Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 19 de junio de 2015

ESCLAVIZADOS POR LAS RIQUEZAS

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS






Nos resistimos a no amontonar riquezas. Es algo innato que nos tienta y nos atrae. Incluso nos sentimos débiles para someterlos y librarnos de esos apegos e intenciones. Estamos tocados por ese pecado de la avaricia y del egoísmo. Estamos ciegos y vencidos.

Entendemos que ese no es el camino. Y lo entendemos porque experimentamos que cuanto más tenemos, quizás seamos más infelices. La vida se nos complica y se nos llena de más problemas, disgustos e infelicidades. Realmente no somos más felices teniendo más.

Echamos de menos los momentos tranquilos y sin ruidos. Los silencios de paz y sosiego, porque el camino era claro, pues cuando no hay tanto que elegir, las ideas están más claras y decididas. Tanto tener complica más las decisiones y oscurece más el camino. Sólo una cosa es necesaria, y es lo que Dios nos provee y da. Es el fruto de nuestro esfuerzo con lo que tenemos para vivir. 

Pero es que, cuando buscamos que otros trabajen para nosotros, nos llenamos de riqueza, pero nos volvemos más huraños, egoístas y cerrados a compartir. Quizás necesitemos que otros trabajen, pero compartamos el trabajo con ellos, porque hay para todos. Que realmente tengan aquellos que trabajen, pero demosle esa oportunidad. No busquemos tener ni atesorar porque eso al final nos corrompe y se corrompe.

Busquemos el tesoro del cielo que está fabricado con y por amor. Y eso te pedimos Padre del Cielo, que nos des la sabiduría de saber atesorar el verdadero tesoro incorrompible y que dura para siempre.

jueves, 18 de junio de 2015

EL PERDÓN, SERÁ Y SEGUIRÁ SIENDO NUESTRA ASIGNATURA PENDIENTE



No hay otra alternativa al perdón sino la de perdonar. Sin perdón no hay posibilidad ninguna de encontrarnos con el Señor, porque el Señor nos perdona constantemente, sin condiciones y proponiéndonos que nosotros también perdonemos. ¡No a Él, que no necesita nuestro perdón, sino a los hombres, a todos los hombres. Y esa será la marca, la prueba de que no le mentimos cuando le decimos que le amamos y le seguimos.

Por eso, al pedirles sus discípulos que les enseñe a orar, Jesús propone la oración al Padre, donde lo destacado es el amor y santificación al Nombre del Padre, y el amor a todos los hombres sin diferencias de raza, país o cultura. Amor que nos exige perdonar,pues sin perdón no existe amor. Así, nuestro Padre nos ama porque también nos perdona. Un amor que nace de un compromiso con cada uno de sus criaturas. En eso consiste el amor.

Te pedimos Padre del Cielo que nos des un corazón comprometido por amor. Por amor a Ti que nos derive al amor a todos los hombres. Sabemos que para nosotros es imposible. Somos criaturas limitadas, y Tú lo sabes, Señor. Por eso, has enviado a tu Hijo con la misión de señalarnos el Camino, la Verdad y la Vida, y para que, fiándonos en y con Él podamos recorrer ese Camino de Salvación.

Danos Señor esa Gracia que nos capacite para la lucha contra las adversidades y tentaciones de este mundo. Un mundo, demonio y carne que nos amenazan y arrastran a la perdición, al enfrentamiento, al odio, a la lucha, venganza y al pecado. Danos la sabiduría y la paciencia de soportar los obstáculos y peligros que nos salen al paso, y la fe de permanecer siempre fiel y confiados en tu Palabra. Y la perseverancia de sostenernos alimentados en la Eucaristía de tu Espíritu bajo las especies del Pan y Vino. Amén.

miércoles, 17 de junio de 2015

MI PÚBLICO ERES TÚ, SEÑOR.



Se hace difícil escapar a la propia vanidad de presumir y recibir elogios. Nuestro humanidad debilitada por el pecado se siente atraída e inclinada a la irresistible tentación de sentirse halagada y admirada por sus obras. Y, quizás, sin pretenderlo, nos dejamos llevar por esos deseos de apariencias y admiración.

