Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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miércoles, 20 de enero de 2021

SÁBADOS Y COSTUMBRES

 


Nuestra vida está cargada de sábados y cumplimientos. Sábados que metafóricamente someten al hombre a su servicio y al servicio de los legisladores. La ley ya no se distingue por ser un bien para la persona sino por una atadura que le somete y se le antepone con, incluso, amenaza de castigo. Sin darnos cuenta nuestra vida está cargada de sábados de cumplimientos que terminan por esclavizarnos.

Pidamos al Señor esa liberación de estar sometidos a las leyes y cumplimientos que, como el sábado, nos esclavizan anteponiendo los intereses materiales a los espirituales que, realmente, son los que benefician al hombre. 

Sepamos tener una visión amplia y profunda de la intencionalidad de nuestros actos y del verdadero sentido de nuestro obrar y sentir, porque, las leyes no solo se aplican por su literalidad, sino por la verdadera intencionalidad de su espíritu. Es la bien intencionalidad del corazón la que hace nuestro obrar bueno, incluso a pesar de que por nuestras limitaciones y errores no sea lo suficiente y necesario.

Pidamos al Señor la Gracia de tener siempre, desde lo más profundo de nuestro corazón, una buena y recta intencionalidad de hacer y actuar siempre en beneficio de la persona. Porque, es ella, precisamente, la que Dios ha puesto como centro del universo y todo lo demás, incluso el sábado, en función de ella. Amén.

lunes, 4 de marzo de 2019

CUMPLIR PARA AMAR

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Mc 10,17-27
Dame, Señor, la fortaleza en mi débil voluntad para amar en la misma medida que Tú, Señor, me amas. Y eso, Dios mío, no lo puedo lograr yo por y con mi fuerza, sino con la asistencia de tu Espíritu. Sé la atracción que en mi pobre naturaleza, herida por el pecado, ejercen las fuerzas y las pasiones de este mundo, pero no quiero dejarme vencer y someterme al vacío que produce el no corresponder a tu amor, Señor.

Sí, sé que esperas y necesitas, porque así lo has querido, que yo ponga todo lo de mi parte, y mientras no lo haga, Tú, Señor, no moverás un dedo. Por eso, consciente de la libertad que me has dado, me esfuerzo, confiado en tu generosidad y misericordia, en abrir mi corazón y dejarme conducir por tu Espíritu. Has depositado en mí unas capacidades y unos talentos, y quieres que yo los ponga en juego. No te gusta que los entierre y me cruce de brazo. Entonces estaré perdido.

No quiero instalarme en la comodidad de quedarme en el mero cumplimiento. Sufro, con confiada paciencia, las tentaciones que el mundo, demonio y carne me presentan y con las que experimento mis debilidades y el sometimiento que padece mi humanidad herida por el pecado. Eso descubre la necesidad que siente mi corazón de abandonarme en tus brazos y, a pesar de mis oscuridades, seguirte y seguirte.

Sé lo difícil que es seguirte, Señor, cuando mi corazón está apegado a las riquezas. Tú ya me lo has dicho: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!». Y eso es lo que yo te pido. No me des riquezas si eso es para mi perdición. Y si me las das, dame un corazón desprendido y generoso para ponerlas para el bien de los que realmente las necesitan. Amén.

lunes, 15 de enero de 2018

LA NOVEDAD ES EL AMOR

Un mandamiento nuevo les doy, dice el Señor. Jesús nos viene a renovar, a liberarnos de lo encorsetado, de las prácticas y cumplimientos que nos aprisionan y esclavizan. De las costumbres y las tradiciones y de la ley que vigila el cumplimiento y no el espíritu y el amor. Es hora de, no anular, sino renovar y dar un nuevo sentido a la vida movido por la misericordia y el amor.

No queremos quedarnos, Señor, en lo establecido, en lo inmovible y tradicional, sobre todo cuando aprisiona e inmoviliza. Queremos abrirnos a la generosidad, a la dignidad de considerarnos hermanos porque somos tus hijos y, por supuesto, al derecho de amarnos como Tú nos amas. Lo antiguo nos ha valido para llegar hasta aquí, pero ahora, queremos madurar y sentirnos hombres nuevos creados para amar por encima de lo establecido en la ley.

Porque entendemos la ley en función del amor. Tú nos has salvado por amor, y por amor tenemos la oportunidad de ser perdonados y rescatados de la esclavitud del pecado. Danos, Señor, esa sabiduría de sabernos hijos tuyos creados para amar y no para simplemente cumplir. No es hora de ayunos, sino de alegría y gozo, porque, Tú, el Señor estás con nosotros y nos salvas para la eternidad. Queremos, pues, exultar de alegría y gozo junto a Ti.

