Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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domingo, 4 de octubre de 2020

DAME, SEÑOR, SEMILLAS DE ORACIÓN PARA LA VIÑA


Una viña necesita agua y buena tierra, al margen de, no cabe ninguna duda, buenos cuidados de abono y labranza. Es de sentido común que la semilla necesita buena tierra para, hundida sus raíces en ella, nutrirse, pudrirse y dar ese fruto esperado. Indudablemente que el misterio de que una semilla, sin más, solo con el agua que le viene del cielo y el abono propio contenido en la tierra, dé ese alimento que tanto necesita el hombre, es un misterio indescifrable para el hombre.

Un misterio que ya, por sí solo, deja claro que todo está en manos de Dios. Volvemos a recordar que si el Señor no construye la casa - la Viña - en vano se afanan los constructores - labradores - salmo 126. Tampoco necesitamos darle muchas vueltas a esto, porque sabemos que todo está en manos del Señor. Si, no es menos cierto, que el Señor nos ha dejado al frente de la viña y ha permitido que tengamos libertad de elegir hacerlo bien o a nuestro gusto e interés. Por tanto, somos libres para cultivar bien nuestra viña para que dé buenos frutos, o, cultivándolos, utilizarlos para provecho propio sin pensar en los demás.

Pidamos, pues, al Señor de la Viña, que nuestra respuesta sea de acuerdo con su Voluntad y que, aplicándonos con buena intención en esa viña que ha dejado a nuestra administración, trabajemos honradamente y pongamos todas nuestras cualidades - también recibidas gratuitamente - para bien y provecho de todos. Amén.

lunes, 4 de junio de 2018

UNA VIÑA SEMBRADA EN NUESTRO CORAZÓN

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Todos experimentamos a lo largo de nuestra vida un deseo y unas ansias de dar frutos. Sí, como si nuestro corazón fuese esa viña de cultivo de la que queremos sacar hermosos y buenos frutos. Experimentamos esa necesidad y a medida que vamos creciendo y llegando a la plenitud de nuestras facultades físicas e intelectuales tratamos de cultivar y rendir obteniendo esos ansiados frutos

Igual que los árboles, que dan frutos y los regalan a las aves y a los hombres, también nosotros debemos imitarlos y cosechar nuestra propia viña para regalar al mundo nuestras buenas obras de forma gratuita y para bien y provecho de todos aquellos que las necesitan. Esa es nuestra misión y para lo que nos ha sido alquilada esa viña nuestra. Somos los verdadero administradores de ella y nadie puede suplantarnos en el momento de rendir cuentas.

Pidamos esa sabiduría, esa fortaleza y esa capacidad de permanecer fieles a los dones recibidos y fructificarlos para bien de los demás, porque, llegada nuestra hora, se nos pedirá cuenta de nuestro trabajo y cultivo. Pidamos el don de la generosidad, de la bondad y la caridad, desterrando de nuestros corazones la ambición de poseer y almacenar para satisfacer nuestro egoísmo.

Pidamos ser fieles en la verdad y la justicia y responder al amor recibido por el Señor, que nos ha sido dado para nuestro bien y nuestra verdadera salvación, cual es la Vida Eterna en plenitud. Amén.

domingo, 8 de octubre de 2017

CONSERVAR TU REINO

Hay un tesoro que, empezará a ser Tesoro cuando realmente lo descubra, porque, mientras permanezca como algo que me pertenece o no conozca de dónde me ha venido, seguirá siendo un tesoro con minúscula. Posiblemente, a aquellos empleados de la Viña les sucedió eso. No tomaron conciencia de que esa viña se les había regalado para trabajarlo y producir frutos. Y nació en ellos la tentación de apropiársela. Y mataron a los siervos enviados a recoger sus frutos y, también, al hijo.

Necesitamos darnos cuenta de quienes somos y de donde venimos. Necesitamos descubrir que somos empleados de la Viña del Señor. Él nos ha creado y nos ha puesto en este mundo y todos dependemos de Él. Luego, a Él tendremos que rendir culto y tributo, porque de Él hemos recibido todo lo que somos, desde la vida a todo lo que necesitamos para vivir.

