Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 5 de marzo de 2018

SALMO 83: AÑORANZA DEL TEMPLO

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Aquí no tenemos ciudad permanente, 
sino que andamos en busca
 de la futura (Hb 13,14)

Ant: Dichosos los que viven en tu casa, Señor.

¡Qué deseables son tus moradas,
Señor de los ejércitos!
Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo.

Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido
donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío.

Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza
al preparar su peregrinación:

Cuando atraviesan áridos valles,
los convierten en oasis,
como si la lluvia temprana
los cubriera de bendiciones;
caminan de baluarte en baluarte
hasta ver a Dios en Sión.

Señor de los ejércitos, escucha mi súplica;
atiéndeme, Dios de Jacob.
Fíjate, oh Dios, en nuestro Escudo,
mira el rostro de tu Ungido.

Vale más un día en tus atrios
 
que mil en mi casa,
y prefiero el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados.

Porque el Señor es sol y escudo,
él da la gracia y la gloria;
el Señor no niega sus bienes
a los de conducta intachable.

¡Señor de los ejércitos, dichoso el hombre
que confía en ti!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant: Dichosos los que viven en tu casa, Señor.




domingo, 4 de marzo de 2018

A VECES MERCANTILIZAMOS NUESTRA FE

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Hay una tendencia muy arraigada de mercantilizar nuestra fe. Y se nos cuela de forma muy discreta haciéndonos ver que es bueno y necesario realizar estas operaciones que inducen a negocio o beneficios para otros. Hay muchas formas de mercantilizar nuestra fe, que se instala y se acomoda como un estado de bienestar y pasa tiempo que nos ayuda a vivir pero no a crecer en conversión.

Hoy el templo, lugar de reunión de los cristianos, se ha convertido para muchos en lugares de encuentros, de reuniones, de intercambio, de ofertas de viaje, de nuevas amistades, de entretenimiento, de excursiones y celebraciones festivas y de muchas cosas más. Hay muchas formas de rentabilizar nuestra fe sin que nos demos cuenta de que podemos estar equivocándonos.

Conviene preguntarnos qué buscamos con lo que hacemos. Conviene analizar si nuestro objetivo es dar la buena Noticia que el Señor nos ofrece y nos ha encargado con nuestro testimonio y nuestro esfuerzo desinteresado, o buscamos fama, provecho u otro interés. Es posible que no lo hagamos con mala intención, o ni siquiera con la intención de aprovecharnos de algo, pero, ¿es esa nuestra misión? De cualquier forma tratemos de catalizar nuestros templos como lugares que nos ayuden a tener una relación gratuita y confiada con Dios.

Y es eso lo que queremos pedir en este domingo tercero de Cuaresma, la Gracia de discernir como estamos utilizando nuestros templos y de como nos percatamos y tomamos conciencia de la presencia de Dios entre nosotros. Una presencia sacramental que nos pone frente a frente al Señor, presente bajo las especies de pan y vino, y transformado espiritualmente como nuestro principal alimento espiritual que nos conforta y nos fortalece.

Danos, Señor, esa Gracia y sabiduría para tomar siempre y en cada momento la actitud y el camino correcto para utilizar ese santo lugar sagrado, donde Tú moras, como lugar donde nos acercamos y citamos para recibirte bajo las especies de pan y vino y estar contigo. Amén.

sábado, 3 de marzo de 2018

DE REGRESO A LA CASA DEL PADRE

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Esta parábola del Padre amoroso, como también se le conoce, es la manifestación del Amor de Dios. Un Amor incondicional, gratuito y total. Un Amor que no exige, sino que libera y busca el bien del amado. Un Amor que enciende el corazón de quien lo recibe y le motiva para amar él también. Un Amor que esconde la felicidad en el gozo de dar y descubre que sólo dándose se puede llegar a ser feliz.

Ese es el objetivo del Padre, enseñarnos a amar dándose Él primero. Y enseñándonos a hacerlo gratis, tal y como Él nos lo regala. Experimentar ese Amor del Padre nos llena de esperanza y nos fortalece, hasta el punto de levantarnos de nuestras miserias y caídas para emprender el camino de regreso a la Casa del Padre.

 Porque, sólo Dios nos quiere de esa forma hasta el punto de dar la vida por cada uno de nosotros. Un Padre que nunca falla ni se equivoca. Un Padre que nos da Vida Eterna en plenitud de gozo y felicidad y que colma todas nuestras esperanzas y deseos. Realmente, cuando vives esa experiencia de encuentro con ese Padre que te ama, experimentas que no hay otro camino mejor que el camino, valga la redundancia, hacia la Casa del Padre.

