Todo dependerá de la roca que elegimos para descansar y apoyarte. Si elijes el poder, la riqueza y todo el bienestar que el mundo te ofrece elijes mal. Y elijes mal porque, si al principio puede parecerte bien, pronto empezarás a darte cuenta que estás encima de un iceberg que, aparentemente fuerte, su deshielo y su fortaleza está amenazada en resquebrajarse y deshacerse.
Hay muchos espejismo que nos llevan a confundirnos. Nos presenta una realidad distorsionada que nos auto traiciona y nos confunde. Todo está montada en una presentación maravillosa, pero que se apoya en tierra movediza y, sin darnos cuenta, nos engulle y nos destruye. Ayer nos hablaba el Señor Jesús de la puerta ancha y la estrecha y nos advertía de no elegir la ancha, porque su camino no nos lleva al deseo que mora en nuestro corazón, sino que nos engaña. Es la estrecha la que, aunque no parece la mejor, es la mejor elección, porque esa sí nos lleva al camino que todos deseamos.
Y hoy nos invita y advierte de que construyamos nuestra casa en roca firme, no en arena movediza que al menor contratiempo se desploma y nos traga. Nuestro mundo está lleno de amenazas y peligros que nos invitan a no confiar en el Señor. Nuestras apetencias e instintos son contrarios a lo que nuestro Padre Dios nos propone, pero, afortunadamente, podemos sobreponernos y luchar. Para eso somos libres y tenemos una voluntad que nos ayuda a oponernos a la ley de nuestros instintos y egoísmos.
Jesús nos invita a construir sobre roca firme que nos sostenga en los momentos de tempestades, de adversidades y de cruces que nos hagan dudar y zozobrar en el camino de nuestra vida. Él es el verdadero Camino, y también la verdadera Vida. Señor, queremos seguir tus pasos y entregarnos a Ti para que transformes nuestra necias vidas y orientes nuestros torpes pasos por el camino de la Verdad. Nosotros somos consciente que no sabemos, incluso ni lo que nos conviene. Nos equivocamos, así que nos ponemos en tus Manos y queremos hacerte caso para, no sólo cumplir sino hacer tu Voluntad. Amén.