Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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miércoles, 11 de noviembre de 2020

EL DON DE SER AGRADECIDO


Nuestra salvación no dependerá de nuestros méritos, entre otras cosas, sino de la Gracia y don de Dios, que nos lo da gratuitamente. Eso no significa que no hagamos nada y nos quedemos con los brazos cruzados. Nada más lejos de eso. Significa que nuestra salvación no está en nuestras obras, sino en la Infinita Misericordia de Dios, que nos la regala por amor.

Sin embargo, nuestras obras y actos cuentan, porque, el Señor, espera nuestra consideración a reconocerle como Padre y a dejarnos amar por su Amor Misericordioso. Eso fue lo que reconoció aquel leproso, que para colmo, era samaritano, extranjero y ortodoxo en sus creencias. Es el que más agradecido se muestra y da gloria a Dios por su liberación. Es sorprendente como la fe de este - personaje, indigno - conmueve a Jesús y nos lo pone como modelo de gratitud.

Posiblemente, nosotros no advertimos esa necesidad de sentirnos agradecidos. Sí, confesamos que todo lo recibimos de Dios, pero, ¿en realidad nos sentimos como aquel leproso? ¿Incluso después de haber sido curado de una grave enfermedad? Tendríamos que reflexionar sobre eso y de preguntarnos, ¿cuál es nuestra actitud de agradecimiento por todo lo que tenemos y hemos recibido en esta vida?

Porque, de cómo la administremos dependerá nuestra salvación. Pidamos, pues, a nuestro Padre la Gracia de saber ser agradecidos y de corresponder al Amor y Misericordia que nos regala y, por la cual nos invita y ofrece la salvación Eterna. Gracias, Padre, y enséñame a ser agradecido. Amén.

miércoles, 4 de diciembre de 2019

GRACIAS, SEÑOR, POR TU COMPASIÓN

Resultado de imagen de Mt 15,29-37"
Me pregunto que sería de mí, Señor, sin tu presencia y sin tu compasión. ¿Dónde pondrías mis esperanzas sin Tú, Señor, no hubieses venido a mí? ¿Cómo podría aliviar tanto dolor en este mundo que nos aflige, me llena de tristeza y me desespera y angustia? Sin Ti, Señor, ¿a dónde y a quien acudiría? Por todo ello, Señor, me siento agradecido, lleno de esperanza, de vida y fortaleza ante el dolor que, este mundo, me presenta en mi peregrinar hacia la Casa del Padre.

¡Qué sorpresa, Señor! Muchos, que te han conocido, te toman de forma indiferente y como una ocasión  que le ayuda a entretenerse siguiéndote. No entiendo como puede suceder eso. Bueno, ayer nos lo dijiste en el Evangelio, son los enterados, los suficientes, los que se saben todo y piensan que seguirte es una manera más de tratar de entretenerse y pasar el tiempo. Y sucede así, porque son precisamente los más preparados intelectualmente los que te rechazan.

Señor, gracias por tu compasión y tu Amor Infinito. Toda mi vida se llena de esperanza y se ilumina cuando experimento tu compasión y tu Amor. Gracias, Señor, por todo lo que me ofreces, por ese pan material que fortalece mi dolor físico, pero sobre todo, por ese pan espiritual, tu Cuerpo y tu Sangre, que me alimentan espiritualmente y me llenan de vida y gozo eterno. Amén.

sábado, 23 de febrero de 2019

UN ADELANTO DE TU GLORIA


Resultado de imagen de Mc 9,2-13
Gracias, Señor, por descubrirnos tu Gloria y darnos ese adelanto de gozo y alegría. Es verdad que nosotros no lo hemos experimentado, pero nos consta y nos vale el testimonio de Pedro, que estaba allí contigo junto a Santiago y a Juan. Los evangelistas lo han recogido, y hoy es Marcos quien nos lo transmite. Es asombroso leer como Pedro se olvida de sí mismo y sólo piensa en Jesús, Elías y Moisés en hacerle una tienda para cada uno.

