Nadie quiere ni le gusta pasar por mentiroso. Todos, acusados de decir mentiras se defienden y hasta se molestan. Ejemplos evidentes de esto los tenemos delante de las narices. Todos se esconden sus mentiras tratando de disfrazarlas de verdad. La demagogia es la manta con la que tratan de revertir sus mentiras e injusticias para presentarlas como verdad y justicia engañando a los débiles, inocentes y usándolos para sus beneficios.
Sin darnos cuenta, cuando nuestros intereses están en la orilla, remamos para acercarnos a esa orilla. Reconocer que somos débiles y proclives a pecar nos ayuda a descubrir nuestras faltas y pecados. Y, por eso, Señor, te suplicamos que nos des esa fortaleza, sabiduría y paz para, no solo vivir en la verdad y justicia, sino también defenderlas. Paz, sabiduría y fortaleza para vivir en el amor y ver a los demás, tras sus apariencias, como Tú, Señor, los ves y así amarlos como Tú los amas.
Danos, Señor, esa fortaleza y sabiduría de saber amar con ese amor paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno para poder ver a los demás y amarlos como Tú, Señor, nos ama.