Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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sábado, 8 de enero de 2022

SIMPLEMENTE, UNA ORACIÓN

 

 *Oración continua*

Señor, tanto si me respondes como si no, quiero seguir invocándote sin cesar, bajo las bóvedas de la asidua oración.

Tanto si vienes como si no vienes, quiero seguir confiando en Ti: sabiendo que entras en mi interior a poco que abra el corazón a ti y al hermano.

Tanto si me hablas como si no, no permitas que me canse de invocarte. Aunque no me des la respuesta que espero, que no dude de que, de un modo u otro, discretamente, te dirigirás a mí.

En la oscuridad de mis oraciones más profundas, sé que estás cerca, aunque no te sienta.

En medio de la danza de la vida, de la enfermedad y de la muerte, ayúdame a invocarte sin descanso, sin caer en la desconfianza por tu aparente silencio,

Dame una fe recia para esperar tu palabra, tu presencia, tu paz. Amén. 

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

viernes, 10 de diciembre de 2021

SÓLO EN TÍ, SEÑOR, ESTÁ ESA FELICIDAD QUE BUSCO

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 

La evidencia es tal hasta el punto de tener los ojos vendados y no darnos cuenta. Muchos/as se esmeran en cuidar con esmero y entusiasmo su salud corporal poniendo en ello todo su empeño, e incluso deseos de felicidad. No escuchan ni quieren ver que eso que tanto cuidan – y que pienso que debemos hacer -  es materia efímera y que tiene fecha de caducidad. Y que, por tanto, más importante es cuidar paralelamente su alma, que es, por el contrario, eterna. Importa, pues, con más esmero y entusiasmo cuidarnos de nuestra alma y levantar la mirada hacia la Palabra del Señor.

Eso sí, sabemos y reconocemos que nos cuesta mucho esfuerzo. Sabemos de nuestra naturaleza débil y pecadora y, seducida por las tentaciones, fácil de ser vencida. Pero, también sabemos que hemos recibido en la hora de nuestro bautismo al Espíritu Santo, y con Él, podemos salir victoriosos de todas esas tentaciones que Dios permite para probar nuestra fidelidad y obediencia.

Pidamos, pues, perseverancia y docilidad a la Palabra de Dios. Pidamos confianza y sabiduría para saber siempre a quien tenemos que obedecer y de quien podemos fiarnos. Pidamos, discernimiento y paciencia para saber encontrar respuestas que coincidan y están de acuerdo con la Palabra del Señor. Porque, son esas repuestas las que realmente nos liberan y nos salvan de la esclavitud del pecado. Amén.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

SUCEDE QUE EN LAS PRUEBAS DESCUBRES TU FE Y TU AMOR

 

Cada instante de tu vida es una ocasión para afirmar tu fe y tu amor. Son ocasiones y oportunidades donde puedes dar testimonio de tu fe y de tu amor. Se ama con el corazón aunque falten las palabras y las obras. Si bien, es verdad que nos gusta y nos quedamos más tranquilos si lo que decimos lo demostramos y nos lo demostramos con testimonios y obras.

Hoy, Jesús nos lo dice con meridiana claridad: «Os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; esto os sucederá para… Son pruebas que nos van a servir por afianzarnos, fortalecernos y dar testimonio de nuestra fe y amor.

Evidentemente, no son pruebas de juego o entretenimiento. Son pruebas duras y difíciles de soportar que nos tientan e inclinan a huir, a abandonar y desistir. Pero, son las pruebas que descubren la fortaleza y medida de tu fe y de tu amor. Y, indudablemente, solos caeremos en manos del demonio y seremos sometidos y esclavizados en el pecado. Necesitamos ir injertados en Jesús, fortalecidos por su Gracia y auxiliados en el Espíritu Santo. Así seremos fuertes para ir superando las adversidades de nuestra subida a nuestro propio Gólgota.

No nos crucemos de brazo. Pidamos, perseverando e insistiendo, la Gracia de no desfallecer y de perseverar. Recordemos que Jesús nos invita en otra ocasión a insistir, a no desfallecer, a llamar y buscar. No hagamos caso a los que quieren seducirnos con sus ofertas temporales de placer y bienestar. La subida a nuestra propia cruz es penosa y dura, pero, acompañado de Cristo se hace soportable y hasta gozosa.