Hoy, Señor, queremos pedirte que nos descubra también la dicha de experimentarte dentro de nosotros y, como Pedro, Santiago y Juan, quedarnos extasiados y gozosos por tu presencia y transfiguaración. Gracias, Señor, por esas palmaditas que nos animan, renuevan nuestras esperanzas y nos ayudan a sostenernos en el camino. Tenemos muchas problemas y tentaciones que nos amenazan con separarnos de Ti derrumbando nuestra esperanzas y nuestra fe.

También no entendemos muchas cosas que, aunque nos fiamos de tu Palabra, nos llenan de dudas y vacilaciones. Por eso, Señor, confiamos en Ti, y en tus Manos nos abandonamos y, apoyados en tu Misericordia amorosa te pedimos que nos aumente nuestra fe y nos sostengas a tu lado. Amén.

lunes, 30 de abril de 2018

MI CORAZÓN SE LLENA DE GRATITUD

Resultado de imagen de Jn 14,21-26
No puede salir de dentro de mí sino gratitud y alegría. Gratitud por recibir la buena Noticia de tu compañía y de tu asistencia en el Espíritu Santo. Porque, tras tu Ascensión, que convenía, viene el Espíritu Santo enviado por el Padre, y Él nos acompañará enseñándonos y recordándonos todo lo que Tú nos has enseñado y nos has dicho. Por eso, Señor, convenía tu partida hacia el Padre, para, sentado a su derecha prepararnos allí una mansión para todos aquellos que creen en Ti.

Por eso, mi corazón se llena de gratitud y, Tú, Señor, eres mi alabanza en la gran asamblea. Todo mi ser exulta de alegría por todo lo que nos dices hoy, porque, sabemos de tu fidelidad y de el valor de tus Palabras. Todo lo que dices. Señor, tiene cumplimiento, porque Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida, y nada se ha quedado sin cumplirse, hasta la proclamada Resurrección.

Gracias, Señor, porque Tú tienes Palabra de Vida Eterna, y nos manifiesta que quienes guardan tus mandamientos te aman y son amados por el Padre y Tú te les manifestarás. Y eso queremos pedirte hoy, que nos des la capacidad y la fortaleza de permanecer en tu Amor. Porque, no nos basta simplemente quererlo y desearlo, sino cumplirlo. Y para cumplirlo necesitamos la asistencia de tu Espíritu, que recibimos hoy con gran alegría.

Nos lo dices en el Evangelio: Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho. Y eso nos tranquiliza y nos da paz y seguridad. Eso nos transmite esperanza y fuerza, porque sabemos que no estamos solos y que con el Espíritu Santo permaneceremos, a pesar de las dificultades y peligros, a tu lado, pues con Él venceremos todos los obstáculos.

Por todo ello, Señor, danos la Gracia de permanecer en tu Palabra y a tu lado, y, para ello, perseveremos y participemos en la Eucaristía, donde es el mismo Jesús quien se nos da y nos rescata de la esclavitud del pecado. Amén.

martes, 1 de diciembre de 2015

CUANDO DAMOS GRACIAS SOMOS HUMILDES



No se puede dar gracias si no te abajas y experimentas la humildad. Sólo da gracias aquel que se siente humilde y necesitado, porque dar gracias es reconocer que estás agradecido por lo que has recibido. Bien, es verdad, que esa acción de gratitud va sentida y nacida desde el corazón, porque se puede aparentar estar agradecido y sólo hacerlo desde una actitud de cumplimiento.

Jesús se siente agradecido al ver a los discípulos alegres y exultantes de gozo después que han tenido la primera experiencia de proclamar la Palabra. Y, alegre y lleno de Espíritu Santo, da gracias al Padre por revelar estas cosas a los sencillos y humildes.

También lo hacemos nosotros unidos a Jesús y en su Nombre. Gracias Padre por darnos a tu Hijo y, hecho Hombre, estar tan cercano para compartir con nosotros. Gracias, Padre, por entregarnos tu Hijo, para que, con su Muerte de Cruz quede saldada nuestra deuda pecadora y podamos ser digno hijos Tuyos. Gracias Padre porque no nos lo merecemos.

