Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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jueves, 27 de junio de 2019

¿DESCANSAMOS EN LA ROCA FUERTE QUE NO SE REQUEBRAJA?

Resultado de imagen de Mt 7,21-29
Todo dependerá de la roca que elegimos para descansar y apoyarte. Si elijes el poder, la riqueza y todo el bienestar que el mundo te ofrece elijes mal. Y elijes mal porque, si al principio puede parecerte bien, pronto empezarás a darte cuenta que estás encima de un iceberg que, aparentemente fuerte, su deshielo y su fortaleza está amenazada en resquebrajarse y deshacerse. 

Hay muchos espejismo que nos llevan a confundirnos. Nos presenta una realidad distorsionada que nos auto traiciona y nos confunde. Todo está montada en una presentación maravillosa, pero que se apoya en tierra movediza y, sin darnos cuenta, nos engulle y nos destruye. Ayer nos hablaba el Señor Jesús de la puerta ancha y la estrecha y nos advertía de no elegir la ancha, porque su camino no nos lleva al deseo que mora en nuestro corazón, sino que nos engaña. Es la estrecha la que, aunque no parece la mejor, es la mejor elección, porque esa sí nos lleva al camino que todos deseamos.

Y hoy nos invita y advierte de que construyamos nuestra casa en roca firme, no en arena movediza que al menor contratiempo se desploma y nos traga. Nuestro mundo está lleno de amenazas y peligros que nos invitan a no confiar en el Señor. Nuestras apetencias e instintos son contrarios a lo que nuestro Padre Dios nos propone, pero, afortunadamente, podemos sobreponernos y luchar. Para eso somos libres y tenemos una voluntad que nos ayuda a oponernos a la ley de nuestros instintos y egoísmos.

Jesús nos invita a construir sobre roca firme que nos sostenga en los momentos de tempestades, de adversidades y de cruces que nos hagan dudar y zozobrar en el camino de nuestra vida. Él es el verdadero Camino, y también la verdadera Vida. Señor, queremos seguir tus pasos y entregarnos a Ti para que transformes nuestra necias vidas y orientes nuestros torpes pasos por el camino de la Verdad. Nosotros somos consciente que no sabemos, incluso ni lo que nos conviene. Nos equivocamos, así que nos ponemos en tus Manos y queremos hacerte caso para, no sólo cumplir sino hacer tu Voluntad. Amén.

jueves, 1 de diciembre de 2016

¡SEÑOR, SOY ROCA DÉBIL!

Tú sabes, Señor, que quiero seguirte, y que quiero construir mi casa apoyado en Ti. Pero también sabes de mis debilidades, de mis miedos y mis ignorancias. Dame la sabiduría de discernir siempre lo bueno, el bien y la verdad, que es la roca que me salva y que me sostiene en Ti. Por eso, Señor, mi fortaleza consiste en estar todo el día pegado a Ti. Porque de una u otra manera me paso las veinticuatro horas del día hablando y pensando contigo y en Ti.

Y es qué no puedo hacerlo de otra forma, ni tampoco sabría. Si me faltas Tú no sabría, a estas alturas, a dónde ir. Sin embargo, Señor, sé que te fallo y que muchas veces puedo quedarme en Señor, Señor... y mantener mis brazos cruzados. Y, quizás, abuso de tu Misericordia. Reconozco como aquel pobre publicano que no soy digno de levantar mi cabeza y mirarte. Me de fuerza y esperanza el saber y conocer tu Misericordia Infinita, esa que tu Hijo, nuestro Señor Jesús, nos ha hablado de Ti.

Padre nuestro, nos ponemos en tus Manos y te pedimos fervorosamente que nos fortalezcas, nos infundas valor y conocimiento para luchar contra las tempestades del odio, de la venganza, de la soberbia, de la vanidad, del egoísmo y de la suficiencia. Te pedimos el equilibrio y dominio de nosotros mismos para saber y poder dominar nuestras pasiones y tentaciones. Haznos, Señor, como roca fuerte y poderosa que no se mueve ante los embates de vientos y huracanes u olas del mar.