Pidamos la fortaleza de sostenernos firmes ante la adversidad y persecuciones, incluso cuando nacen en nuestra propia familia, padres, hermanos, amigos…etc. Pidamos la fe de sabernos en manos de Jesús – Camino – Verdad y Vida – que nos llevará al gozo de la Vida Eterna y nunca nos fallará. Amén.

sábado, 13 de noviembre de 2021

CUANDO PIDES ES QUE ESPERAS RECIBIR

 

Pedir significa esperar recibir. Quien no espera recibir deja de pedir. Por tanto, claro está que cuando pides tienes vivas esperanza de que seas escuchado y, en consecuencia, recibas respecto a lo pedido, o, quizás más. En este caso, sorprendentemente más, porque, el Señor, sabe mejor que tú lo que realmente necesitas. Por tanto, pide sin descanso y persevera en la oración.

Y eso es lo que hoy, Señor, venimos a pedirte, la fortaleza y la voluntad de perseverar en la oración. Esa oración en y por la cual nos ponemos en contacto directo contigo y te hablamos de nuestra situación de fe, de espiritualidad, de  inconstancia, de desfallecimiento, de dudas, de egoísmos, de envidias, de deseos de venganzas, de tantos problemas que nos dificultan y obstaculizan parecernos a Ti. Porque, eso, Señor, es lo que realmente queremos, parecernos a Ti y vivir a tu estilo, amando y perseverando en la oración con nuestro Padre Dios.

Danos, Señor, la paciencia, la humildad y la sabiduría de sostenernos en la oración a pesar de nuestras dificultades y limitaciones. Incluso, Señor, cuando entra la oscuridad en nuestros corazones y perdemos tu presencia y tu cercanía. Que siempre, Señor, estemos dispuestos a insistir como esa pobre viuda que nos pone de ejemplo en el Evangelio de hoy. Amén.

viernes, 8 de enero de 2021

ALIMENTADOS CON TU CUERPO Y CON TU SANGRE


HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 

Se habla mucho de régimen y dietas alimenticias para mantener la línea y cuidar la salud. Se suele decir que el secreto de la salud es comer poco y bien. Es decir, lo necesario y de forma equilibrada. La abundancia no coordinada y bien medida trae consecuencias perjudiciales a la larga. Simultáneamente, complementamos estas dietas con ejercicios físicos que nos ayudan a mantener nuestro cuerpo oxigenado y en forma.

Pero, ¿y nuestra alma, no necesitamos cuidarlas? Si algo realmente de nosotros - nuestro ser - necesita cuidados es nuestra alma. Es lo más importante y lo que no muere. Por tanto, cuidarla para que no sea contamine con el pecado, que es lo que la mata, es de vital importancia. No nos servirá de mucho cuidar nuestro cuerpo, que al final se destruirá con los años, si dejamos morir nuestra alma por el pecado.

Y esa es nuestra oración de hoy, Señor. Pedirte para que nunca en nuestra vida nos apartemos de ti y nos fortalezcamos con el Alimento verdadero. Ese Alimento de tu Cuerpo y Sangre que nos da la Vida Eterna. Pidamos, pues, la Gracia de perseverar en la comunión del Pan Eucarístico. Amén.

martes, 20 de octubre de 2020

EN UN MUNDO QUE NOS SEDUCE Y DISTRAE NECESITAMOS ORACIÓN

 

Permanecer vigilante exige disciplina, estar despierto y activo. No puedes relajarte ni dormirte ni desactivarte. Necesitas estar en acción y en actitud vigilante. La oración es el arma que nos sostiene despierto y firmes en la fidelidad a esa espera en lo que creemos y, valga la redundancia, esperamos.

Pero, no es nada fácil. Permanecer vigilante se hace muy duro y exige oración, reconciliación y Eucaristía. Sacramentos que nos fortalecen en la oración, sostienen nuestra fe y nuestra fidelidad en la espera y la perseverancia.  Porque, esperar esconde creer en la venida del Señor. Él nos lo ha dicho y su Palabra es Palabra de Vida Eterna.

Por tanto, creemos en la Palabra del Señor, que nos ha prometido venir a buscarnos y que hoy, en el Evangelio, nos dice: Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá.

