¿Cómo puedes amar a alguien que no conoces? Será imposible amar a alguien que, en principio, tú no sabes que existe y, menos, quien es. Es pues, imprescindible conocer primero para amar después. Por tanto, amar a Dios supone primero conocerle, y en eso estamos.
Aprovechamos, desde este rincón de oración, Señor, la ocasión y oportunidad para pedirte que enciendas la llama de nuestro corazón y nos llenes de tu Amor para que, también nosotros correspondamos a tu Amor Misericordioso.
Danos, Señor, la sabiduría para conocerte y, después amarte. Danos, Señor, la capacidad de descubrir en tu Amor Misericordioso esa felicidad eterna que buscamos. Y, como consecuencia de ello, derramamos ese Amor recibido, Señor, de Ti, en el prójimo. Porque, solo amándote a Ti, Señor, podemos volcar y derramar ese amor en el prójimo. Amén.
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