Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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jueves, 29 de julio de 2021

LA ESPERANZA DE LA RESURRECCIÓN

 

Se hace difícil entender ¿cómo se puede vivir sin la esperanza de la resurrección? Muchos dicen no creer, pero se traicionan conscientemente, porque, dentro de ellos mismos hay esperanza de un mundo mejor, más justo y donde la verdad estará presente y la mentira aniquilada. Un mundo de amor y fraternidad que se corresponda con lo que realmente hay sembrado en el corazón de cada persona.

Porque, todos queremos y anhelamos un mundo verdadero en justicia y verdad a pesar de nuestras mentiras e injusticias. Eso solo demuestra nuestra condición pecadora y la necesidad que tenemos de misericordia. Eso solo prueba que Dios, nuestro Padre, nos conoce y nos ama hasta el punto de entregar a su Hijo Único para redención de nuestros pecados. Eso solo demuestra que Dios nuestro Padre nos ama y nos ofrece ese camino de salvación que nos señala y nos marca su Hijo: Él es el Camino, la Verdad y la Vida.

Precisamente, en el Evangelio de hoy nos dice: «Yo soy la Resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y crea en mí, no morirá para siempre. ¿Crees tú esto?». Ella contestó: «Sí, Señor. Creo firmemente que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».

Ahora, nos lo dice a nosotros también, ¿qué le respondemos? Lo hacemos de la misma manera que Marta. Reconociendo nuestra pobreza y pecados, pidamos al Señor Jesús que derrame sobre nosotros su Gracia y que interceda ante el Padre todopoderoso para que aumente y se fortalezca nuestra fe. Amén.

jueves, 22 de julio de 2021

LA ESPERANZA DE LA RESURRECCIÓN

 

    

¿Hay algo que dé más esperanza que la Resurrección de Jesús? Porque, si Él ha Resucitado, se supone, y es muy gratificante pensar, que también nosotros resucitaremos. Como se suele decir ¿hay quien dé más? Luego, ¿por qué nos cuesta tanto creer? No hay mejor oferta en este mundo y, sin embargo, cuesta mucho tomarla y aceptarla. 

La resurrección es un hecho, pero, otra cosa es donde estaremos una vez resucitados. Esa es la cuestión. Porque, quieras o no creértelo, tú, yo y todos resucitaremos, pero, otra cosa es estar a la derecha o izquierda - Mt 25, 34-46 - del Señor. Y no hay más pruebas. Todo está dicho y el signo de la Cruz - Muerte y Resurrección del Señor - es el fundamento de nuestra fe. De modo que, cada cual que elija su camino. Llegará el día que todos los ojos se abrirán y verán la Verdad.

Es indudable que el camino que conduce a esa derecha a la que antes nos referíamos no es nada fácil. La puerta que lo señala y abre es angosta, estrecha y difícil de encontrar. Porque, está escondida dentro de ti y necesitarás vaciarte de ti mismo, para, vacío, poder encontrar y hacerle hueco al Señor. Es entonces cuando se abrirá esa puerta estrecha y el camino se verá más claro. 

Esa es nuestra esperanza y nuestra alegría. Pidamos al Señor con perseverancia, con entusiasmo, con insistencia, un día tras otro, la Gracia de buscarle, de persistir y de perseverar en el camino que nos lleva a Él, porque, no está en el sepulcro, ha Resucitado. Y como María Magdalena, corramos a anunciarlo, Jesús está Vivo y anda entre nosotros para llevarnos también con Él. Amén.

viernes, 11 de junio de 2021

¿DÓNDE APOYO MIS ESPERANZAS?

 

Mañana por causas ajenas a nuestra voluntad, rezaremos el santo Rosario de los viernes en otro momento. Lo publicaremos en la página de FaceBook y Twitter. Gracias.

Dentro del corazón de cada persona hay un impulso y una chispa de esperanza. Todo el mundo busca ser feliz, si bien, es verdad, que unos por un camino y, otros, por otros. Hay muchos caminos, pero solo uno conducirá al único y verdadero camino de felicidad plena y eterna. Y ese camino de felicidad es el que anuncia y enseña Jesús de Nazaret.

Su propuesta y promesa se apoya y fundamenta en su propia Resurrección. ¡Jesús ha Resucitado! Una felicidad si no es eterna es una falsa felicidad. Porque, si no es plena y eterna deja de ser felicidad. Felicidad para un rato no convence ni satisface, pues, pasado ese rato, la realidad de este mundo vuelve a aparecer y todo sigue igual. Con ella viene el dolor, sufrimiento, envidia, vanidad, egoísmo, soberbia, venganza, odio, avaricia y...etc. Tu corazón se llena de angustia y tristeza.

