Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 8 de julio de 2015

EL REINO DE LOS CIELOS ESTÁ CERCA



Son palabras que Jesús nos ha dicho que trasmitamos. Son palabras que, para trasmitirlas necesitamos primero vivirlas, y vivirlas exige creerlas. No hay vuelta de hoja. Se trasmites lo que se vive, porque eso es lo que se ve y se contagia.

Puedes contar un cuento muy bonito, o una historia de alguien que has conocido, pero no puedes trasmitirle su espíritu si tú, primero no lo haces tuyo y lo vives. Y la misión de trasmitir nos exige primero a nosotros que la vivamos. Nuestros hijos no esperan de nosotros lecciones ni consejos, sino vida y obras. Y los de la calle buscan lo mismo. Las palabras explican la vida, pero no la trasmiten.

Vivamos las enseñanzas de Jesús y, fiados de su Palabra, tengamos la confianza de que nuestro testimonio , caído en tierra buena, será bien recibido y dará sus frutos. Ahora, no olvidemos la necesidad de la oración, de la constante unión con el Señor. Él nos envía, pero también nos acompaña. Y si nos acompaña es porque sabe que le necesitamos. No va a venir con nosotros por gusto y para vernos.

Espera de nosotros nuestras quejas, nuestras dificultades, nuestros fracasos, nuestros pecados y nuestros deseos de huida. En algún momento miró a los discípulos y les recriminó si ellos también querían marcharse. También sabe que el camino nos pasará factura, y está a nuestro lado para, como a los de Emaús, decirnos unas palabras de ánimo y aliento y empujarnos a continuar ilusionados y esperanzados.

Por eso, es muy importante que tú y yo sepamos advertir su presencia y tomar conciencia de que está con y pendiente de nosotros, y le pidamos el agua de la Gracia para el camino para no desfallecer, y para saber en cada momento transparentar y dar testimonio de nuestra misión:  "Anunciar que el Reino de Dios está cerca". Amén.

martes, 7 de julio de 2015

LA PARCELA QUE TE TOCA A TI



Seguramente tienes una parcela que cultivar, abonar y dar frutos. Quizás no te toque a ti recogerlos, pero sí poner todo tu empeño, tus talentos y esfuerzos para que esa pequeña parcela de tierra este todo lo bien y suficientemente atendida para dar frutos óptimos.

Seguramente, esa parcela, no será atendida por nadie, porque es la tuya y ha sido pensada y entregada de forma especial a ti. Dependerá, pues, de ti, especialmente de ti y de tus esfuerzos, empeño y vocación. Tú has sido designado el obrero y trabajador de esa parcela. Te toca descubrirla, encontrarla, cultivarla y sacar de ella los mejores frutos posibles. Luego, lo demás quedará en Manos del Dueño de la mies.

Tú y yo somos esos labradores escogidos. El Bautismos nos hace sacerdotes, profetas y reyes. Quizás tenemos caminos distintos: presbítero, monje/a, seglar, esposo/a, hijo/a, hermano/a, empresario/a, obrero/a...etc., pero todos la misma función, la de trasmitir, en la parcela que nos haya tocado trabajar, el Mensaje de salvación que nos ha revelado Jesús.

Hoy, los blogueros, también debemos descubrir nuestro compromiso en las redes. Sin saber cómo ni por qué hemos coincidido y unido nuestros esfuerzos en la red, y ha nacido Blogueros con el Papa. Quizás sea una pequeña parcela dentro de la "parcela de nuestra vida" a la que debemos entregar parte de nuestro trabajo y esfuerzo. Nosotros formamos parte de esos trabajadores que el Señor llama para su mies.

Sabemos, Señor, que nuestro trabajo y esfuerzo deja mucho que desear. Nos experimentamos pequeños, limitados e incapaces de trasmitir lo que Tú nos has enseñado, porque somos incapaces de cumplirlo, pero, porque Tú nos lo has dicho, como Pedro, tiramos nuestras redes, a pesar de nuestra inutilidad y fracasos en tu Nombre, confiados en tu Gracia. Amén.

lunes, 6 de julio de 2015

BUSCANDO SOLUCIONES



No encontramos respuestas ni soluciones a los problemas que se nos plantean en nuestro mundo. Por experiencia sabemos que en cualquier instante nuestra situación puede cambiar. En estos momentos recuerdo a una persona que compartí con ella un buen rato esta mañana, y esta tarde se encuentra, aunque no parece nada grave, en urgencias.

Eso nos descubre la dependencia de un Poder superior que responde a nuestros problemas y les da solución. Nuestra experiencia nos habla y nos descubre nuestras debilidades e inseguridades, y nos levanta la mirada y predispone a mirar al cielo en busca de soluciones. Invocamos a ese Dios que, no tenido en cuenta en circunstancias favorables, recurrimos a Él cuando tenemos problemas.