Seamos, pues, fieles y, reconociendo nuestras flaquezas y debilidades pidámosle fortaleza y perseverancia para sostenernos fieles, firmes y vigilantes a la espera de su segunda venida que nos ha sido prometida. Y pidamos para no ser sorprendido distraídos sino todo lo contrario, vigilantes y en actitud de vivir fieles a la Palabra y Voluntad de nuestro Padre Dios. Amén.

viernes, 26 de junio de 2020

¿ERES PERSEVERANTE?

584 mejores imágenes de Fano | Dibujos fano, Catolico, CatequesisHOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

¿Sabes una cosa, la perseverancia indica que hay fe? Igual que el humo descubre que hay fuego, cuando insistes y persevera en hablar con tu Padre Dios y pedirle por tus necesidades, tanto materiales como espirituales, estás significando y mostrando que tienes fe. Es posible que sea poca, o insuficie.nte, o simplemente por si acaso. Es posible que, como no tienes a quien acudir, pruebes con el Señor por si salta la liebre. Pero, de una u otra forma, tu fe está, aunque inmadura, visible en esa insistencia y perseverancia.

Por qué digo esto, porque cuando se deja de insistir o perseverar es porque se ha llegado al límite de creer y ya no se cree. Mientras haya insistencia se está, al menos, creyendo. Hoy puede ser un buen momento para pedir para que el Señor aumente nuestra fe. Somos libres y algo nos tocará a nosotros que poner de nuestra parte, porque, de no ser así se nos estaría quitando nuestra libertad. Lo mismo que ocurriría cuando otros quieren despojarnos de nuestra libertad e imponernos un pensamiento único y una manera de actuar según sus directrices e ideologías.

Y Dios, nuestro Padre, que quiere lo mejor para nosotros nos ha creado libres, y quiere que, libremente, optemos por ponernos en sus Manos y dejarnos guiar por su Espíritu, enviado a nosotros para asistirnos, después de la Ascensión de Jesús a los cielos, para continuar nuestro camino al cielo, valga la redundancia. Por todo ello, te pedimos, Padre Bueno, que nos des todo lo que necesitamos para estar siempre en tu camino y nunca dejar de estar en permanente y perseverante contacto contigo, de palabra y de obras según tu Voluntad. Amén.

miércoles, 3 de julio de 2019

AUMENTA NUESTRA FE, SEÑOR

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Creo que he escrito otras reflexiones con este enunciado o título, pero siempre será necesario insistir y no cansarnos. Aumenta nuestra fe, Señor, porque necesitamos creer y confiar en Ti. Claro que confiamos, pero nuestra fe es tan débil y pequeña que cualquier tempestad o zozobra nos la arrebata de nuestro corazón. sólo tenemos que ve que Tomás, uno de tus discípulos, después de estar contigo tres años no creía en tu resurrección. Quizás nosotros tenemos más ventaja ahora, porque, tenemos el testimonio de todos tus discípulos y, precisamente de él, pues, repetimos en cada Eucaristía sus mismas palabras: Señor mío y Dios mío.

Sin embargo, a pesar de esa ventaja tenemos el mismo problema, nuestra fe es muy volátil y a la menor ráfaga de viento se nos esfuma y la perdemos de vista. Necesitamos fijarla y tenerla más sujeta para hacerla más perseverante. Y eso no podremos lograrlo por nuestra cuenta, Señor, sino por tu Gracia. Es por eso, por lo que te pedimos, Señor, que aumentes nuestra fe y la afirme en nuestro corazón. Un corazón perseverante y fuerte que, a pesar de las zozobras y tempestades de nuestra pequeña barca nos mantenga unidos a la gran Barca de tu Iglesia para estar a tu lado y poderte llamar.

Señor, danos la perseverancia necesaria para no desistir y estar firmes a tu lado, a pesar de las tempestades y huracanes de nuestras vidas. A pesar de las inclemencias y los terremotos que se nos presentarán en nuestro recorrido y camino hacia Ti. Sabemos que habrá momentos de bonanzas, pero también de tristezas, de sufrimientos y grandes tempestades. Danos, Señor, la fortaleza, la capacidad y la esperanza de, ante tantos peligros - mundo - demonio - carne - sostenernos perseverantes en tu Iglesia y con una fe firme y decidida.

