Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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miércoles, 16 de octubre de 2019

AMAR DESDE EL AMOR DE DIOS

Resultado de imagen de Lc 11,42-46
Muchos queremos amar por nuestras propias fuerzas. Muchos pretendemos ser buenas personas desde y por nuestros propios medios. Muchos queremos transformar nuestro corazón en un corazón manso y humilde, pero, en el camino de nuestra vida vamos experimentando que no superamos la prueba por nosotros mismos. Algunos nos damos cuenta pronto; otros tardamos algo más y otros muchos se nos pasa la vida sin darnos cuenta y viviendo más en el desamor que en el amor.

La razón, nuestra razón nos traiciona y nos arrastra al fracaso. Porque, una cosa es amar desde y con nuestra razón humana, y otra es amar desde el Corazón que nos propone Jesús. En la primera forma de amar nuestros pasos serán torpes, inconstante y nos llevaran al fracaso, porque, nuestro corazón humano está infectado de egoísmo, de soberbia, de suficiencia, de vanidad y de pecados. Nos será imposible amar sin medida y sin condiciones, e incluso amar al que te devuelve mal por bien.

Pero, en la segunda forma de amar, es decir, desde el Corazón de Jesús todo será diferente. En el Evangelio de ayer Jesús nos decía: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera». 

Los hombres le ponemos una medida de valor al amor entregado. Nada de gratuidad aunque aparentemente lo hagamos ver. Hago esto pensando en una recompensa o una contrapartida que me aporte una ganancia. Nuestra amistad me interesa porque me pueda dar buenos beneficios... y así muchos más ejemplos. Dios nos ama de otra manera. Dios nos ama sin condiciones y no se limita a cumplir ni a esperar que tu y yo cumplamos. Sabía de nuestras infedilidades y nos ha amado desde el principio. Sabías de nuestras dudas y debilidades y nos sigue amando hasta el final de nuestra historia.

Y espera con eterna paciencia nuestra respuesta y conversión. Jesús, el Señor, no espera sólo nuestro cumplimiento, sino también nuestra conversión, un cambio en nuestra forma de amar. Y yo, Señor, en nombre de todos, te pido y espero confiado que, contando con tu Gracia, nuestra capacidad de amar sea, cada día, un poco más parecida a la Tuya. Amén.

martes, 2 de julio de 2019

DE NO HABER TEMPESTADES NO DESPERTARÍAMOS AL SEÑOR

Resultado de imagen de Mt 8,23-27
Otra pregunta, si nuestra vida fuera de plena calma, ¿llamaríamos al Señor? Creo que responderíamos negativamente. No nos haría falta llamarle. Es más, le rogaríamos que nos dejase tranquilo y que nos se entrometiera en nuestras vidas. Y actuaríamos como nos viniese en ganas o como creyésemos que teníamos que actuar. Desde este pensamiento convendríamos que las tempestades son necesarias para que recurramos al Señor.

Y es que cuando somos impotentes ante los acontecimientos de nuestra vida experimentamos nuestra pequeñez y tomamos conciencia de que necesitamos el Poder del Señor para salvarnos. Lo mismo ocurre a nuestros hijos cuando son pequeños. Se dan cuenta y experimentan que necesitan a sus padres para que les salven de las enfermedades, les cuiden y les protejan de los peligros y tempestades de la vida.

A nosotros nos pasa lo mismo respecto a Dios. Quizás tengamos que darle gracia por sabernos pequeños y necesitados de su amor, porque, es entonces cuando tratamos de buscarle y encontrarnos con Él. Gracias, Señor, por darnos la vida y la razón de poder conocerte. No ocurre así en los demás vivientes del planeta, pues no pueden llegar a conocerte y ante el peligro sucumben. Nosotros, tus hijos por tu Amor gratuito e incondicional, que no llegaremos a comprender sino cuando estemos en tu presencia, podemos llegar a conocerte y ante las tempestades de nuestra vida nos subimos a tu Barca, Señor, para navegar contigo.

Hoy, Dios mío, no te pedimos nada, sino te damos gracias por todo lo que nos has dado. Sobre todo por esa razón de poder descubrirte y experimentar que te necesitamos y que sólo Tú nos puedes salvar. Gracias Señor.

viernes, 1 de marzo de 2019

FIARME DE TU PALABRA Y DEJARME LLEVAR POR TU ESPÍRITU

Resultado de imagen de Mc 10,1-12
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


No quiero poner trabas a lo que dices ni buscar razonar tus enseñanzas más allá de lo que mi pobre mente puede entender. Sólo quiero dejarme llevar cuando mi pobre razón no llega a entender tus Palabras, porque, sé, Señor, que Tú buscas mi bien y has venido, enviado por tu Padre, a anunciarme la salvación y la gloria eterna de parte de tu Padre. Tu Vida así lo prueba hasta el punto de entregarla para que yo me dé cuenta y te sea fiel.

