Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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martes, 9 de noviembre de 2021

TEMPLO

 

 

Pidamos con el corazón en la mano que sepamos – por la Gracia de Dios, nuestro Padre – cuidar nuestro cuerpo y nuestra alma, resguardándola de todas las impurezas que este mundo nos puede contaminar. Un mundo que nos aleja de Dios si le dejamos que entre en nuestro corazón y nos seduzca con sus ofertas de placer, sexo, confort y satisfacciones que nos corrompen y nos alejan de guardar con verdadero amor y pureza nuestros cuerpos.

Porque, somos templos del Espíritu Santo y responsables de conservarlo puro y en Gracia de Dios desde la hora de nuestro bautismo. Sobre todo, a cada caída, responder con una levantada gracias a la Misericordia de Dios. Pidamos, pues, que cada instante de nuestra vida sepamos sostenernos limpio de todo pecado y mantener nuestro corazón siempre en actitud orante, dialogante y en contacto directo con nuestro Padre Dios. Porque, Él habita en nuestro interior y está presente en todo momento de nuestra vida. Amén.

viernes, 24 de noviembre de 2017

UN TEMPLO LLENO DE VIDA


HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


La casa del Señor está dentro de ti. Es tu corazón, porque el Señor Vive, ha Resucitado y camina a tu lado. Por lo tanto, no está en un lugar determinado, si bien, de forma espiritual está bajo las especies de pan y de vino consagrado en el Sagrario. Pero, esperando entrar en tu corazón como alimento espiritual para caminar contigo en tu deambular diario y en tu lucha de cada día contra esa cruz que se te hace pesada y te cuesta cargar.

Es verdad y tiene sentido que, tengamos unos lugares donde encontrarnos y vernos. Necesitamos conocernos y compartir. Amar no se puede vivir desde la individualidad ni el aislamiento. Necesitamos estar juntos y unidos. No sólo de espíritu sino también físicamente y materialmente. Porque, no sólo somos espíritu, sino carne también. Tenemos vida animal, pero también espiritual. Somos semejantes al Dios hecho Hombre, nuestro Señor Jesús, y en Él encontramos nuestra referencia y nuestro camino. Pues, el mismo se nos ha mostrado como Camino, Verdad y Vida.

Pero, nuestro verdadero templo lo llevamos con nosotros. Y desde cualquier lugar podemos adorarle en espíritu y en verdad. Somos templos del Espíritu Santo, y, abiertos a su acción, nada tendremos que temer, porque, destruidos seremos levantados y resucitados como Él nos ha prometido. Llevamos la cruz de nuestra vida, y muertos al pecado viveremos en la luz y gloria de la Resurrección.

Por lo tanto, adoremos al Señor en Espíritu y en Verdad desde la atalaya de nuestro corazón y muramos al hombre viejo de los sacrificios y ofrendas de animales. Vivamos el alimento del pan y vino que el mismo Señor ofreció en las vísperas de su Pasión, y comamos de esa comida que nos ha ofrecido. Alimento que no necesita de templos ni de edificios concretos. Alimento que podemos compartir y ofrecer en cualquier lugar donde el Señor se hace presente y celebra su muerte y Resurrección partiéndose, bajo las especies de pan y vino, para redimirnos y salvarnos. Amén.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

LUGAR DE ENCUENTRO Y ORACIÓN

No cabe duda que el templo es lugar de encuentro y oración. Lugar de encuentro con los hermanos en la fe, pero principalmente con el Señor. Es Jesús el verdadero protagonista. Es el Señor que se ofrece en sacrificio por y para la purificación de nuestros pecados y por nuestra salvación. Y es un lugar sagrado que debemos respetar y guardar respeto y silencio. Porque no estamos solos, y porque vamos a encontrarnos con Jesús, el Mesías, el salvador y redentor del mundo.

Es posible que no podamos evitar unas palabras de saludo y de alegría al encontrarnos con otros hermanos en la fe, pero debemos tener presente que el templo es la Casa donde, reunidos, está Jesús con nosotros. Y respetar el silencio para los demás y para lograr un espacio de recogimiento y de escucha a nuestra oración con el Señor. No podemos convertir ese espacio y lugar en un lugar, valga la redundancia, de charla, de chismorreos o de saludos. Quizás nos ocurra lo mismo que vivió Jesús en su tiempo.

Pidamos al Señor que tengamos presente esa actitud de recogimiento y de silencio. Pidamos al Espíritu Santo que nos alerte de que no estamos solos y de que hay mucha gente que va a hablar y pedirle al Señor por sus problemas e inquietudes. Pidamos que nos comportemos con respeto hacia los demás y guardemos el debido silencio. El templo es un lugar de silencio y oración.

Tomemos conciencia de que somos templo del Espíritu Santo y que en cada uno de nosotros está el Espíritu de Dios. Somos pues templos y cuando nos reunimos diríamos que formamos el gran templo de unidad que somos todos. Todos formamos la Iglesia, que es la reunión de todos los templos humanos donde vive el Señor. Por eso debemos guardar respeto y dejar que en el silencio cada uno deje escapar y derramar su oración personal con el Señor, para luego participar también en la comunitaria.

