Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
Mostrando entradas con la etiqueta luz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta luz. Mostrar todas las entradas

domingo, 24 de octubre de 2021

VERTE, SEÑOR, PARA CONOCERTE Y SEGUIRTE

 

─Dame, Señor la fe para ver, no solo las cosas de este mundo, sino también las que se esconden en lo más profundo de mi corazón.  Y quiero verte, escucharte y conocerte cada día más. Quiero vivir en tu Palabra llevándola a mi vida. Por eso, Señor, aprovecho este rincón de oración, para pedirte con todo mi ser y mis fuerzas que abras los ojos de mi alma para ver tu Amor misericordioso y pueda, no solo conocerte, sino amarte y seguirte.

─No quiero quedarme anclado en la orilla del camino y en la oscuridad de este mundo. Quiero verte, Señor, y, como Bartimeo te grito suplicándote que abras los ojos de mi corazón para que pueda alojarte en el mejor lugar y darte los honores que te corresponden.

Porque, ─Tú, Señor, eres el Camino, la Verdad y la Vida y, para eso quiero ver, para seguir tus pasos y vivir en tu verdad. Dame, Señor, esa Luz que, viniendo de Ti, alumbra todo mi camino y da sentido a toda mi vida. Amén.

viernes, 6 de agosto de 2021

CAMINO EN LA OSCURIDAD, SEÑOR,´Y NECESITO TU LUZ

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

También a mí, Señor, me hace falta de vez en cuando esos momentos taborianos donde tu presencia me sea visible, me conforte y fortalezca para seguir el camino en este mundo de prueba y de constantes tentaciones. 

Sí, Señor, necesito tu Luz y tu presencia. El ritmo que el mismo camino mundano me impone, las propias apetencias que reclama mi naturaleza pecadora y débil y las tentaciones a las que el mundo me somete son pruebas que me debilitan y me hacen desfallecer.

Por otro lado, la pobreza de mi capacidad intelectual y la pequeñez de mi ser, no alcanzan a entender el Misterio de tu grandeza y la Infinita Misericordia de tu Amor. Mis fuerzas se debilitan y desfallecen a cada momento. Te necesito, Señor, y como Pedro, Santiago y Juan necesito un Tabor que me anime, que me fortalezca y que me dé fuerzas para continuar, aun sin entender nada, este camino mundano donde tengo que proclamar tu Infinito Amor, tu Misericordia y tu Salvación de Vida Eterna.

Dame, pues, las fuerzas que necesito para superar esos momentos donde la oscuridad se apodera de mi vida y la obnubila impidiéndole seguir tus huellas, tu Camino, tu Verdad y tu Vida. Amén.

miércoles, 14 de abril de 2021

DAME, SEÑOR, LA GRACIA DE VIVIR EN LA LUZ


Cuando intuimos o percibimos que nuestras obras no están limpias, buscamos la oscuridad para ocultarlas y que no se vean. Es decir, engañamos. La mentira se esconde en las tinieblas. Sin embargo, la verdad busca la luz. No tiene nada que ocultar y desean que sus obras se vean porque están hechas en la Voluntad de Dios.

Eso es lo que te pedimos hoy, Señor, que nuestras obras estén siempre expuestas a la luz para que sean vistas por todos y para que, si no son buenas, como nos gustaría, al menos para que sean corregidas hacia el bien buscando siempre la luz. Porque, lo verdaderamente importante es la buena intención. Lo bien intencionado no se esconde.

Danos, Señor, la fortaleza y sabiduría de vivir en la luz y que nuestras obras se correspondan siempre con la verdad y justicia, buscando siempre la luz para, según la Voluntad de Dios, y para que todos las vean. Amén.

miércoles, 3 de marzo de 2021

ESPARCIR TU FRAGANCIA

John Henry Newman

 

Jesús mío: ayúdame a esparcir tu fragancia donde quiera que vaya;
inunda mi alma con tu espíritu y tu vida;
llena todo mi ser y toma de él posesión
de tal manera que mi vida no sea en adelante
sino una irradiación de la tuya.

Quédate en mi corazón en una unión tan íntima
que quienes tengan contacto conmigo
puedan sentir en mí tu presencia;
y que al mirarme olviden que yo existo
y no piensen sino en Ti.

Quédate conmigo.
Así podré convertirme en luz para los otros.
Esa luz, oh Jesús, vendrá toda de Ti;
ni uno solo de sus rayos será mío.

Te serviré apenas de instrumento
para que Tú ilumines a las almas a través de mí.

Déjame alabarte en la forma que te es más agradable:
llevando mi lámpara encendida para disipar las sombras
en el camino de otras almas.