Gracias, Padre, por darnos un corazón pobre, sencillo y humilde para abrirnos a tu Gracia, y llenos de tu Espíritu, podamos, como tu Hijo Jesús, exultar de alegría y de gozo cuando, con nuestra vida y palabra, demos testimonio de tus enseñanzas. 

Sin embargo, Padre, sabemos que el camino es angosto y difícil de recorrer. Y reconocemos nuestros fallos y debilidades, y tememos decepcionarte y fracasar. Infunde en nosotros ese espíritu de sabiduría y voluntad, para no desfallecer ni abandonar el camino por difícil que se nos ponga. Gracias por tu compañia y por la fuerza que nos infunde en el Espíritu Santo. En Él nos confortamos y nos llenamos de paciencia y esperanza.Amén.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

CADA DÍA GLORIFICO TU GRACIA, SEÑOR



Es posible que, sin darnos cuenta, nos acostumbramos a recibirte ya casi de forma rutinaria. Te has hecho Alguien tan presente en nuestra vida que, quizás, a pesar de estar contigo cada día, te olvidamos igual que esos nueve leprosos que se olvidaron de regresar a darte gracias.

Posiblemente nos ocurra eso. Incluso participamos en la Eucaristía y hasta la reclamamos como un derecho sin percatarnos que es una Gracia. Una Gracia que has hecho y haces cada día para quedarte con nosotros y darnos tu Fuerza y tu Luz, para que podamos permanecer fiel a Ti.

No somos mejores que los nueve leprosos, que quisieron seguir sin contar contigo después de ser curados. No somos mejores que aquellos que, no te siguen porque no te conocen, porque de experimentar tu Gracia y tu Amor, seguirían sin titubear y de forma firme tus pasos.

Queremos, Señor, pedirte perdón por nuestra ingratitud, y por ni siquiera contar contigo para muchas cosas en las que te dejamos fuera y te damos la espalda. Queremos pedirte perdón por tantos rechazos y por tantas indiferencias y manipulaciones. Porque te usamos como una caja mágica para pedirte lo que nos interesa y según nuestros egoísmos. ¡Hay tantas cosas de las que queremos pedirte perdón, Señor!

Pero, también muchas para darte gracias. Sobre todo por tu Amor desinteresado y comprometido. Tu Amor Misericordioso por el que tenemos la esperanza de ser perdonados y curados. No una curación temporal, sino la salvación Eterna.

Y, sobre todo, Señor, por la Eucaristía, donde permaneces pacientemente en espera de mi regreso. Y, no sólo para abrazarme y perdonarme, sino para darte Tú mismo en alimento espiritual que me infunda la sabiduría, la fuerza, el valor, la voluntad y la luz que ilumine mi vida hasta descansar en Ti. Amén.

miércoles, 19 de agosto de 2015

DAME SEÑOR LA HUMILDAD DE AGRADECER TODO LO RECIBIDO



Suele ocurrir que nunca estamos contentos o, simplemente agradecidos con lo que hemos recibido. No referido al aspecto económico solamente, sino físico, intelectual, afectivo, carácter y... etc. Nos basta echar una mirada al derredor y comprobar los afortunados que somos con respecto a otros, que ya no solo sufren necesidades y carencias, sino que su físico les hace sufrir enfermedad o limitaciones.

Otros, quizás por las circunstancias donde han nacido, padecen conflictos políticos, guerras y hambre, y otros se ven forzados a emigrar y padecer trabajos y explotaciones, y mal remunerados e injustamente tratados. Es la parábola que hoy nos describe Jesús para descubrirnos su Misericordia y su Justicia. Ese es el Amor que Jesús nos enseña y descubre de su Padre. Porque amar es ser justo, misericordioso y vivir en verdad.

Cuando eres capaz, serenamente y reflexionadamente, de contemplar estas diferentes situaciones, tu corazón se abre a la gratitud y aceptación por todo lo que Dios, tu Padre, te ha dado. Cierto que siempre advertimos situaciones de carencias y necesidades, pero las consideramos necesarias y buenas porque ellas nos llevan a la plegaria y a la oración con Dios. Le necesitamos como la cierva busca el manantial de agua fresca. Así nosotros queremos buscarte, Señor, para que sacies nuestra fe.

