Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

TÚ Y YO TAMBIÉN TENDREMOS NUESTRAS PRUEBAS

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Nuestras apariencias, tarde o temprano, serán descubiertas. Nadie escapa a la mirada de Dios y todos tendremos la hora de nuestra verdad. Por mucho que busquemos escapar o aparentar la medida de nuestra fe llegará el momento de la verdad donde será puesta y prueba y descubierto su compromiso. Toda mentira emergerá y será descubierta, por tanto, en vano serán tus esfuerzos y también los míos para esconder todas nuestras mentiras y trapos sucios.

Mejor, postrados ante el Señor, confesar nuestros pecados y miserias abiertos a la Misericordia de Dios. Porque, ¿quién no ha pasado miedo o ha sufrido en ciertos momentos de su vida? ¿Y quién no ha sentido deseos de abandonar y de rendirse a las seducciones de este mundo? ¿Y quién no ha deseado en muchos momentos de su vida dejar la batalla y subirse al carro del sistema económico y de poder de este mundo? ¿Y no has querido, en algún momento de tu vida, dejar al Dios de la Misericordia y del Amor por el dios dinero?

Posiblemente nos identífiquemos con algunas de estas actitudes, pero lo importante es confesar que, a pesar de todas estas miserias, ese Dios revelado por Jesús, nuestro Señor, nos quiere, nos abraza, nos espera y nos perdona. Y nos promete que no nos dejará solos y, al final, si perseveramos soportando en Él todos los avatares que la vida nos presenta, encontraremos ese lugar de paz y felicidad eterna a la que aspiramos como hijos suyos.

Por tanto, serenos, confiados y agarrados a sus promesas de salvación, tengamos siempre a flor del corazón la Buena Noticia que sus Palabras nos ofrecen y nos llenan de esperanza. Te damos gracias, Señor, porque esas Palabras nos dan vida, fortaleza y esperanza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas». Amén.

martes, 27 de noviembre de 2018

TODO, EN ESTE MUNDO, TIENE SU FIN

Resultado de imagen de Lc 21,5-11
No descarto ese impulso que todos tenemos de progresar. Es más, creo que es una obligación avanzar y progresar, pero siempre desde una visión contenida y sabiendo que todo aquí abajo tiene su fin. Al final no quedará piedra sobre piedra y todo desaparecerá. Eso nos debe ayudar a pensar que el fin no está en las cosas de este mundo ni ellas deben ser lo primero.

Lo importante es adorar a Dios en Espíritu y Verdad, y eso significa que Él debe ser el primero en nuestro corazón y el fin de nuestro camino. Todo lo demás no cuenta. Sin embargo, hay muchos sabios que ponen sus pensamientos en las cosas de este mundo como si en ellas les fuese la vida. Y otros que creyéndose los salvadores se proclamarán como ‘Yo soy’ y ‘el tiempo está cerca’. No les sigáis. Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os aterréis; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato».

Nosotros, Señor, creemos en tu Palabra, porque sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna. Y, llenos de esperanza e inundados de paz esperamos tu segunda venida para que hagas la paz en este mundo y nos lleve contigo, según tu Palabra, a esa mansión que nos preparas de Vida Etenra.

Por eso, desde este humilde rincón, te pedimos paz, sabiduría y fortaleza para no dejarnos embaucar por ningún falso profeta ni por los acontecimientos que sucedan en este mundo. Danos la firmeza de sabernos sostener en tu Palabra y perseverar firmes en tu obediencia junto a los hermanos y unidos en la Iglesia bajo el manto de tu Madre, nuestra Señora, que nos ampara y protege. Amén.

lunes, 26 de noviembre de 2018

TODO EMPIEZA POR LO PEQUEÑO


Resultado de imagen de Lc 21,1-4
En muchos momentos lo pequeño pasa desapercibido. Todos queremos contemplar lo grande y hacer grandes cosas, sin embargo no nos damos cuenta que todo empieza por lo pequeño. Incluso, cuando hacemos algo grande y estamos en los inicios no apreciamos lo importante que es empezar bien y plantear la estructura de lo que va a ser una gran obra.

