Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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jueves, 17 de octubre de 2019

EN RECUERDO DE LOS PROFETAS

Resultado de imagen de Lc 11,47-54
Las palabras de este Evangelio son actuales, porque hoy, también en nuestra generación ocurren. Hay muchos profetas entre nosotros. Muchos profetas que han proclamado la Palabra de Dios y que con sus vidas dan testimonio de esa fe que proclaman. Sobre todo, este mes, que el Papa Francisco ha proclamado como mes de las misiones, y donde hay muchos profetas que hablan de Dios.

Porque, todos hemos recibido, por el Espíritu Santo, el poder participar del sacerdocio de Cristo Jesús, de su misión profética y real. Es decir, somos sacerdotes, profetas y reyes, que significa que debemos hablar y darle culto a Dios Padre, hablar de Él a los hombres y servirle como nos enseño Jesús. Pero, también, soportar todas las dificultades y obstáculos que nos deparan el rechazo de los demás.

Hoy se recuerda a muchos profetas, incluso premiados por la sociedad civil, después de muerto. Tal como dice el Evangelio:  «¡Ay de vosotros, porque edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron! Por tanto, sois testigos y estáis de acuerdo con las obras de vuestros padres; porque ellos los mataron y vosotros edificáis sus sepulcros. Por eso dijo la Sabiduría de Dios: ‘Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán’, para que se pidan cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, os aseguro que se pedirán cuentas a esta generación. ¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido».

Pero, ¿seguimos sus ejemplos y tratamos de imitar sus testimonios? ¿O simplemente, cuando ya no nos molestan reconocemos su labor y los premiamos? Pidamos al Señor que nos dé la fortaleza y la voluntad de llevar a nuestras vidas el buen testimonio de fe y de obras que todos ellos nos han dejado. Amén.

sábado, 15 de diciembre de 2018

EL CUMPLIMIENTO DE LAS PROFECÍAS

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El pueblo de Israel espera el cumplimiento de las profecías, y según el profeta - Malaquías 4, 5-6 - Elías tiene que venir a anunciar la venida del Mesías. Es obvio, por tanto, que mientras no haya venido Elías tampoco venga el Mesías. Pero, otra cosa es que haya venido y nuestros ojos hayan estado cerrados y no la hayan visto. Juan el Bautista ocupa y realiza la misión de Elías anunciando y preparando la venida del Señor, pero el pueblo sigue instalando en sus sueños y en su imaginación del mesías que ellos se han formado.

Posiblemente, también nosotros estemos ciegos y no veamos al verdadero Profeta y Mesías, sino al que nos hemos formado y creado dentro de nuestra imaginación. Un mesías que se corresponde con nuestras apetencias y gustos; un mesías que se adapta a nuestra media e intereses. Un mesías que de no coincidir con el que yo espero lo rechazo.

Por eso, es momento de rogar y suplicar que borre de mi imaginación ese mesías que yo quiero y que prepare mi corazón para esperar al verdadero Mesías que viene. A ese Mesías que me anuncia y prepara Juan el Bautista. A ese Mesías que anuncia el Amor del Padre y la salvación de todos los hombres. A ese Mesías que me habla de verdad, de justicia y de verdadero amor al prójimo y que rompe y borra las diferencias entre los hombres. 

A ese Mesías que establece la dignidad de la persona humana por el hecho de ser todos hijos del Padre. Es ese el Mesías que viene. Un Mesías de amor, de fraternidad, de justicia y de paz. Por eso, hoy, desde este pequeño rincón, humilde, sencillo y pobre, clamamos para que nuestros corazones, apegado a las cosas de este mundo, sea transformado en unos corazones humildes y dóciles a la Palabra de Dios. Amén.