Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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miércoles, 20 de junio de 2018

PARA GLORIA DE DIOS

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En muchas ocasiones confundimos nuestro papel y actuamos buscando nuestra gloria y no la Gloria de Dios. Es esa nuestra misión y a lo que Jesús nos invita, a obrar para Gloria de Dios. Todo nuestras obras deben ir dirigidas para Gloria de Dios y no buscando nuestra propia gloria, que es lo que hacemos cuando pretendemos lucirnos con nuestra limosna o con nuestras oraciones. No debe preocuparnos que caigamos en ese error y pecado, pero sí debemos reconocerlo y esforzarnos en salir de él. Todo nuestro ser y obrar debe ir en función de y para Gloria de Dios.

Está permitido caer, pero terminantemente prohibido detenernos y regresar. Siempre adelante y a cada caída levantada. Para eso tenemos las dos grandes herramientas que nos fortalecen y nos limpia. Los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía. En ellos podemos reforzarnos, limpiarnos, renovarnos y volver al camino. Siempre adelante y buscando en todas nuestras obras la Gloria de Dios. Porque es Él el artífice de todo lo que hacemos y todo de Él lo hemos recibido.

Todo lo hacemos por amor a Dios y en Él debemos estar escondidos, pues su Mirada siempre nos tiene presente. Demos gracias al Señor por reconocernos pecadores y por sostener esta recta intención de tratar de escondernos en Él, para que sea Él quien se refleje en mi vida y en mis actos. Te pido, Señor, que todos aquellos que se acerquen a mí vean tu presencia y no la mía y mi vida sea fiel reflejo de la Tuya. Amén.

jueves, 21 de abril de 2016

SERVIR ES DIFERENTE DE HACER



Se hacen muchas cosas y caemos en el peligro de valorar por aquello que se hace. Mal asunto, porque llegará un día que no servirás para hacer, pero seguirás siendo hijo de Dios. Si valoramos por lo que hacemos, que Dios nos salve, porque estamos equivocados. Ese es el camino para llegar donde nos quieren llevar muchos, el aborto y la eutanasia.

Porque nos catalogamos como seres útiles e inútiles; personas que producen y personas que no producen. Perdemos la óptica del amor. Todo en función de la productividad y del beneficio. ¡Dios mío, es la sociedad que estamos formando sin darnos cuenta! Y estamos avisados. Hoy el Señor nos lo pone bastante claro: En verdad, en verdad os digo: quien acoja al que yo envíe me acoge a mí, y quien me acoja a mí, acoge a Aquel que me ha enviado.

Esa es la medida del valor. Toda persona vale por ser hija de Dios, y no por lo que pueda aportar o dar a la sociedad. Porque, en definitiva, todo es de Dios. Todo nos ha sido dado para entregarlo y disponerlo al servicio de los demás. Este ordenador que ahora escribe, lo hace para servicio del Señor en el servicio a los demás que puedan leerlo y serle útil. Y esto, un servidor, nunca mejor dicho, no puede dejarlo por capricho, por cansancio o porque ya no le gusta. Todo es, no para la gloria del que escribe, sino para Gloria de Dios.

Nadie tiene por qué gloriarse de nada, porque nada le pertenece. Pidamos, pues, al Señor esa sabiduría y paz que nos haga comprenderle en la acción del Espíritu Santo que nos auxilia. Abrámosle nuestros corazones para que su Luz entre plenamente y nos llene de fortaleza para vivir lo que el Espíritu nos enseña y nos revela. 

Que sepamos hacer para servir, no hacer para gloriarnos y servirnos. Ahí está la diferencia. Diferencia que sólo se puede discernir y encontrar desde la acción del Espíritu Santo en nuestros corazones. Pidamos realmente esa Luz porque ese es el único y verdadero Tesoro que merece la pena encontrar. Amén.