Gracias Señor por hacerte Hombre, Hombre como yo, con todos los sufrimientos y sentimientos que tenemos los hombres. Con alegrías y penas, con hambre, sed y cansancio. Y aceptarlo con la sola idea de padecer, por mis pecados, para salvarme. Sólo Tú podías hacerlo, porque tu gran diferencia es que eres Inmaculado, sin pecados.
Sin embargo, a pesar de eso sentiste la tentación del desierto, y el esfuerzo de vencerlas. A mí me pasa que no puedo, y por eso te necesito urgentemente. No un día tan marcado como hoy por ser el último del año, sino todos los días del año. Te necesito para con tu ayuda, con tus fuerzas, con tu Gracia, superar esos momentos de tedio, de debilidad, de ostracismo, de cansancio y de tentaciones mal intencionadas.
Aprovecho, Señor, este año que acaba y otro que empieza, para pedirte que no permitas que me aleje de Ti ningún instante, segundo, minuto, hora o día de estos 365 que empiezo a recorrer hoy. Mantenme siempre unido a ti e injertado en el Espíritu Santo que Tú nos envíaste, porque yo quiero seguirte y dar testimonio de Ti como lo hizo tu primo Juan.
Dame Señor esa Gracia y fuerza para que siendo humilde y entregado por amor, amor como el tuyo, sepa vivir cada instante de este año en tu presencia.
1 comentario:
A Dios gracias y esperanzados en seguir recibiendo de Él bendiciones.
Un abrazo amigo Salvador :)
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