Todo lo grande se compone de pequeñas cosas que se van uniendo y conformando para formar algo grande. La historia está formada por pequeños acontecimientos que van tejiendo el hilo y los hechos de una gran obra. Y dar lo pequeño cuesta mucho trabajo, porque no se le da la debida importancia ni el debido valor. Lo que había dejado aquella viuda pobre no había llamado la atención. Incluso se valoraba poco y no tenía ninguna importancia.

Sin embargo, lo que dejaban otros, grandes cantidades, sonaba mejor y se le daba gran importancia. Otra ves el mundo valora la apariencia y lo que en realidad no tiene gran valor. Porque, dar de lo que te sobra no significa mucho ni supone ningún sacrificio. Simplemente tienes un poco menos, pero te sobra suficiente para vivir. Pero, dar de lo que tienes y necesitas es algo más duro y costoso, porque te exige sacrificio y privación. Duele dar de lo que necesitas y eso significa compartir.

Y fue eso lo que hizo aquella viuda pobre, y lo que también nosotros pedimos hoy al Señor. Sabiduría, voluntad y fortaleza para realmente darnos y dar de lo que tenemos y nos hace falta. Se trata realmente de compartir y de despojarnos de lo nuestro, de lo que necesitamos para vivir y compartir con los que carecen y no tienen para vivir. Y todo hecho desde la verdad y la justicia.

Pidamos, eso, sabiduría para saber compartir y darnos y fortaleza para despojarnos de nuestros egoísmos y ambiciones y de nuestro afán de riquezas, de poder y comodidades. Danos, Señor, la luz de saber elegir cuando realmente debemos de dar y darnos y de hacerlo con generosidad y verdadero amor. Amén.

domingo, 25 de noviembre de 2018

JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO


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Himno

Oh Jesucristo, Redentor de todos,
que, antes de que la luz resplandeciera,
naciste de tu Padre soberano
con gloria semejante a la paterna.

Tú que eres luz y resplandor del Padre
y perpetua esperanza de los hombres,
escucha las palabras que tus siervos
elevan hasta ti de todo el orbe.

La tierra, el mar, el cielo y cuanto existe
bajo la muchedumbre de sus astros
rinden tributo con un canto nuevo
a quien la nueva salvación nos trajo.

Y nosotros, los hombres, los que fuimos
lavados con tu sangre sacratísima,
 
celebramos también, con nuestros cantos
y nuestras alabanzas, tu venida.

Gloria sea al divino Jesucristo,
que nació de tan puro y casto seno,
y gloria igual al Padre y al Espíritu
por infinitos e infinitos tiempos. Amén.

sábado, 24 de noviembre de 2018

CREO EN LA RESURRECCIÓN

Resultado de imagen de Lc 20,27-40Todos queremos alcanzar la vida eterna. En lo más profundo de nuestros corazones está escrito. Es algo que anida en la propia esencia de nuestro ser. ¿Quién no quiere vivir eternamente, es decir, resucitar? Ser feliz y eterno es una aspiración de todo ser humano. Lo observamos cada día en cuanto salimos a la calle. Carreras y atasco por alcanzar lo que piensas que te va a dar el bienestar y la felicidad.

Sin embargo, la eternidad es otra cosa. A pesar de cuidarnos mucho nuestra salud, experimentamos que no depende de nosotros, aunque ponemos todo lo de nuestra parte por colaborar con nuestro cuerpo para mantenernos saludables. Sin embargo, aunque aspiramos al gozo eterno, no terminamos por creérnoslo del todo. Tenemos muchas dudas y las seducciones de este mundo no nos ayudan nada.

Sólo nos queda un camino, confiar y creer. Muchas cosas no entenderás, pero eso tiene sentido, porque creer en un Dios que tú puedes entenderlo no nos vale. Pues, ser un Dios al que podemos abarcar y hasta discutirle sus proyectos lo dejaría en mal lugar. Dejaría de ser Dios y se convertiría, a pesar de sus poderes, en uno más. Un Dios es Dios, valga la redundancia, porque es Omnipotente y Todopoderoso, y porque es Él quien rige el mundo y domina el Universo creado por Él.