Gracias Señor por todo lo que hemos recibido de tu Mano generosa;  gracias Señor por tanta vida y tanto amor, y mantenernos la esperanza de salvación intacta y ofrecida por amor. Gracias, Dios mío, porque en Ti encontramos sentido a nuestra vida y esperanza de alcanzar la gloria eterna en tu presencia.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

TODO LO HE RECIBIDO DE DIOS, PERO TODAVÍA NO ME CABE EN LA CABEZA



El problema es que no llegamos a comprender el alcance del problema. A pesar de saberlo, no llegamos a comprender el alcance del misterio. Porque realmente es un misterio. Todavía nos creemos merecedores de lo que hacemos y de nuestro trabajo, cuando sólo somos unos meros cumplidores en el caso de que lo hagamos como Dios manda. ¡Y ya está! Nada merecemos porque hemos cumplido simplemente con nuestro deber.

Por eso les negamos nuestro servicio a los demás, o lo vendemos con dinero, o le ponemos condiciones. Es verdad que necesitamos vivir, pero sabemos a qué nos referimos, y dónde empieza y termina el deber y el compromiso que tenemos de compartir todo lo recibido. Sobre todo los valores espirituales e intelectuales, y también el económico, aunque quizás sea ese el más utilizado por sus efectos inmediatos y destacados, pero no por eso el más importante.

Y nos cuesta ser agradecidos, porque nos parece que merecemos lo recibido. Posiblemente muchos de nosotros no regresaríamos a darle gracias al Señor después de ser curados. Y de hecho no regresamos cuando hemos superado una enfermedad por la que tanto prometimos y rezamos. Pasado el peligro y la angustia nos olvidamos, como los leprosos, de dar gracias.

Pidamos la Gracia de ser agradecidos como aquel leproso samaritano que viéndose curado se volvió para postrarse ante el Señor agradecido por el bien recibido. ¡Cuántos bienes hemos recibido sin darnos a penas cuenta que nos lo regala el Señor, y pasamos indiferente ante Él! E incluso nos atrevemos a rechazarle y a protestarle porque queremos más.

Señor, perdónanos tanta indiferencia, tanta arrogancia y tan poca fe, y danos la Gracia de despertar a nuestro egoísmo y ceguera para darnos cuenta de que Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Danos conciencia de tu presencia, Señor. Amén.

jueves, 16 de octubre de 2014

HA TERMINADO EL IV ENCUENTRO DE BLOGUEROS CON EL PAPA



Gracias Señor por darme la oportunidad de vivir otro Encuentro, el IV. Hasta ahora he asistido a todos y mi idea, si Tú me dejas, es visitarte entre los hermanos en el siguiente, que será el V. Porque el principal protagonista del Encuentro eres Tú, Señor, y donde Tú estás, está la Vida, la Verdad y el Camino.

Esa debe ser nuestra primera y más fuerte motivación. Una cita anual con el Señor entre los blogueros con el Papa que hemos estado todo el año caminando por las calles digitales del mundo de la Blogosfera. No debe preocuparnos tanto el lugar, ni las ponencias, ni los medios, sino estar contigo entre los hermanos. Porque eso nos dará la oportunidad de vivir el mandato del amor y demostrarte nuestra sana y bien intención de cumplirlo. ¡Y cómo nos enriquecemos con nuestro compartir y testimonios!

Eso no quita ni desmerece todo el esfuerzo por hacerlo lo mejor que podamos. Por convocar a los blogueros que nos puedan enriquecer y acompañarnos compartiendo su sabiduría y buen hacer. Pero nunca ser motivo de desánimo, de abandono ni desfallecimiento. Blogueros con el Papa ha nacido del esfuerzo por conocernos, tener presencia y compartir físicamente una vez al año, manifestando nuestro apoyo al Papa y dando razón de la vivencia de nuestro amor entre los hermanos.