Que sepamos, Señor, perseverar con los hermanos en la Barca de tu Iglesia, para que cuando lleguen las tempestades podamos apoyarnos en los hermanos y poder tenerte cerca para acudir a Ti. Gracias, Señor. Amén.

miércoles, 22 de mayo de 2019

QUIERO PERMANECER EN TI, SEÑOR, COMO EL SARMIENTO EN LA VID

Resultado de imagen de Jn 15,1-8 según visto por Fano
A veces podemos pensar que nos basta con nosotros mismos. Lo experimentamos, sobre todo, en la misma comunidad cuando observamos que nos atrasamos o encontramos dificultades para avanzar en la poca habilidad de otros o la torpeza en actuar con ligereza y rapidez. Eso nos desesperas y no hace creer que solos podemos avanzar más rápidos o tener mejor rendimiento. Y es posible que así sea, pero no lo mejor ni lo más que nos conviene. Habrá otras circunstancias o situaciones en que ellos, los aparentemente más débiles o torpes nos sean muy necesarios.

Por otro lado, la lentitud o torpeza de unos sirve a otros para poner en práctica su paciencia, su generosidad, su solidaridad, su fraternidad. Es decir, su amor. Eso que Jesús nos ha mandado y que resume como todo el contenido de sus mandatos. Ese mandamiento nuevo que contiene a toda la Ley y los Profetas. Y esa aventura y capacidad de amar no está al alcance de nosotros solos. Necesitamos el concurso pleno del Señor. Necesitamos estar injertados en Él como el sarmiento en la vid.

Por eso, Señor, no tenemos otra alternativa sino la de estar a tu lado. Y lo deseamos y queremos con gran gozo y alegría, porque, Tú nos quieres dar lo mejor, y lo mejor eres Tú mismo, Señor. Porque, en Ti la vida resplandece, se llena de luces y colores que nos llenan el corazón de paz y alegría y podemos dar abundantes frutos. Frutos de verdadero amor que proceden de tu Amor y originados por tu Gracia.

Y es eso lo que te pedimos hoy de nuevo. Permanecer a tu lado y abiertos a tu Gracia. Por nuestra parte hacemos, quizás no todo lo que debíamos o podemos, pero tratamos de esforzarnos. Tú, Señor, lo sabes todo y no podemos engañarte. Por lo tanto, nuestro esfuerzo debe ser sincero y en verdad. Sin tapujos de ninguna clase. 

Danos, Señor, la fuerza y voluntad de perseverar y de permanecer injertado en Ti por medio de la Eucaristía, los sacramentos y la oración, porque ellas serán el abono, el estiércol y la lluvia que regará nuestra alma para que permanezca fiel a Ti durante toda nuestra vida. Amén.

lunes, 14 de enero de 2019

PERSEVERANCIA Y ESFUERZO CADA DÍA

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No podemos parar, necesitamos estar en constante esfuerzo y lucha, pero nunca solos, sino injertados en el Espíritu Santo. Ha venido a nosotros en nuestro bautismo, y desde entonces, nos acompaña para fortalecernos y ayudarnos a perseverar sosteniéndonos firmes en la Voluntad del Padre, que se nos manifiesta en las enseñanzas del Hijo.

Él es el predilecto en el que se complace el Padre, y nos propone que le escuchemos y le obedezcamos. Nos lo ha presentado en el Jordán, donde, sin necesidad de ser bautizado, pues esta libre de todo pecado, nos da ejemplo y nos señala el Camino, que es el mismo mostrándonos la Verdad y dándonos la Vida. Por eso, sólo en Él encontraremos la fuerza y la voluntad para perseverar y superar todos los obstáculos que la vida nos va poniendo como trabas y tropiezos en nuestro camino de cada día.

No dudemos y convirtamos al Señor. Agarremónos a Él por medio de los Sacramentos que nos da y ofrece la Madre Iglesia y al alimento Eucarístico que nos fortalece y nos sostiene firmes en el camino de la Verdad dándonos la Vida. Pidamos, pues la Gracia de la Fe y la voluntad y fortaleza para perseverar sostenidos firmes en el Señor. Pidamos perseverar también unidos a los hermanos para que, compartiendo nuestra fe, fortalecernos en la justicia, la paz y el amor.

No perdamos la oportunidad de abrirnos a la acción del Espíritu Santo. Ese Espíritu Santo que nos ha sido dado y ha bajado también a nosotros en el momento de nuestro bautismo. Porque, Él será el que nos conducirá, tal y como hizo con nuestro Señor Jesús, para que demos testimonio y anunciemos la buena Noticia de salvación a todos los hombres. 

