Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 19 de febrero de 2018

ABRE MIS OJOS, SEÑOR, PARA VERTE EN LOS DEMÁS

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Necesito darme cuenta de que Tú, Señor, estás entre los menos favorecidos. Pero, no sólo respecto a lo material, sino también en lo espiritual. Necesito ver que los pobres, no son sólo aquellos que carecen de muchas cosas materiales, sino también aquellos que sus ojos están cerrado a tu presencia. Aquellos, Señor, que no te ven, o que, porque te hace responsables de sus sufrimientos y sus fracasos.

¿Cómo poder hablarles de Ti? ¿Cómo poder ayudarles para que se den cuenta de tu amor? Me pierdo, Señor, en esos menesteres y, posiblemente, no esté a la altura que Tú quieres que esté para poder llegarles e interpelarles. Y es eso lo que te pido en estos momentos, Señor. Dame la capacidad de ver, de entender, de servir y de discernir con sabiduría dónde tengo que servir y cómo servir.

Te pido, Señor, que pueda estar entre los elegidos a tu derecha cuando vengas por segunda vez. Yo te espero, pero quiero esperarte con mis humildes y pobres manos llenas. Llenas de esfuerzos por servir, por ser paciente, por escuchar, por atender, por comprender, por soportar y, sobre todo, por amar.  Esperarte con mi hoja de servicio llena de atenciones a los más desfavorecidos, a los desnudos, a los hambrientos, a los marginados, a los pobres en una palabra.

Tengo miedo, Señor, de no estar actualizado en eso; tengo miedo, Señor, de fallar en eso; tengo miedo, Señor, de no responder en esa línea, y te pido fuerza, voluntad, fortaleza, coraje, voluntad, deseos y paciencia para soportar y perseverar confiado que con tu Gracia poder llegar a realizarlo y a darme a los demás. No como a mí me gusta o quiero, sino según tu Voluntad.

Dame, Señor, la Gracia de servir a mis hermanos y de que mi corazón sea desprendido, generoso, hasta el punto de que su prioridad sea la de servir al bien de los demás, y que no sea otro que llegar a Ti, Señor, y responder a ese amor que Tú nos das. Ayúdanos, Señor, a entregar nuestras vidas para que al atardecer de ellas nuestro amor alcance la madurez y el gozo de darse gratuitamente.

domingo, 18 de febrero de 2018

TU MISMO CAMINO

Resultado de imagen de Mc 1,12-15
Jesús no da un rodeo y se va por otra parte. Toma el mismo camino que tú, y lo sufre primero. Te sirve de ejemplo y camina por donde es tentado. Se queda sólo ante el diablo en el desierto y permanece firme y junto al Espíritu, por el que ha sido llevado. Necesita fortalecerse y salir victorioso de esas tentaciones y experimentar la presencia del Padre.

Es tentado en su codicia, poder y gloria, pero resiste. Ha venido al mundo en la humildad, en la sencillez y para dar gloria al Padre que lo ha enviado. Es consciente de su misión y de su entrega a la fidelidad del Padre para salvar a los hombres de la esclavitud. Precisamente, de la codicia, del poder y la gloria, que los esclavizan y los someten a la voluntad del demonio.

Necesitamos hacer el mismo recorrido de Jesús por el desierto de nuestra vida. Pero, no debemos hacerlo sólo, porque el diablo puede engañarnos y hasta acompañarnos suplantando al Señor. Debemos injertarnos en el Espíritu Santo, y en Él dejarnos conducir llevados por sus impulsos, que a veces nos parecen contrarios a los nuestros. Nuestra naturaleza esta herida y se siente inclinada a dejarse arrastrar por sus propias pasiones, y eso lo aprovecha el Maligno.

La cuaresma es un tiempo importante, porque nos recuerda la necesidad de prepararnos, fortalecernos, de mortificar nuestros sentidos y pasiones para sostenernos firmes, sobrios, austeros y poder dominar nuestras apetencias para que no nos impidan amar. Amar dándonos por servir al bien del otro. Y este apartado es muy importante la comunidad. La comunidad que nos alienta, que nos sirve de ejemplo, que nos da fuerza y nos acompaña por la oscuridad que la vida nos puede llevar.

