HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.
María fue obediente. Y no porque entendiera todo, sino porque confío en tu Palabra, Señor. Ella bailó, por significarlo de alguna manera coloquial que nos ayude a entender, al ritmo de tu Mensaje a través del Ángel Gabriel. Ella se dejó invadir por tu Palabra y por tu Amor y su corazón se abrió de par en par a tus mandatos.
También, Señor, yo quiero ser como mi Madre María, dócil a tu Palabra y bailar al ritmo que ella me marque y me toque. Porque, esa melodía es la que me da paz y gozo, y la vida eterna. Sí, Señor, sólo en Ti encuentro la paz que, buscándola en el mundo, no la encuentro. Experimento como, a lo largo de mi vida, me he ilusionado con muchas cosas, pero, de la misma forma que llega, desaparece. Y siempre están en agitada búsqueda sin llegar a ninguna parte.
Y, en esos menesteres se me va la vida. Dame, Señor, la paz y el sosiego que anticipan tu presencia y que me invaden de serenidad, de brisa suave y de gozo contenido pero eterno. Dame, Señor, esa sabiduría, que viene de arriba, de saberme en tu presencia, en tus cuidados, en tu beneplácito y bañado por tu Misericordia y tu Gracia. Dame, Señor, la conciencia de saberme mirado, mimado, bendecido y agraciado por tu bondad y por tu gratuito Amor.
Amor, Señor, que no merezco ni puedo pagar. Amor que soy indigno de merecer y que me llega por tu Infinita Misericordia, que nunca podré entender hasta que, estando en tu presencia, Tú, mi Señor, permitas que lo entienda. Por eso, Señor, sosténme firme, perseverante, dócil y fiel a tu música para que siempre esté dispuesto a bailar al ritmo de tu Misericordia y Amor.
Dame la sabiduría divina de no hacerme preguntas ni escuchar todo lo que no venga de Ti, Señor. Quiero, a ejemplo de mi Madre María, seguirte ciegamente porque confío en Ti y porque sólo Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna. Amén.