Solo Tú, Señor, tienes Palabra de vida eterna y promesa que tiene su cumplimiento en la Verdad y en la Resurrección. Por todo ello, Señor, intento seguir tus pasos, tu camino y permanecer a tu lado suplicándote la Gracia de vivir en tu Palabra y Amor. Gracias, Señor. Amén.

miércoles, 2 de junio de 2021

FUNDAMENTO DE NUESTRA FE, LA RESURRECCIÓN

 

Se ha dicho por activa y pasiva que el fundamento de nuestra fe es la Resurrección del Señor. En palabras de Pablo escuchamos: Y si no hay resurrección de muertos, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado; y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también vuestra fe - 1ªCo 15, 13-14 -. Y así es, ¿a dónde vamos si Jesús no ha resucitado?

La Resurrección de Jesús abre las puertas a nuestro entendimiento y enciende nuestro corazón. Los apóstoles al ver a Jesús durante esos cincuenta días posteriores a su Resurrección - Pascua - fueron dándose cuenta de lo que Jesús les había dicho cuando les hablaba de que iba a sufrir, ser condenado y crucificado en la Cruz. Entonces comprendieron realmente de lo que Jesús les decía y del verdadero Reino del que le hablaba.

Sé, Señor, que Tú eres Señor de la Vida y la muerte, y en Ti, nosotros esperamos también vencerla. Tú tienes Palabra de Vida Eterna y creemos que Tú, Señor, eres nuestra esperanza y resurrección. No permitas, Señor, que nuestra fe se apague y que las falsas seducciones de este mundo perviertan nuestros corazones y extingan nuestra fe.

Danos, Señor, fortaleza y perseverancia de continuar el camino que Jesús, el Señor, nos ha señalado y confiemos firmemente en su Palabra. Amén. 

miércoles, 29 de julio de 2020

YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA

Yo soy la resurrección y la vida - Juan 11,19-27 - Roguemos al Señor
Si algo sabemos que es cierto es la hora de nuestra muerte. Todos tendremos un momento y una hora en la que dejaremos este mundo para entrar en el otro. Sucede que, para quienes no creen en Jesús y, por supuesto, en la resurrección, ese será su último instante. Sin embargo, a pesar de lo que piensen y crean, permanecen en un error. Todos resucitaremos porque tendremos un juicio final.

Y lo dice el mismo Jesús: «De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».

Luego, no es lo mismo vivir y recorrer este mundo con esa esperanza y esa fe, que vivir pensando que aquí se acaba todo. Creer en Jesús es el mejor negocio de nuestra vida, y cuando se piensa así, escuchar y vivir en su Palabra es lo más importante y bueno que podamos hacer en nuestra vida. Pidamos al Señor esa Gracia y esa fe para no desfallecer y seguir siempre perseverante en el seguimiento a Jesús.

Y, como Marta y María, confiar y creer en el Señor. Él es la Resurrección y la Vida y nada se puede comparar con escuchar su Palabra y tratar de vivirla llevándola a nuestra vida. Amén.

miércoles, 22 de julio de 2020

UNA VIDA LLENA DE SENTIDO

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La experiencia, al menos la mía, que es la que puedo y quiero compartir, me revela que cuando vivo en la verdad y la justicia, mi corazón se siente alegre, se llena de gozo y experimenta felicidad. No una felicidad de risas y saltos, sino una felicidad de experimentar paz, gozo y sentirse alegre, bien conmigo mismo y lleno de esperanza de eternidad. Experimento como si esa paz y gozo no se va a acabar nunca, a pesar de saber que, durante este camino terrenal me quedan cruces que todavía cargar hasta el momento final que comparta la cruz de mi muerte con el Señor Jesús.

Mi experiencia es que vivir en ese contexto y en esa actitud llena toda mi vida. Y ese gozo y alegría, que arde dentro de mi corazón, a pesar de las cruces y tristezas del camino, me revelan que Jesús, como experimentó, real y verdaderamente María Magdalena al verlo Resucitado, yo también lo experimento. Porque, dentro de mi corazón, siento ese gozo y esa ansia de eternidad de la que Jesús me habla con su Palabra y me transmite con su Vida, sobre todo con su Resurrección.