Y eso debe animarnos a recorrer todo este nuevo año bloguero hasta el próximo, evangelizando por las calles digitales y dando testimonio de nuestra presencia en las redes, apoyándonos y compartiendo. Aceptando nuestros fallos, errores, pobreza y pequeñez, pero sabiendo que tu Amor y Misericordia nos perdonan y nos salva.

Señor, junto a la mística Santa Teresa, que en este año celebramos su V centenario, te pedimos para que nuestro peregrinar de este año termine en el V Encuentro de Blogueros con el Papa en esa hermosa tierra suya, Ávila, para revivir, por su intercesión, la hermosa tarea de proclamar el Evangelio a todo el mundo. Amén.

viernes, 26 de septiembre de 2014

EN LA SOLEDAD DE MI ORACIÓN

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DONDE PUEDAS 




Gracias Señor por quedarte para acompañarme. Gracias Señor por darme a cada instante la luz de tu sabiduría para guiarme por tus caminos difíciles y peligrosos por los pecados de este mundo. Gracias Señor por abrir mis labios para sonreír y soportar a los que me rodean y se relacionan conmigo. Gracias Señor por mantener un diálogo cercano, continuado conmigo.

Gracias Señor por no abandonarme en los momentos difíciles, de mayor soledad y de pasos duros y cuesta arriba donde el ritmo se hace insoportable y pesado de mantener. Gracias Señor por darme la Gracia de tu Presencia y moverme a adorarte y glorificarte.

 Gracias Señor, muchas gracias por ser mi amigo y llenar mi vida de esperanza, de sentido, de luz y amor. Y gracias por saberme atendido y correspondido y mantener la esperanza de recibir la fuerza y la sabiduría para ser capaz de esforzarme en amar como tu me amas. Amén.

martes, 25 de marzo de 2014

NO CABE EN NUESTRO CORAZÓN TANTA GRANDEZA



Sigo anonadado y perturbado por la grandeza de María. Na había reparado tanto como hoy el significado tan enorme y de tanto alcance que supone el Sí de María. Quizás, el reparar en su capacidad de elección, a ser libre, me ha dado el punto de reflexión sobre esa su Grandeza al responder con un Sí tan valioso, cómo que de él dependió nuestra salvación.

Si tenemos esperanza de salvación es porque María ha dado un Si a la petición de Dios, anunciada por el Ángel Gabriel, para que fuese la Madre de su Hijo predilecto. María ha entregado libremente su seno al Padre Dios para que en él fuese concebido, por obra del Espíritu Santo, su Hijo Jesús. No hay palabras humanas para expresar el agradecimiento a María.

Madre, gracias por tu entrega y tu respuesta afirmativa a la llamada de Dios. Eres la Madre que el Padre Dios ha elegido para en ti salvarnos. Y tú has respondido como una Madre, llena de humildad, de entrega y de disponibilidad hasta el punto de acompañar a tu Hijo hasta el pie de la Cruz. No salen de mi boca otras palabras que simplemente gracias.

¿Y cuál es mi respuesta ante tanto amor y entrega por tu parte? ¿Qué le respondo yo al Señor ante la llamada que Él me hace? 

Madre, intercede como ya hiciste en Caná por todos nosotros, para que seamos buenos hijos y fortalecidos en tu presencia y compañía demos una respuesta comprometida y decidida en aceptar la Voluntad del Señor.

martes, 4 de febrero de 2014

NUNCA PODREMOS RECOMPENSARTE



Somos limitados y nuestros actos no llegan a estar a la altura de poder pagar tanta Gracia ni favores recibidos. Nuestra limitación es tanta que no llegamos ni a comprender ese tan grande misterio de tu amor. ¡Tanto recibido de forma gratuita y sin posibilidad ninguna de poder pagarlo!

¡Ese es el gran misterio de tu Amor, Señor! Ni siendo sumisos y fieles a tu Voluntad seremos dignos de recibir todos tus dones, porque somos todo tuyo, Señor, simples criaturas de tu Amor. Hay tanta infinitud entre nosotros y Tú, Dios mío, que no podemos ni siquiera imaginar ese misterio. Nuestra ignorancia es tal que sólo Tú, Señor, puedes dárnosla a entender.