Déjame predicar tu nombre sin palabras…
Con mi ejemplo, con mi fuerza de atracción
con la sobrenatural influencia de mis obras,
con la fuerza evidente del amor que mi corazón siente por Ti.

jueves, 6 de agosto de 2020

LUZ, SEÑOR, PARA VER TUS MOMENTOS CERCA DE MÍ

EVANGELIO DE HOY: LEVANTAOS, NO TEMÁIS Lectura del santo evangelio ...
Quizás ha habido muchos momentos en mi vida en los que, Tú, Señor, te me has manifestado, y yo te he dado la espalda. Lo digo, porque el sentido común y la razón me dice que, si me has creado es para hacerme feliz y eterno.

¿Qué padre no quiere la felicidad de su hijo? Jesús, tu hijo predilecto, enviado a anunciarnos tu presencia y tu amor, nos ha hablado de tu gran Amor y Misericordia. Luego, si es así, y creo que así es, Tú, Señor, quieres mi salvación, y eso prueba que te habrás acercado a mí muchas veces para ayudarme a encontrar el camino directo a Ti.

Por eso, Señor, me pregunto, ¿y qué hago yo? ¿A dónde miro mientras camino por mi vida? ¿Cómo es que no te veo, aunque sea transfigurado en mi vida? Seguro, Señor, que me has dejado y me dejas cada día muchas huellas, pero, yo sigo ciego y escondido en las cosas de este mundo. Y mientras siga así no veré tus transfiguraciones hacia mí. Porque, Señor, si me amas no me vas a dejar abandonado ni privado de verte y de poder encontrarte.

Por eso, te pido desde este rincón que me despierte y me alumbres el camino hacia tu encuentro. Sé que lo haces, pero, posiblemente yo estoy dormido. Dame luz, Señor para despertar y ver esos momentos de tabor que Tú, por tu Amor y Misericordia me regalas. Zarandea mi vida y despierta mi corazón para que perciba tu blanca luz y reconozca que mi camino va hacia esa transfiguración, que pasando por la cruz, encuentra tu Casa y su reposo eterno a tu lado. Amén.

miércoles, 1 de julio de 2020

CIEGOS POR LA OSCURIDAD MATERIAL DE LA ECONOMÍA

Mateo 8,28-34 – al encuentro de Jesús - Roguemos al Señor
En muchos momentos de nuestra vida la oscuridad nos envuelve y nos ciega para no dejarnos ver la vida que nos ilumina con la Luz de la Verdad y la Vida Eterna. Reconocemos nuestra debilidad que, siendo lo más importante la vida, quizás, sin darnos cuenta, anteponemos el interés material y nuestras satisfacciones que a la propia vida. Vida que es un don de Dios y que significa la oportunidad de alcanzar, por su Misericordia Infinita, esa Vida Eterna que Jesús, nuestro Señor ha venido a anunciarnos.

Ese es el precio de nuestra libertad. Una libertad que, si no andamos con cuidado y en la Luz puede esclavizarnos y dar como resultados todo lo contrario a lo que significa y debe ser. Porque, hemos sido creados libres para poder elegir, por iniciativa propia, el bien, la verdad y la justicia, y alcanzar esa Vida Eterna que está impresa dentro de nosotros.

Mira, si hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, y Dios es Eterno, lo lógico y de sentido común es que también nosotros estemos llamados a ser eternos. Y esa es nuestra máxima aspiración y algo a lo que no podemos renunciar porque está sellado dentro de nuestro corazón. Por tanto, la vida es ese espacio que nos da la oportunidad de ganarnos la Vida con mayúscula, la Eterna. Y, ¿cómo lo podemos lograr?

De eso se trata, tratando de acercarnos al Señor y esforzándonos en seguirle poniéndole en el centro de nuestra vida. Eso quiere decir que Él es lo primero y luego lo demás. Por eso, reconociendo que somos débiles y heridos por el pecado, aprovechamos está humilde reflexión del rincón de oración para, todos juntos, pedirles sabiduría, fortaleza, paciencia, paz y voluntad para, limpiar nuestros corazones de las impurezas demoniacas y materiales y entregarnos a su Palabra obedientemente y con fe. 