Por eso, confiado en tu Palabra te suplico que al iniciarse cada día me des esa fortaleza, paz y sabiduría para saber enfrentarme al mundo con verdadero amor y ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno, para ver a tus hijos como los ves Tú mismo y poder llegar a descubrir la bondad de cada uno. Amén.

sábado, 10 de septiembre de 2016

CULTIVA MI VIDA, SEÑOR, PARA QUE MIS FRUTOS SEAN BUENOS




Todo labrador espera buena cosecha. Con esa intención cuida su siembra regándola y mimándola con buena tierra y abonos. Espera frutos buenos y vigila para que nada los pueda estropear. Así, Señor, quiero yo que mi vida sea cuidada. La pongo en tus Manos para que seas Tú, mi Señor, mi Labrador, Dueño y Señor de mis pobres y humildes frutos.

Por mi parte, por la autonomía que Tú me has dejado, quiero e intento hacer el esfuerzo de mantener mi tierra limpia de impurezas, de malas hierbas y de parásitos que la puedan contaminar y debilitar su esperada cosecha. Quiero conseguir los mejores frutos para Ti, mi Señor, y me esfuerzo en comprometer mi vida en ese objetivo.

Pero, también, sé que sólo Tú eres el buen Labrador que todo lo que siembras y cuidas da y exiges frutos. Y, por eso, Señor, quiero poner mi propia tierra en tus Manos y Presencia, para que, por tu Gracia, la cosecha sea abundante y dé buenos frutos, los frutos que nacen de tu Misericordia y Amor. 

Gracias, Señor, por tanta espera y tanto Amor, que me animan a seguir ofreciéndote mi pobre y humilde tierra, para que, por tu Gracia, dé una cosecha abundante y buenos frutos. Y sea construida y apoyada en roca firme, que la sostenga y la mantenga en los momentos de tormentas y tiempos duros. Amén.

jueves, 23 de junio de 2016

NUESTRAS HERRAMIENTAS SON LAS OBRAS Y LA CARIDAD


No podemos construir la casa con otro tipo de herramientas, porque sería como construir sobre arena. De las únicas armas que nos podemos servir para apoyar nuestra vida sobre roca firme son la caridad y las obras. Y eso es lo que te pedimos, Señor, en esta nuestra oración de hoy.

Sabemos que no son armas fáciles de manejar, y, a veces, tan difíciles de utilizar hasta el punto de no saber ni cómo ni cuándo. El tiempo y el momento oportuno se hacen a veces muy importantes y, ocurre, que en muchas circunstancias no sabemos medir. Danos, Señor, esa voluntad, esa sabiduría y ese sentido oportuno de utilizar la caridad y adornarlo con nuestras obras. Que no nos ocurra que empleando la palabra dejemos de poner las obras. Ambas herramientas deben utilizarse alternativamente y simultáneamente.

Pero, Señor, la misión es alta para cada uno de nosotros. Aunque sabemos que cada cual tendrá la suya según los talentos recibidos, pero también proporcionalmente difícil. Queremos aprovechar este ratito de oración y reflexión para pedirte todos juntos que nos des la capacidad de no hacer sin amar. Y no amar sin hacer. Y saber qué hacer, porque todo no se encuentra en obras materiales, también están las espirituales: una sonrisa; una paciente espera y complacencia; una atenta escucha y esfuerzo de comprender, y muchas cosas más.

Las obras de misericordia que el Papa Francisco nos ha recordado en este año de la Misericordia para acercarnos a ser Misericordiosos como el Padre, pueden servirnos de guía y de camino para tratar de vivir desde la Palabra a la Vida, y desde la Vida a la Palabra. 