Pidamos esa Gracia y que con nuestra actitud de respeto y silencio cada día nuestros templos sean verdaderos espacios de recogimiento y de oración. Amén.

viernes, 20 de noviembre de 2015

¡SEÑOR, QUE SEPA, NO SÓLO GUARDAR SILENCIO EN EL TEMPLO, SINO TAMBIÉN EN EL TEMPLO DE MI CORAZÓN

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS





La oración es vital para la vida espiritual, tal y como lo es el aire para la vida física. Sin oración no podemos seguir a Jesús, porque seguirle supone orar. ¿Cómo puedes seguir a alguien sin hablar con él? ¿Y cómo puedes conocerlo sin hablar con él?

La oración es el vehículo que nos permite hablar y conocer al Señor, pero, también, escucharle en silencio y discernir, a la Luz del Espíritu Santo, sus respuestas, enseñanzas y misiones. Por eso, a parte del rincón de nuestro corazón, donde siempre estamos en permanente contacto con el Señor, acudimos al Templo sagrado, donde nos reunimos con los demás hermanos en la fe, y donde, en paz y silencio, mantenemos un sereno y sosegado diálogo con el Señor.

En esos sagrados momentos, delante y en su presencia, pues está en el Sagrario o, en la Custodia en la capilla de oración, tenemos el contacto vivo con Jesús. Es la fe la que nos revela que Jesús está allí bajo las especies de pan y vino. Es su Espíritu quien nos alimenta y nos da la fuerza y la Gracia de sostenernos en su fe y vivir en su Amor.

Y también en este "Rincón de oración" tenemos espacios para, adentrados en el interior de nuestro corazón, en paz y sereno silencio, y unidos en comunión espiritual, postrarnos en adoración y en atenta escucha para, impulsados por el Espíritu, caminar en su presencia haciendo vida en nuestras vidas de su Palabra.

Pidamos esa Gracia, con fe y esperanza confiada. Seguros que el Señor nos atiende y nos responderá de forma afirmativa. Porque Él ha venido para salvarnos dando su propia Vida en y para remisión de todos nuestros pecados. ¿Cómo no nos va a responder y a dar lo que le pedimos si es buscando nuestro bien y nuestra salvación?

domingo, 8 de marzo de 2015



No son importante las cosas externas, sino las internas. Negociar en el Templo está mal, porque el Templo es un lugar sagrado donde adoramos a Dios, pero negociar con el templo de tu propio cuerpo, verdadero Templo del Espíritu Santo, es una falta muy grave.

Porque cada hombre es un Templo del Espíritu Santo, donde Dios se hace presente y por el que Dios entrega a su único Hijo para redimirlo. Prostituir ese Templo de tu propio cuerpo es una ofensa y delito muy grave contra Dios. Tan grave que de ello depende nuestra salvación.

Y lo hacemos sin darnos cuenta, y creyéndonos dueños y señores de nuestro propio cuerpo. Incluso, las mujeres, tomándose la libertad de decidir sobre la vida de un tercero que es concebido en su propio seno. Ilumina nuestros corazones, Señor, para que veamos la realidad y sepamos elegir el verdadero camino que debemos recorrer.

Danos, Señor, la capacidad de discernir y elegir el camino que nos hace ver la verdad y la necesidad de renuncia a tantas cosas que nos sobran y que sólo nos predisponen a la mentira, la soberbia, el odio y el pecado. Limpia, Señor, nuestro Templo y no permitas que se contamine de mercantilismos sucios y  bajos que predisponen al hombre a la venganza, la envida y la ambición.

domingo, 9 de noviembre de 2014

UN TESORO EN VASIJA DE BARRO



No se puede expresar mejor. Somos templos del Espíritu Santo, pero esa santidad la llevamos en vasijas de barro, débiles, frágiles, inclinadas a quebrarse y destruirse. Nuestro cuerpo no es lugar seguro para guardar esa pureza que nos santifica, y, a pesar de eso, nuestro Padre Dios nos la regala y confía en nosotros como guardas de ese templo santificado.

Perdona, Señor, nuestros fallos, nuestros fracasos, nuestras debilidades y nuestros rechazos. Queremos responderte y seguirte, pero desfallecemos y nos desviamos del camino. Merecemos esos azotes con los que Tú nos expulsaste del templo, porque lo estropeamos y lo dedicamos a otras cosas que en nada nos serán provechosas.

Ilumínanos para saber cuidarnos, porque somos templo del Espíritu Santo, y sin Ti, no sólo no sabremos sino que no podremos conservarlo. El mundo nos tienta y nos puede si nos dejamos llevar por sus ofertas y maravillas caducas. Necesitamos tu Gracia para poder liberarnos de esos apegos y esclavitudes que tratan de someternos y apartarnos de Ti.

Por eso, Señor, te pedimos, no dinero ni poder, sino la Gracia de saber mantenernos en tu presencia y de protegernos de todo pecado que nos amenaza gravemente con perdernos. Y de salvaguardar nuestro cuerpo como verdadero templo del Espíritu Santo. Amén.