Por eso Señor, mejor no decir nada sino postrarnos ante Ti y darte humildemente gracias por todo lo recibido, por la vida y también por la muerte, porque a través de ella entraremos, por tu Misericordia y Amor, a compartir contigo nuestra humilde vida.

domingo, 15 de diciembre de 2013

ABRE MIS OJOS Y MI MENTE



¿Es qué no veo lo que ocurre a mi alrededor? ¿No veo como mi propia vida ha ido creciendo en fe y santidad? ¿No veo las maravillas y prodigios de mis hermanos en la fe? ¿No me experimento resucitado de mi ataque de muerte súbita hace diez años? ¿No veo las curaciones que otros, por la Gracia de Dios, hacen en su nombre? ¿De qué me tengo que convencer?

Sólo pedirte perdón Señor, y darte gracias por tu Misericordia, por tu Paciencia sin límites y Bondad Infinita. ¿Qué sería de mí sin tu Amor? Gracias te seguiré dando todos los días de mi vida porque cada segundo e instante vivido es pura Gracia tuya. 

Gracias por obrar pequeñas maravillas en mí humilde persona y por derramar manantiales de fe en mi corazón que me hacen seguirte, buscarte, vivir inquieto en Ti y anhelarte a cada momento de mi vida. ¡Me has dado tanto, Señor que es imposible agradecértelo! ¡Necesitaría tu Fuerza y tu Gracia para poder hacerlo!

Perdona mis fracasos, mis errores, mis fallos, mis debilidades, mis miserias y tantas veces como te he decepcionado. No soy digno de Ti, y si lo soy es por tu Gracia. ¡Qué dignidad tan grande ser considerado tu hijo! ¿Se puede ser más? 

Señor, gracias por todo. Yo quiero seguirte y dejarme moldear por tu Corazón.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

CUANTA REBELDÍA INJUSTIFICADA




Mientras en muchas partes del mundo la gente se enfada porque no pueden ver la televisión o no tienen la suficiente cobertura para tener una buena imagen, otros lugares piden simplemente poder tener lo suficiente para vivir. Carecen de agua y luz, y sus condiciones de vidas son casi inhumanas y ponen sus vidas en peligro.

No nos damos cuenta lo que tenemos, y ya no valoramos las cosas imprescindibles para que exista la vida y se pueda vivir. Todo eso me devuelve a mi infancia, donde no teníamos tele, ni casi cine, y la luz se apagaba a las doce de la noche. Sin embargo, no me recuerdo triste, ni aburrido ni enfadado. Vivíamos feliz con las carencias que cada época trae.

Supongo que para muchos tener agua, luz y una vivienda digna será lo suficiente para sentirse bien y alegre. Mientras otros aspiran a casas más cómodas, lujosas y con añadidos mayores. En la medida que se tiene, se aspira y desea más. Y en la medida que subimos nos ensoberbecemos más y sentimos que tenemos derecho a eso y a más. Perdemos nuestros orígenes y dejamos de ser agradecidos y exigimos más. Todo se convierte en derechos y casi desaparecen los deberes y la gratitud.

Es el caso del Evangelio de hoy. De aquellos diez leprosos, sólo uno recordó su pasado y valoró el presente de experimentarse curado. Los otros nueve perdieron el sentimiento del agradecimiento y percibieron el derecho a ser curados.

 Puede que a nosotros nos pueda estar pasando lo mismo. Por eso, arrepentidos de poder experimentarnos así, nos postramos ante el Señor para pedirle perdón y expresarles nuestra gratitud por todo los bienes recibidos cada día. Es posible que no nos sintamos satisfechos de muchas cosas, pero, ¿nos las merecemos? Tenemos la vida y lo necesario para seguir caminando, y, sobre todo, la esperanza de alcanzar esa vida que todos buscamos donde reine la paz, la justicia y el gozo eterno. ¡Qué más podemos pedir!

domingo, 15 de septiembre de 2013

SEÑOR, YO TAMBIÉN QUIERO INVITARTE A COMER



Sí, Señor, quiero estar en tu mesa y comer contigo, porque sé que Tú has venido a salvarme, y yo tengo necesidad de ser salvado. Quiero ser de tu rebaño y dejarme cuidar por Ti. Sé, Señor, que me cuidas, me proteges y te preocupas por mí. Hoy nos lo dice en este hermoso evangelio de este domingo.