Pidamos, pues, la conversión que Jesús nos propone hoy en el Evangelio y confiemos en Él, pues de Él recibiremos la fortaleza para entregarnos a su Voluntad. Amén.

viernes, 16 de marzo de 2018

PERSEVERANDO ANTE TU PRESENCIA

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


También yo estoy lleno de confusiones. No sé si realmente estoy en el camino cierto o me voy por los cerros de Úbeda. Quiero significar que no te experimento Señor como a mí me gustaría, ni te descubro como yo quisiera hacerlo. También, no sé si hago todo lo que puedo o regateo esfuerzos según la capacidad que Tú, mi Señor, me has dado. Sí, Señor, me confundo y me impaciento.

Entonces, me doy cuenta de la necesidad de la fe. Fe que todos los que te han seguido han mantenido en los momentos más oscuros de su vida. Sí, Señor, creer en Ti es lo más firme y más grande que podemos hacer, porque eso si está en nuestras manos. Tú nos lo has dejado. No podemos tener fe, pero si podemos seguirte, estar a tu lado y dejarnos llevar por tu Espíritu. 

Saber que la fe es un don que sólo Tú nos puedes dar y, por nuestra parte, nosotros tenemos que confiar y perseverar sabiendo que Tú pondrás clarividencia en nuestra mente para comprenderte y amarte. Está claro que el esfuerzo es duro, pero la recompensa es grande. Todos somos un poco Tomás, que si no vemos no creemos, pero también importa mantenernos en la comunidad para tener esa segunda oportunidad donde veamos claramente. Y eso esperamos, Señor, para como él decirte: "Señor mío y Dios mío".

Nuestra oración de petición de hoy, estriba en pedirte, Señor, paciencia, firmeza y perseverancia. A pesar de los ruidos y los prejuicios que se levantan en todos los ambientes, dejando en tela de juicio la identidad del Señor, yo quiero pedirte hoy, Señor, que mantengas mis esperanzas puestas en Ti; que disipes mis confusiones y, como un niño, se abandone en los brazos de su Padre.

Protégenos, Señor, porque somos ovejas dispersas y en medio de lobos, que nos confunden, nos esclavizan, nos someten y nos impiden ver al único y buen Pastor que nos reune, nos sostiene y nos conduce al redil del gozo, paz y plena felicidad eterna. En tus Manos nos ponemos, Señor. Amén.

martes, 26 de diciembre de 2017

LA RECETA ESTÁ EN PERSEVERAR

No es una manía, ni un consejo ni una fórmula, es la única y verdadera receta que hay: "Perseverar". Nos lo acaba de decir Jesús en el Evangelio:  ... Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará».
Ahí está el elixir que nos dará la Vida Eterna a la derecha del Padre y junto a Jesús. Perseverar es la solución, pero, como ya podemos entender y vislumbrar, no será nada fácil. Los peligros, las tentaciones, nuestra propia naturaleza caída y pecadora, nuestra debilidad y fragilidad, nuestras inclinaciones al mal, a la pereza, a la comodidad, al confort, al bienestar, a la individualidad, al egoísmo...etc., tratarán de aguarnos el camino y sucumbir a la perseverancia.

El camino se hace duro, pero, precisamente, esa dureza nos empujará a permanecer injertado en el Espíritu Santo y agarrarnos fuertemente a Él. Solos seremos fácilmente vencibles, pero en el Espíritu Santo es otra cosa. Él ha venido, ascendido Jesús al Cielo, para llevar acabo esa labor y fortalecernos, auxiliarnos, poner las palabras en nuestra boca y sostenernos en la fe y la esperanza.

Él nos irá revelando todo lo que no hemos entendido y lo que nos falta por entender. Él es nuestro escudo, nuestra sabiduría, nuestra roca y fortaleza. En Él poco tenemos que temer. Lo hemos recibido en el momento de nuestro Bautismo, y desde ese día, no nos ha dejado ni un momento. Abrámosles la puerta de nuestro corazón y caminemos siempre junto a Él.

