Gracias Señor por la luz de mis ojos y poder ver todas las cosas hermosas que has hecho en este mundo donde vivo. Gracias Señor por las flores, por las montañas, por los hermosos campos floridos y regados por la frescas lluvia. Gracias Señor por las animales y todo lo que suponen para nuestro sustento y alimento. Gracias Señor por la vida y todo lo que ella supone para cada uno de nosotros.
Pero, sobre todo Señor, gracias por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que se ha entregado voluntariamente por cada uno de nosotros para, a pesar de todo lo recibido de tus Manos generosas, pagar con su vida y redimirnos de nuestros pecados para salvarnos de la esclavitud a la que estamos encadenados.
Por eso Señor, hoy te pedimos para que enciendas nuestra mente con la verdadera Luz que alumbra nuestra alma y guía nuestro espíritu. Porque la luz del mundo, a pesar de su hermosura, es una luz que se apaga y se nubla si Tú no estás. Sin Ti todo se vuelve oscuro y tenebroso. Necesitamos tu Luz Señor para ver con claridad y en verdad.
Porque Tú, mi Señor, eres la verdadera Luz, la Verdad, la Vida y el Camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario