Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 3 de diciembre de 2021

VER MÁS ALLÁ DE ESTE MUNDO Y CON ESPERANZA

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Posiblemente, durante el camino de nuestra vida buscamos soluciones que den respuestas positivas a nuestros problemas. Pero, ¿nos preguntamos que realmente miramos? ¿Miramos a este mundo con la esperanza de encontrar en él solución a nuestros problemas? Sin embargo, sabemos que el final de este mundo es la muerte. ¿Te resignas a eso? ¿Crees que hay alguna otra solución más esperanzadora?

El Evangelio de hoy nos habla de dos ciegos que piden ver. Ver la realidad de sus vidas. Unas vidas esperanzadas en la Resurrección. Estamos llamados a Vivir Eternamente en gozo y felicidad. ¿Cómo puedes, conociendo esa propuesta de Amor Misericordioso, quedarte paralizado y resignado con la pobreza que te ofrece este mundo? ¿Por qué no pedir que se abran nuestros ojos para ver lo que realmente interesa ver?

Es eso, Señor, lo que realmente queremos hoy- a través de este humilde rincón de oración – pedirte. Ver y ver lo que realmente vale la pena ver. Tu Amor Misericordioso que nos salva y nos da la Vida Eterna en gozo y felicidad que tanto buscamos. Ver hasta el punto que nuestro corazón, rebosante de gozo, alegría y felicidad no pare, con nuestra vida y esperanza, de proclamar la Buena Noticia de Salvación. Amén.

sábado, 12 de diciembre de 2020

ABRE, SEÑOR, MIS OJOS PARA VER

Sí, necesito verte, Señor, porque mis ojos, mis pobres ojos, cansados y fatigados por el duro camino de este mundo no atinan a verte ni a descubrirte y se me va la oportunidad de este hermoso regalo que me has dado - la vida - sin descubrir tu presencia.

Por eso, Señor, te pido con todas mis fuerzas que me abras los ojos de mi corazón y me des la sabiduría de descubrirte en lo sencillo, en lo humilde y en lo pequeño, porque, Tú, Señor te presentas siempre en los pobres, en los excluidos, en los pequeños y en todos los marginados.

Señor, Tú sabes el tiempo, la hora y lo que nos conviene. Abre mi corazón para que tu Gracia lo transforme y lo vuelva a Ti. Ábreme los ojos, Señor.

domingo, 28 de octubre de 2018

TU GRACIA, SEÑOR, PARA VER

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No dependerá de nosotros ver la Luz. Mejor, diría que en cierto modo Dios nos ha dado la Gracia de ser libres y de, con nuestra libertad, esforzarnos en buscar y pedir esa Luz que nos salva. Pero, todo, tanto la capacidad de libertad para elegir, decidir, poner voluntad y esforzarnos en buscar y pedir, como el don de la fe, es obra de Dios. Por eso, todo está en sus manos.

Pero, nosotros, sus hijos, podemos, porque Él así lo ha querido, aceptarlo como Padre, o rechazarlo y no querer su amistad ni su oferta de salvación. Podemos optar por el mundo, el placer y la satisfacción de nuestras apetencias y egoísmo y no obedecerle, pero, quizás lo que se nos olvida o no tenemos tan presente  es asumir nuestras responsabilidades y consecuencias. Ni tampoco lo que nos jugamos al final de nuestra vida, cuando nos llegue nuestra hora.

Por eso, Señor, repetimos como Bartimeo: ¡Haz que veamos, Señor! Ver la Luz de tu Palabra y la Gracia de tu Amor Misericordioso. Ver la única y verdadera salvación que nos da Vida Eterna en gozo y plenitud. Ver, Señor que el único camino es vivir en tu obediencia y en tu Amor. Y que amando, tal como nos ha enseñado tu Hijo, nuestro Señor, es la plenitud de la verdadera felicidad.

