Espíitu Santo, renueva en mí cada día la alegría
de creer que estás presente en el corazón de mi vida.
Haz que sea capaz de responder
, como los apóstoles, a tu invitación de seguirte.
Jesús, nuestro Señor,
Tú eres el camino, la Verdad y la Vida.
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles,
enciende en nosotros la llama de tu Amor
y nuestros corazones serán creados de nuevo.
¡Oh Dios que has iluminado los corazones de tus hijos
con la Luz del Espíritu Santo,
hazno dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien
y gozas de tu consuelo.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Transforma, Señor, mi corazón endurecido y débil.
Disipa y limpia todas las dudas e impuresas que no le dejan amar
como le gustaría y como Tú quieres que ame.
Quiero, Señor, ser esa pequeña y humilde prolongación
en este mundo de tu Amor. amén.
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