*TU ROSTRO BUSCARÉ, SEÑOR.*
Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro.
Cuando me sienta perdido y confundido, tu rostro buscaré.
Cuando mire el horizonte y lo vea todo oscuro, tu rostro buscaré.
Cuando viva en conflicto con personas y me sienta lleno de rabia, tu rostro buscaré.
Cuando tenga la tentación de no ser fiel a mis promesas y a las personas a las que me debo, tu rostro buscaré.
Cuando el peso de la cruz sea demasiado pesado y me encuentre sin fuerzas, tu rostro buscaré.
Cuando los años me vayan pesando, y mi salud me dé demasiados problemas, y me sienta limitado y dependiente, tu rostro buscaré.
Cuando los que quiero se vayan marchando a tu presencia y sienta tanto vacío y soledad, tu rostro buscaré.
Tú me has mostrado tu rostro de muchas maneras; me has consolado; me has levantado; me has dado esperanza; me has hecho fuerte.
Cuando muchos me daban la espalda supiste estar a mi lado.
De tu mano afronto el futuro con optimismo.
Miro la cruz y camino hacia ella. Contigo no temo.
Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina
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