Eso nos ha ocurrido a casi todos, por no decir a todos, y es lo que el Evangelio de hoy nos habla: La hija del magistrado y la enferma de flujo de sangre. Ambos miraron hacia arriba, desesperado uno por la muerte de su hija, y cansada otra por su larga enfermedad, pensaron como último remedio recurrir a Jesús. Habían oído de su sabiduría y sus milagrosas curaciones, y en Él pusieron su fe y todas sus esperanzas.

El uno, la curación de su hija gravemente enferma, y la otra, su eterna enfermedad de flujo de sangre. Ambos quedaron sanados por la generosidad de Jesús. La hija del magistrado fue devuelta a la vida, y la hemorroisa quedó liberada de su enfermedad.

También nosotros te pedimos hoy, Señor, que nos cures de nuestras parálisis y lepras, que las hay de todo tipo. No sólo físicas sino también espirituales. Sueles ser estas últimas más difíciles de curar y más peligrosas y mortales. La ambición, vanidad, soberbia...etc engordan nuestro egoísmo y nos alejan peligrosamente de Ti, Señor. Danos la Gracia de perseverar y permanecer junto a Ti.

Danos también la sabiduría y la luz de abrirnos a tu Corazón y de, abandonados en tu Espíritu, aumentar nuestra fe para que podamos alcanzar la salvación última, la eterna que nos permita vivir a tu lado adorándote para siempre. Amén.

domingo, 5 de julio de 2015

NO ES CUESTIÓN DE LLEGAR, SINO DE ESTAR EN CONSTANTE MOVIMIENTO



La carrera no termina. Sería malo pensar que hay un final en el camino de perfección. Sí, en cierta manera lo hay, cuando la vida se apague y consuma el último aliento. Pero eso es como decir que hay siempre que estar en pleno movimiento, es decir, caminando.

Y eso lo podemos traducir por perseverancia constante en relación con el Señor. No se puede estar ni un instante fuera de la órbita del Señor. El Espíritu está en nosotros, y cada instante de nuestra vida le pertenece y nos lo pide. Y nos llena con su Gracia para que podamos sentirnos fuerte para lucha contra el pecado y las amenazas y tentaciones del Maligno. La batalla es continua.

Quiero Señor respirar con y en tu propia respiración; quiero Señor que mi corazón, llevado por tu Espíritu, lata al ritmo del Tuyo. Quiero, Dios mío, que me sentir sea tu sentir y haga lo que haga, mi vida descanse en tu Vida y obre según tu Voluntad.

Supongo que fallaré en muchos momentos, porque soy pecador, y Tú me has dado libertad para decidir por mi cuenta. Esa es mi debilidad, pero también, parodiando a Pablo, es ahí, en esos momentos, cuando extraño y advierto tu presencia, porque descubro que sin Ti me someto al Maligno y a las ofertas tentadoras que el mundo me ofrece. Entonces experimento que necesito estar constantemente relacionado contigo a través de la oración y del alimento espiritual de tu Cuerpo y Sangre.

Señor, dame la sabiduría, el valor, la fortaleza en mi voluntad para no desfallecer, a pesar de mis fracasos, de mis desilusiones vanas, de mis desánimos, de mi inmadurez, de mis dudas y de mi inmadura fe. Auméntala Señor y tenme siempre, a pesar de mis rechazos,  a tu lado, porque yo sé que Tú eres mi Padre Bueno del Cielo. Amén.

sábado, 4 de julio de 2015

LOS SACRIFICIOS NACEN DE Y EN EL CORAZÓN



Cuando los compromisos que impones a tu vida nacen de tus propias relaciones y responsabilidades, descubres y experimentas que están desencarnados de tu vida, y viven en la superficialidad de tus propias apariencias. Son ellas las que mueven y motivan tus acciones y compromisos y, por supuesto, mueven tu vida quedando tus ayunos, tus sacrificios desencarnados, vacío y sin sentido.

Experimentas y descubres, si buscas la verdad y te sinceras contigo mismo, que cumples pero no amas. Te quedas en el simple cumplimiento y la norma, pero alejas el compromiso del amor. Porque sólo el amor es la única causa que justifica tu sacrificio. Sin amor todo se convierte en apariencia e interés.

El amor, el verdadero, nace de y en lo más profundo del corazón, donde también anidan malos sentimientos y malas tentaciones. El amor, el bueno, lucha para vencer al pecado, origen de los malos, y esa lucha origina ayunos y sacrificios, que injertados en el Corazón de Jesús, encuentran su profundo sentido y significado, nacido de esa correspondencia al Amor que Jesús nos revela recibido de su Padre.

