─Dame, Señor la fe para ver, no solo las cosas de este mundo, sino también las que se esconden en lo más profundo de mi corazón. Y quiero verte, escucharte y conocerte cada día más. Quiero vivir en tu Palabra llevándola a mi vida. Por eso, Señor, aprovecho este rincón de oración, para pedirte con todo mi ser y mis fuerzas que abras los ojos de mi alma para ver tu Amor misericordioso y pueda, no solo conocerte, sino amarte y seguirte.
─No quiero quedarme anclado en la orilla del camino y en la oscuridad de este mundo. Quiero verte, Señor, y, como Bartimeo te grito suplicándote que abras los ojos de mi corazón para que pueda alojarte en el mejor lugar y darte los honores que te corresponden.
Porque, ─Tú, Señor, eres el Camino, la Verdad y la Vida y, para eso quiero ver, para seguir tus pasos y vivir en tu verdad. Dame, Señor, esa Luz que, viniendo de Ti, alumbra todo mi camino y da sentido a toda mi vida. Amén.
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