Gracias Señor por tanta paciencia, por tanto amor hasta el punto de salir a buscarme por montes y cañadas. Gracias, Dios mío, por esperarme, sin merecerlo, después de dilapidar la fortuna que me diste en herencia. Y no solo esperarme, sino no regañarme. Al contrario, acogerme con gozo y alegría, vestirme y tratarme como un héroe. Darme la gloria de ser tu hijo.

No merezco nada Señor, y me avergüenzo de haberte ofendido. Sólo quiero que me trates como a un siervo, pues no me he portado como un hijo. Señor, me quedo perplejo, anonadado, bobo y con cara de idiota ante tanta Misericorida y Amor. Padre mío, solo puedo decirte desde lo más humilde de mi pobre corazón, gracias.

viernes, 6 de septiembre de 2013

VIVIR TU VOLUNTAD EN CADA INSTANTE

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Eso es lo que te pido, Señor: "Vivir tu Voluntad en cada instante", porque eso colmará mis deseos y gozos, y me llenará de paz y felicidad. Sé que me es difícil, por no decir imposible, lograrlo con mis solas fuerzas, pero también sé que contigo puedo lograrlo.

En contra, tengo mis debilidades y apegos por mi naturaleza caída. Me descubro pecador e incapaz de merecer tu Gracia, Dios mío, y me siento privilegiado y agradecido por ser foco de tu Amor y de tus debilidades. Gracias por darme fuerza y aliento en el Espíritu de poder decirte, valga la redundancia, gracias.

Experimento que salen de mi boca palabras que no llego a comprender su grandeza ni su alcance. Siento el impulso del Espíritu que me anima y me sostiene, y desata mi lengua, ilumina mi mente y libera mis palabras que parecen brotar desde mi corazón.

Es como si Tú vivieras en mí, y siento miedo por mi pobreza, por mis pecados, por mis miserias, por tanta poca cosa. ¿Cómo puedes quererme tanto, Señor? Jamás lo entenderé, y no me atrevería ni a pensarlo si no fuese promesa de tu Hijo Jesús. 

Señor y Padre nuestro, en Ti espero y pongo todas mis esperanzas y en ti confío. Por eso vivo y camino contra corriente, a pesar de mis tropiezos, debilidades y sufrimiento. Sé que detrás de todo eso estás Tú esperándome y me lleno de gozo y felicidad el saber que llegará el momento de encontrarme entre tus brazos para vivir una vida eterna de gozo y felicidad.

jueves, 4 de julio de 2013

PRECES Y ORACIÓN DE LAUDES DEL DÍA DE HOY




Demos gracias a Cristo, que nos ha dado la luz del día, y supliquémosle, diciendo:
Bendícenos y santifícanos, Señor.
Tú que te entregaste como víctima por nuestros pecados,
—acepta los deseos y proyectos de este día.
Tú que nos alegras con la claridad del nuevo día,
—sé tú mismo el lucero brillante de nuestros corazones.
Haz que seamos bondadosos y comprensivos con los que nos rodean,
—para que logremos así ser imágenes de tu bondad.
En la mañana haznos escuchar tu gracia,
—y que tu gozo sea hoy nuestra fortaleza.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.

PADRE NUESTRO

ORACIÓN:
Oh Dios, que creas la paz y amas la caridad, tú que otorgaste a santa Isabel de Portugal la gracia de conciliar a los hombres enfrentados, muévenos, por su intercesión, a poner nuestros esfuerzos al servicio de la paz, para que merezcamos llamarnos hijos de Dios. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos

miércoles, 15 de mayo de 2013

CON LA CONFIANZA EN EL PADRE



Jesús nos recomienda al Padre. Nos lo ha presentado, nos ha hablado de Él, nos ha enseñado cuanto nos quiere y como debemos amarle, y nos revela su Voluntad. Y se nos presenta como enviado por el Padre para dejarnos su Palabra.