Aumentanos, Señor, la fe y danos una actitud perseverante para, a pesar de nuestras limitaciones y pasiones que nos arrastran y quieren precipitarnos al abismo, encontrar en Ti la fortaleza y la firmeza de sostenernos alejado del Maligno. Amén.

martes, 9 de julio de 2019

EL AUTO ENGAÑO QUE JUSTIFICA LO INJUSTIFICABLE

Resultado de imagen de Mt 9,32-38
Sucede que cuando tenemos algo delante de nuestra vista que no podemos negar y no queremos aceptarlo tratamos de justificarlo alegando causas extrañas que lo justifican. Así, ante la evidencia de los milagros de Jesús tratan de justificarlo a poderes diabólico atribuidos al príncipe de los demonios. Y hoy ocurre lo mismo, buscamos cualquier excusa para justificar nuestro rechazo a creer en la Palabra de Dios.

Y no nos faltan justificaciones, dudas y pruebas que nos hagan poner en tela de juicio el Poder del Señor. Y eso es así porque nuestro Padre Dios quiere, pues Él tiene poder para iluminarnos y que veamos claro. Pero, eso nos quitaría lo meritorio que el Señor ha dejado en nuestras manos, la capacidad de elegir y de  optar por creer en su Palabra y disponer nuestra vida a su servicio. Si algo nos salva es la fe, y esa fe está, de alguna manera en nuestras manos, es decir, la opción libre de ponernos en Manos del Señor para que Él nos ilumine y nos dé el don de la fe.

Y eso es lo que ha sucedido en muchos de los que creen en el Señor y han abierto sus corazones a su Palabra. Y eso es lo que pedimos para todos nosotros y para los que siguen empecinados en cerrar sus corazones a la Palabra del Señor. Señor, aumentanos nuestra fe para que seamos capaces de seguirte con  verdadera firmeza y decisión. Danos, Señor, esa fe que nos ponga en camino para responder a tu llamada y proclamar con nuestra vida y obras el anuncio de la Buena Noticia.

Danos, Señor, la fortaleza de superar todas esas desganas, perezas, depresiones y hundimientos de moral que nos abaten y nos amenazan con separarnos de ti. Danos lucidez y fortaleza para superar las tentaciones de llamar la atención, de ser notables y centros de otros y no acometer disparates que nos llevan a destruirnos. Señor en tus Manos ponemos nuestros pobres espíritus. Amén. 

viernes, 7 de junio de 2019

ESPÍRITU SANTO, ENSEÑANOS A AMAR

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


Resultado de imagen de ¡Ven Espíritu Santo! por Fano

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.

miércoles, 1 de mayo de 2019

EL PELIGRO DE PERDER LA REFERENCIA DE LA VERDAD

Resultado de imagen de Jn 3,16-21
Podíamos empezar esta humilde reflexión preguntándonos sobre la verdad. ¿Qué es la verdad? Esas palabras salieron de la boca de Pilato en el juicio y preguntas que le hizo a Jesús. Y hoy podíamos preguntárnosla nosotros de nuevo. ¿Qué es la verdad? La conclusión que hoy podemos plantearnos es que cada cual tiene su verdad. 

Tú piensas así y pides respeta para tu manera de ver las cosas, y los otros manifiestan lo mismo. El resultado es que podemos llegar a la conclusión de que hay muchas verdades. Tantas como seres, grupos o colectivos haya en el mundo. Cada cual interpreta las cosas, los actos y la moral cómo y según piensen o crean. Luego, diríamos que no hay una verdad sino varias. ¿Realmente, es eso así?

Supongo que ese argumento se cae por su propio peso. Hay una sola verdad y todas las demás deben de irse purificando hasta coincidir y llegar a una única Verdad. Esa Verdad con mayúscula que está por encima de todas las pequeñas verdades de nuestras vidas. Una sola Verdad dirige al mundo y ha creado el mundo. Una sola Verdad es la que nos salva y la que alcanza la Perfección Absoluta. Creo que eso está fuera de dudas y que todos, desde lo más profundo de nuestros corazones, lo admitimos y creemos así. 

Una Verdad absoluta que abarca todo e imparte perfecta justicia. Sin lugar a duda que a nosotros, seres humanos, se nos escapa y necesitamos estar adheridos a ella para irnos perfeccionando y llegar a, unidos a ella, encontrar la perfección. O lo que es lo mismo, la Vida Eterna, que es a lo que estamos llamado y deseamos. Cristo Jesús no es una opinión más. Él es la Verdad Absoluta, es el Camino y la Vida.

