoles y llevar, al igual que Pablo, su Palabra a todos los lugares por los que pasa nuestra humilde y sencilla vida.