Porque, entre otras cosas, no estaremos mejor allí que en ninguna otro lugar. Ese es nuestra meta, a pesar de ser ignorada por muchos y obviada por otros. Porque, lo que buscamos precisamente está allí, junto al Padre. Es este momento de Cuaresma, tiempo propicio, Señor, para pedirte esa Gracia que nos sostenga vivos, esperanzados y en camino hacia la Casa del Padre. Porque, no hay otro lugar donde podamos calmar nuestra se, purificar nuestros pecados y llenar nuestros corazones de gozo, alegría y paz.

Por eso te pedimos, Señor, la Gracia  de sabernos tus hijos amados y redimidos por la Muerte y Resurrección de tu Hijo, nuestro Señor, el Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, enviado a pagar por nuestro rescate. Danos, Señor, esa generosidad, capaz de acoger y perdonar a los hombres como verdaderos hermanos. Y a compartir todo lo que de Ti hemos recibido generosamente, sabiendo que todo lo Tuyo no lo has dado gratuitamente invitándonos a compartir tu Gloria contigo. Amén. 

viernes, 2 de marzo de 2018

TAMBIÉN YO ME ESCONDO, SEÑOR

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


No somos nosotros mejores que los que describe Jesús en la parábola del dueño de la Viña. Muchas veces no rendimos ni damos la medida de los frutos que el Señor espera de cada uno de nosotros. También nosotros le hemos decepcionados, y, si no nos revelamos con la intención de matarlo, sí nos escondemos y le damos la espalda para no devolverle los frutos que espera de nosotros.

Hemos de reconocer que somos indeseables e inmerecidos de todo lo que el Señor nos ha dada gratuitamente. Nos ha dejado la Viña de nuestra vida y unos talentos que fructificar, pero se lo negamos haciendo lo que creemos más conveniente para nuestros intereses y egoísmos. Y le rechazamos cada vez que nos interpela y nos llama misericordiosamente a trabajar en su Viña.

Primero, Señor, quiero pedirte perdón por todo el mal que hago, y, también, por tanta decepción y fracaso en el trabajo de tu Viña. Reconozco que soy indigno de tanto regalo y de tanto perdón. Gracias, Señor, por tu paciencia y misericordia. Me siento abrumado, avergonzado e indigno. Y te pido perdón por tanto desperdicio y tanta miseria. Quiero, y trato de comprometerme en esta cuaresma, a esforzarme en trabajar esa Viña que Tú me has dejado y de esforzarme en dar frutos.

No lo frutos que yo quiero, sino los que Tú esperas recoger de mi pobre esfuerzo. Claro, que sabes que cuento contigo, porque yo sólo no podré cumplir lo prometido. Dame la serenidad, la paciencia, la confianza y la sabiduría del discernimiento para encontrar tu camino y hacerlo también el mío. Quiero, Señor, esperarte en la Viña que me has dejado y aguardar tu llegada para recibirte con los honores que Tú te mereces y entregarte mis manos humildes llenas de esos frutos que Tú esperas de mí.

Mientras, dame, Señor, el valor, la voluntad y la perseverancia de continuar el trabajo de la siembra y el cultivo, abonando todo mi sembrado de tu Gracia, para transmitir esa semilla del amor a todas partes. Amén.

jueves, 1 de marzo de 2018

DAME, SEÑOR, UN CORAZÓN MISERICORDIOSO

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Me doy cuenta, Señor, que mi corazón atrapado por las cosas del mundo se resiste a darse como Tú me lo pides. Me siento mal y sometido a mis pasiones y pecados capitales. El egoísmo, la avaricia, la ambición y la tentación de vivir para mí sin mirar para el otro están dentro de mi corazón. ¿Cómo liberarme de ellas? Es la lucha de cada día en la que me debato a muerte.

Hoy, escuchando y reflexionando sobre la parábola de este hombre rico y epulón, parábola que he escuchado y leído muchas veces, me siento temeroso de tu Amor. Porque, me da miedo no poder responderte y quedarme en la mediocridad de mi vida. Me experimento esclavo y encadenado a mi cárcel humana y herida por el pecado. Y, como ese rico epulón, pido clemencia para aliviar mi  sed. 

Pero, Señor, no quiero hacerlo cuando ya no tenga tiempo. Quiero hacerlo ahora que mi vida camina todavía por las sendas de la vida, valga la redundancia. Y me anima el saber que me quieres y que tu Misericordia es Infinita. Y que me invitas a escuchar tu Palabra y a no tener miedo, porque Tú, Señor, me acompañas y te compadeces de mi pobreza y esclavitud.

Transforma mi corazón, Señor, en un corazón paciente, desprendido, sensible, disponible a darse y a preocuparse por los demás. Dame esa sabiduría para encontrar el camino de la luz y del amor, y la voluntad para vivirlo como Tú me has enseñado con tu Vida y tu Palabra. Sí, es verdad que todo lo que pueda darte es muy poco. No porque no sea mucho, sino porque no vale nada. 