Apartados del Señor nos perdemos, nos confundimos y experimentamos que nuestras leyes y verdades son limitadas, imperfectas y no abarcan el complejo e ilimitado casos que nos relacionan y nos hacen desconocidos e incomprendidos para nosotros mismos. Necesitamos la Luz del Señor para que nos aclare nuestro camino y nuestra búsqueda de la Verdad. Sería inútil cerrar los ojos a la luz del sol que nos alumbra cada día. Pues, de la misma forma, será inútil cerrar los ojos al Espíritu Santo que te alumbra el Camino para que llegues a la Casa del Padre. Amén. 

martes, 23 de abril de 2019

ABRAMOS NUESTRO OÍDOS Y NUESTROS OJOS

Resultado de imagen de Jn 20,11-18
Posiblemente nuestros oídos y nuestros ojos permanecen cerrados. Cerrados por tanto ruido y tanta oscuridad que este mundo nos ofrece. Hay demasiada algarabía que no nos deja pensar ni casi tomar conciencia que existimos. Tendremos que tocarnos, pararnos y mirarnos interiormente para darnos cuenta que estamos vivos. Porque, el mundo nos distrae, nos duerme y nos da todo comido sin apenas dejarnos pensar.

Despertemos y hagamos un poco de silencio en nuestras vidas para poder activar nuestros oídos y abrir nuestros ojos para ver lo que tenemos delante. Escuchemos la Palabra de Dios que nos busca y nos llama y orientemos nuestros oídos para escuchar su voz. Cristo Vive. Nos lo han anunciado las mujeres ayer según leíamos en el Evangelio, y hoy nos lo anuncia María Magdalena después de un encuentro real con Él.

Posiblemente, nosotros permanecemos dormidos y aletargados de tanto espejismos que este mundo nos ofrece. Abramos nuestros oídos y nuestros ojos para escuchar y ver la presencia del Señor, pues ha Resucitado. Salgamos a su encuentro sin perdida de tiempo, pues nuestro tiempo en este mundo es limitado, tiene sus horas contadas y se nos pueden ir sin darnos cuenta. Alguien, el demonio, está interesado en que sigamos adormilados, sumidos en la distracción y que sigamos con los oídos y ojos cerrados.

Pidamos despertar y caminemos hacia la Luz con confianza, pues Dios es nuestro Padre y ha entregado a su Hijo, nuestro Señor Jesús, para que entregando su vida nos libre del pecado y podamos alcanzar la Vida Eterna junto al Padre. 

Dios es nuestro Padre y nos ama gratuitamente y sin condiciones. Hagamos lo que hagamos, y decidamos lo que decidamos, Jesús ha Resucitado para acompañarnos en ese camino hacia la Casa del Padre. Nos lo ha dicho claramente: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

martes, 16 de abril de 2019

LEJOS DE LA LUZ NO HAY SINO OSCURIDAD

Resultado de imagen de Jn 13,21-33.36-38
Sabes por experiencia propia que cuando se va la luz todo queda a oscura. En milésimas de segundo te das cuenta del valor de la luz y su importancia para alumbrarnos en la noche. La oscuridad es tenebrosa y te deja perdido y sin orientación. Eso mismo experimentamos cuando nos alejamos de alguien que sabe más que nosotros y nos orienta el camino. Lejos de él nos perdemos.

Eso fue lo que le ocurrió a Judas. Se quedó encerrado en sus pensamientos y en su imaginación. el Mesías que había imaginado no se correspondía con el Mesías que tenía delante. Y, en lugar de acercarse a Él y conocerlo mejor y más profundamente dejándose interpelar por Él, se aleja y se aparta de Él. Se va de la Luz con mayúscula y se introduce en la oscuridad del mundo. Un mundo perdido y sin orientación. Un mundo contaminado por el pecado del poder, la ambición y la soberbia.

Quizás nos esté ocurriendo a nosotros lo mismo. Pidamos, en estos días de reflexión serena y profunda, dejarnos interpelar por el Señor. Junto al silencio de su Madre, María, perseverar en silencio y con esperanza en la Palabra del Señor. No nos adelantemos a tomar caminos precipitados ni a dejarnos llevar por nuestros juicios desesperados y ambiciosos. Dejémonos tocar por la Gracia del Señor y creer en su Palabra.

No nos engaña. Al contrario nos da Luz y nos alumbra el único y verdadero camino. Va a entregar su Vida obedeciendo la Voluntad del Padre. No hay mayor testimonio de fidelidad, de veracidad, de darnos todo hasta el extremos de entregar su Vida por nosotros. 

Tengamos paciencia y fe y pidamos luz. Esa luz que nos saque del abismo de la confusión, de la soberbia, del desespero y de la impaciencia. Espera al cumplimiento de su Palabra, a la Resurrección. Date de plazo tres días y luego, grita de jubilo y alegría al verle Resucitado. Amén.

domingo, 3 de marzo de 2019

DAME, SEÑOR, LA SABIDURÍA PARA VER MIS PECADOS

Imagen relacionada
Suele ocurrirnos que vemos con mayor facilidad los pecados de los otros que los propios nuestros. Y nos confesamos pecadores, pero siempre tenemos más presente y claros los pecados de los demás. E incluso nos atrevemos a corregirlos, o, todavía peor, a criticarlos. Por eso, más que hablar de los pecados de los demás mejor es hablar de los nuestros y pedirle al Señor que nos dé la sabiduría de saber descubrirlos y de esforzarnos en corregirlos.