Y nuestro trabajo, Señor, consiste en conservar tu Reino. Un Reino de justicia, de verdad y de paz. Un Reino de amor. Trabajar, pues, en el Reino es nuestra misión, pero trabajar según la Voluntad de Dios. Eso es lo que tenemos que hacer y lo que también queremos. Danos, Señor, la sabiduría, no de tanto saber y conocer, sino de querer siempre hacer tu Voluntad. 

Porque, queriendo, el Señor nos dará la fuerza, el impulso y la sabiduría para cultivar esos frutos de amor que Él espera de cada uno de nosotros. Sí, Señor, queremos, como tu Madre, completar ese rosario de nuestra vida en vivir tus misterios desde la actitud de imitar tu vida. Pero, no queremos quedarnos estancados en unas normas y rutinas de cumplimientos instalados, sino vivir intensamente el deseo de cumplir tu Voluntad y cultivar esa parte de Viña que has dejado a mi cargo.

Quiero, Señor, y para eso te pido tu Gracia, pues sin ella no podría hacer nada, producir en mi vida esos frutos de amor que Tú esperas de mí, y, cuando me llames a tu presencia, ofrecértelos humildemente con todo mi amor. Porque, sé y confío que, simplemente queriendo y poniendo mi empeño, Tú pondrás tu Amor para que mi tierra sea fértil y dé hermosos y buenos frutos. Amén.

domingo, 24 de septiembre de 2017

NO HACE FALTA CURRICULUM

Hay trabajo para todos, y no hay día ni hora, se premia la disponibilidad y la entrega de hacer bien el trabajo. Un trabajo que lo puedes hacer desde tu propio ambiente, desde tu casa, desde tu tiempo de ocio, desde tu propio trabajo. Pero, también desde y en tu parroquia, en tu comunidad y, sobre todo, con la ayuda del Espíritu Santo. Porque sin Él estamos perdidos.

Todos son bienvenidos y también bien pagados. Tanto los llegados a una hora como los últimos. El premio es gozo eterno y eso se gana no con el tiempo, sino con el corazón. Un corazón convertido, entregado, suave, bueno y misericordioso. Un corazón forjado en la Gracia del Espíritu Santo y trabajado con el esfuerzo de cada día en la Viña del Señor.

¡Señor, danos esa fuerza para perseverar y para estar atentos a tu llamada! No queremos permanecer ociosos y pasivos, ni tampoco pensar en nosotros mismos. Queremos estar disponibles para servir en la Viña de tu Reino. Queremos contribuir a hacer un mundo mejor desde nuestro esfuerzo personal, con nuestro testimonio de cada día, con nuestro bien obrar y empeño por hacer las cosas lo mejor que podemos y sabemos. ¡Señor, necesitamos tu Gracia, para que nuestro trabajo, asistido por la Gracia del Espíritu Santo, ayude a mejorar la vida de los que lo necesitan.

Hoy, te pedimos, Señor, que nos infunda ese don del trabajo y del servicio. De forma gratuita y por amor. Queremos transmitir tu mensaje de amor con nuestra honestidad, con nuestra disponibilidad, con nuestra actitud generosa y entregada a ayudar y servir. Somos consciente que es fácil decirlo, pero muy difícil realizarlo. Estar atento y disponible no es cosa fácil. Se necesita desprendimiento y renuncia a nuestros propios egoísmos, apetencias y apegos.

Por eso, Señor, también consciente de que contigo podemos lograrlo, aprovechamos este rincón de oración para pedírtelo. Danos, Señor, la Gracia de ser buenos trabajadores en tu Viña. Amén.

miércoles, 17 de agosto de 2016

LLAMADOS PARA EL CIELO



Jesús es el Propietario que busca obreros para su Viña. Es decir, busca a hombres y mujeres para el Reino de Dios. No se queda quieto esperando que tú y yo vayamos a apuntarnos, sino que Él ya nos tiene apuntado desde el principio, y ahora viene a decírnoslo. Y nos busca a todas horas.

Es verdad que todos no estamos en el mismo lugar, ni tampoco en la misma situación. Unos necesita el trabajo, es decir, la salvación, con más urgencia que otros. Y son contratados desde las primeras horas de la mañana. Pero otros están más remisos o más gandules, y les llega la noticia de que les buscan para el trabajo a medio día. Y otros acuden a las últimas horas de la tarde. 

