El hombre dice: “Estoy demasiado cansado”. Dios le |
y demasiado pesado para acceder por la puerta estrecha. Se me hace muy delgada y fina ajustarme y ajustar mi vida para poder rebasarla. ¿Qué hacer, Padre mío? Porque ese es mi camino y a él he sido llamado.
Yo quiero atravesar esa puerta porque lo que quiero está detrás de ella. Quiero encontrarte y abandonarme en tus brazos para descansar de tantas tentaciones e inclinaciones. Quiero liberarme de tantas apetencias, de tantos apegos, de tanta soberbia y de todo aquello que me impide ser libre y desprendido.
Quiero dejar en el camino, el que me queda aún, por tu Gracia, recorrer, todo el lastre de mi vida que ciega mis ojos y confunde mis actos haciendo que haga lo que no quiero hacer, y deje lo que realmente quisiera vivir y hacer.
Necesito tu fuerza, tu ayuda y tu Gracia, Padre mío, para seguir mi camino, para no mirar atrás y sentir el impulso de tus manos que me liberan y me conducen a través de la puerta estrecha. Amén.
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