No nos despeguemos de la santa Madre Iglesia y de sus miembros. En ella encontramos el calor, la fortaleza, la sabiduría y la acogida de los hermanos en la fe que nos ayudan a superar nuestra travesía por nuestro propio desierto. Amén.

sábado, 17 de febrero de 2018

DECISIÓN FINAL

Resultado de imagen de Lc 5,27-32
Tú, Señor, tienes siempre la última palabra, pero has querido dejarnos a cada uno de nosotros la decisión de elegir seguirte o rechazarte. Una decisión difícil de tomar ante tantas tentaciones y peligros que este mundo nos presenta. Seguirte o dejarte al margen es la cuestión, y, para tan difícil elección necesito tu consejo y tu auxilio. Estaré perdido sin tu presencia, Señor.

Por eso, desde este humilde lugar te pido, Señor, valor, fortaleza y sabiduría para seguirte, pues sólo Tú eres Camino, Verdad y Vida. Yo me confieso pecador y necesitado de tu perdón. Y sé, Señor que sales a mi encuentro y me ofreces tu perdón. Gracias, Señor, porque, indigno de merecerte, Tú me lo das gratis y por amor. Y lo haces para mi bien y felicidad. Buscas mi gozo y mi dicha y, sin embargo, yo me resisto con mi necedad e ignorancia poniéndote obstáculos, resistencia para huir de Ti.

Perdóname, Señor, y ten compasión de este pobre pecador. Dame la paciencia, la fortaleza y la perseverancia de creer en Ti y de seguir tus pasos a pesar de mis pecados, mis impaciencias, mi soberbia, mis perezas, mis pasiones, mis egoísmos y todo lo que amenaza con alejarme de Ti, esclavizarme y perderme. Sácame del fango del conformismo y de la ignorancia de creerme bueno. 

Sácame de la incapacidad de no ver mi incapacidad para amar y de todo lo que me impide rendirme a los placeres del mundo y a mis propios egoísmos. Renueva, Señor, mi corazón y fortaléceme con la perseverancia de permanecer en tu presencia y de optar siempre por estar a tu lado. Hazme dócil a tu Palabra y, como Leví, darte una respuesta humilde, decidida y fiel para seguir tus pasos y entregarte mi vida. Toda mi vida. 

Enséñame la forma y el camino de servirte en los hermanos según tu Voluntad. Muéstrame, Señor, el camino que debo seguir para responder a tu llamada, y dame sabiduría, fortaleza y perseverancia para seguir decididamente sin titubeos y con firmeza. Amén.

viernes, 16 de febrero de 2018

NACIDOS PARA LA ALEGRÍA Y LA FIESTA

Resultado de imagen de Mt 9,14-15
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


Por naturaleza el hombre está hecho para la fiesta y para la alegría. De manera innata el hombre busca el gozo y la fiesta. Cada trabajo se conmemora con un buen descanso o una celebración. El hombre se dice, ahora que he terminado voy a descansar o a festejarlo. La fiesta sucede al trabajo. Por lo tanto, el ayuno y sacrificio tienen que tener un fin concreto.

Y realmente lo tienen. El hombre necesita fortalecerse, pues es débil y sus apetitos le inclinan a abandonarse al vicio y a la irresponsabilidad. Y eso genera desorden, caos y muerte. Necesita sobriedad, equilibrio y fortaleza. Y eso exige práctica, control y disciplina. Es ahí donde entra el ayuno y la mortificación. Es un medio que nos ayuda a sostenernos equilibrados y fuertes ante el pecado y la tentación. Nos prepara y nos dispone a estar atentos y agarrados al Señor.

Porque, será una locura emprender ese camino y preparación por nuestra cuenta. Solos estamos vencidos de antemano. Necesitamos ir unidos al Señor, porque es El quien realmente nos salva. Por eso, nuestro ayuno debe  partir con Él y desde Él. Él es el centro y el fundamento de nuestro sentir y obrar, y el motivo por el que nos preparamos para responderle. Nos ha dado esa libertad y eso nos exigirá responsabilidad, compromiso y capacidad de respuesta.