"Ven Espíritu Santo, llena el corazón de tus fieles, enciende en ellos la llama de tu Amor. Envía tu Espíritu y serán creados. Oh Dios, que has iluminados los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien y gozar de tu consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén."

sábado, 18 de noviembre de 2017

DAME, SEÑOR, LA CAPACIDAD DE SER PERSEVERANTE


Tengo que confesar que me cuesta ser perseverante e insistir. Sucede que uno de mis prontos y debilidades es huir de la insistencia. Confieso que me cuesta insistir, incluso, me duele machacar, a pesar de que sea para su bien, a otra persona con el fin de que se avenga a lo que le quiero aconsejar o hacerle ver. Creo que confundo insistencia con imposición, y no se trata de eso, sino de insistir a aquel que tiene poder para darme lo que realmente necesito.

Porque hay dos clases de insistir. a) la de pedir la solución de algún problema; b) la de ofrecer la solución a todos los problemas, es decir, la salvación. Tanto una como la otra son necesarias y, por nuestro compromiso de Bautismo, estamos llamados a esa insistencia o perseverancia. Y ambas formas de insistir podemos hacerlas desde la palabra y desde la vida. Una no puede vivir sin la otra. Las dos son vitales y necesarias para que la petición o proclamación lleguen al corazón del otro.

La parábola que el Señor nos expone hoy nos refleja esa necesidad de insistir. Insistir porque el Señor quiere que le demostremos nuestra fe en Él. La insistencia esconde la prueba de esa fe, y si un juez, que no cree en Dios ni en los hombres, accede a hacer justicia por la pertinaz insistencia de esa viuda, cuanto más tu Padre Dios, que se ha hecho Hombre para, entregado a una muerte de Cruz, liberarte de tus pecados y ofrecerte la Gloria Eterna en su presencia.

Se trata, pues, de pedir por todos nuestras necesidades, materiales y espirituales. Nos hace falta el pan, el agua, ahora en estos momentos tan necesitada en muchos lugares del mundo, el trabajo, la paz, la sabiduría de saber discernir lo bueno de lo malo, la justicia para evitar enfrentamientos y guerras que oprimen y matan a muchos pueblos. Necesitamos pedir, pero también proclamar que Dios, nuestro Padre,  nos escucha, nos quiere salvar y nos atiende.

Pidamos que aumente nuestra fe en Él y que siendo confiados en su Palabra, insistamos, como Él nos ha dicho, en perseverar en la oración de petición de todo lo que necesitamos para vivir en su presencia y ser testigos dignos de su Palabra para otros. Amén.

lunes, 25 de septiembre de 2017

QUIERO SER LUZ PERMANENTE

Quiero ser vasija de barro, modelada por Ti,
para dar luz que alumbre según tu Palabra.
Señor, escucho que Tú nos hablas mucho de la perseverancia, y, pienso, que si lo dices y lo pides es que debe ser muy importante. Yo también lo creo así. Sin perseverancia poco se consigue. Yo trato de ser perseverante. Por un lado, porque así lo siento y lo creo. Y te doy gracias por darme esa virtud, y por otro, quizás la más importante, porque Tú lo dices.

Perseverar es insistir, seguir adelante, tener constancia, a pesar de que la fe empiece a debilitarse y a no ver claro esa insistencia. Perseverar esconde fe y obediencia. Perseverar busca creer y encontrar razones que respalden esa continuidad, a veces ciega, por seguir tu Camino, Señor.

Yo, Señor, quiero ser perseverante. Eso te pido hoy. Quiero citarme contigo todos los días, pero no sólo por la oración y el diálogo contigo, como lo estoy haciendo ahora a través de este blog y esta entrada, sino en un cara a cara contigo en la Eucaristía. Donde te puedo ver con los ojos de mi fe y de mi alma, y tocarte con mi lengua, labios y corazón al comerte como alimento espiritual. No quiero perderme ni un día sin poder recibirte, y me fastidia perdermelo, incluso cuando lo gasto en preparar tu Palabra para nuestra comunidad.

Por eso, Señor, consciente de que eres Tú mi Luz y mi salvación, yo te pido que alumbres mi vida y mis palabras, porque, aunque mi debilidad humana me tienta, no las quiero para mi gloria, pues mi vida aquí tengo que dejarla para reunirme contigo en el mundo, que Tú nos tienes preparado. Así que, necio de mí si así lo pretendo. Sólo busco, incluso contra mis propias inclinaciones humanas, tu Gloria.

