Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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sábado, 11 de noviembre de 2017

UNA BUENA RELACIÓN DESCUBRE TUS BUENAS INTENCIONES


Detrás de esa invitación a hacer amigos, incluso con el dinero injusto, está la buena intención de emplear las cosas para hacer el bien, porque la amistad se basa en hacer el bien. Un amigo es aquel que busca tu bien, incluso usando malas mañas y se desprende de lo que tiene, a pesar de ser conseguido injustamente, para hacer amigos.  Es aquel que sabe que llegarán tiempos en los que él necesitará de los demás.

Sin embargo, lo importante es tomar conciencia de actuar con buena intención y buscar lo bueno que siempre está relacionado con la verdad. Nada bueno puede ser mentira, y todo lo verdadero es bueno. Por eso, la verdad nos hará libre. Y la Verdad Absoluta es Dios. Él nos hará libres y buenos, y nos dará todo eso que buscamos erróneamente en las cosas de este mundo.

Jesús nos lo repite y recuerda hoy: Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero. Si buscas tu felicidad en este mundo, cambia de rumbo y busca en Dios, porque sólo en Él está el gozo y la felicidad eterna.

No hay otro camino. Servir al dinero te aparta de Dio. Por eso, Señor, en este momento crucial de nuestra vida, cuando las tentaciones del dinero y el poder nos atrae y nos invitan a vivir placenteramente y sólo mirándonos nosotros mismos, te pedimos fortaleza, voluntad y sabiduría para discernir y buscar salir de nosotros mismos para mirar a los demás. 

En esa actitud, no sólo de pensamiento, sino también de obra encontraremos la fuerza y el gozo para darnos, servir y cumplir con las cosas pequeñas esa rectitud de intención para ir mejorando y perfeccionando nuestro camino hacia la santidad. Amén.

jueves, 9 de junio de 2016

LA META ES LA SANTIDAD



No debemos asustarnos, porque dicho así nos parecerá imposible llegar a ser santos. Pero la verdad es que Dios, nuestro Padre, nos ha creado para ser santos. ¿Hemos reparado en ello? Nuestra meta es la santidad, y es la que debemos cumplir. Ese es nuestro mayor Ideal. Todos los demás, que nos vamos proponiendo en la medida que crecemos en estatura y madurez son secundarios. La santidad, como crecía Jesús, además de estatura y madurez, es nuestro principal objetivo y meta.

¿Cómo es posible que nos quedemos en la primera comunión? Porque hasta ahí muchos, la mayoría, de nuestros padres, nos conducen a la Iglesia a conocer a Jesús y hacer nuestra primera comunión. Pero, ¿luego? Todo se queda como nos ha advertido Jesús en la parábola del sembrador, Mt 13, 3-9. Seguramente somos los del pedregal, donde no había mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra, pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron. O quizás los de los abrojos, que al crecer los abrojos nos ahogaron.

Así parece ser nuestra semilla, que florece rápida y alegre, pero pronto se marchita y se pierde. ¿Qué ha quedado de esa alegría de la primera comunión? ¿En qué lugar del camino estamos hacia nuestra santidad? Y la responsabilidad no es nuestra solamente, también de nuestros padres y padrinos. ¡Dios mío, tendremos que pedir mucho perdón! Danos, Señor, paciencia y esperanza para sostenernos en tu Misericordia.

A pesar de lo imposible de la misión santificadora, no podemos olvidar que es Palabra de Dios. Nuestro Padre nos quiere santo, y para ello nos ha creado. Y si nos lo ha dicho así es porque podemos. Claro, no con nuestras fuerzas solamente, sino contado con Él en todo momento. Si no, ¿para qué se ha quedado el Espíritu Santo con nosotros? No simplemente para acompañarnos, sino para fortalecernos, para darnos sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios, y poder así alcanzar la santidad.

Pidamos convencido esa Gracia, que el Señor nos dará complacido y con total seguridad, porque ha enviado a su Hijo precisamente para eso, para que seamos perfecto como Él es perfecto Mt 5,46-48.

lunes, 17 de agosto de 2015

SÓLO TÚ, SEÑOR, ERES BUENO



Nuestra naturaleza es débil y frágil, y pecadora. Nuestro camino es de perfección porque somos seres pecadores y llenos de errores y fracasos. Ocurre que, muchas veces, nuestro orgullo y soberbia nos impide ver más allá de nosotros y ponemos todos nuestros afanes en las cosas de este mundo. Cosas caducas y que no nos dan lo que el ser humano busca: la perfección y la Vida Eterna.

Sólo Tú, Señor, eres bueno y en Ti buscamos esa santidad que nos haga buenos y perfectos. Por eso tratamos y queremos seguirte, para aprender a ser buenos como Tú. No es fácil seguir tus pasos, sobre todo si lo hacemos desde nuestras propias fuerzas e ideas, porque el mundo nos lo impide sobornando nuestra limitada y débil naturaleza. 

Queremos seguirte dejándonos llevar por tu Gracia y abrazando tu Misericordia apoyados en tu Amor. Te rogamos, Señor, Padre Bueno, nos asista en tu Espíritu para poder vencer el mal que nos impide ser buenos como Tú quieres que lo seamos, y que respondamos a tus exigencias de verdadero amor. Porque amar exige preocuparse y servir al prójimo y luchar por un mundo mejor y más justo.

Un mundo que iremos construyendo como Tú, Padre bueno, quieres que sea. Un mundo de justicia, de paz y de amor. Por eso, Señor, te rogamos nos des la fuerza y voluntad de vencer el mal y de ir mejorando, poco a poco, nuestras vidas, y así ir alcanzando ese camino de perfección al que estamos llamados.

Danos, Señor, la Gracia de ir despojándonos de todos esos obstáculos que nos impiden caminar y seguirte. De todos esos obstáculos que el mundo nos brinda: riquezas, bienes, placeres, comodidades, poder...etc., y, no siendo malos, nos apartan de ti y de los hermanos convirtiendo nuestros corazones en corazones egoístas encerrados en sí mismos.

Transfórmanos y danos la sabiduría y capacidad de ser generosos y compartir con los que realmente lo necesitan. Amén.