El refrán reza: "amor con amor se paga", pero nuestra correspondencia al Amor de Dios es impagable. A pesar de que queramos, no podemos pagar ni, por muchos esfuerzos que hagamos merecemos el Amor que nuestro Padre Dios nos regala. Indudablemente que es un Misterio al que nosotros no podemos llegar y menos entender. Dios nos ama por Voluntad propia. Nadie se lo exige ni nuestro amor le hace falta.
Se hace hombre por amor y encarnado en Naturaleza humana se iguala a nosotros despojados de su rango y pasando como un hombre cualquiera. Y se entrega al amor voluntariamente entregando su Vida para dárnosla a nosotros. Vida Eterna. Su Pasión y Muerte si satisface el rescate de nuestra dignidad perdida por el pecado y, por sus méritos recuperamos esa dignidad perdida de hijos de Dios.
¿Cómo entender eso? ¿Cómo ser capaces de seguirle? Ni una cosa ni otra. Nuestra naturaleza humana, débil y pecadora, no puede entender ni seguirte con sus solas fuerzas. Necesitamos las Tuyas, Señor, porque solo contigo podemos entenderte y seguirte. Te pedimos, Señor, tu Misericordia y el perdón de nuestros pecados. Gracias, Señor, por tanto Amor inmerecido, y por tanta esperanza que da sentido a toda nuestra vida.