Tú, mejor que nadie, sabes leer mi corazón y conocer lo que busca. Pero, yo quiero experimentarlo así y verlo claro si Tú me lo permites. Quiero ser luz para Ti, y buscar tu Luz para otros. Quiero evitar, que por no poner todo lo que está de mi parte, alguien se quede en la oscuridad y no vea la Luz que eres Tú. Por eso, Señor, te pido la sabiduría, no la del mundo, sino la que viene de Ti. Dame, Señor, esa sabiduría que alumbra y da luz para que otros te descubran. Amén.

miércoles, 5 de abril de 2017

PERSEVERAR EN LA PALABRA

Es un peligro y un grave error creernos mejores que otros. Y es un peligro porque, aunque no queramos pensar así ni creernos nada, se nos cuela ese virus que nos tienta y nos hace pensar en eso. Porque los malos pensamientos no podemos evitarlo. Vendrán, y nuestra defensa será dejarlo salir de la misma manera que entran, pero sin utilizarlo, ni hacer acopio de aprovecharnos y satisfacernos en ellos. En el Espíritu Santo tendremos un aliado fuerte para vencerlos y alejarlos.

No somos hijos de Dios porque hayamos nacido dentro de la Iglesia y estemos bautizados. Ni recibiremos la promesa de salvación por lo mismo, sino por la fe. En la medida que creamos en el Señor seremos merecedores, entre comillas, de recibir la salvación. Y digo "entre comillas" porque todo es Gracia de Dios, pues de Él los hemos recibidos.

Sin la fe en Jesús, el Señor, no es posible que nadie alcance la promesa de Abrahán. Por lo tanto, no se trata de ser judíos, discípulo, griego, esclavo o libre. Se trata de ser creyente y creer en la Palabra de Dios que nos trae Jesús. Todos estamos hermanados en el Bautismo.

Pidamos al Espíritu Santo que nos libere de ese orgullo espiritual y que nos llene de humildad. Sólo la Gracia de Dios nos hace hijos suyos y herederos, en y por Cristo Jesús, de su Gloria -Rm 8, 14-17-. Por tanto, esforcémonos en perseverar confiados en la Palabra del Señor y seguir sus mandatos, cual es el de amar. Amar como Él nos ama y nos enseña.

Pidamos paciencia, fortaleza, sabiduría y paz. En este día que empieza venimos todos a pedirte, Señor, paz, sabiduría y fortaleza. Queremos iniciar este día junto a Ti y recorrerlo confiando en Ti y perseverando en tu Palabra. Amén.

martes, 31 de enero de 2017

LA FE MUEVE MONTAÑAS

Cuando descubrimos que en Jesús encontramos lo que estamos buscando, podemos decir que la fe se ha despertado dentro de nosotros. Experimentar que Jesús es nuestra salvación y que en Él está puesta todo nuestra esperanza, es descubrir que la fe ha nacido en mí. Y eso es un regalo de Dios que, cultivándola y pidiéndola, podemos aumentarla y sostenerla.

Danos, Señor, la fe de ese jefe de la sinagoga llamado Jairo, y de esa mujer enferma de flujo de sangre. Danos, Señor, esa fuerza que nos mueva y nos impulse a buscarte y a rogarte y tentarte para que nuestras enfermedades sean sanadas. Danos, Señor, la voluntad y sabiduría de permanecer junto a Ti y no desfallecer en el camino aunque las dificultades traten de impedírnoslo.

A pesar de que nuestro camino sea otro y no entendamos los tuyos, Señor, danos siempre la paciencia y la fortaleza de perseverar y ser fiel a tus mandatos. A pesar de todo parezca terminar, sostén, Señor, nuestra fe en Ti. Tal y como le dijiste a Jairo cuando le llegó la noticia de que su hija había muerto. Danos la sabiduría de confiar en tu Palabra y no abandonar aunque todo se diluya y aparente haber terminado.

Tú, Señor, tienes la última Palabra y siempre se cumple. Dame la capacidad y la Gracia de ser perseverante e insistir aunque parezca todo perdido. Has venido a salvarme y no te irás sin lograrlo. Sólo, porque así me lo permites al crearme libre, me dejarás si decido negarte y rechazarte. Pero, incluso así, me esperará hasta la última gota de mi sangre.

Gracias, Señor, por tu inmensa Misericordia. Gracias, Señor, porque me sostienes y me das vida y esperanza. Gracias, Señor, porque mantienes mi fe y me das aliento para seguirte. En Ti confío, Señor, y en tus Manos me abandono. Amén.