Sin embargo, todos han sido invitados. Es posible que algunos se hayan negado a ir instalados en sus comodidades y placeres. Pero, a pesar de eso, el Señor ha salido a buscarlos e invitarlos. Miremos para nosotros y preguntemonos: ¿He aceptado yo la invitación del Señor a trabajar en su Viña? ¿Y sé realmente que clase de trabajo tengo que hacer? ¿O qué es lo que Él me pide?

A veces pedimos sin ni siquiera saber que tenemos que hacer. Nos molestamos porque a otros le dan la misma paga que a nosotros. ¿Acaso somos nosotros quienes pagamos? ¿Nos han pagado menos que lo que nos han prometido? 

Perdóname, Señor, por tanta osadía y tanto descaro. Perdóname, Señor, por tanta rebeldía y orgullo creyendo que merezco lo que me dás y los otros no. Perdóname, Señor, por mi ceguera y mi necedad. Dame la sabiduría de entender que Tú eres el Señor de la Vida y la Muerte, y que todo te pertenece, incluyéndome a mí y a todos los hombres. Amén.

lunes, 30 de mayo de 2016

EN LA VIÑA DE MI PADRE



El mundo es nuestra viña, y nuestra vida es el tiempo que tenemos para responder a nuestro Padre de esa viña que nos ha dejado. Tendremos que dar frutos en esa viña de nuestra vida. Frutos de amor que hemos recibido de la Mano generosa de nuestro Padre Dios. Y volverá el Hijo a pedirnos cuenta de ese trabajo, nuestra misión, que nos ha sido encargada desde la hora de nuestro Bautismo.

Esa es nuestra historia. Hemos recibido la viña de nuestra vida, pero la labramos y cultivamos a nuestra manera, y sin tener en cuenta los frutos que el dueño espera de nosotros. Y no sólo eso, sino que nos revelamos contra aquellos que vienen de parte del Señor a pedirnos cuenta, o a recibir los frutos de nuestro trabajo. Le damos la espalda a la Iglesia, y con ella a todos aquellos, presbíteros y seglares, que tratan de ayudarnos y de reclamar nuestro trabajo. Trabajo al que tienen derecho, porque todo lo recibido ha sido para y en función de todos.

Padre, nos sentimos malos hijos y malos arrendatarios, porque no damos ni devolvemos el fruto que se espera que demos. Y te pedimos que nos ayudes a ser buenos arrendatarios y a dar los frutos máximos que nosotros podemos dar. Porque hemos recibido de Ti lo suficiente para dar al máximo nuestros frutos. Pero, también conscientes de que fallamos y fracasamos, queremos pedirte tu Gracia para tener éxito y responder a tu regreso. cuando vuelvas para rendirte cuenta.

Danos la Gracia, Padre, de permanecer en Ti, y de dar los frutos que se esperan de nosotros. Frutos de amor, de justicia, de verdad y de amor. Y, sabemos, que esos frutos solos los prodremos conseguir estando muy unidos a Ti. Por eso, auxiliados por el Espíritu Santo, queremos empeñarnos en dar y emplear todos nuestros talentos para que nuestros frutos se multipliquen y respondan a la Voluntad de Dios. Amén.

viernes, 26 de febrero de 2016

PEDIMOS, SEÑOR, SER BUENOS ADMINISTRADORES

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS



Se nos ha puesto en nuestras manos el administrar tu Viña, Señor. La Viña del Mensaje de salvación que Tú nos has venido a traer y ofrecer. Porque otros la han rechazado, y a Ti te ha parecido bien, a través de tu Iglesia, fundada y apoyada en los apóstoles por Ti elegidos, con Pedro a la cabeza, derramarlas en todos los hombres que, dócilmente a tu Palabra, acepten, voluntariamente y libremente, seguirla y cumplirla.

Sin embargo, Señor, descubrimos nuestras limitaciones y pecados. Somos humanos y débiles, y nuestro corazón, endurecido por la ambición y el poder, queda seducido al egoísmo de atesorar riquezas y bienes aquí en la tierra, y tentado a acecharte y apartarte de mi camino, incluso hasta con la muerte. Por eso, Señor, consciente de nuestros pecados, te pedimos nos transforme nuestro corazón egoísta, endurecido y perverso en un corazón de carne, sensible a tu amor y a tu misericordia.

