Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
Mostrando entradas con la etiqueta VI Estación: Jesús encuentra a la Verónica. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta VI Estación: Jesús encuentra a la Verónica. Mostrar todas las entradas

sábado, 16 de marzo de 2024

VI Estación: Jesús encuentra a la Verónica”

Nos acercamos a ti con la fuerza esperanzadora de aquella mujer que salió, Señor, a tu encuentro. Te miró y se fascinó de ti.  

Ayúdanos a nosotros a dejarnos mirar, a sentir que tú sigues destrozado caminando por la vida. ¡Qué regalo de amor el tuyo, Señor!  

Tú, que hiciste imagen para ella grabada en un lienzo. Hoy sigues dejándonos tu imagen en aquellos que pasan por la vida como pobres sedientos y marginados.  

Que descubramos tu presencia en todos los hombres que se acercan  a nuestra vida, en la eucaristía, tu presencia en persona, donde te sigues dando tú mismo como amor.  

Queremos, Señor, ser Verónica, mujer fuerte capaz de acercarse a ti, y, conmovidos, perder el miedo, lanzándonos a enjugar tu rostro.  

Tú le regalaste tu figura; a nosotros, Señor, nos regalas tu cuerpo y sangre y, sin embargo, no acabamos de creer en tu amor.  

No acabamos de vencer nuestro miedo de siempre, cuando tú eres certeza de amor.  

En el camino de la cruz, Señor, mándanos verónicas, capaces de estar cerca de aquellos que sufren por la vida.  

Verónicas de cuerpo entero, que deseen amar hasta el extremo y hacer el ridículo, si es necesario, para seguir llevando un poco de amor. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.