Y no es fácil. Tenemos un margen que Dios ha dejado para nosotros, y ese margen de libertad tendremos que ponerlo nosotros en sus manos. Nadie lo podrá llevar por nosotros, ni siquiera Dios. Él lo ha dejado en nuestras manos. Somos libres y tendremos que responder. Ahora, eso sí, no estamos solos. Tenemos la promesa de su compañía y su asistencia. Su Gracia estará siempre con nosotros y en Él seremos fuerte y venceremos todas las tentaciones que trataran de arrastrarnos e inclinarnos al mal.

Por eso, Señor, te pedimos que nos fortalezcas en el ayuno para que seamos capaces de renunciar y compartir a todos nuestros egoísmos y apetencias. Y, liberados del pecado, descubramos que nuestra meta está en Ti para compartir contigo la eternidad en plenitud de gozo y alegría. Amén.

jueves, 15 de febrero de 2018

SUFRIMIENTO, MUERTE Y RESURRECCIÓN

Resultado de imagen de Lc 9,22-25
Da miedo, claro que sí, pronunciar esas palabras, y da miedo porque el sufrimiento asusta y la amenaza de la muerte más. No hemos sido creados para sufrir, Eso está también claro, pero llegar al éxtasis del gozo y de la felicidad requiere primero pasar por una etapa de sufrimiento y abnegación. ¿Qué cómo se puede soportar eso? No lo sé y a mí también me asusta, pero pienso que huir y mirar para otro lado no arregla ni soluciona nada. De todas formas, la muerte sabemos con certeza que llegará.

El sufrimiento no podrás evitarlo. Sabes que, tarde o temprano, llegará y lo tendrás que aceptar y padecer. Es posible que no te afecte a ti corporalmente, pero te afectará por el padecimiento de otros, quizás familiares cercanos, o incluso hijos, cónyuges, padres...etc. O por tragedias, resultados económicos o situaciones difíciles y trágicas. No tienen que convencernos porque lo experimentamos a cada momento a nuestro derredor o por noticias en los medios. Sabemos por experiencia que eso es así.

Luego, ¿qué pensamos, qué hacemos y a dónde vamos? ¿Pasamos la vida sin interpelarnos ni preguntarnos nada esperando que lleguen los malos tiempos? ¿O tratamos de poner remedio a lo que sabemos que llegará? ¿Pensamos que hemos sido creados para morir y esperamos la muerte resignados? ¿O nuestro corazón nos dice que hemos sido creados para vivir? ¿Qué decides? Y te lo pregunto a ti, porque yo he decidido seguir viviendo.

Creo en Jesús, el Hijo de Dios Vivo, y creo en su Palabra. Él sufrió, murió y también Resucitó, y me ha prometido que yo siguiéndole y padeciendo como Él también resucitaré. No se trata de sufrir por sufrir, sino porque a otros les molesta la verdad, la justicia y el amor de Dios a todos los hombres y tratan de quitarnos del medio como hicieron con Él. Se trata de perseverar, ser fiel a su Palabra, creer y entregar tu vida si hace falta. 

Se trata de ir muriendo cada día en la entrega por servir e ir dándose por construir un mundo mejor en justicia, verdad y paz. Eso te pedimos Señor, fuerza, sabiduría, valor y entrega para no desfallecer ni acobardarnos, sino fortalecidos en tu Espíritu cargar con la cruz que nos ha sido encomendada. Amén.

miércoles, 14 de febrero de 2018

HACER SIN MIRAR A QUIEN NI BUSCAR RECOMPENSA

Diríamos que el criterio del auténtico amor es hacer sin mirar a quien ni buscar recompensa. Porque en esa actitud se esconde la verdad del único y auténtico amor. No mires a quien atiendes ni tratas y ayudas, mira que es un hijo/a de Dios con la misma dignidad que tú y a quien debes amar como te ama el Señor. En eso estriba la Ley y los profetas, en amar como Dios nos ama.

