Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 7 de septiembre de 2024

ORACION: Ahí estás Tú.

En las intemperies de nuestra existencia, cuando la noche cae, el camino se vuelve incierto y las dudas toman la palabra.

En los giros de la vida, cuando el fracaso es posibilidad, el miedo llama a la puerta y la inseguridad es compañera.

En la crueldad del azar, cuando llega la enfermedad, la soledad lanza su grito y la muerte merodea.

En las encrucijadas del futuro cuando avanza la tormenta, no hay tierra a la vista y el mal anda cerca. 

Ahí estás Tú, en lo escondido, sosteniendo el barco, llevándonos donde sólo sabes Tu.

Ahí estás Tú, en lo profundo, hacia un mañana que será bueno, sencillamente porque proviene de ti.

Ahí estás Tu, en lo desconocido, cogiéndonos de la mano, hacia la tierra prometida. Amén.


(Por Álvaro Lobo, sj

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

viernes, 6 de septiembre de 2024

ORACION: MIENTRAS CAMINO

Dios Padre Bueno, guíame, acompáñame en mi caminar, hacia la felicidad plena contigo.

No dejes Señor que me detenga en el camino emprendido.

Enséñame a seguir esperando aunque no vea resultados; a seguir trabajando con paciencia a pesar de los fracasos.

En el camino de la conversión he de ir desprendiéndome de todo lo que me pesa y me hace fatigoso el caminar.

Pero creo, Señor, que Tú conoces mis anhelos y no dejarás mi vida infecunda.

Creo y espero porque amo y necesito ser amado. Y yo sé Señor que Tú me amas. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

jueves, 5 de septiembre de 2024

ORACIÓN: TE IMPORTO.

Señor, no te da igual si te busco o no, no te da igual si estoy triste, no te da igual si estoy en medio de una tormenta. No te da igual cómo me pesan mis errores, no te dan igual mis heridas. No te da igual si estoy cerca o lejos, No te dan igual mis sueños. No te doy igual, te importo. 

Me recibes como soy, con mis errores y aciertos. Siempre con alegría y la mirada tierna. Te importa cómo estoy, cómo me siento, me das aliento a través de pequeños detalles. Te importa hacerme saber que tu amor y tu misericordia son más grandes que cualquier daño que cause y que justamente, el perdón, aunque nazca del dolor, es una fiesta de reencuentro entre dos amigos que se aman, pero sobre todo entre yo que amo cómo puedo, y Tú Señor, que me amas incondicionalmente. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

ORACION: ESPÉRAME

Dios misericordioso, espérame.

Espérame porque el camino de regreso es largo y a veces me cuesta seguirlo.

Espérame porque pierdo tiempo pensando en lo que pasó y no en el perdón.

Espérame porque me cuesta asumir el error.

Dios misericordioso, abrázame.

Abrázame porque no sé elegir lo que es bueno.

Abrázame porque me duele alejarme de ti  y mucho más me duele el vacío, la ruptura, el desamor.

Abrázame porque sólo así tendré fuerzas para dejarme transformar.

Dios misericordioso, perdóname.

Perdóname porque solo así viviré la alegría.

Perdóname y transfórmame porque tú conoces mi debilidad, y sólo tu perdón amoroso puede conducirme hacia la verdad y darme nueva vida. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

martes, 3 de septiembre de 2024

ORACION ESPIRITU SANTO

"Ven Espíritu Santo, como caricia que calma. Muchas cosas se rebelan dentro de mí cada día, cosas que me molestan, que me inquietan, que me resienten.

A veces mi interior se perturba por cosas que no son tan importantes, y me lleno inútilmente de una inquietud que me hace daño.

Ven Espíritu Santo, y acaríciame por dentro. Pasa por esos sentimientos que se sublevan, y cálmalos con tu caricia santa. Pasa por mi piel que se resiste a tantas cosas, y apacíguala con tu caricia tierna. Pasa por mi corazón que se trastorna, y aquiétalo con tu caricia tibia. Pasa por mis pensamientos que se alborotan, y tranquilízalos con tu caricia delicada. Pasa por mis afectos que me queman, y apágalos con tu caricia fresca.

Ven Espíritu Santo, acaricia lentamente todo mi ser, y con esa caricia divina pacifica, sosiega, aplaca, suaviza. Amén."

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

lunes, 2 de septiembre de 2024

ORACION: cuentas con flaquezas y talentos.

Desde el vientre materno, desde antes de mi tiempo y mi conciencia crees en mí. Mucho más que yo mismo. Crees que puedo. Que valgo.

Cuentas con mis manos y mis pasos, con mis flaquezas y mis talentos. Cuentas con mi amor, que es tu reflejo. Con mi fe, que es tu regalo.

Y me haces imprescindible para construir tu Reino. Eso me asusta y me ilusiona, me provoca y me invita.

Tú sabrás lo que haces, Señor, al confiar en alguien tan frágil. Pero por intentarlo no va a quedar. Aquí estoy. Amén.


Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

domingo, 1 de septiembre de 2024

ORACION: ESCUCHAR Y DISCERNIR

Tú que rezaste al Padre en la noche, antes de elegir a los apóstoles, ¡guíame en mis decisiones! enséñame a hacer silencio y a escuchar.

Háblame, Señor, con tu infinita dulzura, incluso si no puedo escuchar tus palabras. Sigue hablándome, hasta que se abran mis oídos y mi corazón.

Enséñame a escucharte, en cada estremecimiento del corazón, en un pensamiento repentino, en la voz de un amigo, un hermano, un extraño.

Te doy gracias, Jesús, porque en cada acontecimiento y en cada persona me indicas la dirección de la felicidad más grande, el camino en el que podré amar más y mejor. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.