Sé que a muchas cosas no puedo enfrentarme yo sólo. Soy víctima del poder del demonio y de sus deseos de llevarme por mal camino, pero, confío en que el Espíritu Santo, que he recibido en mi bautismo, sea el defensor, el asistente y el que me acompañe cada día para de esa forma vencer las tentaciones de este mundo, demonio y carne. Dame, Señor, la fuerza, la paciencia y la perseverancia de poder sostenerme en tu presencia y seguir tus caminos encarnado en tu Palabra y enseñanzas.

Dame también, Señor, la sabiduría de saber discernir, no lo que a mí me gustaría sino lo que Tú realmente dices. Seguramente, yo concibiría la vida familias de otra forma e, inclinado por mis apetencias e instintos saciarme de mis pasiones y hedonismo, pero Tú me dices otra cosa y tienes otro plan para cada uno de nosotros. Y sabemos que eso es lo mejor, porque también lo experimentamos en nuestras vidas al sentir vacío y arrepentimiento al colmarnos de nuestras pasiones, 

Todo lo que podamos alcanzar en esta vida es perecedero y pasa. Sólo Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna, y yo quiero alcanzarla porque Tú me lo has prometido y en Ti Señor creo. Enciende mi corazón y fortalecelo antes las tentacines poderosas de este mundo para que pueda perseverar y seguir tus pasos. Estoy, Señor, en el Espíritu Santo, a emprender esta lucha por vivir en tu Palabra. Amén.

martes, 18 de diciembre de 2018

CON LOS OJOS DE LA RAZÓN NO VEMOS


Resultado de imagen de Mt 1, 18-24
No vemos sino con los ojos, aunque descubrimos que nos tenemos que fiar y lo hacemos, muchas veces porque no nos queda otro remedio. Nos fiamos del conductor del tranvía; nos fiamos del médico en el quirófano; nos fiamos del taxista; nos fiamos del piloto. Y resulta que en la vida no hacemos sino fiarnos unos de los otros. Pero, ¿nos fiamos de Dios?

María y José se fiaron. María porque dijo sí a la Voluntad de Dios de encarnarse en su seno, y José porque aceptó que el hijo que concebido en el seno de María era obra del Espíritu Santo. Los dos aceptaron y creyeron en el Señor dejando la razón a un lado. Porque, con los ojos de la razón no se puede comprender el misterio de la encarnación. Y, gracias a ellos nosotros hemos recibido la Palabra de Dios por medio del anuncio de su Hijo, nuestro Señor Jesús y directamente por las Escrituras y testimonio de los apóstoles.

Te damos gracias, María y José, por responder a la llamada de Dios y porque, a través de ustedes, nuestro Padre Dios nos ha enviado a su Hijo para redimirnos y perdonar nuestros pecados. Damos gracias a María, regalada por su Hijo desde la Cruz como Madre nuestra, y damos gracias a José, el padre adoptivo de Jesús, varón justo y creyente que con su fe ha dado camino al plan de salvación de Dios para nosotros.

Ahora, Señor, te pedimos que nosotros también respondamos a tu llamada y seamos fieles a tu Palabra. Sabemos que no es fácil y que la fuerza de nuestro pecado nos arrastra y nos vence, pero, contamos con tu fortaleza y tu ayuda para superar todas esas dificultades que el mundo levanta para impedirnos verte y acercarnos a Ti. Creemos y tenemos esperanza de, fortalecidos en tu Espíritu, sostenernos en tu Palabra y caminar fieles a tu Voluntad.

Nos sabemos débiles, frágiles y pobres para, por nuestras fuerzas, superar todas esas dificultades, pero, de la mano de María, nuestra Madre y de San José, tu padre adoptivo, pedimos que intercedan por nosotros y nos ayuden a seguir paso a paso hacia Ti. Gracias, Señor. Amén.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

NO TRATES DE COMPRENDERLO, SIMPLEMENTE RAZONA

Nos hacemos un lío, y todo porque, detrás, subyace la idea de no querer aceptarlo. ¿Por qué? Simplemente porque no cabe en nuestra cabeza y porque, el aceptarlo, nos obliga a morir a nuestras propias ideas y a nuestros propios proyectos. Y nuestra naturaleza humana, sometida a nuestras pasiones, apegos, hábitos, inclinaciones carnales, avaricias, soberbia y egoísmos, se resiste a despojarse de donde tú crees que está tu felicidad. 

Pronto te darás cuenta que el mundo no te ofrece lo que tú deseas. Porque, lo que tú quieres es ser feliz eternamente. Y eso no lo encuentras en el mundo. Luego, ¿por qué te dejas engañar? Es verdad que el camino no es un paseo de rosas y tiene grandes dificultades. Jesús nos lo ha dicho claramente. No te engaña, pero de la misma manera te dice que ese es el verdadero camino para alcanzar lo que tú buscas.

