No quiero navegar solo, pues, por mi condición humana me siento incapaz a doblegar los elementos y las tentaciones que el mundo me presentan. Hay muchas tempestades en la navegación de la barca de mi vida y sé que, de enfrentarme yo solo, será víctima y reo de muerte. Sólo junto a Ti, Señor, tendré segura mi victoria, porque Tú puedes contra el mundo.
Necesito, Señor, no un buen timonel, sino el mejor. Necesito un patrón que sepa sortear todos los peligros que el mar embravecido de este mundo me presenta. Un mar dispuesto a tragarme y a hundirme en el abismo de mis concupiscencia, egoísmos y pecados del que, sólo Tú, Señor, puedes liberarme. Por eso, recurro a Ti, mi Señor, humildemente y esperanzado en tu Misericordia.
Sólo Tú, Señor, estás dotado y capacitado para dirigir mi barca y llevarla a buen puerto. Sólo Tú puedes orientarla hacia ese puerto que anhela mi corazón. Por eso, Señor, te entrego el timón de mi vida y la barca de todo mi ser, para que seas Tú el gran timonel que traces su rumbo y la dirijas hacia aguas tranquilas y mansas que llenen sus redes de gozo y paz eterna.
De eso, Señor, quiero llenar las redes de mi vida, del fruto de mi trabajo y perseverancia siguiendo tus mandatos y tus ordenes. Y confiando en hacer lo que Tú me ordenes, hasta el punto de echar mis redes a la derecha para llenarlas de buenos peces. Guía, Señor, la barca de mi vida, porque sin Ti quedaría a la deriva de este inmenso mar y a merced de sus tempestades y oleaje.
Sube, Señor, a mi barca y ponle sentido al rumbo de mi navegación para que, sorteando las grandes tempestades de mi vida, pueda siempre levantar mi vista y seguir tus pasos sin desfallecer ni abatirme por los fuertes vientos que amenazan con apartarme de Ti. Fortalece, Señor, mi voluntad y acrecienta mi fe para que, confiado y esperanzado en Ti mantenga firme mi entrega y deje mi vida en tus Manos. Amén.Oraci