Está claro que debemos empezar por nosotros mismos. No podremos tratar de corregir a otros cuando somos nosotros los que realmente debemos corregirnos. Debemos empezar por nosotros y, en la medida que podamos irnos corrigiendo, podemos encontrar la manera de ayudar a otros comprendiéndolos y ayudándoles con nuestra propia  experiencia. Porque, asociados a otros ciegos no tendremos otra salida sino la de encaminarnos al precipicio.

Porque, sólo uno puede ayudarnos, el Señor, y en Él podemos encontrar la forma de alumbrar a los demás, pues sólo Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Siguiéndole podemos llevar su Luz a la vista de los demás, para que entiendan y vean sus propias faltas y puedan enmendarse. Por eso, pedimos la sabiduría para ver nuestros propios pecados y, desde ahí, asistidos por la Gracia del Espíritu Santo, poder también aportar en Él algo de luz para otros.

Danos, Señor, la luz de poder dar buenos frutos y de saber encontrar el camino para sembrar esa buena semilla que pueda dar buenos  frutos también en los demás. Danos, Señor, la luz para encontrarte y para entender y saber que Tú eres nuestro único y verdadero guía, pues de Ti viene todo bien. Ayúdanos a superar todos los obstáculos y tentaciones que nos salen al paso en este mundo y a darnos cuenta que esta vida es un camino y una prueba para, superada, llegar a Ti. Amén.

domingo, 28 de octubre de 2018

TU GRACIA, SEÑOR, PARA VER

Imagen relacionada
No dependerá de nosotros ver la Luz. Mejor, diría que en cierto modo Dios nos ha dado la Gracia de ser libres y de, con nuestra libertad, esforzarnos en buscar y pedir esa Luz que nos salva. Pero, todo, tanto la capacidad de libertad para elegir, decidir, poner voluntad y esforzarnos en buscar y pedir, como el don de la fe, es obra de Dios. Por eso, todo está en sus manos.

Pero, nosotros, sus hijos, podemos, porque Él así lo ha querido, aceptarlo como Padre, o rechazarlo y no querer su amistad ni su oferta de salvación. Podemos optar por el mundo, el placer y la satisfacción de nuestras apetencias y egoísmo y no obedecerle, pero, quizás lo que se nos olvida o no tenemos tan presente  es asumir nuestras responsabilidades y consecuencias. Ni tampoco lo que nos jugamos al final de nuestra vida, cuando nos llegue nuestra hora.

Por eso, Señor, repetimos como Bartimeo: ¡Haz que veamos, Señor! Ver la Luz de tu Palabra y la Gracia de tu Amor Misericordioso. Ver la única y verdadera salvación que nos da Vida Eterna en gozo y plenitud. Ver, Señor que el único camino es vivir en tu obediencia y en tu Amor. Y que amando, tal como nos ha enseñado tu Hijo, nuestro Señor, es la plenitud de la verdadera felicidad.

Llénanos y aumenta nuestra Fe, Señor, para que sea la Luz que nos guíe y nos fortalezca en perseverancia tu seguimiento. Danos fortaleza para poner todos nuestros talentos en buscarte, en seguirte y en pedirte la Luz de la Verdad. Danos voluntad para no desfallecer y gritar y pedir como Bartimeo hasta escuchar tu respuesta, Señor, y llegar a ver. A ver la verdadera y única Luz que eres Tú, mi Señor. Amén.

viernes, 22 de junio de 2018

TESOROS CADUCOS

Resultado de imagen de Mt 6, 19-21 por Fano
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


Nuestra mirada está contaminada por el pecado y cegada por la oscuridad. Somos bastante necios al creer que nuestra felicidad la podemos encontrar en este mundo. Una felicidad apoyada en el dinero, el poder, el sexo, los placeres...etc. Una felicidad efímera, pues aparece y desaparece sin dejarnos satisfechos ni plenos de gozo y felicidad. Una felicidad que nos esclaviza y que nos obliga a repetir y repetir para sostener el gozo hasta el punto de cansarnos.