Sí, sabemos que llegarán momentos de tribulación, de tentaciones y de sufrimientos. La cruz está en nuestro camino, y cuando llegue ese momento necesitaremos fortaleza para soportar la mortificación y el ayuno. Necesitaremos, confortados en la oración y las privaciones, soportar las adversidades y las pruebas que el mundo nos exigirá, sabedores que Tú estás con nosotros. 

Te pedimos, Señor, la voluntad, la sabiduría, la fortaleza y toda la valentía que necesitamos para encarar los momentos difíciles de nuestra vida sin separarnos de Ti. Entonces necesitaremos ayunar, privarnos y fortalecernos en la esperanza de saber que un día estaremos en tu presencia. Amén.

lunes, 21 de agosto de 2017

EL EFUERZO DE CADA DÍA

No son normas establecidas, ni conjunto de prácticas. Podemos confundirnos y creer que con cumplir lo establecido en el decálogo todo está cumplido y ahí terminamos. De hecho, muchas personas confiesan que ellos no roban, no perjudican a nadie, ayudan cuando y cuanto pueden y se portan bien. Al menos desde su punto de vista. Se consideran buenas personas. 

Posiblemente, sería la respuesta de muchas personas, y quizás muchos de nosotros, a la oferta que nos hace Jesús respondiendo a la pregunta de ese joven rico. La religión no consiste en un trabajo, ni en el esfuerzo de cumplir con unas prácticas o normas. Se trata de un esfuerzo constante y diario por superarte cada día en el amor, y amar más. ¿Cómo amar? ¿Quién es el modelo?

Lo tienes más que claro. El modelo es Jesús. Deja todo. Es decir, pon todas las cosas que atiborran tu corazón, cosas todas caducas, en un segundo plano y llénalo del Amor de Dios. Que Él ocupe todo tu corazón y sea tu primera prioridad. Y, ahora, puesto en primer lugar, ¡Vívelo!

Esa fue la respuesta que Dios el Señor a ese joven rico, y también a cada uno de nosotros. No busque el mínimo de cumplimientos, sino que trata de perfeccionarte cada día más. Porque, el amor no regatea. Ni siquiera ante la muerte. El amor se entrega plenamente con todas tus fuerzas y con todo tu corazón. Así nos ama Jesús y así tenemos también nosotros que intentar amarle a Él. 

Claro, nunca por nuestra cuenta, sino siempre injertado en Él. Siguiéndole, a su lado, juntos y acompañados por los que intentan también seguirle. Por la Iglesia triunfante que está en el Cielo, sobre todo, nuestra Madre, la Virgen María, que nos arropa y nos anima. Y todos los que, todavía aquí, seguimos, como Iglesia purgante, el camino hacia el Cielo.

Pidamos al Espíritu Santo las fuerzas necesarias para continuar nuestro camino. Nunca desfallecer ni entregar nuestro corazón a los bienes y riquezas de este mundo, sino confiados y entregados, por la Gracia de Dios, al esfuerzo de ser mejores cada día un poco más. Amén.

sábado, 4 de julio de 2015

LOS SACRIFICIOS NACEN DE Y EN EL CORAZÓN



Cuando los compromisos que impones a tu vida nacen de tus propias relaciones y responsabilidades, descubres y experimentas que están desencarnados de tu vida, y viven en la superficialidad de tus propias apariencias. Son ellas las que mueven y motivan tus acciones y compromisos y, por supuesto, mueven tu vida quedando tus ayunos, tus sacrificios desencarnados, vacío y sin sentido.

Experimentas y descubres, si buscas la verdad y te sinceras contigo mismo, que cumples pero no amas. Te quedas en el simple cumplimiento y la norma, pero alejas el compromiso del amor. Porque sólo el amor es la única causa que justifica tu sacrificio. Sin amor todo se convierte en apariencia e interés.

El amor, el verdadero, nace de y en lo más profundo del corazón, donde también anidan malos sentimientos y malas tentaciones. El amor, el bueno, lucha para vencer al pecado, origen de los malos, y esa lucha origina ayunos y sacrificios, que injertados en el Corazón de Jesús, encuentran su profundo sentido y significado, nacido de esa correspondencia al Amor que Jesús nos revela recibido de su Padre.

Amas porque, primero, eres amado. Te das, porque primero, Jesús, se te ha dado, sin condiciones ni exigencias. Simplemente por amor. Y experimentas el gozo y la plenitud de corresponderle tal cual Él te ama.

La única vía es volcarte, aunque limitado y pobre, en el amor a los hombres como correspondencia al Amor de Dios. Y la más clara y segura forma de decirle que le amas y hacer su Voluntad. Amén.