Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 27 de junio de 2013

PERSEVERAR Y GUARDARME EN TI, SEÑOR



Cada día trae sus penas y alegrías. La vida es una mezcla de ellos, pues el camino supone riesgos, aventura y aciertos. No cabe ninguna duda que tratamos de que nuestros pasos sean seguros y corran el menor riesgos, pero también es verdad que solo en el aventurarnos y correr riesgos acertamos y aprendemos lo que necesitamos para seguir el camino.

El amor es precisamente eso, arriesgar y apostar por el hombre. No será amor querer lo seguro, lo fácil y lo placentero, sino todo lo contrario, lo arriesgado, lo difícil, lo que necesita confianza y apuesta. La fe nos exige eso: confianza en la Palabra de Jesús, y apuesta decidida por vivirla y hacerla real en nuestra vida. Sólo cuando hacemos eso descubrimos que estamos amando de verdad.

Necesito construir mi vida sobre roca, sobre roca firme que sea capaz de soportar vientos y mareas agitadas capaces de derrumbar la fortaleza de mi corazón. Quisiera limpiar los sentimientos de mi vida de toda arena fácil de moverse por el viento fresco y tentador de la aparente felicidad. Quisiera agarrarme a la cruz que me clava, pero me eleva y me convierte en roca firme que me sostiene y llena de auténtico gozo y felicidad.

Y ese eres Tú, Señor, la roca que sostiene mi vida y le da sentido. Lléname de tu fuerza para que, injertado en Ti, sea capaz de soportar todas las tormentas y avatares que sacuden mi vida.

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