Y, ¿por qué digo esto? Porque, esa proposición que me hace Jesús no la encuentro en ningún otro lugar ni por otra persona. Es una proposición única y ratificada por el mismo Jesús con su Vida y su Obra, pero, sobre todo, con su Resurrección. Pero, lo más sorprendente es que dentro de mi corazón experimento esa misma proposición que Jesús me hace. Quiero sentir gozo, alegría y felicidad eterna. No quiero ser dichoso un rato, una vida, sino Siempre.

Por eso, Señor, creo en Ti y en tu Palabra. Creo en tu Resurrección y en tu promesa de que yo también, si creo en Ti y te sigo, también resucitaré. Y ese es el mayor Tesoro al que aspiro y quiero encontrar. Por eso, desde este humilde rinconcito de oración, te pido con todas mis fuerzas que siempre te busque a Ti, Vivo y presente en mi vida, acompañándome para aliviar mi cruz y poder compartirla con la cruz de los demás. Gracias, Señor. Amén.

domingo, 19 de julio de 2020

LAUDES DEL DOMINGO - DÍA DE RESURRECCIÓN

CADA DOMINGO CELEBRAMOS LA
RESURRECCIÓN DEL SEÑOR



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H I M N O

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu,
salimos de la noche y estrenamos la aurora;
saludamos el gozo de la luz que nos llega
resucitada y resucitadora.

Tu mano acerca el fuego a la tierra sombría,
y el rostro de las cosas se alegra en tu presencia;
silabeas el alba igual que una palabra;
tú pronuncias el mar como sentencia.

Regresa, desde el sueño, el hombre a su memoria,
acude a su trabajo, madruga a sus dolores;
le confías la tierra, y a la tarde la encuentras
rica de pan y amarga de sudores.

Y tú te regocijas, oh Dios, y tu prolongas
en sus pequeñas manos tus manos poderosas;
y estáis de cuerpo entero los dos así creando,
los dos así velando por las cosas.

¡Bendita la mañana que trae la noticia
de tu presencia joven, en gloria y poderío,
la serena certeza con que el día proclama
que el sepulcro de Cristo está vacío! Amén.

domingo, 12 de abril de 2020

JESÚS HA RESUCITADO

Palabra de Dios diaria.: LECTURAS DEL JUEVES DE OCTAVA DE NAVIDAD ...
Jn 20,1-9
Las contradicciones, las dudas, las suposiciones y opiniones son de todos los colores. Unos afirman, otros dudan y otros suponen, pero, los apóstoles, testigos oculares y presenciales del hecho lo atestiguan y lo testimonian. Jesús vive y, si vive es porque ha resucitado. Hay muchas razones y nadie se atreve a negarlas. Quizás haya más dudas en la veracidad de todo lo que se habla de otros personajes históricos, a los que todo el mundo da por cierto su historia, que a lo que se refiere a la historia de Jesús.

Sería disparatado considerar que, encontrado el sepulcro vacío, el sudario envuelto aparte de las vendas, las apariciones de Jesús a las mujeres, luego a los apóstoles en el cenáculo, a Tomás, de nuevo en el lago... y finalmente a Pablo camino de Damasco pusiese a todos de acuerdo para coincidir en lo mismo: Es Jesús Resucitado. Todos vieron a la misma Persona y todos coinciden, a pesar de verlo en diferentes momentos, lugares y tiempo, que es Jesús Resucitado. ¿No es esto más que suficiente?

Y más. Un grupo de hombres asustados, temerosos, escondidos y hasta el punto de negarlo, tal y como hizo Pedro, unos días después, se envalentonan, reciben una fortaleza que no se entienden y salen, con una disponibilidad y claridad meridiana a proclamar esa experiencia del Jesús que ellos han visto resucitado. Y lo hacen sin miedo, sin temor y dispuestos a todos. Tanto que todos, menos Juan, que a pesar de sufrir murió de muerte natural ya anciano, los demás fueron mártires. 

Todo esto no nos hace sino descubrir y demostrar que la muerte y Resurrección de Jesús es un hecho real y cierto. Y ese Jesús continúa con nosotros hasta hoy alimentando nuestro espíritu con su Cuerpo y Sangre en cada Eucaristía que celebramos. Por eso, hoy, un año más celebramos su Resurrección y le pedimos que nos dé la fortaleza y la perseverancia de continuar nuestro camino alimentándonos cada día de su Cuerpo y su Sangre. Amén.

domingo, 17 de noviembre de 2019

EN LOS TIEMPOS DIFÍCILES, NUESTRA ARMA: LA ORACIÓN

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Los cristianos sabemos que nos espera, y, a pesar de nuestros miedos, confiamos en el Señor. Nadie quiere el dolor, pero, nuestra experiencia nos dice que hay momentos que para conseguir un bien hay que sufrir. Basta pasar por un enfermedad para experimentar los sacrificios o dolor que tenemos que soportar para alcanzar la salud. De la misma manera, si tenemos claro nuestro destino, nos será, si no más fácil, si más llevadero soportar los obstáculos y espinas que tendremos que superar. Pero, sobre todo, porque lo hacemos injertados en y desde Xto. Jesús.