Amas porque, primero, eres amado. Te das, porque primero, Jesús, se te ha dado, sin condiciones ni exigencias. Simplemente por amor. Y experimentas el gozo y la plenitud de corresponderle tal cual Él te ama.

La única vía es volcarte, aunque limitado y pobre, en el amor a los hombres como correspondencia al Amor de Dios. Y la más clara y segura forma de decirle que le amas y hacer su Voluntad. Amén.

viernes, 3 de julio de 2015

ES LA LUCHA DE CADA DÍA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS



Nunca podremos decir que ya no tendremos más dudas. El "ya no, todavía no es plena" nos acompañará toda nuestra vida. La fe puede aumentar y ser cada día más firme, porque en la medida que la pidamos y nos esforcemos en abrirnos a ella confiadamente, irá aumentando por la Gracia de Dios. 

Porque la fe es un don de Dios. Un don que nos lo da gratuitamente y que, supongo, nos lo acrecienta en la medida que tú y yo nos abrimos a su fe. Tomás, por la Gracia de Dios, tuvo la oportunidad de ver, pero también de responder. Podía seguir en sus treces, aunque sería difícil después de comprobar a su Maestro en Persona. Pero otros que han tenido esa oportunidad de ver las maravillas y obras que el Señor Jesús hizo delante de sus propios ojos, la rechazaron.

Y, quizás, no estamos muy lejos nosotros de esa actitud, porque tenemos muchos testigos y testimonios, y, sobre todo, la credibilidad y testimonio de la Iglesia que nos transmite a través de los apóstoles la Palabra de Jesús. Y tenemos nuestra propia razón, que nos descubre la necesidad de vivir eternamente y de alcanza la plena felicidad a la que nos sentimos llamados.

Sí, como Tomás, queremos pedirte hoy, Señor, que perdone nuestro atrevimiento y osadía y que nos des la sabiduría y la confianza de creer en tu Palabra hasta el punto de decirte como él: "Señor mío y Dios mío". Amén.

jueves, 2 de julio de 2015

EL TESORO ESTÁ DENTRO



Todos llevamos un tesoro, un tesoro que debemos, queramos o no, encontrar. Y lo buscamos, aunque muchos no somos conscientes de esa búsqueda. Lo podemo ver en las carreras que llevamos y a las que nos sometemos a cada instante de nuestra vida. Asomados a la ventana, contemplamos un mundo en activa ebullición. Enjambres de coches, de personas que suben y bajan, que van de un lado para otros sin parar hasta colapsar el tráfico y hacer hasta molestoso el transitar por las calles de la ciudad.

¿A dónde vamos? ¿Por qué corremos? ¿Qué buscamos? ¿Por qué tanta prisa y tanta desesperación? Sin saber bien el por qué nos encontramos metidos en ese torbellino espiral que nos exige dar y dar vueltas cada día sin parar. Y todo efecto tiene su causa. Posiblemente buscamos algo, pero no sabemos bien qué es. Sin embargo, la evidencia es esa y no la podemos negar.

Si nos paramos un momento y nos preguntamos, quizás podamos encontrar respuestas. Supongo que buscamos bienestar. Coincidimos con ese paralítico del Evangelio de hoy que buscaba remedio a su parálisis y que pensó en Jesús como solución. Había oído que Jesús tenía poder para curar. Nosotros también buscamos soluciones para nuestros males, pero, o no hemos oído nada, o no conocemos bien a ese Jesús que nos sigue hablando, o no nos interesa. Y quizás te habla en este momento a través de estas humildes palabras y de este pobre siervo.

Sí, buscamos bienestar, es decir, vivir con cierta calidad que nos dé felicidad. Pero también buscamos estar bien por dentro, es decir, en lo más profundo de nuestro corazón. No queremos vivir con remordimientos y, del mal que hemos hecho, ¿quién no ha roto un plato?, queremos arrepentirnos y buscar perdón. Tampoco, quizás, hayamos oído de Alguien que perdone, o, quizás, no le conocemos, o  bien, no nos interesa.

Puede ocurrirnos como a aquellos que llevaron el paralítico a Jesús y se sorprendieron cuando, Jesús, le perdonó primero sus pecados. Y ante el estupor de los presentes les invito a pensar sobre lo que era más difícil, perdonar los pecados que no se ve, o sanarle de la parálisis que está a la vista de todos. Sabemos lo que ocurrió (Mt 9, 1-8). Pero quizás no sepas lo que te ocurre a ti.

Sería bueno pedirle al Señor que nos alumbre y nos dé la sabiduría de entenderle y de darnos cuenta que estamos salvados del peligro del pecado si, como el paralítico, nos ponemos en sus brazos y buscamos vivir en su presencia. Pidamos esa Gracia en el Espíritu Santo. Amén.