Pero, Tú, Señor, me conoces y sabes lo que puedo darte, y mi poca generosidad la puedes transformar en abundante generosidad y dar todo lo que de Ti he recibido para dar y compartir. Yo, Señor, quiero estar dispuesto para que Tú hagas en mí el milagro de vivir en el amor. Porque, quiero, Señor, estar contigo cuando me llegue la hora de regresar a Ti. Amén.

miércoles, 28 de febrero de 2018

¿QUÉ CAMINO TOMA TU VIDA?

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Es una muy buena pregunta, y, además de buena, necesaria. Saber por donde caminas y hacia dónde, dará sentido a tu vida, o le descubrirá si merece la pena seguir ese camino. Porque, lo grave es caminar sin rumbo, sin meta, sin sentido y a lo loco. Eso de que a lo loco se vive mejor se queda sólo en la canción, porque terminada de cantar vuelve la realidad. Estamos vivos y en la vida, y necesitamos establecer las coordenadas de nuestro rumbo para definir que nos proponemos.

Porque, dependiendo de nuestra propuesta la vida se irá enriqueciendo o apagándose. Es bueno también preguntarnos para que caminamos hacia esa meta que hemos previamente definido. Porque, si no sabemos el por qué de nuestro camino, apaga y vámonos. Al margen de todo esto, que toda persona debe preguntarse, hay dos cosas ciertas: a) que vivimos; b) que morimos. Todo lo demás está sujeto a que pueda darse o no, pero estas dos citadas son realmente ciertas.

Por lo tanto, si vamos a morir, quizás hay que modificar eso de caminar hacia un lugar concreto. Pues, de cualquier manera, llegues o no llegues vas a morir. Entonces, ¿merece la pena el esfuerzo? ¿Merece la pena caminar, sufrir, soportar dolor, sacrificios, trabajo, esfuerzos...etc? ¿Qué sentido le damos a eso? ¿A qué conclusiones llegamos?

Todo cambia si descubrimos y creemos que se nos ha dado la vida para perpetuarla en plenitud de gozo y felicidad. Ese es el mensaje de Jesús. No es una doctrina, ni una filosofía, ideología o lo que tú quieras suponer y pensar, es una buena Noticia. Una Noticia de salvación. Estamos llamados a Vivir Eternamente en plenitud de felicidad. ¿Qué te parece? Todo cambia radicalmente y toma un sentido diferente y nuevo. La vida merece la pena vivirla porque su finalidad es alcanzar la Eternidad en gozo y felicidad.

Ahora, ¿cómo? El Evangelio de hoy nos lo pone claro, "sirviendo y haciéndote esclavo del otro". «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos».

martes, 27 de febrero de 2018

LA VERDAD SE CONSTRUYE DESDE LA HUMILDAD


Todo lo que esté fundado en la verdad se afirma en la humildad. porque la humildad es la verdad. Y, al contrario, toda apariencia, que se apoya en la mentira y la hipocresía, termina por ser descubierta y condenada.  Y esto sucede, por desgracia, en nuestro mundo. Existió en tiempo de Jesús y existe hoy en nuestro tiempo. Jesús lo advirtió en aquellos fariseos y escribas que, bajo la apariencia de buenos ejemplos de cumplimiento, escondían la realidad de sus obras.

Imagen relacionadaTratemos nosotros de ser coherentes y de ajustar nuestra boca a nuestras obras, para que todo lo que digamos, al menos se note que nos esforzamos en vivirlo y cumplirlo. Presentémonos como realmente somos y no escondamos nuestros pecados propios de nuestras limitaciones e imperfecciones. No busquemos la gloria de este mundo, porque eso es caduco y perecedero, y todo lo que perece no vale para nada.

Sabemos por propia experiencia que la gloria humana es vana, tal y como es la nuez cocosa. Por fuera aparenta estar sana, pero si la abrimos observamos que está vacía y hueca. Lo único bueno, de valor y que merece la pena es vivir en la verdad. Una verdad que nos hace libres y humildes, porque, todo el que se humilla será enaltecido, y el que se enaltece será humillado.

Pidamos esa Gracia al Señor. Pero al mismo tiempo pongamos de nuestra parte todo el esfuerzo que podamos para que la Gracia del Señor actúe en nosotros. Pues, el Señor ha querido pedírnos nuestra colaboración, en eso consiste nuestra libertad. Somos libres para actuar y colaborar con Dios. El Espíritu Santo no hará nada sin nuestro permiso. Necesita la apertura de nuestros corazones para actuar libremente. Nada se nos impone, sino se nos propone. 

Y la primera cualidad que debemos pedir es la humildad. Hazno, Señor, humildes para vivir en la verdad y no buscar la gloria de este mundo, que se apoya en la mentira y en la hipocresía. Hazno humildes para ser enaltecidos según tu Palabra. Amén.