Ese es el Dios que nos vale. Un Dios inteligible para nuestra capacidad intelectual. Un Dios misterio y que puede hacer todo lo que quiera y como quiera. Y que está escrito en nuestro corazón, pues aspiramos a esa gloria eterna, porque Él lo ha puesto y lo ha sellado con su Palabra. Por eso, lo más sensato e inteligente es ponernos en Manos del Espíritu Santo, que desde nuestro bautismo está deseando auxiliarnos, dirigirnos e iluminarnos para que vayamos entendiendo todo lo que necesitamos para seguir a Jesús.

Y es eso lo que pedimos en estos momentos. Espíritu Santo, danos la luz necesaria para encontrarnos con el Señor y para dejarnos encontrar con Él y abrirnos a su Palabra y a su Voluntad. Amén.

viernes, 23 de noviembre de 2018

DENTRO DE MI CORAZÓN TE HAGO UN RINCÓN, SEÑOR.

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

En el templo me reuno con mis hermanos. Se supone que todos los que vamos al templo debemos ir con esa intención. O, al menos, con esa conciencia de que si tenemos un mismo Padre, somos hermanos. Y eso debe animarnos a saludarnos, a tratarnos como personas y a respetarnos con todos nuestros derechos como se deriva del hecho de ser persona. Pero, ¿sucede eso así?

Posiblemente, no hacemos del templo casa de verdadera oración, porque cuando vamos al templo por libre y no tomamos conciencia de quien nos convoca y nos une, nuestra oración quizás no sube al Padre. Se da, incluso la oportunidad de vernos en la calle y ni siquiera saludarnos. ¿Qué clase de hermanos somos? ¿Cómo es posible que tengamos el mismo Padre y vayamos, incluso sentados uno al lado del otro, y no nos saludemos en otro lugar? ¿Qué clase de hermanos somos?

Todo eso debemos irlo cambiando, porque si el templo es casa de oración, es lugar para hacernos más fraternos y vivir en la Voluntad de Dios. ¿No te parece? De otra forma, nuestros encuentros con Dios en el templo no llegan a ser verdaderos encuentros, pues si excluimos a los hermanos también excluimos a Dios. En eso basamos nuestra oración de petición hoy. Quiero hacerte un lugar dentro de mi corazón, un rincón especial y el más importante, para que desde ahí Tú dirijas mi vida según tu Voluntad.

Te lo pido todos los días varias veces cada vez que rezo el Padrenuestro, pero, confieso, que muchas veces no soy consciente. Hazme, Señor, consciente de ello y, sobre todo, que ese perdón y hacer tu Voluntad sea real y práctico cada instante de mi vida en mi vida. 

Esa es mi petición hoy, que uno a todos mis hermanos que visiten este humilde rincón y lean esta humilde reflexión. Y que, a pesar de estar lejos en la distancia, si en lo virtual nos unamos en la oración de cada día y espiritualmente nos ayudemos a ser más consciente de esa necesidad fraterna de unos para con otros. Amén.

jueves, 22 de noviembre de 2018

SANTA CECILIA, VIRGEN Y MÁRTIR (Laudes)

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Himno

Nos apremia el amor, vírgenes santas;
vosotras, que seguisteis su camino,
guiadnos por las sendas de las almas
que hicieron de su amar amor divino.

Esperasteis en vela a vuestro Esposo
en la noche fugaz de vuestra vida,
cuando llamó a la puerta, vuestro gozo
fue contemplar su gloria sin medida.

Vuestra fe y vuestro amor fue fuego ardiente
que mantuvo la llama en la tardanza,
vuestra antorcha encendida fielmente
ha colmado de luz vuestra esperanza.

Pues gozáis ya las nupcias que el Cordero
con la Iglesia de Dios ha celebrado,
no dejéis que se apague nuestro fuego
en la pereza y sueño del pecado.
 

Demos gracias a Dios y, humildemente,
pidamos al Señor que su llamada
nos encuentre en vigilia permanente,
despiertos en la fe y en veste blanca. Amén.