Los cristianos hemos sido avisados por Xto. Jesús. El Señor nos ha advertido de lo que nos va a suceder si le seguimos. Él no se esconde, pues va a la cabeza, porque es, precisamente, valga la redundancia, la Cabeza de ese Cuerpo Místico que es la Iglesia, y como tal lo ha sufrido hasta el extremo de dar su Vida por cada uno de nosotros. Pero, de la misma forma que nos advierte, también nos garantiza nuestro triunfo y, en, por y con Él nuestra Resurrección.

Realmente, vale la pena, porque nuestro destino, a pesar de pasar por el dolor, sufrimiento y la muerte es la Resurrección y la Vida Eterna. Por eso, estamos alegres, contentos y llenos de esperanza, porque a pesar del camino de espina nos espera el gozo y la alegría de la Vida Eterna en plenitud de gozo y felicidad. Por todo ello, damos gracias a Dios y le pedimos que nos llene de su Fortaleza , de su Paciencia y de su Amor, para superar todos los obstáculos que nos impidan nuestro esfuerzo por seguir al Señor.

Perder esta vida mundana nos dará la mayor ganancia que podemos alcanzar, tal es la Vida Eterna. Todo lo que no sea eso es estimado basura para aquellos que siguen a Jesús y para que es el Tesoro más valioso, porque, Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Es la Resurrección y la Vida Eterna. Amén.

miércoles, 2 de octubre de 2019

LA CÁRCEL DE NUESTRA HUMANIDAD

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De alguna manera vivimos en una cárcel, pues estamos sometidos a nuestras propias apetencias y pasiones. Nos sentimos débiles y amenazados hasta el punto de experimentarnos seducidos por la debilidad de nuestra carne. Y nuestras reacciones no se resisten a la propuesta, falsa y aparente, que el mundo nos propone. ¿Qué hacer ante tantas tentaciones y peligros de las que no podemos librarnos? ¿Rendirnos? No parece la mejor idea, pues en el mejor de los casos todo lo que nos propongan está destinado a la caducidad y eso desvalora enormemente esa propuesta.

Jesús nos promete lo verdaderamente valioso e importante: Vida Eterna en plenitud gozosa de felicidad. Y eso, propuesto por Él, es garantía de cumplimiento y promesa apoyada en su Palabra, Camino, Verdad y Vida. Su Resurrección lo avala y lo demuestra. Ante tanto testimonio sobran las palabras. Y la moneda, por decirlo y expresarlo de alguna manera, válida es el amor. Sin amor nada se consigue, pero con amor, que es lo que Jesús propone y nos da, alcanzamos la plena liberación de todo aquello que nos amenaza y  nos esclaviza.

Y Él, el Señor, es garantía de todo lo que nos ha dicho y prometido. No se ha limitado a simplemente decírnoslo, sino que Él ha ido delante viviéndolo y cumpliendo. Y la apoteosis ha sido su Resurrección. Él ha vencido la muerte y los que en Él creen tienen la promesa de que también, en Él, la vencerán y alcanzarán esa promesa de Vida Eterna en plenitud. ¡Alabado y glorificado sea el Señor! Amén.

domingo, 28 de abril de 2019

Y TÚ, ¿CÓMO TE ENCUENTRAS?

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Es posible que nos olvidemos de nosotros mirando a los demás. Somos propensos a enjuiciar, opinar y situar el estado de los demás, pero, ¿y nosotros? ¿Cómo estamos nosotros y en que actitud nos situamos frente a el acontecimiento de la Resurrección del Señor? No son fáciles encontrar respuestas para esas preguntas que nos hacemos, pero si se hace necesario buscarlas y responderlas.

¿Cuántas veces hemos pensado e incluso pronunciado esa frase: "Si no lo veo no lo creo". De alguna manera pedimos experiencias de encuentro vivido sobre ese hecho del que se nos pide creer. Y en nuestra situación ahora lo que se nos pide es que creamos en el testimonio de los apóstoles que nos han transmitido a través del Evangelio; en la Palabra que Jesús nos ha dejado y en la Iglesia, que continúa el anuncio de la Buena Noticia.

