Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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sábado, 5 de septiembre de 2020

NO CUENTAN MIS OBRAS, SINO MI AMOR

Proverbios 4:23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él  mana la vida. Lucas 6… | Palabra de dios, Versículos bíblicos diarios,  Versículos bíblicos
Por la Gracia del Espíritu Santo me voy dando cuenta que lo único importante, no es el hacer ni, tampoco, acumular obras, sino el hacerlas con amor. Eso me ha llevado a darme cuenta que hay  obras que hago, quizás sin verdadero amor, sino por interés; por quedar bien; por prestigio o porque siento que es lo que debo hacer. Es decir, por ley.

También, puede ocurrir que se deba muchas de mis obras a mi propio egoísmo de quedar por encima de otros o de destacar más que otros. En cierta manera, confieso que yo mismo desconozco mis impulsos y mis formas de actuar en muchas ocasiones. Y, dándome cuenta de este proceder, me confieso y reconozco mi falta y pido perdón y misericordia al Señor.

Me he dado cuenta que lo verdaderamente importante es amar. Es decir, obras sí, pero realizadas con verdadero amor. Y, al mismo tiempo, me doy cuenta, Señor, que solo Tú puedes hacer que ese verdadero amor nazca dentro de mi corazón. Un corazón herido y contaminado por el pecado. Gracias, Señor por esa Gracia de empezar a darme cuenta de mi falta de amor. Y, gracias de nuevo, porque llenas mi corazón de ese buen amor que necesito para amar.

Yo, confiado en tu respuesta, te doy gracias de antemano esperando que, poco a poco, y, día a día, mi corazón sea cada vez más amor y menos egoísmos. Amén.

jueves, 7 de noviembre de 2019

GRACIAS, SEÑOR, POR TU AMOR

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Es una gran noticia comprobar que Jesús me confiesa hoy esa gran preocupación por mí. Está pendiente de mi vida y, sin titubeos emprende la búsqueda ante el peligro que nos acecha al ser arrastrado por el pecado. Un pecado que me esclaviza y busca sacarme del redil de la Casa del Padre. Un pecado que me seduce con espejismos de felicidad que tratan de engañarme y conducirme al precipicio de la perdición.

Por eso, Señor, en este momento y desde este rincón de oración, yo quiero elevar mi plegaria hacia Ti y pedirte fortaleza y sabiduría para perseverar y sostenerme, ante esas tentaciones que tratan de seducirme, fiel a tu Palabra y vivir obrando según tu Voluntad. Por eso, Señor, quiero darte las gracias, no sólo por advertirnos y decírnoslo, sino por demostrarnos con tus obras esa preocupación de liberarnos y salvarnos de caer en las garras del pecado. Y lo haces, Señor, hasta el extremo de dar tu Vida por mí y por todos los hombres.

Gracias de nuevo, Señor, por tu gran Amor y por, inmereciéndolo, gozar de esa gran oportunidad de ser salvado de la esclavitud del pecado. Amén.

martes, 17 de octubre de 2017

EL BIEN HACER Y OBRAR

Hay mucha gente que hacen buenas obras y que son exaltadas y recordadas. Incluso, nuestros parques y plazas representas estatuas y esculturas que le dedican recuerdos gloriosos. Son bienhechores de la sociedad, pero todo acaba ahí. Se han proclamados en filántropos reconocidos, y, como tal, la sociedad les ha elevado glorioso recuerdo en lugares públicos para que se conozcan y se les recuerde.

Digamos que han recibido su premio por su bien hacer y obrar. y,  en eso se queda todo. Sus buenas obras les han sido pagadas. ¿Nada más pueden esperar? Esa es la diferencia entre el bien obrar por tu cuenta y para tu ego personal, o, hacerlo para gloria de Dios. La diferencia es la fe.

Llenamos nuestras vidas de tradiciones y costumbres que, siendo buenas e importantes, no son fundamentales, y menos leyes. Lo fundamental es el amor, empezando por Dios y continuando por el prójimo. Lo demás tendrá su lugar y su sitio, pero sin carácter de valor ni de imprescindible. Lo exterior tiene su sitio y siendo bonito y bueno tenerlo limpio, lo verdaderamente importante es lo de dentro, lo que sale realmente del corazón. Esa es la lección que el Señor nos da en el Evangelio de hoy.

Pidamos es buena intención de ser limpio, puro y justo, y de que nuestra vida sea coherente con la sustancia verdaderamente importante, es decir, con el amor. No se trata de llenar la vida de normas y cumplimientos que tratan de esconder nuestro compromiso con la verdad y la justicia, y aparentar lo que realmente no estamos dispuesto a ser. 

Pidamos ser comprensivos y, sobre todo, misericordiosos como el Padre es Misericordioso con cada uno de nosotros. Pidamos sostener nuestro interior en la verdad y la justicia y que lo exterior sea reflejos de lo interior, sin oscuridades y ocultamientos. Pidamos vivir en la coherencia y dejarnos dirigir por la acción del Espíritu Santo. Amén.

martes, 21 de julio de 2015

SATISFACER MI DESCONFIANZA Y CURIOSIDAD



A veces queremos y exigimos pruebas que están más apoyadas en la curiosidad o la desconfianza. No es que no creamos, sino que queremos creer según nuestras seguridades y apetencias. Al menos esa es mi pobre experiencia. 