Experimentamos que caemos en sus redes y quedamos esclavizados hasta el punto que nos será difícil salir. ¡Qué ciegos estamos! No somos capaces de ver la realidad y pensar que esta no es la felicidad que queremos porque no nos soluciona nada. Aquí, en este mundo, todo termina, y lo que termina no sirve de mucho. Necesitamos y aspiramos a lo eterno. Eterno y en plenitud y eso no está aquí abajo.

¿Y cómo buscarlo? Jesús nos lo dice claramente en el Evangelio de hoy, limpia tu ojo para que tu cuerpo esté sano y tenga luz. Y teniendo Luz vea bien el camino por donde tiene que ir, un camino de verdad y de vida. Pidamos esa Gracia y caminemos con el Señor, Luz del mundo, para que iluminados por Él podamos ver también el verdadero tesoro que tenemos que atesorar. 

No encuentras la luz en las tinieblas, porque el mundo en el que vivimos está en tinieblas. Busca la Luz en el Señor, porque sólo Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

miércoles, 13 de junio de 2018

LUZ DESDE EL ESPÍRITU SANTO

Imagen relacionada

Pretender dar orientación y buscar la verdad desde la oscuridad, es algo así como querer meter el mar en una piscina. Porque, nosotros, seres imperfectos, limitados y pecadores estamos sometidos a los vicios y apetencias que el mundo nos presenta. Somos en potencia esclavos de los pecados capitales que nos someten y nos esclavizan, y desde nuestra humanidad pecadora no podemos caminar en busca de la verdad.

Necesitamos otra clase de luz, una Luz que proceda de lo alto, de la propia Sabiduría Absoluta, una Luz que nos acompañe y nos vaya orientando hacia la Verdad. Esa Verdad con mayúscula que está encarnada en Jesús, el Hijo de Dios hecho Hombre. Necesitamos su Palabra y sus enseñanzas para que, injertados en el Espíritu Santo, caminar por caminos, valga la redundancia, que nos oriente y que nos vayan descubriendo la auténtica verdad, que está contenida en la Palabra de Dios.

Por eso, no caigamos en el grave error de emprender el camino desde nuestra iniciativa propia sin contar con la asistencia divina del Espíritu de Dios. Seamos humildes, pobres y receptivos a su acción y, abriéndonos a su acción dejemonos iluminar y asesorar por sus impulsos y palabras. Busquemos la libertad, nuestra libertad, en la Palabra del Señor, porque solamente la Verdad nos puede hacer libre y darnos capacidad para discernir y optar por el camino verdadero y la verdad verdadera.

Pidamos, pues, esa sabiduría, esa capacidad de discernir, esa inteligencia de saber elegir, ese consejo de optar por lo bueno y justo y de buscar a los hermanos que, compartiendo nuestra fe, nos ayuden desde el Espíritu Santo a caminar por el auténtico Camino, Verdad y Vida. Porque, sólo Él es la Verdad y la Salvación. Amén.

lunes, 7 de mayo de 2018

SÍ, SEÑOR, NECESITO AL PARÁCLITO Y ME ABRO A SU ACCIÓN

Resultado de imagen de Jn 15,26—16,4
Eso es lo que deseo, pero experimento que muchas veces, sobre todo, cuando mis intereses no son los suyos, Señor, me cierro a su acción. A veces, creyéndome que me dejo guiar por Él, me confundo y me equivoco, siguiendo mis propios planes y proyectos. Porque, muchas veces los caminos por los que me conduce el Espíritu son caminos difíciles, duros, pesados y llenos de riesgos. Y temo fracasar. No confío plenamente.

Por eso, Señor, te pido perdón y confianza. Dame la sabiduría de, a pesar de no entender y de pensar que voy por camino erróneo, confiar en sus impulsos y abandonarme a su acción. Sé que el camino no será fácil y que en muchos momentos tendré que sufrir o soportar situaciones duras y confusa, pero eso me da la oportunidad de demostrar mi confianza y afianzar mi fe.

Gracias, Señor , por entenderlo así, pero necesito los dones del Espíritu Santo para que, fortalecidos en ellos, poder soportar la dureza del camino y, no sólo dar testimonio de palabra sino también con mis obras. Supongo también, Señor, que habrá muchos momentos de desfallecimiento y de debilidad, e incluso deseos de abandono. El mundo tiene poder y mi naturaleza herida se rinde fácilmente a sus encantos. Por eso, necesito fortaleza para poder resistir o, en este caso, levantarme y volver a empezar.

Que no pierda la esperanza ni la confianza de saber que Tú, Señor, me esperas y me acompañas. En todos esos momentos difíciles de mi vida estás conmigo y, a pesar de tu silencio, estás pendiente de mí y de mis reacciones. Sólo basta una palabra para que Tú salgas a mi encuentro, me abraces, me perdones y me levantes. Tú, Señor, me lo has enseñado en la parábola del Hijo prodigo -Lc 15, 11-32- y yo quiero tener la suficiente humildad y arrepentimiento para tener fuerza para levantarme y volver a empezar.