Llénanos y aumenta nuestra Fe, Señor, para que sea la Luz que nos guíe y nos fortalezca en perseverancia tu seguimiento. Danos fortaleza para poner todos nuestros talentos en buscarte, en seguirte y en pedirte la Luz de la Verdad. Danos voluntad para no desfallecer y gritar y pedir como Bartimeo hasta escuchar tu respuesta, Señor, y llegar a ver. A ver la verdadera y única Luz que eres Tú, mi Señor. Amén.

domingo, 7 de abril de 2013

VER PARA CREER



Esa es la cuestión, y la que muchos de nosotros, aunque no la digamos, sí la tenemos guardada para justificar nuestra actitud incrédula a la hora de tomar decisiones que pongan en riesgo nuestra integridad física o la de nuestra familia o intereses.

Muchos argumentan que no han visto a nadie que haya vuelto a este mundo a demostrarnos lo de la resurrección. Y otros aprovechan ese refrán que les favorece su agnosticismo de "si no lo veo no lo creo". Tomás, uno de sus discípulos, también actuó de esa forma. Digamos que es una de nuestras debilidades y limitaciones. Verdaderamente, necesitamos la Gracia de Dios para creer, para tener fe.

Por eso decimos que la fe es un don de Dios, porque a pesar de tener el testimonio de la Iglesia, no creemos. Necesitamos una experiencia cercana, personal, viva, que nos haga buscar la fe como el aire para respirar. Solo así se encenderá nuestro corazón y nunca apagará su llama hasta descansar en Él. Pero no podemos esperar de brazos cruzados. Los apóstoles corrieron, arriesgaron su vida, buscaron y esperaron, y Jesús se hizo presente entre ellos.

Pidamos que nosotros también corramos, busquemos, arriesguemos y esperemos encontrarla confiados en que el Espíritu Santo nos dará la sabiduría, la fortaleza y el entendimiento para experimentar la presencia de Jesús entre nosotros.

Señor, hazte presente en mi vida y no dejes que me pierda en la oscuridad de las tribulaciones y las tentaciones de este mundo. Dame la fe de buscar, como la cierva busca agua para beber, el manantial de tu Gracia que salta hasta la Vida Eterna. Amén.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

…Señor, que yo vea… que yo vea Señor…

Señor a Ti dirijo mi pequeña plegaria.
A ti elevo mi corazón en una ardiente suplica.
Solo Tú puedes ayudarme…mi deseo es fuego
…Señor, que yo vea… que yo vea Señor… 
Que yo vea con los ojos de la fe, si Padre mío,
Quiero poseer la riqueza de unos ojos de fe,
Una fe solida, una fe viva, una fe contagiante,
Una fe llena de fuego, una fe que traspase el umbral de la eternidad, una fe que toque la fuente de la Divina Misericordia abriendo la puerta de par en par para las almas…
Una fe que sea noticia divina para la humanidad.
Mi Señor, que yo vea con tus ojos, que yo vea el bien y su fecundidad en medio de tantas tinieblas.
Que mis ojos de fe provoque tu obrar misericordioso en beneficio de los pobres pecadores, de las almas. 
Padre mío, que mi alma se enriquezca con la luz de la fe que brote de unos ojos de fe… que yo vea… que yo te vea en todo y en todos… que mi fe me lance audazmente a confiar ciegamente esperándolo TODO de Ti… que jamás dude, que jamás tema, que jamás me acobarde, que jamás me desvié, si no, por el contrario que mi ojos de fe me lleven a poseer una fe tan pequeña como un grano de mostaza para subirme a la cima de una montaña y gritar al mundo entero, con la voz más tierna posible…con el ímpetu  de la fe y del amor compasivo, a las almas, a los pobres pecadores que “Dios les ama… volver a Dios… volver a Dios…dejar el pecado… venid a los brazos de Dios, el Dios del Sagrario…que los está esperando con tanta ilusión. ”
Madre mía… préstame tu fe…para vivir como tú siendo  totalmente de Dios…

Desde la Soledad del Sagrario