Enséñame, Señor, a vencer el miedo al silencio… Porque me da pereza. Porque me incomoda, cuestiona y reta. Porque no sé qué me espera. Porque el corazón transita caminos inciertos en los que fluyen sin control mis sentimientos y me esperan voces acalladas largo tiempo. O, quizás, porque no quiero asumir que no es el silencio mi miedo ni es la soledad mi problema. Sino en verdad es que vivo huyendo más de mí, que del silencio y más de Ti, que de mí.
Así que, Señor, ayúdame a dejar de vivir huyendo y a vencer el miedo al silencio; a habitar feliz mi soledad y asomarme en paz a mi interior; para cruzar las barreras de mi alma y plantarme, ahora sí, ante ti, cara a cara.
(Óscar Cala sj)
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