Danos, Señor, la sabiduría de comprender y saber que somos y de dónde venimos. Danos la sabiduría de comprender que de nada nos vale tener y poseer, porque sin Ti nuestra vida se acaba, es caduca y quedará eternizada en el dolor y arrepentimiento. ¡No!, Señor, no permitas que, vendados nuestros ojos, perezcamos en el fuego eterno del sufrimiento y dolor de no vivir en tu presencia. Ayúdanos a superar estos momentos de nuestra vida de egoísmos, de ambición y poder que, por experiencia, son efímeros y no sirven para nada.

Enciende nuestra inteligencia e ilumínanos para comprender que estamos llamados a permanecer en Ti, y que sin Ti, nada seremos. Y es que nosotros lo sentimos así, Señor, pero el aguijón de nuestra carne nos arrastra y nos inclina a desobedecerte y no corresponder a esos frutos que Tú, dueño de la Viña, nos pide. Por eso, te pedimos incesantemente que tu Gracia nos embriague de tu Amor y Misericordia. Amén.

lunes, 1 de junio de 2015

YO TAMBIÉ MATO AL SEÑOR



Se nos ha dado un ser, cuerpo y un alma, una viña en la parábola que hoy nos cuenta el Señor. Y ese ser, que llamaremos viña siguiendo la enseñanza de la parábola, está llamado a dar frutos. Frutos que vendrá a recoger el Señor dueño de la viña.

Ocurre que los enviados del Señor no son escuchados ni atendido y se les rechaza, y lo mismo ocurre con el Hijo, al que incluso se le da muerte. Piensan los malos siervos que de esa forma heredaran la viña. ¿No nos identificamos nosotros con esos malos siervos muchas veces? Porque cuando vivo alejado de ti Señor me estoy identificando con un siervo malo que esconde los frutos que tu le vienes a pedir.

Señor, queremos hacer rendir tu viña, y queremos recoger frutos para dártelos cuando envíes por ellos. Pero muchas veces, queriendo hacerlo bien, lo hacemos mal. Y experimentamos que, debilitada nuestra voluntad, nos sentimos arrastrados e inclinados al mal si fuerzas para poder oponernos, e impotentes para resistirnos.

Necesitamos tu ayuda Espíritu Santo. Y creemos que cuando te invocamos Tú vienes en nuestro auxilio, porque has sido enviado por el Padre en nuestra ayuda y para permanecer con nosotros hasta llegar al encuentro contigo. Danos la fuerza y la voluntad para vencer las tentaciones y egoísmos que intentan separarnos de tu camino.

Perdona Señor todas nuestras ofensas, y danos la sabiduría y la voluntad de alcanzar tu Misericordia perdonando nosotros también a los que nos ofende. Tal y como Tú quieres y nos has enseñado. Así lo queremos y confiamos que abandonados en tu Espíritu lo podemos lograr. amén.

sábado, 7 de marzo de 2015

¿NECESITO ORAR?



Cuánto me cuesta hacer las cosas como Tú, Señor, quieres. Me doy cuenta que actúo mal, o por lo menos inclinado a mis intereses. Mi egoísmo me pesa mucho, y a veces no soporto su carga y lo consumo. Me escondo para no ser visto, pero mi conciencia me descubre y me delata. Sé, Señor, que te defraudo.

Sin embargo, observo, que otras personas aún aparentemente más alejadas, por lo menos, en prácticas y rezos que yo, hacen tu voluntad de forma natural. Se identifican con esa forma de actuar. Sus conductas son bien intencionadas y justas. Y yo, Señor, rezando más, presento más dificultad y soy peor. ¿Por qué, Señor? ¿Necesito rezar más?

¿Quizás sea esa la viña que me has dejado y la que tengo que trabajar? ¿Quizás sean esos los frutos que he de cultivar? ¿Quizás mis frutos  sean los frutos de la inquietud,  de la lucha infértil, seca y vacía y del celo apostólico?

Dame Señor la constancia y perseverancia de no desfallecer y esperar aceptando con paz los silencios, ausencias y tardanzas a las que Tú, Señor, quieras someterme, porque es en el crisol del fuego donde se purifica el oro. Amén.

viernes, 6 de marzo de 2015

PERDONA SEÑOR MI MAL CULTIVAR Y MIS MALOS FRUTOS

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Gracias Señor por aceptar mis malos frutos; gracias Señor porque,  a pesar de mi mal obrar, Tú aceptas mis malas cosechas. Gracias Señor porque siendo un mal labrador, Tú mantienes tu esperanza en sacar de mí hermosos y buenos frutos.

