Posiblemente, Señor, no entienda el por qué las cosas van tal mal estando Tú con nosotros. Y, por qué permites que los poderosos se apoderen de los gobiernos y los administren según sus planes, objetivos y para sus intereses y egoísmos.
Pero, a pesar de no entenderlo, confío en Ti y en tu Sabiduría. Porque, para Ti no hay nada imposible y porque nos has demostrado el amor que nos tiene entregando tu Vida para salvar la nuestra.
No cabe en ninguna cabeza, Señor, que Tú nos abandone. Sabemos que Tú estás entre nosotros y ves y sabes lo que está ocurriendo. Y confiados y esperanzados en tu amor, nos sentimos seguros y sin miedos en tu presencia y en el cumplimiento de tus promesas. Porque, Tú, Señor, siempre cumples tu Palabra.
Dame, Señor, la Gracia de sabernos acompañados en todo momento de nuestra vida y de no sucumbir a los vientos y tempestades de cada día. Confiamos en Ti y ponemos todo nuestro esfuerzo en tu Mano. Tú, Señor, sabrás guiarnos y darnos en cada instante el empujón que necesitamos para bogar hacia la Casa del Padre. Amén.