Es lo que dice Jesús al final del Evangelio de hoy: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído». Se refiere a nosotros, a los que no hemos visto sino que nos fiamos del testimonio escrito de los que han visto, del encuentro en los Sacramentos que recibimos en la Iglesia y de la promesa del Señor que se hace presente en la comunidad. 

Esa es nuestra fe y la que pedimos al Señor que nos aumente cada día para seguir firme el camino que Él nos señala fortalecidos en la comunidad. Sí, junto a Tomás queremos repetir esa frase de confianza, de fe y de abandono en sus Manos:  Señor mío y Dios mío. Porque, aunque no hemos visto tus llagas ni tu costado, sí creemos en tu Resurrección, que se hace presente en nuestras vidas llenándonos de esperanza y de gozo en resucitar el día de nuestra hora en Ti.

Creemos en Ti, Señor, y esperamos confiados en tus palabras:  Dichosos los que no han visto y han creído». Porque, sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna. Amén.

domingo, 21 de abril de 2019

CRISTO HA RESUCITADO - LAUDES DEL DOMINGO

Resultado de imagen de Jn 20,1-9


H I M N O

Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.

"¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?"
"A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,

los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!

Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua."

Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.

Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa. Amén. Aleluya.

jueves, 21 de febrero de 2019

¡A DÓNDE VOY, SEÑOR!

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Te pido, Señor, que cada día que pasa de mi vida me aumentes la fe. También, te doy gracia por la vida que me has regalado y por la fe que me ha mantenido a tu lado. Confieso que no soy un buen discípulo y que muchas veces te he defraudado con mis pecados, pero si no te conociera hoy, Señor, ¿a dónde y a quién iría?

Porque, en el mundo en el que vivo no encuentro lo que busco. Y no sólo eso, sino que es un mundo falso, lleno de peligros, de injusticias, de egoísmos y de muertes. Un mundo en el que no se busca la paz, sino el poder, la riqueza, el placer y la satisfacción aunque sea a costa del otro. Un mundo de mentiras, lleno de hipocresías y de corrupción. ¿A dónde puedo ir, Señor? Sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna.

En mi corazón está grabada tu alianza, Señor. Una alianza que Tú has escrito y que me habla de Ti. Una alianza que me fortalece y me empuja a buscar el gozo y la felicidad eternamente y que experimento en mi humilde camino que sólo puedo encontrar en el amor. Y todo eso no está en ninguna parte y menos en el mundo. Sólo se encuentra en Ti.

Por todo ello, Señor, te pido que enciendas mi corazón y lo sostengas incandescente alejado de todo ese peligro que amenaza con apagarlo. Yo quiero confesarte que eres el Hijo de Dios, pero tengo miedo que el mundo me pueda convencer y someter con sus seducciones, a las que no puedo resistir. Por eso, Señor, acudo a Ti, para que fortalecido en el Espíritu Santo sea capaz de soportar también mi camino de cruz y, abrazado a tu Cruz, vencer las peligrosas y amenazantes tentaciones del mundo, demonio y carne.

A tus brazos, Señor, me abandono y me confío apoyado en tu Cruz, en la que Tú has entregado y padecido tu Muerte. Quiero, por tu Gracia, compartir la pequeña cruz de mi vida y ofrecerte lo poco que soy con la esperanza de encontrarme contigo en la Resurrección. Amén.


martes, 18 de septiembre de 2018

UNA COMPASIÓN QUE SE ACTIVA

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Jesús responde a su compasión. Se conmueve y actúa devolviendo la vida a aquel muchacho. Ha venido a eso, a cambiarnos la vida de este mundo por la Vida con mayúscula, la Vida Eterna. Es esa la verdadera Vida que nos viene a ofrecer, la Vida junto a su Padre para siempre. Y, en esta ocasión, compadecido de aquella pobre viuda ante la muerte de su único hijo, le devuelve la vida terrenal de este mundo. Una vida transitoria, porque más tarde tendrá que pasar por la muerte como todos y cada uno de nosotros.

Es esa la vida importante, la Vida tras pasar por la muerte en este mundo. Es esa la razón del rescate de Jesús por el que va a pagar con su Vida para entregarnos la oportunidad de salvar la nuestra para siempre. Para eso ha bajado del Cielo y aprovecha esos momentos para demostrarnos que es el Hijo de Dios y tiene poder para resucitarnos. Más tarde, al final de su Vida por este mundo, será Resucitado por el Padre para mostrarnos que,también nosotros si confiamos y creemos en su Palabra, resucitaremos también.