Nuestro corazón, a pesar de esconder buenas intenciones, no resiste los embates del orgullo y la vanidad. En lo más profundo de nuestro ser, descubrimos sentimientos de humildad que nos animan a dejar de aparentar y a mostrarnos sinceros y en la verdad, pero la debilidad que supone la fuerza del pecado nos engulle, nos arrastra y nos somete a querer sobresalir y ser más que los demás. Entonces prima más nuestra ambición y vanidad.

Y eso condiciona nuestras buenas obras, porque, auto engañados, buscamos más el éxito personal que el amor de Dios. Ahí está el peligro, que nuestros actos y buenas obras estén movidas por mi ego personal que por el amor de Dios. Y eso me lleva a procurar e intentar que mis obras sean vistas y sirvan para lucirme y sean centro de admiración.

En primer lugar, perdón, Señor, y en segundo, ten compasión de este humilde siervo, limitado y sometido a las inclinaciones de su mal trecho corazón. Tú, Señor, sabes de mis pecados y mi vanidad, pero también de mi impotencia. Por eso te pido, Señor, que me liberes y me des la capacidad de la humildad, que me ayude a moverme por tu amor y no por mi vanidad.

Tú, Señor, conoces mis ambiciones e intenciones. Y sabes también que yo quiero ser y actuar tal y como Tú me dices y has enseñado. Pero me siento incapaz y atrapado por mis pecados. Dame la sabiduría, la fuerza y la motivación de esconderme a los halagos del publico, y guardarme solo para Ti. Que siempre, Señor, mi verdadero público seas Tú.

martes, 16 de junio de 2015

AMAR A LOS ENEMIGOS ES SUPERIOR A MIS FUERZAS



Negarlo sería irracional y absurdo. El amor a los enemigos es superior a nuestras fuerzas. No se trata de que nuestro corazón no tenga esa capacidad o no esté hecho para amar, incluso a los enemigos. Se trata, y esa es la cuestión, que estamos tocados y heridos de gravedad por el pecado, que nos ciega y nos debilita hasta el punto que nos es imposible amar, incluso también a los amigos. Eso explica las traiciones y envidias.

¡Cuánto más amar a los enemigos! Experimentamos nuestra impotencia ante ese reto, y nos damos cuenta que nos será imposible amar a los enemigos sin ayuda exterior. Y no una ayuda cualquiera, sin la prometida por Jesús, la asistencia del Espíritu Santo, que nos infundirá la fuerza y la capacidad necesarias para suavizar nuestro corazón endurecido por el pecado y transformarlo en un corazón suave, bondadoso y generoso.

Por eso, Señor, consciente de nuestras debilidades, te pedimos humildemente que nos des esa capacidad de amar a los que nos odian, nos violentan, nos persiguen y nos amenazan con la muerte. Te pedimos que tengamos el valor y la fuerza de entregar nuestras vidas antes que ofenderte y negarte. Aprovechamos para pedirte por Asia Bibi, que por mantenerse fiel a Ti está padeciendo y condenada a morir. Dale la fuerza y valor de superar ese sufrimiento.

Y te pedimos por todos los que te seguimos y sentimos miedo e incapacidad para sufrir los padecimientos que tu seguimiento nos ocasiona. Haznos fortaleza de tu amor y revistenos de tu Gracia para, asistidos y fortalecidos en el Espíritu Santo, seamos fortalezas viviente de tu Fe y de tu Gracia. Amén.

lunes, 15 de junio de 2015

EL AMOR GENERA PAZ Y JUSTICIA



La experiencia nos dice que cuando se reconocen los derechos las luchas y enfrentamientos se dan por terminados. Si tú tienes derecho, yo tendré que aceptar y admitir que no lo tengo, y sería injusto que te pisará y quitara tu derecho. Por consiguiente, se hace justicia y se produce paz.

Eso no es sino amar. Porque cuando tú amas estás esforzándote en respetar y hacer justicia con tus derechos y los de los demás. Cuando respetas aceptas el derecho del otro, y es ahí donde termina el tuyo, y viceversa. El amor genera paz y justicia y los pueblos vivirían en paz y convivencia fraterna. Se haría como decíamos ayer el Reino de Dios.

Te pedimos, Señor, la sabiduría de darnos cuenta que el amor es la carta que tenemos todos que jugar. Es la carta que nos abre la puerta de la verdad y la justicia y establece la paz. El amor del que Tú eres referencia y modelo. No hay otro, y nos engañamos cuando buscamos soluciones falsas y engañosas en otros modelos que, aparentemente, parecen pacíficos hasta que les toca el propio bolsillo del poder, la ambición, los privilegios o las riquezas.