Pues bien, ahora, próximo a regresar al Padre, nos recomienda y le pide al Padre que nos guarde: Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros. Cuando estaba yo con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me habías dado.

¡Gracias, Señor, por esta infinita recomendación! Gracias porque nos sabemos guardados por tu Padre, y tu Palabra siempre tiene cumplimiento, pues todo lo que nos has revelado y enseñado se ha cumplido. ¡Gracias Señor, porque en Ti tenemos la confianza y la promesa de salvación del Padre! 

¡Gracias Dios mío, porque por los méritos de tu Hijo Jesús, su Muerte y Resurrección, hemos sido liberados de las ataduras de este mundo, y del dominio del Maligno, y en Él hemos sido rescatado, por tu Amor, para gozar de tu presencia eternamente.

Danos siempre la confianza y la fe fortalecida en tu Iglesia, para que juntos y unidos en Iglesia recorramos el camino de salvación que Tú mismos has trazado para cada uno de nosotros. Amén.

miércoles, 8 de mayo de 2013

PERDONAME, SEÑOR, MI OSADÍA DE PEDIRTE



¿Qué más necesito? Todo me ha sido dado: la vida y la oportunidad de conservarla eternamente y gozosa. Es verdad que muchos no gozan de buena salud y sufren, pero mantenemos la esperanza que nuestra vida va a ser recompensada en mucho en la segunda venida de nuestro Señor Jesús. Sus Palabras no dejan lugar a duda.

Él no nos ha dejado abandonados, nos promete su asistencia, su intervención, su protección... Y nos envía el Espíritu Santo para que nos fortalezca, para que nos dé ánimo y fuerzas para superar toda adversidad, enfermedad, sufrimientos y perseveremos esperanzados en su confianza. ¡Es el Señor": «Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros».

¡Gracias, Señor, por tanda dicha, por tantos cuidados, por tanto amor salvífico, por tanta delicadeza, por tanta atención, por tanta protección que me da inmensa paz y me permite descansar gozosamente! Y exultante de alegría y de gozo, exclamo. ¿Es que puedo pedir más?


miércoles, 14 de noviembre de 2012

ME AVERGÜENZO POR LO...

 Diez leprosos encuentran a Jesús. 

 poco agradecido que he sido en mi vida. Poco agradecido por la poca gratitud que despierta en mí todas las cosas recibidas en esta vida. Primero la vida, pues mi madre tuvo cuatro abortos y yo, por la Gracia de Dios, tuve la dicha de ver la luz de este mundo.

Pero, más todavía, porque he tenido la dicha y gozo de conocer a Jesús y creer en Él. Y me planteo la responsabilidad que tengo para mi familia y para todos los que me rodean, de transmitirle ese gozo y esa dicha de vivir injertados en Jesús.

Gracias por ese torrente de fe que entra en mi corazón, por la Gracia de Dios, y no por derecho, que llena mi vida y la sostiene. Fe que me es dada gratuitamente y no por méritos de mis esfuerzos, si bien necesita que mi corazón, por la libertad que me ha sido regalada también, se abra y deje entrar esa luz.

Gracias por la vida eterna que, desde el principio, antes de la creación del mundo, me has concedido, y al perderla por mis pecados, me la has vuelto a conceder por lo mérito de tu Hijo Jesucristo. Gracias, Padre mío, por tu Misericordia y tu Amor gratuito y sin condiciones que nunca podré entender.

Gracias, Dios mío, por la familia que me has concedido, pues me parece que ya desde el principio estaba elegida para mí, y que ha contribuido a sostenerme en la fe. Gracias, Dios mío, por tantas cosas buenas y no tan buenas, que han servido para alegrarme en unas y ofrecerme en otras unido a ti en sacrificio.

Gracias por el camino en el que me has unido a tantos hermanos que me acompañan y fortalecen en la fe. Gracias por tu Providencia y por tu compañía con la que espero seguir contando hasta el término del camino que acaba en tu Casa. ¡Gracias Dios mío!