Por eso, leer el Evangelio nos rescata y nos anima para seguir caminando por este mundo hasta llegar al final de nuestra hora. Caminando, que significa ir actuando según la Palabra de cada día en cada instante de nuestro camino. De Palabra y obra, y aprendiendo y experimentando que no es fácil, que cada día nos encontramos con muchos tropiezos, dificultades y egoísmos que nos ponen difícil nuestro empeño y nos empinan la cuesta que tenemos que subir.

Por todo ello, pedimos fuerza, sabiduría, paciencia, fe y paz para, llenos de esperanza continuar, a pesar de nuestros errores y pecados, caminando hacia la Casa del Padre. Amén.

viernes, 7 de septiembre de 2018

TIEMPO DE GRACIA

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


El dolor permanece y vive entre nosotros. Si nos paran y nos preguntan: ¿Sabes que llegarán tiempos donde sufrirás? Todos responderíamos afirmativamente: Sí, lo sabemos. Es lo único cierto, el dolor y la muerte. Sin embargo, vivimos con esperanza y alegría. Al menos eso intentamos y pasamos muchos momentos de nuestra vida alegres y esperanzados. Y es que todos sabemos que Jesús está presente entre nosotros. Él padeció y fue muerto y sepultado, pero también sabemos que ha Resucitado. Y eso nos llena de gozo y alegría, a pesar de nuestros dolores y sufrimientos.

Por eso, vivimos en el tiempo de la Gracia, porque Jesús está con nosotros y Él nos ofrece el Vino de la Nueva Alianza, que nos salva y nos libera de la muerte dándonos la Vida Eterna plena de gozo y felicidad. No volvamos la mirada hacia atrás, porque Jesús lo transforma todo y lo convierte todo en esperanza de salvación. A Él toda nuestra atención y gloria.

Te pedimos, Señor, que nos transformes nuestros corazones y nos llenes de alegría y de esperanza, para, a pesar de que lleguen nuestros momentos de pasión y dolor, sepamos descubrirte entre nosotros y llenarnos de ese Vino nuevo que Tú nos das a beber para renovar nuestras esperanzas y nuestro gozo en una Vida Eterna nueva y plena de felicidad. Amén.

viernes, 6 de abril de 2018

TIENES DELANTE DE TI A LA VIDA ETERNA

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.

(Después del paréntesis del viernes Santo, donde acompañamos al Señor en su Pasión y muerte, retomamos de nuevo nuestro rosario de cada viernes).

Cada aparición de Jesús nos advierte sobre la Vida Eterna. Porque, Él ha Resucitado y su Palabra está llena de Vida Eterna. Ha vencido a la muerte, por lo tanto, la Vida será para siempre, es decir, eterna. Sin embargo, nosotros en el mundo estamos cegados y confundidos con las cosas de este mundo. ¿Acaso no vemos que Jesús ha Resucitado? Cuan pequeños somos cuando con tantas pruebas de amor no llegamos a entender que Jesús ha Resucitado y nos quiere también resucitar a nosotros en la hora de nuestra muerte.

Tendremos que reconocer nuestra pequeñez y limitada vida. Somos débiles y muy indefenso. Cualquier tentación nos vence y nos desvía del camino recto. Necesitamos la presencia del Señor y su Gracia para poder enfrentarnos a todas esas tentaciones, sufrimientos y adversidades que la vida en este mundo nos presenta. Por eso, Jesús insiste en darnos pruebas de su Resurrección. Está vivo y anda entre nosotros.

No desaprovechemos esta ocasión que se nos presenta en nuestra vida. Pidámosle sabiduría para discernir bien los caminos por los que andamos, y, sobre todo, conocimiento para darnos cuenta de que tenemos que estar cerca de Él en cada momento. Los peligros son muchos y nuestra debilidad nos hace vulnerable al pecado. Por eso, necesitamos abrir los ojos para verle, pues está delante de cada uno de nosotros. Tengamos esa confianza que nos ayude a descubrirle en todos los instantes de nuestra vida.

Ven, Señor, y enciende en cada uno de nosotros la luz que nos ilumine y nos renueve, creando en cada uno de nosotros un corazón nuevo, capaz de amar y sentirse amado por Ti. Danos la paciencia y la perseverancia para no desanimarnos y esperar que Tú te hagas presente, cuando quieras, en nuestras vidas. Tengamos la fe de acudir a su banquete eucarístico al que estamos invitados, y a alimentarnos de su Cuerpo y su Sangre.

