Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
Mostrando entradas con la etiqueta naturaleza humana. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta naturaleza humana. Mostrar todas las entradas

martes, 6 de julio de 2021

NUESTRA NATURALEZA INCLINADA A LA DUDA Y A LA CRÍTICA NEGATIVA

 

Estamos inclinados a murmurar y a la maledicencia, consecuencia del pecado original. No resulta imposible cerrar nuestros oídos a la murmuración y, por eso, solicitamos y pedimos la Gracia para vencer esas tentaciones que nos traicionan y nos alejan del Señor. Porque, de alguna manera acusamos al Señor de falso, de que su Palabra no la creemos, y eso equivale a decir que nos miente. O, lo que le decían sus contemporáneos, colabora con el demonio.

Posiblemente, nuestra respuesta, en muchos momentos de nuestra vida, no se diferencia mucho de la de aquellos fariseos. Y, nada mejor, que la de pedir la Gracia de darnos cuenta de nuestro error. Pedir y rogar para que nuestro corazón, endurecido y adherido a los poderes de este mundo, encuentre la verdad, la conversión y la misericordia que nos ofrece nuestro Padre Dios. 

Cierra, Señor, nuestros oídos a la murmuración y nuestra lengua a la maledicencia, que solo tengamos palabras llenas de bondad, de verdad, de justicia y de amor fraternos para todos los que nos rodean. Transforma nuestro corazón en un corazón amoroso y misericordioso. Amén.

jueves, 28 de febrero de 2019

¡SEÑOR, SOY CONSCIENTES DE MIS DEBILIDADES Y DE MI ESCLAVITUD!

Resultado de imagen de Mc 9,41-50
Nuestra naturaleza está sometida a las inclinaciones de este mundo. No podemos escapar a los sentimientos de venganza, de odio, de envidia, de ambición, de placer, de poder, de riqueza, de vanagloria, de triunfo, de todo aquello que nos haga sentir mejor que los demás. Y, aún sintiendo todo eso así experimentamos que no queremos hacer el mal sino el bien. Y siendo eso así dejamos de hacer el bien y hacemos el mal.

Esa es la lucha a la que está sometida nuestra naturaleza humana, y sólo podemos liberarnos cuando abrimos nuestro corazón al Espíritu Santo. Ese Espíritu Santo que recibimos en nuestro bautismo y que, desde ese momento, nos asiste, nos fortalece y nos ayuda a superar todas esas adversidades. Pero, necesita nuestra colaboración, pues, para eso somos libres. No podemos quedarnos pasivos esperando que nos ayude sino, además de pedirlo, poner todo lo que está a nuestro alcance.

Por eso, Señor, te pedimos que nos des toda la fuerza necesaria para la lucha de cada día contra esos obstáculos y tener la voluntad y la sabiduría de saber cortar todo aquello que nos pueda perjudicar alejándonos de Ti. Saber encontrar las circunstancias, los espacios, los ambientes y todo lo que nos sea favorable para perseverar y mantenernos unidos a Ti.

Tener la firme voluntad de despojarme de todo aquello que intuyo me está debilitando y apartándome de Ti y buscar los espacios de oración, de la frecuencia de los sacramentos y de la Eucaristía. Y la conciencia de saber que todo lo de este mundo pasa menos tu Palabra. Y, sobre todo, de cuidar mi testimonio, mi ejemplo para no escandalizar a los más vulnerables, a los más inocentes y más débiles. Por todo ello, Señor, te pido que me llenes de tu paciencia, tu fortaleza, tu humildad, tu misericordia y compasión para servir y no buscar ser servido