Jamás veré tanta confianza y esperanza puesta en mí. Y jamás entenderé como puedes tener tanta paciencia y debilidad por mi persona. ¿Quién soy Señor para que me perdones tanto y me aguantes todos mis pecados de soberbia y egoísmos? ¿Cómo es posible que decidas entregar a tu Hijo para salvarme a mí? ¿Cuanto valgo yo?

Perdona Señor mis faltas, mis apetencias, mis apegos, mis pecados y mis rechazos a tu Voluntad. Perdona mis egoísmos y mi esclavitud al pecado. Me siento encadenado y me canso de pedirte me liberes. Bueno, no me canso, sino que me da vergüenza tanto pedirtelo y siempre lo mismo. 

A veces tengo miedo de experimentar que no salgo de la mediocridad. Y temo caer en las garras del demonio y del mundo. Sus ofertas son tentadoras y el ambiente me tienta a cada momento. Dame Señor la fuerza de superarme y de hacer tu Voluntad.

miércoles, 21 de mayo de 2014

INJERTADO EN LA VERDADERA VIDA



Hay muchas maneras y formas de estar injertado, pero sólo una es la Verdadera y la que da verdaderos frutos. Frutos de sabor a eternidad y frutos con olor a gozo, alegría y paz. Los frutos de este mundo son frutos caducos, vacíos y sin sentido y sus beneficios llevan a la muerte.

Sólo injertados en el Señor Jesús podremos dar frutos de vida eterna. Y eso le pedimos desde este humilde rincón en sentida y confiada oración en unión con todos los blogueros católicos y también con los que no lo son pero quieren ser verdaderos sarmientos unidos a la Verdadera Vid.

Danos Señor la Gracia de permanecer injertados en Ti para que el cultivo del Padre nos riegue con la santa Agua de tu Vid y dé los frutos esperados en estos pobres y sedientos sarmientos. Límpianos Señor para que, como sarmientos unidos a Ti, la Verdadera Vid, sigamos dando frutos hasta que nos llegue el tiempo de la poda definitiva y alcancemos la madurez eterna junto al Verdadero y único Viñador.

Queremos y suplicamos, Señor, que como sarmiento unido e injertado en la Verdadera Vid, seamos regados por el Agua de tu Gracia que nos mantiene unidos y fertilizados para dar los frutos que Tú esperas. Amén.

viernes, 21 de marzo de 2014

QUIERO SEÑOR DEVOLVERTE LOS MEJORES FRUTOS

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIOPOR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DONDE PUEDAS



Sé que he recibido una misión y una viña para cultivarla y sacarle frutos. Mi vida es el huerto que el Padre Dios me ha confiado para que produzca y coseche los frutos del Amor. Ese Amor que él ha plantado dentro de mi corazón y del que espera cosechar los frutos cuando venga su Hijo en su segunda y definitiva venida.

Pero soy un mal agricultor que no cultivo como es debido ni abono mi tierra como debo hacerlo. Mi pereza y mis apetencias me someten y mis apegos me esclavizan. Y abandono mi tierra al ritmo y la corriente del mundanal ruido y mis frutos se pudren en el lodazal de las pasiones, avaricias, lujurias y egoísmos. Y, desprovista de todo cuidado, es asediada por los invasores de la envidia, del odio, de la soberbia que terminan por secarla y hacerla improductiva.

Y temo que llegada la hora de tu venida Señor, mis frutos sean escasos, malos e incomestibles. Dame Señor la Gracia de transformar mi viña en una viña frondosa, cultivable de hermosos frutos y protegida por el Espíritu Santo de todo peligro e invasión. Dame el valor de no dejarme arrastrar por la codicia aparente del momento y del poder sino de permanecer en tu fidelidad y esperanza en tu Palabra.

Señor, abraza mi corazón de sabiduría para reconocerte en tu Hijo Jesús y darle la bienvenida de alabanza y agradecimiento sometiendo mi humilde vida, en tu Nombre, a su Voluntad. Amén.