HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDA
Sabemos de nuestros sudores, de nuestra sangre y nuestras fatigas. Sabemos que esas no nos la quita nadie, porque, precisamente, de ellas nacerá el gozo y la alegría. Por lo tanto, ese es el camino y tendremos que pasarlo.
La vida es un mar donde hay olas grandes y pequeñas, tempestades, maremotos y también mar en calma. Experimentaremos de todo, pero al final seremos dichosos y gozaremos eternamente. Esa es nuestra alegría de fondo que nos acompañará siempre, a pesar de nuestras luchas, sufrimientos y tristezas. Y eso es lo que nos dice el Señor hoy: «También vosotros estáis tristes ahora, pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y vuestra alegría nadie os la podrá quitar. Aquel día no me preguntaréis nada».
El Señor volverá, pero también se ha quedado presente en la Eucaristía. No lo vemos corporalmente, como lo vieron los apóstoles, pero si lo experimentamos espiritualmente. Y nos conforta y fortalece para que podamos soportar el camino y las dificultades. Y, pacientemente y confiadamente, esperar su regreso, tal y como nos lo tiene prometido. Ahí se esconde nuestra alegría y supera a nuestras tristezas y sufrimientos.
Pidamos esa Gracia que fortalezca nuestro gozo y alegría para, soportando las vicisitudes y contrariedades del camino, tengamos siempre en cuenta que el Señor se ha quedado Sacramentalmente en la Eucaristía, y nos alimenta espiritualmente para que, fortalecidos en Él, soportemos las tentaciones y obstáculos que nos presenta el camino.
No desfallezcamos y sostengámonos en la oración y en la unidad, confiados en la Palabra del Señor y en sus Promesas. Lo que verdaderamente importa es el final. Y es ese final, la meta de nuestro camino, la que nos descubrirá el gozo y la alegría de la presencia del Señor que nos viene a buscar para llevarnos con el Padre. Amén.