Gracias Señor por la invitación a ese viaje que me prometes de forma gratuita. Simplemente por tu Amor, porque de otra manera no podría hacerlo. Ni lo merezco ni puedo hacer méritos para poder pagarlo. Sólo por tu Inmenso Amor y Misericordia me es permitido esperarte y viajar a tu lado. No puedo decir otra cosa sino darte gracias Señor.
Y pedirte luz, paciencia para esperarte y vivir en tu Palabra y tus mandatos. Porque todo lo que me mandas que haga es para mi bien y para hacerme feliz y más grata la espera. Me pongo en cola Señor y aguardo con ilusión y alegría tu regreso. Tú, Muerto y Resucitado, has aceptado todo lo que estaba escrito sobre Ti y sólo en Ti todo se ha cumplido. Tu tienes Palabra de Vida Eterna y todo lo que dices y prometes se cumple, porque eres el Camino, la Verdad y la Vida.
Prepara mi equipaje Señor para estar preparado a tu venida y emprender el viaje a esa maravillosa mansión que Tú nos tienes prometida. Pongo en orden todas las cosas que me son necesarias para estar listo cuando Tú lo decidas: paciencia, mansedumbre, bondad, servicio, entrega, escucha, atención, caridad... y todo embalado en el amor.
Espero que de todo aquello que me olvide o que haya fallado, Tú Señor, por tu Infinita Misericordia no lo tengas en cuenta y permitas ser admitido en tu gozoso viaje. Amén.