Todo lo que persiga otros fines buscando el propio lucimiento, el destacar y trepar en títulos y cargos y el conseguir fama de santo y elogios y admiraciones es veneno peligros y camino de perdición. Porque el amor es gratuito y la gratuidad conlleva el silencio y el ocultarse a la vista de los demás. Eso no quiere significar que se tenga que hacer a escondida ni ocultarse a la vista de otros, sino que su intención no sea el conseguir que otros te vean y sientan admiración por ti. De ser así ya estás pagado con esa admiración y fama.

Tú esconde tu amor y, simplemente, dadlo gratuito y de forma desinteresada. No busques recompensa ni nada de lo que puedas aprovecharte. Busca sólo el amor de Dios y tal como lo recibes entrégalo a los demás. Esa es nuestra petición de hoy, Señor, llenarnos de tu fuerza y desprendimiento para poder amar como Tú nos amas. Danos, Señor, esa capacidad de renuncia, de sacrificio, de abnegación y de entrega para darnos, sin ningún miramiento ni dependencia al servicio de los demás.

Y enséñanos a orar, tanto comunitariamente como a solas contigo, en el silencio de nuestra soledad, y a encontrar el gozo y la paz de sabernos en tu presencia y mirados por Ti. Llénanos de tu humildad, Señor, y límpianos de toda vanidad y vanagloria, para que podamos ser verdaderos imitadores de tu Amor, sin ninguna impureza que nos haga volver la mirada hacia nosotros para mostrarnos mejores y buenos ante los demás. Haz, Señor que seamos capaces de hacer sin mirar a quien ni tampoco buscar ninguna recompensa.

Nos sabemos débiles y sometidos a muchos perjuicios, ambiciones y vanaglorias, pero también sabemos que, por tu Amor, Señor, y en Ti podemos limpiarnos de toda impureza y desterrar todas esas lepras que nos invade y amenazan con buscarnos a nosotros mismos. ¡Sálvanos Señor!

martes, 13 de febrero de 2018

ACTIVA MI MEMORIA, SEÑOR

No quiero pasar de Ti, Señor. Me apena ver a tanta gente indiferente, insípida y perdida. Están a merced del acunamiento que les da el mundo y sus fiestas. Vagan de un lado a otro de semana en semana quemando todas las fuerzas que les da su juventud y su vida. Van perdiendo su vitalidad, sus esperanzas, sus ilusiones y toda su felicidad. Quedan atrapadas en la levadura que les tienden los fariseos y los Herodes de nuestros tiempos.

Pidamos fuerzas para salir de ese entramado que nos cerca y nos impide ver y despertar. Pidamos la Gracia de Dios para poder vencer todo esa maquinaria de poder que nos acecha y nos convence para que les entreguemos nuestra alma y nuestro ser. Corramos hacia Jesús, que nos salva y nos libera de esa maraña y encrucijada que nos tienden los nuevos fariseos y Herodes de nuestra época.

Sólo hay un camino. Eso debemos tenerlo claro. Un camino de salvación, y ese camino es Jesús. Un camino que en principio puede parecerte duro, confuso, difícil, e incluso no entenderlo. Pero, fíate, cree en Él y veraz que todo se irá aclarando y se hará la luz al final. Su Palabra es eterna y siempre se cumple. Él nunca ha fallado a los que en Él creen. Vive entre nosotros porque ha Resucitado. Él lo puede todo,  y es nuestro Creador. Nos ha creado para vivir siempre, pero cuenta con nosotros para lograr ese objetivo.

Te ha creado sin tu permiso, pero cuenta contigo para que vivas para la eternidad en gozo y plenitud de felicidad. No dejes confundirte y acercate a Él para que en Él seas fuerte y puedas vencer al mundo, que trata de confundirte y contagiarte de su falsa levadura. Por eso, juntos todos, pedimos al Señor que nos dé la fortaleza necesaria para resistir a esa falsa levadura que nos quiere engullir y alejar de Él.

Y todos unidos pedimos al Espíritu Santo que nos ilumine, nos llene de sabiduría, de valor y fortaleza para sostenernos firmes en la Palabra del Señor y podamos resistirnos a las fuerzas del mundo que nos arrastran hacia el camino del mal. Amén.