Aquellos fariseos están saciados de pruebas y testimonio. La vida de Jesús en su paso por la tierra bajo la naturaleza humana era fecunda en manifestarse y proclamar lo que pensaba. Había sido enviado por el Padre para proclamar la Noticia de Salvación. Y Él era fiel a la Voluntad de su Padre. ¿Que otra cosa iba a hacer? La estaba haciendo instantáneamente a cada instante, valga la redundancia, de su vida. Todos sus gestos señalaban que el hombre, por el Amor del Padre, estaba salvado.

Pero había una condición, el hombre era libre, y el Padre no quería presionar ni forzar esa libertad. Debería ser aceptada y asumida desde la libre elección como persona libre que es. Por lo tanto, tu Padre Dios cuenta con tu elección. Y eso nos lo dijo por activa y pasiva Jesús, el Mesías enviado para rescatarnos y ofrecernos, de parte del Padre, la Salvación.

Sin embargo, todavía se atrevían a pedir un nuevo signo. ¿Acaso tienen derecho a exigir? Quizás piensan que no basta con la Palabra y las obras que Jesús creyó conveniente, y en su momento, realizar en beneficio del hombre, sino las que ellos exijan y quieren ver. Un Dios que lo sometemos a nuestro caprichos y a nuestras apetencias y curiosidades, ¿realmente es un Dios? Supongo que no, y no podía ser de otra manera la respuesta de Jesús: ¡Generación malvada y adúltera! Una señal pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás.

Lo lógico y natural es que sea el Señor quien dirija el juego. Es Él quien nos salva y es de justicia que sea Él quien presente los signos necesarios para su revelación. Es Él quien ofrece la salvación y Él manifestará lo necesario. A nosotros nos corresponderá creerlo. Y somos libres para hacerlo.

Danos, Señor, la sabiduría y la luz necesaria para, abriéndonos a tu Palabra, aceptar tus obras como signos donde se apoye y sustente nuestra fe. Amén.

lunes, 25 de mayo de 2015

DAME, SEÑOR, LA GRACIA PARA DERRUMBAR EL MURO DE MIS RIQUEZAS Y AMBICIONES



Al final no cuentan tus prácticas, oraciones y normas, porque lo que verdaderamente cuenta es tu conducta. Claro, podemos perdernos, porque para mantener una buena conducta nos hace falta, y mucho, la Gracia de Dios. Sin el Espíritu quedamos en manos del Maligno. Y eso es lo que nos ocurre a muchos, que queremos realizar nuestras obras por cuenta propia.

Ocurrió con aquella persona, que centró su pregunta en qué hacer, más que en creer. Y es que la fe está en estrecha relación con las obras, porque una fe sin obras es una fe muerta. Por lo tanto, quien hace según la Palabra de Jesús, cree también en Jesús.

Sin embargo, entra en juego la libertad. El Señor nos quiere libres y nos propone derrumbar el muro de nuestra propia ambición. Las riquezas y bienes, que nos dan poder, son el obstáculo a vencer. Elegir entre ellos y Jesús es la elección en la que nos jugamos la eternidad. No se nos esconde que cuanto más riquezas y poder, más difícil será nuestra elección. Y tampoco se nos esconde que solos nos será imposible superar esa tentación.

Necesitamos confiar, creer en el Espíritu Santo y abandonarnos en sus Manos. En y con Él venceremos, porque nos lo garantiza Jesús que, antes que nosotros, recorrió ese camino. Las obras son lo importante de nuestra vida, porque son ellas las que descubrirán donde está y se encuentra nuestro corazón. No son nuestras palabras las que descubren lo que creemos, sino  son nuestras obras.

Indudablemente, Señor, sé que sin Ti nada podré hacer. Y yo creo que en Ti y contigo lo puedo conseguir. Porque si Tú me lo propones es porque sabes que puedo hacerlo. Por eso, Señor, te pido que, abierto a la acción del Espíritu Santo, transformes mi vida y te sirvas de ella para que sea servicio y amor, por Ti, para todos los hombres. Amén.

lunes, 23 de febrero de 2015

LAS DOS COSAS SON NECESARIAS



No se trata de hacer muchas cosas. No se trata de ser solidario y hacer muchas obras, porque si eso se hace desligado del Señor, se hará por algún motivo que no es el amor., pues  a ti sólo te será imposible.  Porque aunque te lo propongas, tu naturaleza caída te fallará.

Estamos esclavizados por el pecado, y nuestra libertad está prisionera. Nunca haremos nada que no sea por nuestro propio interés, aunque no lo advirtamos o no seamos inconsciente. Siempre buscamos lucirnos, privilegios o que nos feliciten. Y ese será nuestro premio en caso de que nuestras obras lo merezcan.

El amor es gratuito, y debe de darse en balde sin condiciones de agradecimiento ni favores. Lo hacemos por amor, porque Xto. Jesús nos ama y se entregó voluntariamente sin pedir nada a cambio. Nosotros tratamos hacerlo de la misma forma, pero nunca solos, sino injertados en  y por Jesús.

Porque de Él nos viene las fuerzas, la fortaleza y capacidad para poder amar de esa forma. Por eso, Señor, te pedimos que nos asistas en el Espíritu Santo y que nos convierta nuestro corazón de piedra y endurecido con las tentaciones del mundo, en un corazón nuevo, humilde, generoso y solidario para amar como Tú nos amas, Señor.

¡Oh, Señor!, ten misericordia de todos nosotros, y danos la capacidad de amar, renunciando a nosotros mismos, para que a la hora de tu juicio seamos de los que están a tu derecha y gocemos de tu presencia eternamente. Amén.