Muchos, que le han creído, han seguido sus indicaciones, y han alcanzado su propósito. Porque, en Él podemos lograrlo. La razón nos lo dice claramente. Quizás no podemos comprenderlo, porque estamos sujetos al tiempo y al espacio. Los planes de Dios no entran en nuestra cabeza, pero el Señor siempre nos ha dicho la verdad y siempre ha cumplido su Palabra.

Su vida es un camino de cruz. Él la recorrió primero y nos ha dejado claro que quien quiera seguirlo tendrá que cargar con su cruz también. Pero, es verdad que también nos ha dicho que no temamos. Fueron las primeras palabras que el Ángel Gabriel dijo a María, "no temas, pues has hallado Gracia delante de Dios". También nosotros. Somos sus hijos y se ha hecho carne como nosotros para salvarnos integralmente, es decir, cuerpo y alma.

Tengamos confianza y sigamos los dictados de nuestra razón, según la Palabra de Dios. Todo lo que nos dice el Señor es bueno y para el bien de todos los hombres. Es puro sentido común. No nos dejemos traicionar por nuestra mente limitada que no cree sino lo que ve. Tengamos fe y esperanza, pues el Señor no nos engaña. Él ha Resucitado. Amén.

sábado, 19 de noviembre de 2016

EMERGE NUESTRA SUFICIENCIA

Nuestra necedad es grande. Se me antoja pensar lo disparatado que sería que un cordero se pusiera a competir y a discutir con un lobo. ¿Cómo se nos ocurre pensar y razonar sobre la vida en la otra vida, valga la redundancia? Un mosquito que quiere discernir sobre las leyes del mundo. No sé qué ejemplos poner, porque el disparate es de muchos quilates.

Queremos entender y solucionar la vida, que se nos antoja un misterio y que sin el don de la fe no podemos creer en ella, con nuestra razón. No sabemos nada ni nuestra pobre razón puede alcanzar a entender tan altos misterios. Pero nos permitimos discernir y hasta vaticinar lo que puede ocurrir. No podemos filtrar por nuestra razón lo que se nos ocurra pensar sobre lo que pueda pasar en la otra vida.

Nuestra mente es limitada y no puede abarcar ni comprender la Omnipotencia de Dios. Es un disparate atrevernos a pensar y deducir qué y cómo será la otra vida. Será un error grave el hacerlo tal y como ocurrió con los saduceos. La otra vida es un regalo de Dios. Igual que ésta, y nada podemos objetar ni saber al respecto, porque nosotros somos sus criaturas, pobres y humildes. Por lo tanto, no podemos imaginar cómo será.

Eso sí, aprovechemos este humilde rincón y la oportunidad de, unidos, pedirle al Señor que nos sostenga unidos y perseverantes en obediencia  a nuestra Iglesia con el Papa a la cabeza. Porque eso es lo que ha querido Jesús y lo que nos ha dejado dicho, Mt 16, 18-19. Pidámosle que no sigamos a nuestra limitada y pobre razón, que nos engaña y manipula. ç

Seamos fieles y dóciles a la Palabra de Dios, y, como María, la Madre del Señor, guardemos todas estas cosas en nuestro corazón, meditándolas y tratándolas de vivirlas en el Espíritu Santo. Amén.

miércoles, 1 de junio de 2016

DISIPAS MIS DUDAS, SEÑOR



No me asustan las dudas, Señor, porque sé que mi capacidad no puede alcanzarte ni entenderte. Si así fuera mi desilusionaría, porque sería un dios entendible, capaz de comprender. Y eso significaría que no serías dios. Mi sentido común me dice que Tú tienes que ser un Dios Grande, Inmenso, Poderoso y Creador. Un Dios capaz de crear todo lo que mis ojos pueden, de momento, alcanzar a ver. Un Dios que no se puede explicar, y menos entender, porque su Inmensidad es ininteligible e inefable.

Un Dios que está por encima de todo lo que existe, porque la existencia ha salido de Él. Un Dios del que me fío y del que espero la plena felicidad en el otro mundo que Él nos tiene prometido. Tratar de entenderlo es rechazarlo, porque la misión será imposible.

Resultará inexplicable tratar de explicarlo, porque nuestra mente no alcanza para comprender. Por eso, tomar la actitud y postura de los saduceos es cerrarse los ojos a la luz porque no vemos de donde nos viene la luz. Sabemos que es el sol quien nos alumbra, pero, ¿de dónde ha salido? 

Hoy, Señor, quiero abandonarme a tu Palabra y creer en tu promesa: ¿No estáis en un error precisamente por esto, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios? Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en los cielos. 

Danos, Señor, la sabiduría de permanecer en tu Palabra y confiar en que en la medida de que nuestros pasos se dirijan hacia Ti, tu huella de amor se vaya fraguando en nosotros y nos vaya conformando a tu imagen y semejanza para vivir en la esperanza de reafirmarnos en tu Amor y Misericordia. Amén.