Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
Mostrando entradas con la etiqueta buena semilla y cizaña. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta buena semilla y cizaña. Mostrar todas las entradas

sábado, 28 de julio de 2018

¡SALVANOS, SEÑOR, DEL PELIGRO DE LA CIZAÑA!

Resultado de imagen de Mt 13,24-30
Sabemos que vivimos en un mundo donde el mal tiene también su presencia. Camina mezclado con el bien y, aparentemente, a veces cuesta diferenciarlos. Su presencia es una constante amenaza que no siempre llegamos a descubrir hasta que hace daño. El camino de nuestra vida es una prueba y toda prueba contiene riesgos, peligros y dificultades que hay que superar. Eso explica nuestra libertad y voluntad. Son las conductoras de nuestra vida y las responsables y encargadas de llevarlas por el buen camino hasta la seguridad anhelada.

Sin embargo, conocemos por experiencia que junto al bien cohabita también con él el mal. Y la cuestión no es tratar de apartarlo, porque volverá al ataque. Se trata de vencerlo. Para eso ha venido el Hijo de Dios, nuestro Señor Jesús, para vencer al mal. Por lo tanto, tengamos confianza y paciencia y mucha confianza en Él, y, obedeciéndole, dejarle entrar y actuar en nuestro corazón para que nos dirija hacia el triunfo. El juicio de Dios será siempre justo y perfecto.

Ahora, a parte de poner todo lo de nuestra parte en sus Manos, tengamos fe y mucha paciencia y pidámosle que nos proteja y limpie nuestra vida de toda la cizaña que la amenace y la ponga en peligro de zozobrar. Dejemos que Él nos indique el momento oportuno de arrancarla de nuestra vida sin desespero ni locuras.

Es nuestro Padre, que nos cuida y protege y evitará que la cizaña, si creemos y le obedecemos, nos haga daño. Amén.

domingo, 23 de julio de 2017

UN MUNDO SALVAJE LLENO DE PELIGROS

Estamos acostumbrados a ver documentales del mundo libre animal. Un mundo salvaje donde cada día la lucha por la subsistencia es una batalla a vida o muerte. Y donde cada día nacen, subsisten y mueren muchos animales. Unos devorados por otros. Es el equilibrio natural de la vida. Es la ley del más fuerte.

Y eso nos parece que sucede sólo en el mundo animal libre. Al que llamamos mundo salvaje. Pero, ¿acaso nuestro mundo es mejor? ¿Somos nosotros un mundo libre ordenado y respetado? ¿Se respetan los derechos de los más débiles? Si miramos las estadísticas, observamos que cada día mueren mucha gente en accidentes de tráfico, por ejemplo. Y sus consecuencias son distracciones, incumplimientos de las normas de tráfico o no tener el debido transporte en perfectas condiciones. Descuidos y más descuidos.

Pero, todo no se queda en eso. Hay también muchas muertes por enfrentamientos, robos, atentados, guerras, sexo, abortos...etc. ¿No es eso una selva? En la selva se mata para comer, pero aquí, en nuestro mundo se hace por envidia, por vanidad, por soberbia, por egoísmos, por ideologías y hasta por maldad. Al lado de la semilla buena crece también la cizaña. Y nada se puede hacer. Hay que esperar al final cuando los segadores enviados por el Señor corten la cizaña y la separen del trigo. Entonces todo se verá mejor.

Lo importante es tratar de mantenernos como trigo y no confundirnos, ni alinearnos con la cizaña. Lo importante es no convertirnos en cizaña, sino sostenernos firmemente en ser buena semilla que dé frutos buenos, aunque eso ocasione nuestra muerte a este mundo. Porque, entonces, dando nuestra vida la ganaremos para la eternidad.

Pidamos al Señor esa Gracia. La de ser buena semilla que persevere pacientemente en la lucha de cada día hasta la hora de los segadores enviados por el Señor. Entonces presentaremos nuestros buenos frutos para ser recogidos y para gozar de la Gloria Eterna. Amén.

martes, 26 de julio de 2016

BUENA SEMILLA




Dentro de cada persona está impresa la huella de Dios. Nos ha creado a su imagen y semejanza y nuestro corazón arde en deseos de amar y de ser feliz eternamente. Porque, Dios es Felicidad y Gozo Eterno. Dios es Amor, y si nosotros somos semejantes, estaremos creados para amar y ser felices eternamente.

El hombre y la mujer están inclinados a amar. Sin amor no podemos vivir. Necesitamos agarrarnos al amor para darle sentido a nuestra vida y entregarla por verdadero amor. Se experimenta eso cuando somos padres. Comprendemos lo que es amar. Antes, por muchas buenas lecciones y hasta ejemplos que nos den no podremos comprenderlo. Necesitamos experimentarlo.