No perdamos esa gran oportunidad que nos invita a estar, no ya cerca de Él, sino en Él, que vive y se confunde con cada uno de nosotros. Pidamos aumentar nuestra fe y ser dóciles y sumisos a su Palabra. Amén.

martes, 3 de abril de 2018

LA VIDA SE TRANSFORMA CON LA RESURRECCIÓN

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Todo empieza a verse de otra forma. Se hace la luz y la esperanza renace. Hay victoria del amor sobre el mal. La vida se renueva y la muerte queda vencida. Se puede decir de muchas formas, pero todas conducen a un mismo lugar, el triunfo del amor que da vida sobre el mal y el pecado. El signo de la Cruz es nuestra salvación.

A pesar de nuestras esclavitudes, de nuestros miedos, de nuestras debilidades, de nuestros interrogantes y limitaciones, Jesús, el Señor, ha Resucitado, y su Infinita Misericordia nos ha rescatado de las garras del pecado liberándonos también de la muerte al amor. Nuestra vida se transforma y queda liberada de estar sometida a la muerte. Jesús con su Resurrección nos da esperanza y una nueva vida.

Gracias, Señor. ¿Qué sería de nosotros sin Ti? ¿Cómo entenderíamos la vida sin la esperanza de la Resurrección? Esa Resurrección que Tú nos has mostrado resucitando del sepulcro. Esa Resurrección que María Magdalena nos comunica exultante de alegría y llena de vida. Nuestros miedos han desaparecido. Es verdad que todavía nos queda un largo camino que recorrer y una pasión particular que sufrir, pero ya no nos da miedo. Al menos tanto miedo.

Porque, Tú, Señor, estás con cada uno de los que en Ti creen; porque, Tú, Señor, nos acompañas y nos das fortaleza y sabiduría para tener capacidad de discernir y saber elegir el verdadero camino. Te pedimos, Señor, que nos des fuerza y voluntad para no anteponer nuestra voluntad, sino la Tuya. Es esa la que nos salva y la que también nosotros queremos cumplir y realizar. 

Pero, también sabemos que somos débiles, que nuestras fuerzas nos fallan y que podemos caer en las garras del demonio que nos asedia y nos acecha. Líbranos, Señor, de su influencia y llénanos de sabiduría y consejo para, en el Espíritu Santo, salir victorioso y alcanzar como Tú nuestra propia cruz para en ella, por tu Gracia, resucitar en Ti, Señor. Amén.

lunes, 2 de abril de 2018

NACE UNA ESPERANZA ETERNA

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Es posible que en el camino hayan muchas lagunas y pasos oscuros. Es verdad que en muchos momentos nuestra razón se queda bloqueada y sin eslabón que le marque el siguiente paso. Experimentamos muchos momentos de oscuridad y de contradicciones, pero el camino nadie ha dicho que es fácil ni claro. En él hay muchas oscuridades y mucha exigencia de fe. Sin la fe nadie hubiese podido seguir adelante.

María, la Madre de Dios, es la elegida porque pone su fe en Dios. Se fía y se hace su esclava poniéndose incondicionalmente en y a la Voluntad de Dios. Y es ahí donde está el verdadero fundamento de nuestra fe, fiarnos y confiar en la Palabra de Dios, que nunca falla y siempre se cumple. Por eso, hoy es el día de la Esperanza con mayúscula, el día de la alegría y la renovación de nuestra fe.

Jesús, el Señor, ha resucitado, y eso es lo que verdaderamente importa. Todo lo demás, si fue blanco o negro queda atrás. Creemos en su Palabra y ella sola nos basta. Jesús ha Resucitado y en adelante se irá apareciendo a todos los que creen en Él. Es la prueba y demostración de su Resurrección. Es la prueba que nos anima a creer en su Palabra y al Plan que Dios ha previsto para la salvación del hombre. Plan que tiene su plenitud en la Resurrección.

Por todo ello, Padre, te pedimos que nos des capacidad para saber discernir lo que viene de Ti separándolo de todo aquello que es del mundo. Y la fortaleza para, diferenciándolo, llevarlo a cumplimiento en plena confrontación con lo que nos propone el mundo. Sí, Padre, creemos en tu Palabra y en tu Resurrección, y queremos vivir de acuerdo con esa esperanza llevando a nuestras vidas esa Palabra de buena voluntad que nos exhorta a amar como Tú nos ama.

