Jesús, que vive a la intemperie, confiado en el proyecto del Padre, saca al ser humano de las seguridades y lo invita a creer. Esta invitación de Jesús produce vértigo, aparece el miedo, surge la crisis. ¿Aceptar a Jesús o prescindir de él? Las palabras de Jesús son vida y aclaran los grandes interrogantes que tenemos. Jesús sale a nuestro encuentro, nos gana el corazón, sigue con la decisión de entregarse por nosotros. Déjate amar por el Amor. Atrévete a vivir con Jesús.
¿Por qué sigo contigo, Jesús? ¿Qué motivos tengo para seguirte? En medio de la crisis, tu Espíritu divino abre en mi vida caminos de fe para seguir confiando en tus palabras de vida. Amén.
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