Siempre, Señor, volver a empezar, porque lo importante es saber que contigo podré llegar a la Casa del Padre, donde Tú quieres llevarme. Y, a pesar de los sufrimientos del ahora, llegará el día, en la hora de la eternidad, que todo se volverá luz y te veamos con claridad. Amén.

viernes, 29 de diciembre de 2017

PIDAMOS VER EL SEÑOR

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


También nosotros hemos recibido al Espíritu Santo. Insisto sobre ello porque creo que es algo que pasa desapercibido en nosotros. Al menos a mí me ha pasado durante mucho tiempo de mi vida, y es hace poco que empiezo a darme cuenta de la gran importancia y repercusión que tiene el tomar conciencia de ello. 

No hemos recibido un espíritu santo cualquiera. Es el mismo que recibió Jesús, el Señor, en el Jordán cuando fue bautizado por Juan Bautista. El mismo Espíritu Santo que le acompaño al desierto. Sí, nosotros también hemos recibido ese Espíritu Santo el día de nuestro Bautismo, y está con nosotros, y dispuesto a respondernos a todas nuestras peticiones. Peticiones que nos ayuden a encontrar y descubrir el verdadero camino que nos lleva a Jesús. La cuestión es creerlo y pedirle.

Espíritu Santo, danos esa luz que necesitamos, como hiciste con el anciano Simeón, y alúmbranos el camino para encontrarnos con Jesús. No el Jesús que nosotros nos imaginamos y queremos, sino el Jesús verdadero, que se ha hecho Hombre para, como dice el Papa Francisco, no hacer su voluntad, sino la Voluntad del Padre.

Pidamos, pues, que, como Simeón, veamos al Señor y le permitamos que mueva nuestro corazón a su antojo, porque el Señor siempre lo hará para buscar nuestro bien y llevarnos hacia la Casa del Padre. Pidamos, también, a la Virgen, Madre de Dios, que nos presente a su Hijo en el templo de nuestro corazón y que, como el anciano Simeón, seamos capaces, por la acción del Espíritu Santo, descubrirle y seguirle.

Por último, pidamos la Gracia del Espíritu Santo, para que, iluminado y fortalecido por su acción, seamos capaces de perseverar y soportar todas las adversidades que el camino nos presenta y perseverar pacientemente esperanzado y confiado a su Palabra y presencia. Amén.

lunes, 18 de diciembre de 2017

PIDAMOS LUZ PARA ENTENDER

Nos cuesta trabajo entender el sacrificio y la renuncia de José, y también de María, respecto a aceptar y realizar la Voluntad de Dios. Nos cuesta mucho, repito, entenderlo. Sólo basta mirarnos un poco e imaginar que el Señor nos indique una misión concreta que cambie todos nuestros planes mundanos y altere totalmente nuestro rumbo en la vida. ¿Lo aceptaríamos? ¿Cuántas disculpas, justificaciones y autoengaños tendríamos a punto en nuestros labios para presentar nuestro rechazo?

Ponernos en esa situación nos ayudaría algo a comprender la situación de José y María. Porque, ¿cuándo estamos seguro que nos habla el Señor? ¿Cómo distinguir la voz de Dios tratándose de tomar un camino opuesto al que habíamos decidido tomar? ¿Te ha ocurrido esto en tu vida? ¿Adviertes la voz del Espíritu Santo que te sugiere un camino?

A través del tiempo me he dado cuenta de alguna cosa, y también, de lo difícil que es advertirlo. En mi adultez, sólo en mi adultez, repito, me he dado cuenta que el Señor no me ha llamado por el camino del sacramento del orden. ¿Por qué?, porque siendo joven nunca me lo planteé, al menos seriamente. Y sí por el del matrimonio, porque siempre pensé en casarme y formar una familia. Además, lo confieso con total seguridad, tremendamente enamorado y comprometido. Y sigo estándolo. Porque, el amor no sabe de pasiones ni de apetencias, sino de compromiso en verdad y justicia. Así como nos quiere Dios.

Por eso, ruego a San José, esposo casto y obediente de nuestra Madre, María, que interceda por todos nosotros y nos ayude a comprender y advertir la Voz del Señor. Una Voz que nos puede llegar a través de un amigo; de un acontecimiento; de un ejemplo o testimonio, o de un ángel. O por donde el Espíritu Santo quiera tocarnos.