Sin Ti, Señor, no sabremos ni podremos amar. Tú nos has enseñado entregando tu Vida por amor, y perdonando a aquellos verdugos que te llevaron a la muerte de Cruz. Tu, en silencio, has aceptado la condena injusta que tus contemporáneos te han infringido. Pero en silencio no significa que te hayas resignado, sino que la has denunciado enarbolando la Palabra de la Verdad sin violencias ni rebeliones.

Nunca has dejado de proclamarla y, en todo momento, sobre todo en los momentos de tu Muerte, les has ofrecido tu perdón. Un perdón que transforma nuestro corazón y nos llama a convertirnos y corresponder amando como Tú. Danos, Señor, tu alimento para que nunca falte el amor en nuestro corazón que nos empuja a ser generoso como Tú quieres. Amén.

domingo, 14 de junio de 2015

ABRIR MI CORAZÓN COMO JARDÍN PARA SER CULTIVADO



No puedo permanecer cerrado a la Palabra de Dios, porque de ser así, el alma de mi tierra quedará seca, agosta e infértil, y no dará frutos. Necesito abrir mi corazón para que el jardín de mi alma quede fertilizado por la Palabra del Señor.

Y eso le pido al Señor desde este humilde rincón para orar. Mi oración se convierte hoy en una plegaria de suplica para que el sembrado de mi corazón quede labrado y cultivado de esa buena semilla que fructifique y dé buenos frutos. 

Pido al Señor que sea Él mi Labrador y me cultive con su Gracia y su Amor. Y abro mi espíritu a la acción del Espíritu Santo pidiéndole que me dé capacidad, valor, sabiduría, paciencia y esperanza  para dejarme trabajar y hundir en mi corazón la azada, a pesar del dolor, que mezcle el estiércol de la miseria de mi vida con la buena tierra de la Gracia, y así poder dar los buenos frutos que el Señor espera de mí.

Sé, Señor, que mis palabras son fáciles, pero experimentarlo y sufrirlo será otra historia. Tú tienes experiencia de eso, has sufrido y desgarrado tu Cuerpo por mis pecados. La mía, mi experiencia es muy pobre y casi inexistente. Te pido perdón porque lo que digo después no lo cumplo. Confío en que Tú, si así es tu Voluntad, me darás la capacidad para soportar lo que consideres necesario para llegar a Ti.

En tus Manos, Dios mío, pongo todas mis esperanzas y me abandono a tu Voluntad.

sábado, 13 de junio de 2015

UNA ORACIÓN CONSTANTE QUE NOS GUÍE EN LA PROCLAMACIÓN DE LA VERDAD



Quizás sea fácil proclamar, y hasta hablar y reflexionar sobre el Evangelio, pero será otra cosa diferente vivir lo proclamado y encarnarlo en tu propia vida. Eso cuesta algo más, y necesita de algo que se nos resiste mucho, el amor.

Sin lugar a duda, hemos sido salvados por amor. El amor del Padre que nunca podremos entender, entre otras cosas porque no lo merecemos. Y sin lugar a duda, no seremos salvados si no somos capaces nosotros de amar también con el mismo estilo que Jesús nos amó y nos ama. Así, el amor es la llave que nos abre la puerta de la salvación. 

No son los cumplimientos, las normas, los preceptos e incluso, ni las oraciones. Nada de eso, simplemente nuestra capacidad de amar. Porque si estamos vivos y con esperanzas  es por la Misericordia y el Amor de Dios, y porque Jesús nos amó con la misma intensidad. Gracias al Amor de Dios estamos vivos y salvados.

Es verdad que los preceptos, el cumplimiento, la obediencia y las oraciones son necesarias y nos sirven para fortalecer nuestra capacidad de amar, porque de no ser así no sirven para nada. El amor es lo principal y, sobre todo, el amor a los enemigos, porque ese amor será el que triunfará y venza, como lo vivió e hizo Jesús, hasta el punto de entregar su Vida a una muerte de Cruz.

Pido al Señor que nos infunda el valor, la sabiduría y la fortaleza de permanecer unidos a Él en el amor, para, por su Gracia, saber y poder amar nosotros también. Amén.