El amor arde en nuestro corazón cuando está dispuesto a la renuncia, al sacrificio, a la entrega y al servicio desinteresado y gratuito. Y enciende el gozo y la alegría dentro de nosotros. Entonces es cuando estamos dispuestos y preparados para comprenderlo, porque lo estamos experimentando con nuestra actitud y entrega.

Necesitamos ama para vivir, pero no un amor egoista ni posesivo, que enfrenta, compite y destruye al otro, sino que construye y comparte generosamente. No un amor que se esconde en la cizaña y crece junto a la buena semilla, para, llegado el momento, dividir, enfrentar, competir, luchar por ser más y mejor que el otro. ¡No!, el amor es reflejo del Amor de Dios, que nos ama sin condiciones y nos da todo lo necesario para que, amando como Él, podamor morar eternamente en plenitud de gozo junto a Él.

Pidamos no apartarnos nunca de Él; pidamos estar y perseverar siempre en Él; pidamos estar siempre abierto a la acción del Espíritu Santo, para que protegidos y auxiliados por Él no dejemos entrar nunca en nuestro corazón la cizaña del poder, de la ambición, de la suficiencia, del placer y egoismo que nos destruye y nos pierde. Pidamos estar vigilantes y abierto expectantes a su venida para que nos acoja y nos lleve para siempre a la Gloria Celestial con Él. Amén

viernes, 29 de enero de 2016

TAMBIÉN HAY CIZAÑA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Es verdad que la semilla crece de forma irrevocable, te preocupes o no. De la misma forma, la verdad nace en tu corazón, y también madura y crece. En ese tiempo tú vas aprendiendo y diferenciando el bien del mal. Experimentas lo que está bien y lo que está mal. Y, en caso de dudas, sabes que lo puedes preguntar a quien puede saber más que tú.

Pero, también es verdad, que si no preguntas a nadie, tus conocimientos pueden irse quedando desfasados, y tus posibilidades de errar y equivocarte aumentan. Pues bien, la semilla, a pesar de que una vez plantada, crece por sí sola, necesita cuidados, tierra buena y buen cultivo para dar buenos frutos. Todo no dependa de ella, porque tu colaboración se hace necesaria.

También hay cizaña, tierra mala y abrojos que enredan y ahogan las raíces de las buenas semillas, e impiden que den buenos frutos. Y si esa tierra mala, cizaña y abrojos no se apartan y destruyen, terminarán ellas por destruir las buenas semillas y sus frutos. Y creernos que, nosotros solos, podemos es un error. Necesitamos la Gracia de Dios y la presencia continua de su Espíritu para, fortalecidos e iluminados en Él, poder sostener y mantener bien cultivado el jardín de nuestra vida en cada momento.

Por eso, Señor, te pedimos que nos des esa capacidad de esfuerzo y cuidados con los que mantener nuestro propio jardín bien cultivado. Un jardín dónde los frutos sean frutos de verdadero amor, y que establezcan tu Reino, Señor, entre todos los hombres.

Danos, Señor, esa sabiduría de conocer todos los entresijos que nos pueden estropear los frutos de nuestro corazón, y los remedios y defensas para impedir que se estropeen. Y, por tu Gracia, sostenernos siempre en tu presencia y en tu Amor. Amén.

martes, 28 de julio de 2015

RECOGERÉ LO QUE HAYA SEMBRADO



La razón y el sentido común me dice que recogeré lo que haya sembrado. Todos sabemos que sólo tendrás derecho a recoger lo que, con tu trabajo y esfuerzo, hayas sembrado. Todo lo que venga por otro lado será considerado suerte, casualidad o lotería.

Sin embargo, podemos hacer cambiar la situación si nos acogemos a lo que nos dice el Señor: "Pidan y se les dará". Pues bien, podemos aprovechar este rincón de oración para, unidos, elevar nuestra suplica y pedir para que aprendamos a sembrar bien. Para que con nuestro trabajo sembremos semillas buenas que nos den, valga la redundancia,  buenos frutos.

Enséñanos, Señor, a bien sembrar; enséñanos a apartar la semilla mala de la buena y a quemar la cizaña para que no nos estropee la buena semilla. Protégenos, Señor, del mal sembrador, el diablo, para que no siembre nuestros campos de cizaña y nos estropee la cosecha. Danos sabiduría, voluntad y fortaleza para mantener limpios de cizaña nuestra tierra y podamos dar buenos frutos para tu Gloria.

Danos la capacidad de entregar todo nuestro esfuerzo, al cien por cien, para que a la hora de tu venida, Señor, tengamos las manos llenas de buena semilla y todos nuestros frutos sean de tu agrado. Danos la Gracia de estar entre tus elegidos por nuestro bien hacer en la asistencia y auxilio del Espíritu Santo, para que podamos gozar en tu presencia de la plena felicidad eterna.

Señor, en ti confiamos y esperamos, poniendo todo nuestro esfuerzo de cada día, a que el día de tu venida nos encuentre trabajando por mantener limpia y bien cuidada la tierra que, por tu Misericordia, nos ha sido entregada por tu amor. Amén.