Ruego también a nuestra Madre que, unida a su esposo José, intercedan por todos nosotros, para que descubramos la llamada del Señor y sepamos llenarnos de paciencia, serenidad, confianza y fe para discernir y esperar los signos e indicaciones que el Espíritu de Dios nos quiera transmitir. Amén.

martes, 3 de octubre de 2017

SIN MAS DILACIÓN, PIDAMOS LUZ

No perdamos más tiempo y pidamos luz al Señor para que nos alumbre el camino a seguir. No es cuestión de protestarle, porque no sabemos lo que decimos. Nuestros pensamientos están muy lejos de los de Él, pero, no sólo se trata de eso, sino de que no entendemos nada.

Nosotros pensamos en un mundo de luchas, de enfrentamientos, de vencedores y vencidos, y de responder con el poder a todos aquellos que piensan distinto o se interponen en nuestro camino. Y la sorpresa es ver la forma con la que responde Jesús. Nos quedamos perplejos y sorprendidos. No entendemos lo que nos dice Jesús. ¿Cómo es que no respondemos a ese rechazo de no acogernos? Estamos muy lejos de Él a pesar de estar tan cerca físicamente.

Y hoy seguimos todavía igual. Queremos sacarle productividad a todo y encontrar respuesta para todo. No entendemos el Amor de Dios, ni lo entenderemos nunca hasta que Él nos lo quiera revelar. Eso es lo que te pedimos hoy, Señor. Descúbrenos tu Amor y háznoslos comprender, para también amar nosotros. Porque todo viene de Ti, Señor, y sólo Tú nos lo puedes dar. 

Sin más dilación, Señor, te pedimos la capacidad de amar. No sabemos cómo, pero confiamos en Ti. Contigo nos atrevemos a vivir en el amor y a superar todas las dificultades y tentaciones. Nos atrevemos a acompañarte a Jerusalén y permanecer a tu lado. Danos, Señor, esa fortaleza y valentía para perseverar y agarrarnos a Ti para no desfallecer.

Por eso, Señor, insistimos sin desmayo suplicándote que nos ilumines y nos des la sabiduría, no la de este mundo, sino la que  nos sostiene siempre a tu lado. Amén.

lunes, 25 de septiembre de 2017

QUIERO SER LUZ PERMANENTE

Quiero ser vasija de barro, modelada por Ti,
para dar luz que alumbre según tu Palabra.
Señor, escucho que Tú nos hablas mucho de la perseverancia, y, pienso, que si lo dices y lo pides es que debe ser muy importante. Yo también lo creo así. Sin perseverancia poco se consigue. Yo trato de ser perseverante. Por un lado, porque así lo siento y lo creo. Y te doy gracias por darme esa virtud, y por otro, quizás la más importante, porque Tú lo dices.

Perseverar es insistir, seguir adelante, tener constancia, a pesar de que la fe empiece a debilitarse y a no ver claro esa insistencia. Perseverar esconde fe y obediencia. Perseverar busca creer y encontrar razones que respalden esa continuidad, a veces ciega, por seguir tu Camino, Señor.

Yo, Señor, quiero ser perseverante. Eso te pido hoy. Quiero citarme contigo todos los días, pero no sólo por la oración y el diálogo contigo, como lo estoy haciendo ahora a través de este blog y esta entrada, sino en un cara a cara contigo en la Eucaristía. Donde te puedo ver con los ojos de mi fe y de mi alma, y tocarte con mi lengua, labios y corazón al comerte como alimento espiritual. No quiero perderme ni un día sin poder recibirte, y me fastidia perdermelo, incluso cuando lo gasto en preparar tu Palabra para nuestra comunidad.

Por eso, Señor, consciente de que eres Tú mi Luz y mi salvación, yo te pido que alumbres mi vida y mis palabras, porque, aunque mi debilidad humana me tienta, no las quiero para mi gloria, pues mi vida aquí tengo que dejarla para reunirme contigo en el mundo, que Tú nos tienes preparado. Así que, necio de mí si así lo pretendo. Sólo busco, incluso contra mis propias inclinaciones humanas, tu Gloria.

Tú, mejor que nadie, sabes leer mi corazón y conocer lo que busca. Pero, yo quiero experimentarlo así y verlo claro si Tú me lo permites. Quiero ser luz para Ti, y buscar tu Luz para otros. Quiero evitar, que por no poner todo lo que está de mi parte, alguien se quede en la oscuridad y no vea la Luz que eres Tú. Por eso, Señor, te pido la sabiduría, no la del mundo, sino la que viene de Ti. Dame, Señor, esa sabiduría que alumbra y da luz para que otros te descubran. Amén.