Y gracias por todo ello, DIOS mío, porque en ellas siento la necesidad de TI, la ineludible necesidad de apoyarme en tu Sabiduría Infinita para poder descansar y sentir esperanza.
Gracias, SEÑOR, porque al experimentar mi propia impotencia siento que sólo no puedo andar, que necesito tu Iglesia, a mis hermanos, para, entre todos, encontrarte reunido y en medios de todos nosotros.
Gracias, SEÑOR, por crearme en actitud de comunidad, de necesitar la comunidad y vivir en comunidad. Sin familia no podría descubrirte ni amarte, porque en mi vivencia de amor derramada en la familia, te descubro y te experimento.
Gracias, SEÑOR, por tus Nupcias conmigo, porque me comprometes a amar como TÚ me amas, y a descubrir que romper el amor con los demás es rechazar tu compromiso nupcial conmigo.
Gracias, SEÑOR, por hacerte presente en mi vida por el amor, y, en tu compañía, unidos a otros, en fraternidad, en familia, en solidaridad, en peregrinación, irte descubriendo, a pesar de mis apegos, carencias, defectos, orgullo, soberbia... pecados, experimentar que TÚ me amas, y por eso, yo también puedo amar.
Un fuerte abrazo, SEÑOR JESÚS, y en ti, para todos mis hermanos.
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