Y ese camino, difícil, improvisado, sorpresivo, no carente de riesgo y aventura, pero siempre emocionante, hermoso y pleno de sentido, gozo y felicidad, queremos recorrerlo, nunca solo, sino acompañado del Espíritu Santo, que el Padre nos ha enviado para auxiliarnos en nuestro camino. Amén.

jueves, 3 de diciembre de 2015

DAME, SEÑOR, LA FORTALEZA DE TU GRACIA



Evitarnos molestias nos empuja a desvincularnos de circunstancias grupales y de comunidad que nos sirven para fortalecer nuestra fe. También huimos de comprometernos, y en esos grupos el compromiso se hace necesario, pues de no contraerlo nos descubre y delata. La fe compartida se fortalece, pero nosotros optamos por encerrarnos en nosotros mismos y cerrar las puertas de nuestro corazón a Dios, y, por supuesto, también a los demás.

De esa manera nos quedamos solos y a merced del poder del demonio, que jugará con nosotros. La comodidad es una basa que aprovecha muy bien el diablo para esclavizarnos y someternos. Por eso, Señor, aprovechamos el Evangelio de hoy para suplicarte que, con y por tu Gracia Misericordiosa, nos libere de la inclinación a la comodidad y demás pasiones que habitan, conviven y duermen dentro de nuestros corazones hasta la segunda venida del Hijo de Dios, nuestro Señor Jesús,, que nos liberará plenamente de toda esclavitud y pecado.

Gracias, Señor, por tantos regalos y tanta Gracia y Misericordia que nos ofrece, y por la salvación eterna en plenitud de gozo, dándonos la oportunidad de, abriéndonos al amor a Ti y a los hermanos, aguardar esperanzados con gozo.

sábado, 29 de noviembre de 2014

TÚ, SEÑOR, ERES MI ROCA Y MI FORTALEZA



No permitas, Señor, que pierda el ritmo de tus pasos. Dame la agilidad de estar siempre a tu altura y no perderte de vista. Mueve mi corazón para que lata según el Tuyo y viva de acuerdo y según tu Palabra. Fortaléceme para perseverar con firmeza entre los obstáculos, peligros y tentaciones que el mundo me tiende.

Tú sabes, Señor, que mi corazón quiere llevarte y guardarte como oro en paño. Tú, Señor, eres mi vida y centro de mi camino. Ya, siendo joven, e impulsado por el Espíritu, compartí, en una oración carismática, que Tú eras el centro de mi vida y representabas todo para mí, hasta el punto de, sin Ti, perder el sentido de mi vida. Y hoy, muchos años después, a pesar de haber pasado mi noche ciega y oscura, te doy las gracias por descubrirme en tu presencia esforzándome y perseverarando en tu Palabra.

Dame, Señor, firmeza y voluntad para continuar con paso firme por ese camino que me lleva a Ti. Gracias por el gozo de estar en tu presencia, y de compartir mi vida, que es Tuya por la libertad que me has dado, contigo. Te pido Señor paz, sabiduría y fortaleza para continuar en esta lucha por el camino que conduce a Ti, superando las dificultades y peligros que me acechan.

 No dejes que mi apatía, mis pecados y mis apegos me puedan y duerman ante la sorpresa de tu venida. Sostenme bien despierto y vigilante para que cuando decidas venir, Señor, esté atento y preparado esperándote. Amén.


jueves, 26 de junio de 2014

¿DÓNDE CONSTRUYO MI VIDA?



Es la pregunta que debe estar presente cada mañana al levantarnos: ¿Dónde apoyo y sostengo mi vida? Porque según esté afirmada, sostenida y fundamentada, persistirá ante la tempestad y aguantara la embestida del viento y del huracán. Por eso, Señor, te pido sabiduría y fortaleza para saber apoyar mi vida en roca firme que la mantenga a flote ante las tempestades y huracanes.