Por eso, aprovechando la celebración de la alegría de la Resurrección, te pedimos la fortaleza, sabiduría, paciencia y voluntad para vivir esa pascua nuestra finándonos siempre en la Tuya y tomándola como referencia para, como Tú, vivirla desde la Verdad y el Amor. Amén.

domingo, 1 de abril de 2018

AMOR Y BÚSQUEDA

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Cuando realmente amas buscas una salida a ese amor. Porque, el amor no se conforma con una despedida, sino que persigue y desea la eternidad. Tanto María Magdalena, como Juan y Pedro salen, avisados por ésta, corriendo hacia el sepulcro, porque la piedra ha sido rodada. Corren porque la llama de su amor todavía esta viva; todavía arde dentro de sus corazones. Y son recompensados con la ausencia de Jesús en el sepulcro. No está allí, y eso significa que ha Resucitado.

Todo empieza a tomar orden en el puzle que todavía los apóstoles no han entendido. Ahora todo empieza a tener sentido y significación. Jesús, el Señor, ha Resucitado. Él lo había dicho. Su Cuerpo, Templo del Espíritu Santo, ha sido construido en tres días. Jesús es el Señor, el Hijo de Dios Vivo. ¡Alabado y glorificado sea su nombre! ¡Bendito sea el nombre del Señor!

Señor, te pedimos en este día de gloria y exaltación que nuestra fe se vea fortalecida y aumentada en el camino que todavía nos falta por recorrer. Que cada día sea mayor y más madura, y que sea una fe más entregada, más dada, más ágape. Una fe que tras el recorrido de su inseguridad  - dodim - va alcanzado la madurez del agapé, de la entrega y de la plenitud.

Hoy permanecemos alegré, exultantes, llenos de esperanza y alegría. Sabemos que el camino nos presentará dificultades y momentos difíciles donde el discernimiento necesita fortaleza y desprendimiento. Sabemos que también nosotros tenemos que sufrir nuestra propia pascua, pero, sabemos también que en Ti, Señor, resucitaremos por tu Gracia y para permanecer contigo para la eternidad en plenitud de gozo y felicidad. Danos, Señor, esa sabiduría cada día de nuestro camino para amanecer siempre con la esperanza de empezar una nueva resurrección.

Porque, cada día, empezamos a construir nuestra resurrección con el esfuerzo de nuestra conversión. Porque, cada día, es una nueva oportunidad para preparar nuestra resurrección con el esfuerzo del amor que recibimos de Ti, Señor. Amén.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

NO TRATES DE COMPRENDERLO, SIMPLEMENTE RAZONA

Nos hacemos un lío, y todo porque, detrás, subyace la idea de no querer aceptarlo. ¿Por qué? Simplemente porque no cabe en nuestra cabeza y porque, el aceptarlo, nos obliga a morir a nuestras propias ideas y a nuestros propios proyectos. Y nuestra naturaleza humana, sometida a nuestras pasiones, apegos, hábitos, inclinaciones carnales, avaricias, soberbia y egoísmos, se resiste a despojarse de donde tú crees que está tu felicidad. 

Pronto te darás cuenta que el mundo no te ofrece lo que tú deseas. Porque, lo que tú quieres es ser feliz eternamente. Y eso no lo encuentras en el mundo. Luego, ¿por qué te dejas engañar? Es verdad que el camino no es un paseo de rosas y tiene grandes dificultades. Jesús nos lo ha dicho claramente. No te engaña, pero de la misma manera te dice que ese es el verdadero camino para alcanzar lo que tú buscas.

Muchos, que le han creído, han seguido sus indicaciones, y han alcanzado su propósito. Porque, en Él podemos lograrlo. La razón nos lo dice claramente. Quizás no podemos comprenderlo, porque estamos sujetos al tiempo y al espacio. Los planes de Dios no entran en nuestra cabeza, pero el Señor siempre nos ha dicho la verdad y siempre ha cumplido su Palabra.

Su vida es un camino de cruz. Él la recorrió primero y nos ha dejado claro que quien quiera seguirlo tendrá que cargar con su cruz también. Pero, es verdad que también nos ha dicho que no temamos. Fueron las primeras palabras que el Ángel Gabriel dijo a María, "no temas, pues has hallado Gracia delante de Dios". También nosotros. Somos sus hijos y se ha hecho carne como nosotros para salvarnos integralmente, es decir, cuerpo y alma.

Tengamos confianza y sigamos los dictados de nuestra razón, según la Palabra de Dios. Todo lo que nos dice el Señor es bueno y para el bien de todos los hombres. Es puro sentido común. No nos dejemos traicionar por nuestra mente limitada que no cree sino lo que ve. Tengamos fe y esperanza, pues el Señor no nos engaña. Él ha Resucitado. Amén.