Vivimos en un mundo llenos de tentaciones y señales que nos invitan a la comodidad, al disfrute, al olvido de los demás y al pasarlo bien. Eso supone darle mucho valor al dinero, al poder, al cuerpo y a todo lo que nos vale para satisfacer nuestro egoísmo. Y también hacer de esos objetivos nuestra apetencia fundamental. Sólo que olvidamos que estamos construyendo nuestra vida sobre arena, pues a la menos contrariedad todo se viene abajo como castillo de naipes.

Danos Señor la fortaleza de la oración y la Eucaristía y también la perseverancia de la penitencia, para que preparados cada día hagamos de nuestra vida una fortaleza inexpugnable que ninguna tentación pueda arrebatarla y arrastrarla por el camino del pecado y el desamor. Una fortaleza con seguro de eternidad garantizada por tu Amor...

Porque sólo Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna, y sólo en Ti venceremos todo tipo de tempestad y huracán que nos pretenda amenazar. Ilumina nuestra vida para que sea construida y sostenida sobre la Roca de tu Amor. Amén.

jueves, 5 de diciembre de 2013

TÚ, SEÑOR, ERES MI ARQUITECTO



Tú, Señor, construyes mi casa, porque yo no sé cómo construirla firme y sólida. Soy un mal constructor y de nada valen mis afanes si Tú, mi Dios y Señor, no la construye. Hoy, aprovecha tu Palabra para pedirte que no quiero estar entre aquello que dicen sólo Señor, Señor... sino que quiero ser de los que, además de decirlo se esfuerzan en cumplirlo y llevarlo a sus vidas.

Por eso, quiero invitarte a que seas Tú quien construyas mi casa. Yo simplemente seré un mal albañil, al que Tú tendrás que despertar muchas veces de su adormilada siesta, o de su despistada faena. No seré capaz de construirme una casa segura y firme ante las tempestades de ese mundo y las tentaciones de los que persiguen derrumbármela. Necesito tu protección y tu Gracia.

Por eso, Señor, necesito el cemento y la arena que bien mezcladas conviertan mi casa en casa de oración. Una oración constante, sensata, consciente, firme, comprometida, dispuesta, abierta, dialogante, entregada, solidaria, alegre, compartida, silenciosa, escuchante y, sobre todo, llena de amor. De ese Amor que sólo Tú posees y sabes dar.

Dame, pues, esa Gracia de saber amasar mi vida con esa mezcla de tu Amor para construir mi casa de tal forma que ninguna tempestad ni huracán pueda hacerla tambalear.

jueves, 27 de junio de 2013

PERSEVERAR Y GUARDARME EN TI, SEÑOR



Cada día trae sus penas y alegrías. La vida es una mezcla de ellos, pues el camino supone riesgos, aventura y aciertos. No cabe ninguna duda que tratamos de que nuestros pasos sean seguros y corran el menor riesgos, pero también es verdad que solo en el aventurarnos y correr riesgos acertamos y aprendemos lo que necesitamos para seguir el camino.

El amor es precisamente eso, arriesgar y apostar por el hombre. No será amor querer lo seguro, lo fácil y lo placentero, sino todo lo contrario, lo arriesgado, lo difícil, lo que necesita confianza y apuesta. La fe nos exige eso: confianza en la Palabra de Jesús, y apuesta decidida por vivirla y hacerla real en nuestra vida. Sólo cuando hacemos eso descubrimos que estamos amando de verdad.

Necesito construir mi vida sobre roca, sobre roca firme que sea capaz de soportar vientos y mareas agitadas capaces de derrumbar la fortaleza de mi corazón. Quisiera limpiar los sentimientos de mi vida de toda arena fácil de moverse por el viento fresco y tentador de la aparente felicidad. Quisiera agarrarme a la cruz que me clava, pero me eleva y me convierte en roca firme que me sostiene y llena de auténtico gozo y felicidad.

Y ese eres Tú, Señor, la roca que sostiene mi vida y le da sentido. Lléname de tu fuerza para que, injertado en Ti, sea capaz de soportar todas las tormentas y avatares que sacuden mi vida.